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Aditivos alimentarios: revisión bibliográfica

Aditivos alimentarios: revisión bibliográfica

Autora principal: Mónica Pérez Fernández

Vol. XX; nº 09; 439

Food additives: bibliographic review

Fecha de recepción: 30 de marzo de 2025
Fecha de aceptación: 6 de mayo de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 09 Primera quincena de mayo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 09; 439

 

AUTORES:

  1. Mónica Pérez Fernández. Dietista-Nutricionista.
  2. Lucía Rodríguez Andión. Dietista-Nutricionista en Centro de Salud A Ponte – Carballiño – Ribadavia, Ourense, Galicia, España
  1. Cristina Isabel García Pena. Odontóloga en Centro de Salud Ribadeo, Lugo, Galicia, España.

 

RESUMEN

Los aditivos alimentarios son sustancias añadidas a los alimentos para mejorar su sabor, conservación, apariencia o características tecnológicas. Se dividen en categorías como conservantes, colorantes, antioxidantes, saborizantes, emulsionantes, estabilizantes, y edulcorantes. Estos pueden ser naturales o sintéticos.

Es importante tener en cuenta que todos los aditivos alimentarios deben ser aprobados por las autoridades de salud y seguridad alimentaria, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) o la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en los EE. UU., para garantizar que sean seguros para el consumo humano en las cantidades utilizadas.

Algunos aditivos alimentarios han sido objeto de controversia, especialmente cuando se usan en grandes cantidades o cuando las personas tienen sensibilidad a ciertos compuestos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, cuando se usan dentro de los límites establecidos, los aditivos son considerados seguros.

PALABRAS CLAVE

Aditivos alimentarios, regulación, seguridad alimentaria, etiquetado, reacciones adversas.

ABSTRACT

Food additives are substances added to foods to improve their flavor, preservation, appearance, or technological characteristics. They are divided into categories such as preservatives, colorants, antioxidants, flavorings, emulsifiers, stabilizers, and sweeteners. These can be natural or synthetic.

It is important to note that all food additives must be approved by health and food safety authorities, such as the European Food Safety Authority (EFSA) or the Food and Drug Administration (FDA) in the U.S., to ensure they are safe for human consumption in the quantities used.

Some food additives have been the subject of controversy, especially when used in large quantities or when people are sensitive to certain compounds. However, in most cases, when used within established limits, additives are considered safe.

KEYWORDS

Food additives, regulation, food safety, labeling, adverse reactions.

DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

INTRODUCCIÓN

Los aditivos alimentarios son sustancias añadidas intencionadamente a los alimentos durante su proceso de fabricación, con el objetivo de mejorar su sabor, apariencia, textura, conservación o características tecnológicas.

Estos compuestos pueden ser tanto naturales como sintéticos y se utilizan en pequeñas cantidades para garantizar la calidad y seguridad de los productos alimenticios.

A pesar de los beneficios que aportan, su uso ha sido objeto de regulación y estudio para asegurar que no representen riesgos para la salud humana.

Los aditivos son fundamentales en la industria alimentaria moderna, permitiendo la conservación de alimentos durante largos períodos, la mejora de sus características sensoriales y la estandarización de la producción.

Funciones de los aditivos alimentarios

Losaditivos alimentarios cumplen varias funciones importantes en la industria alimentaria. Algunas de las principales funciones son:

  • Conservación: ayudan a prevenir la descomposición de los alimentos, evitando el crecimiento de microorganismos (bacterias, hongos) o la oxidación.
  • Mejorar el sabor y aroma: se utilizan para potenciar o modificar el sabor y aroma de los alimentos, haciéndolos más atractivos para los consumidores.
  • Coloración: se agregan para dar color a los alimentos, ya sea para restaurar el color perdido durante el procesamiento o para hacerlo más atractivo.
  • Textura y estabilidad: los aditivos estabilizan la estructura de los alimentos, mejorando su textura, espesor o consistencia.
  • Prevención de la oxidación: actúan como antioxidantes para evitar que los alimentos se deterioren debido a la oxidación, lo que puede afectar su sabor, color y valor nutricional.
  • Aceleración o regulación de la fermentación: ayudan en la fermentación de productos como pan, cerveza o yogur, mejorando la textura y el volumen.
  • Mejorar la apariencia: además de los colorantes, algunos aditivos pueden mejorar la apariencia de los alimentos, dándoles un aspecto brillante o transparente.
  • Evitar la separación de ingredientes: los emulsionantes permiten la mezcla de sustancias que no se combinan naturalmente, como el aceite y el agua.

Estas funciones permiten que los alimentos sean más seguros, atractivos, duraderos y sabrosos, garantizando una mejor experiencia para los consumidores.

Identificación de los aditivos alimentarios y etiquetado de los alimentos

La identificación de los aditivos alimentarios y el etiquetado de los alimentos son elementos clave para garantizar la seguridad, la transparencia y la información al consumidor en la industria alimentaria.

  • Aditivos alimentarios

Los aditivos alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos con el objetivo de conservarlos, mejorar su sabor, apariencia, textura o facilitar su procesamiento. Los aditivos alimentarios deben ser aprobados por las autoridades competentes y ser utilizados en niveles seguros.

Tipos de aditivos alimentarios:

  • Conservantes: ayudan a prevenir el deterioro de los alimentos al inhibir el crecimiento de bacterias, hongos y levaduras.
  • Colorantes: mejoran o restauran el color de los alimentos.
  • Emulsiones: permiten que se mezclen sustancias que normalmente no se combinarían, como el aceite y el agua.
  • Saborizantes: mejoran el sabor de los alimentos.
  • Antioxidantes: evitan que los alimentos se oxiden y se estropeen rápidamente.

 

  • Etiquetado de los alimentos

El etiquetado de los alimentos es el proceso de proporcionar información relevante y clara al consumidor sobre el contenido, la composición, las características y los riesgos de un producto alimenticio. Es fundamental para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas sobre lo que consumen.

Elementos clave del etiquetado:

  • Denominación del producto: nombre del alimento o bebida.
  • Lista de ingredientes: debe incluir todos los ingredientes utilizados en la producción del alimento, en orden decreciente de peso o volumen. Los aditivos deben mencionarse específicamente y con su nombre o número E.
  • Fecha de caducidad o de consumo preferente: indica el tiempo durante el cual el alimento mantendrá sus características.
  • Información nutricional: detalla el contenido de nutrientes importantes como calorías, grasas, carbohidratos, proteínas, fibra, vitaminas, etc.
  • Origen o procedencia: puede incluir información sobre el país de origen o el lugar de fabricación.
  • Condiciones de almacenamiento y uso: indicación sobre cómo almacenar el producto (por ejemplo, «mantener refrigerado») y cómo usarlo.
  • Alérgenos: debe destacarse cualquier ingrediente que pueda causar reacciones alérgicas, como frutos secos, gluten, lácteos, etc.
  • Advertencias: en algunos casos, puede ser necesario incluir advertencias sobre posibles riesgos, como «contiene cafeína» o «no apto para personas con fenilcetonuria» (PKU).

Legislación de seguridad sobre aditivos alimentarios

La legislación de seguridad sobre aditivos alimentarios es fundamental para proteger la salud pública y garantizar que los alimentos sean seguros para el consumo humano. Cada país tiene sus propias normativas, pero existen regulaciones internacionales que proporcionan directrices comunes. A continuación, se exponen las principales legislaciones y organismos involucrados en la regulación de los aditivos alimentarios.

  • Principales organismos reguladores

Codex alimentarius

El Codex alimentariuses un conjunto de normas internacionales sobre alimentos desarrollado por la Comisión del Codex alimentarius, que fue establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sus normas son utilizadas como referencia para la regulación de alimentos, incluyendo los aditivos alimentarios, y buscan armonizar las regulaciones a nivel mundial para facilitar el comercio y proteger la salud pública.

El Codex Alimentarius establece que los aditivos alimentarios solo deben ser utilizados si son seguros para el consumo humano. El Comité del Codex sobre Aditivos Alimentarios (CCFA) establece las normas sobre el uso de aditivos alimentarios, que incluyen límites de cantidad y condiciones para su uso en diferentes alimentos.

Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)

En Europa, la EFSA juega un papel clave en la evaluación de la seguridad de los aditivos alimentarios. Esta agencia proporciona evaluaciones científicas sobre los riesgos relacionados con los aditivos y otros ingredientes de los alimentos.

  • Evaluación de riesgos: la EFSA revisa y evalúa los aditivos alimentarios antes de que sean autorizados para su uso en la Unión Europea (UE). Cada aditivo es sometido a una evaluación científica rigurosa para determinar si su uso en alimentos no representa riesgos para la salud de los consumidores.
  • Regulación específica de aditivos: en la UE, el uso de aditivos está regulado por el Reglamento (CE) Nº 1333/2008, que establece las condiciones bajo las cuales los aditivos pueden ser utilizados en los alimentos. El reglamento incluye listas de aditivos autorizados y los límites máximos permitidos, con una revisión periódica de nuevos aditivos.

Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA)

En Estados Unidos, la FDA regula los aditivos alimentarios bajo la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos de 1938, que exige que los aditivos sean evaluados antes de su comercialización.

  • Evaluación de seguridad: la FDA evalúa la seguridad de los aditivos antes de su aprobación. Los aditivos deben ser «generallyrecognized as safe» (GRAS, generalmente reconocidos como seguros) o ser aprobados por la FDA tras estudios científicos.
  • Regulación de aditivos:el Código deRegulaciones Federales (CFR), específicamente el Título 21, Parte 170-199, regula los aditivos alimentarios en Estados Unidos, describiendo las condiciones de seguridad y los procesos para la aprobación de nuevos aditivos.
  • Evaluación de la seguridad de los alimentos

Los aditivos alimentarios deben pasar por una serie de evaluaciones científicas rigurosas antes de ser aprobados para su uso. Este proceso incluye:

  • Estudios toxicológicos: se realizan estudios sobre la toxicidad de los aditivos para asegurar que no causen efectos adversos a las dosis a las que se usarán en los alimentos. Estos estudios incluyen pruebas sobre la carcinogenicidad, la genotoxicidad y otros efectos a largo plazo.
  • Dosis diaria aceptable (DDA): basado en los estudios, se establece una dosis diaria aceptable (DDA), que es la cantidad máxima de un aditivo que puede consumirse diariamente durante toda la vida sin que represente un riesgo para la salud.
  • Legislación específica por regiones

Unión Europea:

  • Reglamento (CE) 1333/2008 sobre aditivos alimentarios: establece que los aditivos solo pueden ser utilizados si están incluidos en una lista autorizada y siempre dentro de los límites establecidos. El reglamento cubre aditivos en una variedad de categorías de alimentos y bebidas.
  • Reglamento (CE) 1829/2003 sobre alimentos y piensos genéticamente modificados: regula la autorización y etiquetado de los alimentos que contienen ingredientes modificados genéticamente.

Estados Unidos:

  • Ley de Aditivos Alimentarios de 1958: regula los aditivos alimentarios en EE.UU., exigiendo que cualquier aditivo nuevo sea aprobado por la FDA antes de su comercialización.
  • Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria (FSMA): promueve una mayor seguridad alimentaria y establece reglas más estrictas para el monitoreo y control de aditivos.
  • Etiquetado y transparencia

El etiquetado de alimentos es una parte esencial de la legislación de seguridad alimentaria, ya que garantiza que los consumidores reciban información clara sobre los aditivos presentes en los productos.

  • Unión Europea:el Reglamento (UE) No 1169/2011 establece que todos los aditivos alimentarios deben ser mencionados en las etiquetas con su nombre o número E, y debe indicarse si el aditivo puede causar reacciones alérgicas.
  • Estados Unidos: la FDA exige que los ingredientes, incluyendo los aditivos, sean claramente listados en las etiquetas de los productos alimenticios.
  • Proceso de aprobación de nuevos aditivos

Cuando un nuevo aditivo alimentario se presenta para su aprobación, debe seguir varios pasos:

  1. Solicitud y documentación científica: los fabricantes deben proporcionar datos científicos que demuestren la seguridad del aditivo en las dosis previstas para el consumo humano.
  2. Evaluación de seguridad: las autoridades como la EFSA o la FDA revisan los estudios y determinan si el aditivo es seguro.
  3. Autorización y regulación: si se aprueba, se regula su uso, se especifican los tipos de alimentos en los que puede usarse y los límites permitidos.

Colorantes

Los colorantes alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos y bebidas con el objetivo de darles color, mejorar su apariencia o restaurar el color perdido durante el procesamiento. Estos pueden ser de origen naturalo sintético y deben cumplir con regulaciones específicas para asegurar que sean seguros para el consumo humano.

Tipos de Colorantes Alimentarios

  • Colorantes naturales: se extraen de fuentes naturales como plantas, minerales o animales. Son más comunes en productos orgánicos y naturales.
  • Carotenos: provienen de zanahorias, calabazas, espinacas, etc. Son responsables del color amarillo a naranja (Ejemplo: betacaroteno).
  • Antocianinas: presentes en frutas y verduras como uvas, arándanos, cerezas, y berenjenas. Producen colores rojos, púrpuras y azules (Ejemplo: antocianina).
  • Clorofila: derivada de las plantas, proporciona un color verde (Ejemplo: clorofila).
  • Curcumina: proviene de la cúrcuma y produce un color amarillo dorado.
  • Carmín o Cochinilla: se extrae de un insecto y da colores rojos a rosas (Ejemplo: carmín o ácido carmínico).
  • Colorantes sintéticos: se fabrican artificialmente mediante procesos químicos. Aunque son más económicos y estables, su uso está más regulado debido a posibles riesgos para la salud si se consumen en exceso.
  • Tartrazina (E102): colorante amarillo, común en refrescos, gelatinas y dulces.
  • Ponceau 4R (E124): colorante rojo utilizado en golosinas, helados y pasteles.
  • Amarillo Sunset (E110): colorante amarillo anaranjado.
  • Azul brillante FCF (E133): colorante azul utilizado en productos como bebidas y golosinas.
  • Rojo Allura AC (E129): colorante rojo que se encuentra en una variedad de productos alimenticios.

Uso y función de los colorantes alimentarios

  • Mejora de la apariencia: los colorantes se añaden para hacer que los alimentos sean más atractivos visualmente, especialmente si el color se ha perdido durante el procesamiento o almacenamiento.
  • Restauración del color: algunos alimentos, como los jugos de frutas o las gelatinas, pueden perder su color natural durante el procesamiento, por lo que los colorantes ayudan a restaurarlo.
  • Uniformidad: ayudan a dar un color uniforme a los productos, mejorando su presentación y consistencia.

Posibles riesgos y efectos secundarios de los colorantes

  • Reacciones alérgicas: algunos colorantes artificiales pueden causar reacciones alérgicas o sensibilización en ciertas personas (por ejemplo, el colorante amarilloTartrazinapuede ser problemático para algunas personas con asma o alergias).
  • Efectos en la conducta: hay estudios que sugieren que algunos colorantes artificiales (especialmente los rojos y amarillos) pueden estar relacionados con comportamientos hiperactivos en niños, aunque la evidencia no es concluyente.
  • Efectos a largo plazo: algunos colorantes sintéticos, especialmente si se consumen en grandes cantidades, han sido objeto de estudios sobre su posible relación con el cáncer o efectos genotóxicos. Por esta razón, los colorantes deben usarse solo dentro de los límites permitidos por las autoridades reguladoras.

Conservantes

Los conservantes alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos con el fin de prolongar su vida útil y prevenir su deterioro debido al crecimiento de microorganismos (como bacterias, hongos y levaduras) o reacciones químicas (como la oxidación). Su principal función es evitar que los alimentos se estropeen rápidamente, manteniendo su frescura, sabor y valor nutricional durante más tiempo.

Tipos de conservantes alimentarios:

  • Conservantes naturales: son sustancias que se encuentran de forma natural en los alimentos o que se extraen de fuentes naturales.
  • Sal: es uno de los conservantes más antiguos. Se utiliza en carnes, pescados y encurtidos para inhibir el crecimiento de microorganismos al reducir la cantidad de agua disponible para los mismos.
  • Azúcar: se utiliza en la elaboración de mermeladas y confituras, donde crea un ambiente hostil para las bacterias al reducir la humedad del alimento.
  • Ácido acético (vinagre): se usa en encurtidos y algunos aderezos para ensaladas, gracias a sus propiedades antimicrobianas.
  • Ácido cítrico: se encuentra en frutas como los limones y naranjas, y se utiliza para prevenir la oxidación en frutas, jugos y productos enlatados.
  • Romero y otras hierbas: slgunas hierbas tienen propiedades antimicrobianas que ayudan a conservar alimentos, como el romero, la menta y el orégano.
  • Fermentación: el proceso de fermentación natural también actúa como un conservante en productos como yogur, queso, y algunos tipos de encurtidos.
  • Conservantes sintéticos: son sustancias creadas artificialmente que tienen propiedades antimicrobianas o antioxidantes. Estos conservantes son aprobados para su uso por agencias de regulación de la seguridad alimentaria.
  • Ácido benzoico y sus sales (Benzoatos): son muy efectivos contra las levaduras y bacterias, y se encuentran en productos como refrescos, mermeladas, salsas y productos enlatados (Ejemplo: benzoato de sodio).
  • Sorbato de potasio (E202): se usa ampliamente en alimentos como panes, pasteles, jugos y encurtidos. Es muy eficaz contra mohos y levaduras.
  • Nitratos y nitritos: se utilizan principalmente en carnes procesadas, como embutidos y tocino, para prevenir el crecimiento de bacterias y para conservar el color rojo de la carne (Ejemplo: nitrito de sodio).
  • Sulfito de sodio (E220): se utiliza para conservar frutas secas, jugos de frutas y vinos, y prevenir la oxidación y el oscurecimiento (Ejemplo: dióxido de azufre).
  • Propionato de calcio (E282): se utiliza en panadería para evitar el crecimiento de hongos y mohos en productos como panes y pasteles.
  • Butilhidroquinona (BHA) y Butilhidroxitolueno (BHT): son antioxidantes sintéticos que se utilizan para prevenir la rancidez de las grasas en productos como cereales, galletas y patatas fritas.

Función de los conservantes alimentarios

  • Prevenir el crecimiento de microorganismos: los conservantes antimicrobianos, como los benzoatos y sorbatos, actúan inhibiendo el crecimiento de bacterias, hongos y levaduras en los alimentos.
  • Prevenir la oxidación: algunos conservantes, como el ácido ascórbico (vitamina C) y el BHA/BHT, previenen la oxidación de las grasas y aceites, evitando que los alimentos se pongan rancios.
  • Prolongar la vida útil: al reducir el deterioro microbiano y químico, los conservantes permiten que los alimentos mantengan sus características (sabor, textura, apariencia) durante más tiempo.
  • Mantener la apariencia: los conservantes también ayudan a mantener el color y la frescura de los alimentos, evitando que se oscurezcan o pierdan su atractivo visual.

Posibles riesgos y efectos secundarios de los conservantes

  • Reacciones alérgicas:algunos conservantes, como los sulfitos (Ejemplo: dióxido de azufre) y los benzoatos, pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles, especialmente en individuos con asma o alergias.
  • Efectos en la salud a largo plazo: slgunos conservantes sintéticos, como los nitritos y nitratos, pueden estar relacionados con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer si se consumen en grandes cantidades, aunque la evidencia no es concluyente. Los nitratos en carnes procesadas, por ejemplo, pueden convertirse en nitrosaminas, que son compuestos potencialmente cancerígenos.
  • Problemas digestivos: algunos conservantes, como los sulfatos, pueden causar malestar digestivo en personas sensibles.

Antioxidantes

Los antioxidantesson compuestos que se utilizan en alimentos para prevenir o retardar laoxidación, un proceso químico que puede dañar las células y causar el deterioro de los alimentos. En el contexto de la alimentación, los antioxidantes ayudan a proteger los productos contra el deterioro causado por el oxígeno, mejorando su frescura, sabor, color y valor nutricional. Además, los antioxidantes también son conocidos por sus beneficios para la salud, ya que ayudan a reducir los efectos de los radicales libres en el cuerpo, lo que puede prevenir enfermedades y el envejecimiento prematuro.

Tipos de antioxidantes alimentarios

  • Antioxidantes naturales: se encuentran en los alimentos en su estado natural y, en general, son preferidos por muchos consumidores que buscan productos orgánicos o naturales.
  • Vitamina C (Ácido ascórbico): es uno de los antioxidantes más conocidos y está presente en frutas cítricas, fresas, kiwi, pimientos y vegetales de hojas verdes. La vitamina C es crucial para la piel, el sistema inmunológico y la reparación de los tejidos.
  • Vitamina E (Tocoferoles): se encuentra en aceites vegetales (como el aceite de oliva y el aceite de girasol), frutos secos, semillas, espinacas y brócoli. La vitamina E protege las células contra el daño oxidativo y se ha asociado con la prevención de enfermedades cardiovasculares.
  • Polifenoles: se encuentran en alimentos como el té, el vino tinto, las uvas, el chocolate negro, las frutas y verduras, y tienen efectos antioxidantes potentes. Los polifenoles pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer.
  • Flavonoides: son un tipo de polifenol que se encuentra en manzanas, cebollas, uvas, cítricos y té. Actúan como potentes antioxidantes.
  • Carotenoides: son pigmentos que dan color a muchas frutas y verduras, como zanahorias (beta-caroteno), tomates (licopeno), y espinacas (luteína). Además de ser antioxidantes, los carotenoides también son importantes para la salud ocular.
  • Beta-caroteno: se convierte en vitamina A en el cuerpo y es conocido por sus efectos beneficiosos para la visión y la piel.
  • Licopeno: se encuentra principalmente en los tomates y está relacionado con la prevención de ciertos tipos de cáncer, como el de próstata.
  • Antioxidantes sintéticos: se crean en laboratorios para ser utilizados en la industria alimentaria y tienen propiedades similares a los antioxidantes naturales, pero a menudo son más estables y económicos.
  • Butilhidroquinona (BHA): se utiliza en productos que contienen grasas, como aceites y cereales. Previene la oxidación de las grasas y prolonga la vida útil de los alimentos.
  • Butilhidroxitolueno (BHT): similar al BHA, se utiliza en productos alimenticios como cereales, galletas y aceites para evitar la rancidez.
  • Propilgalato (E310): es otro antioxidante utilizado en alimentos con alto contenido graso, como aceites y productos de panadería.
  • Ácido ascórbico (vitamina C sintética): aunque también se encuentra de forma natural, la versión sintética de la vitamina C se utiliza comúnmente como antioxidante en la industria alimentaria para prevenir la oxidación de productos frescos y conservados.

Función de los antioxidantes en los alimentos

  • Prevenir la oxidación de las grasas y aceites: la oxidación de las grasas, también conocida como rancidez, puede alterar el sabor, el color y la textura de los alimentos. Los antioxidantes evitan este proceso y mantienen la calidad de los alimentos.
  • Prolongar la vida útil de los alimentos: al prevenir la descomposición y la pérdida de nutrientes, los antioxidantes ayudan a que los alimentos se mantengan frescos por más tiempo.
  • Mantener el color y la textura: la oxidación puede causar que los alimentos cambien de color (por ejemplo, el pardeamiento en frutas cortadas) y se vuelvan blandos o arrugados. Los antioxidantes ayudan a preservar la apariencia de los alimentos.
  • Reducir la pérdida de nutrientes: la oxidación también puede destruir algunos nutrientes esenciales, como las vitaminas C y E. Los antioxidantes protegen estos nutrientes, ayudando a mantener el valor nutricional de los alimentos.

Beneficios para la salud de los antioxidantes

Los antioxidantes no solo son útiles para conservar los alimentos, sino que también tienen importantes beneficios para la salud. A continuación se destacan algunos de estos beneficios:

  • Protección contra enfermedades cardiovasculares: los antioxidantes, como los polifenoles y la vitamina E, ayudan a reducir la inflamación y protegen las arterias del daño oxidativo, lo que disminuye el riesgo de enfermedades del corazón.
  • Prevención de ciertos tipos de cáncer: algunos antioxidantes, como el licopeno y los flavonoides, se han asociado con la reducción del riesgo de cáncer, especialmente el cáncer de próstata, mama y pulmón.
  • Mejora de la función inmunológica: la vitamina C y otros antioxidantes son esenciales para mantener un sistema inmunológico saludable, ayudando a prevenir infecciones y enfermedades.
  • Prevención del envejecimiento prematuro: los antioxidantes protegen las células del daño causado por los radicales libres, lo que puede reducir los signos de envejecimiento prematuro y mejorar la salud de la piel.
  • Protección ocular: carotenoides como la luteína y la zeaxantina protegen los ojos de los daños causados por la luz azul y la oxidación, ayudando a prevenir enfermedades oculares relacionadas con la edad, como la degeneración macular.

Posibles efectos secundarios y riesgos de los antioxidantes

  • BHA y BHT: aunque son efectivos para prevenir la oxidación, algunos estudios han sugerido que el BHA y el BHT pueden tener efectos carcinogénicos en animales cuando se consumen en grandes cantidades. Sin embargo, los niveles utilizados en los alimentos son muy bajos y considerados seguros por las autoridades regulatorias.
  • Exceso de antioxidantes naturales: el consumo excesivo de ciertos antioxidantes naturales, como el betacaroteno (cuando se toma en forma de suplementos), puede tener efectos negativos, como aumentar el riesgo de cáncer en personas que fuman.

Edulcorantes

Los edulcorantes son sustancias que se utilizan para dar sabor dulce a los alimentos y bebidas sin aportar la cantidad de calorías o el azúcar que normalmente tienen los azúcares convencionales. Se utilizan como alternativas al azúcar, especialmente en productos para personas que buscan reducir su ingesta calórica, controlar el azúcar en sangre (como en el caso de los diabéticos) o mejorar la salud dental.

Tipos de edulcorantes

  • Edulcorantes naturales: los edulcorantes naturales provienen de fuentes naturales como plantas, frutas y algunos productos derivados de ellas.
  • Stevia: es uno de los edulcorantes naturales más conocidos y utilizados. Proviene de la planta Stevia rebaudiana y es hasta 300 veces más dulce que el azúcar. No aporta calorías y tiene un índice glucémico cero, lo que lo hace adecuado para personas con diabetes. Sin embargo, algunas personas encuentran que tiene un sabor amargo o a regaliz.
  • Xilitol: es un edulcorante de tipo alcohol de azúcar que se encuentra de manera natural en pequeñas cantidades en frutas y verduras, como las moras. Tiene aproximadamente el 60-70% de la dulzura del azúcar y contiene menos calorías. El xilitol es beneficioso para la salud dental porque ayuda a prevenir las caries.
  • Eritritol: también un alcohol de azúcar, se encuentra de manera natural en frutas y alimentos fermentados. Aporta solo el 5% de las calorías que tiene el azúcar, por lo que se considera una opción baja en calorías. Además, no afecta el azúcar en sangre y no tiene el sabor residual de otros edulcorantes.
  • Miel: aunque la miel contiene calorías, es un edulcorante natural que aporta algunas vitaminas y minerales. Sin embargo, debe usarse con moderación, ya que sigue siendo un azúcar, y puede elevar los niveles de glucosa en sangre.
  • Jarabe de agave: este edulcorante se extrae de la planta de agave y tiene un índice glucémico bajo, lo que lo hace una opción popular entre las personas con diabetes. No obstante, tiene un alto contenido en fructosa, por lo que su consumo excesivo podría ser perjudicial para el hígado.
  • Edulcorantes sintéticos o artificiales: estos edulcorantes son productos fabricados en laboratorios, y son mucho más dulces que el azúcar. Se utilizan en pequeñas cantidades debido a su alta potencia edulcorante.
  • Aspartame (E951): es uno de los edulcorantes artificiales más utilizados. Es aproximadamente 200 veces más dulce que el azúcar. Es ampliamente utilizado en refrescos dietéticos, chicles y productos procesados. Sin embargo, algunas personas con una condición genética llamada fenilcetonuria (PKU) deben evitar el aspartame, ya que no pueden metabolizar la fenilalanina, uno de sus componentes. En general, el aspartame se considera seguro para el consumo en niveles aprobados por las autoridades sanitarias.
  • Sacarina (E954): fue uno de los primeros edulcorantes artificiales. Es aproximadamente 300-400 veces más dulce que el azúcar. Aunque se ha asociado con algunos estudios que sugieren posibles efectos cancerígenos en animales (en dosis extremadamente altas), las autoridades sanitarias, como la FDA y la EFSA, han considerado su uso seguro para el consumo humano.
  • Ciclamato (E952): este edulcorante es de 30 a 50 veces más dulce que el azúcar. Ha sido prohibido en algunos países (como Estados Unidos) debido a estudios que sugieren posibles riesgos para la salud, aunque es considerado seguro por otras organizaciones como la EFSA. Se utiliza comúnmente en productos como refrescos dietéticos y alimentos bajos en calorías.
  • Sucralosa (E955): es aproximadamente 600 veces más dulce que el azúcar y se utiliza en productos como bebidas, galletas, postres y golosinas. La sucralosa es estable a altas temperaturas, por lo que se puede utilizar en la cocina. Es considerada segura para el consumo por las principales autoridades de salud, aunque algunas personas pueden experimentar sensibilidad o efectos gastrointestinales.
  • Acesulfame K (E950): es alrededor de 200 veces más dulce que el azúcar. Se utiliza en combinación con otros edulcorantes para mejorar el sabor y prolongar la vida útil de los productos. Aunque algunos estudios han planteado preocupaciones sobre su seguridad, las agencias de salud como la FDA y la EFSA lo consideran seguro en las cantidades aprobadas.

Función y beneficios de los edulcorantes

  • Control de peso: los edulcorantes permiten a las personas disfrutar de alimentos dulces sin las calorías asociadas con el azúcar, lo que puede ser útil en dietas para perder o mantener el peso.
  • Control de la glucosa en sangre: son una opción popular para personas con diabetes, ya que no elevan los niveles de glucosa en sangre como lo hace el azúcar común.
  • Salud dental: muchos edulcorantes, como el xilitol, son beneficiosos para la salud dental, ya que ayudan a prevenir las caries y no contribuyen a la formación de placa dental.
  • Variedad en la dieta: ofrecen una alternativa para personas que quieren reducir su consumo de azúcar o que tienen restricciones dietéticas debido a condiciones como la diabetes.

Riesgos y efectos secundarios de los edulcorantes

  • Problemas digestivos: los edulcorantes como el xilitol, sorbitol y otros alcoholes de azúcar pueden causar efectos secundarios como gases, hinchazón o diarrea si se consumen en exceso.
  • Reacciones alérgicas: algunas personas pueden ser sensibles a ciertos edulcorantes artificiales, como el aspartame o la sacarina, experimentando dolores de cabeza, reacciones alérgicas o problemas digestivos.
  • Posibles efectos a largo plazo: aunque no hay evidencia concluyente, algunos estudios han sugerido que el consumo prolongado de ciertos edulcorantes artificiales (como el aspartame o la sacarina) podría estar relacionado con problemas metabólicos, aunque las principales agencias reguladoras de salud consideran estos edulcorantes seguros dentro de los límites establecidos.

Otros aditivos alimentarios    

Además de los aditivos alimentarios mencionados anteriormente (colorantes, conservantes, antioxidantes y edulcorantes), existen otros tipos de aditivos utilizados en la industria alimentaria con diversas finalidades. A continuación, se explican algunos de ellos, clasificados según su función principal:

  • Emulsionantes: son sustancias que permiten que dos líquidos que normalmente no se mezclan (como el agua y el aceite) se combinen y formen una emulsión estable. Son comunes en productos como mayonesas, margarinas y aderezos para ensaladas.
  • Ejemplos comunes: lecitina (E322), esteres de ácidos grasos, mono- y diglicéridos de ácidos grasos.
  • Función: mejoran la textura y la estabilidad de los productos, evitando que se separen los ingredientes. También ayudan a mejorar la viscosidad y la consistencia de ciertos alimentos.
  • Estabilizantes: se utilizan para mantener la estructura y la apariencia de los alimentos durante su almacenamiento. Ayudan a evitar que los productos se desintegren o pierdan su forma y consistencia.
  • Ejemplos comunes: goma guar (E412), goma xantana (E415), carragenanos (E407).
  • Función: mantienen la estabilidad de los productos, evitando la formación de cristales de hielo en helados, por ejemplo, o la separación de fases en productos como yogures y salsas.
  • Espesantes: son sustancias que aumentan la viscosidad de los alimentos, mejorando su textura. Se utilizan en sopas, salsas, productos lácteos y postres.
  • Ejemplos comunes: almidón modificado (E1404), gelatina (E441), pectina (E440).
  • Función: aumentan la consistencia de los alimentos, dándoles una textura más espesa sin añadir sabor ni color. Son esenciales en la producción de mermeladas, jaleas y productos como cremas.
  • Acidulantes: son sustancias que se agregan a los alimentos para darles un sabor ácido o para ajustar su acidez (pH). Se usan en productos como refrescos, confitería, productos lácteos y conservas.
  • Ejemplos comunes: ácido cítrico (E330), ácido láctico (E270), ácido tartárico (E334).
  • Función: mejoran el sabor y ayudan a regular el pH, lo que a su vez mejora la conservación de los alimentos y la estabilidad de ciertos productos.
  • Agentes leudantes: son sustancias que provocan la liberación de gas (generalmente dióxido de carbono) durante la cocción o el horneado, lo que hace que las masas suban y adquieran una textura esponjosa.
  • Ejemplos comunes: bicarbonato de sodio (E500), levadura (E502), fosfato monocálcico (E341).
  • Función: se utilizan en la producción de productos de panadería, como pan, pasteles y galletas, para hacerlos más livianos y aireados.
  • Saborizantes: son sustancias que se agregan a los alimentos para mejorar o modificar su sabor. Pueden ser naturales o artificiales y se emplean en una amplia variedad de productos.
  • Ejemplos comunes: glutamato monosódico (E621), extracto de levadura (E635), aromas artificiales (por ejemplo, de vainilla, fresa o manzana).
  • Función: mejoran el sabor de los productos, haciendo que los alimentos sean más atractivos para los consumidores. El glutamato monosódico, por ejemplo, potencia el sabor umami en sopas, caldos y comidas procesadas.
  • Agentes de glaseado: son sustancias que se aplican a los alimentos para crear una capa brillante y protectora en la superficie, a menudo utilizada en productos de confitería o repostería.
  • Ejemplos comunes: cera de carnauba (E903), cera de abeja (E901), goma arábiga (E414).
  • Función: mejoran la apariencia de los productos, proporcionando un acabado brillante, y también ayudan a preservar la frescura al evitar la pérdida de humedad.
  • Conservantes antimicrobianos: son sustancias que se agregan a los alimentos para prevenir el crecimiento de microorganismos patógenos (bacterias, hongos, levaduras) que puedan causar enfermedades o deterioro de los productos.
  • Ejemplos comunes: ácido benzoico (E210), sorbato de potasio (E202), propionato de calcio (E282).
  • Función: previenen la proliferación de microorganismos en productos como jugos, salsas, panadería y alimentos procesados, lo que ayuda a prolongar su vida útil.
  • Agentes de tratamiento de harina: se utilizan durante la molienda de los granos para mejorar la calidad de la harina, acelerar el proceso de maduración y mejorar las características de la masa.
  • Ejemplos comunes: ácido ascórbico (E300), bromato de potasio (E924).
  • Función: mejoran la calidad de la harina y la masa, asegurando que el pan o productos de panadería tengan una mejor textura y mayor volumen. El ácido ascórbico, por ejemplo, ayuda en la formación del gluten.
  • Humectantes: son aditivos que se emplean para mantener la humedad en los productos alimenticios, evitando que se sequen y manteniendo su frescura.
  • Ejemplos comunes: glicerina (E422), sorbitol (E420), propilenglicol (E1520).
  • Función: ayudan a retener el agua en los productos, lo que es particularmente útil en productos como galletas, caramelos y productos de panadería, evitando que se endurezcan o se deshidraten.
  • Agentes de carga: son sustancias que se añaden a los alimentos para aumentar su volumen sin afectar significativamente sus características organolépticas (sabor, textura, olor).
  • Ejemplos comunes: almidón (E1401), celulosa (E460), goma de xantano (E415).
  • Función: se usan en productos como suplementos alimenticios, cápsulas de medicamentos, o productos en polvo como bebidas instantáneas. No alteran el sabor, pero permiten que los productos tengan el volumen necesario.
  • Agentes de control de la acidez y alcalinidad: se utilizan para regular el pH de los alimentos y bebidas, mejorando la estabilidad del producto, su sabor y su conservación.
  • Ejemplos comunes: bicarbonato de sodio (E500), fosfatos (E338), ácido cítrico (E330).
  • Función: mantienen el equilibrio del pH, lo que puede ser crucial para preservar la textura y la calidad de los productos, además de evitar la proliferación de microorganismos no deseados.

Reacciones adversas y alergias a aditivos alimentarios

Las reacciones adversas y alergias a los aditivos alimentarios son eventos poco comunes, pero posibles, que pueden ocurrir en algunas personas al consumir ciertos alimentos procesados que contienen estos aditivos. Estas reacciones pueden variar desde síntomas leves, como dolor abdominal o urticaria, hasta reacciones más graves, como dificultades respiratorias o anafilaxia. A continuación, se explican las principales causas y tipos de reacciones adversas a los aditivos alimentarios.

  • Alergias a aditivos alimentarios

Una alergia alimentaria ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera exagerada a una sustancia generalmente inofensiva, como un aditivo alimentario. Las alergias a los aditivos alimentarios son relativamente raras, pero pueden desencadenar una serie de síntomas.

Aditivos que pueden causar alergias

  • Colorantes artificiales: algunos colorantes alimentarios, como la tartrazina (E102), el amarillo de quinoleína (E104) o el rojo allura (E129), pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles, especialmente en niños. Las reacciones pueden incluir urticaria, erupciones en la piel y, en casos graves, dificultad para respirar.
  • Sulfitos (como el dióxido de azufre E220): los sulfitos son utilizados como conservantes en productos como vinos, jugos, frutas secas, mariscos, y productos procesados. Algunas personas, especialmente aquellas con asma, pueden experimentar reacciones alérgicas o problemas respiratorios.
  • Glutamato monosódico (MSG, E621): aunque el glutamato monosódico no está asociado con una alergia en sentido estricto, algunas personas pueden experimentar lo que se conoce como el síndrome del restaurante chino o reacción al glutamato. Los síntomas incluyen dolores de cabeza, sudoración, sensación de opresión en el pecho, o palpitaciones.
  • Proteínas lácteas y huevo: en algunos productos procesados, los aditivos como la caseína (proteína de la leche) o proteínas de huevo pueden causar reacciones alérgicas en personas que tienen alergia a la leche o el huevo.

Síntomas de una alergia alimentaria a aditivos

  • Urticaria: sarpullido rojo y con picazón.
  • Dificultad para respirar: en casos graves, especialmente con sulfitos o colorantes artificiales.
  • Hinchazón en la cara, labios o lengua: puede ser un signo de una reacción alérgica grave.
  • Gastrointestinales: dolor abdominal, vómitos o diarrea.
  • Anafilaxia: en casos extremos, una alergia alimentaria a un aditivo puede desencadenar una anafilaxia, que es una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata.
  • Reacciones intolerantes a aditivos alimentarios

Las intolerancias alimentarias son más comunes que las alergias, y se refieren a la incapacidad del cuerpo para procesar un aditivo sin que el sistema inmunológico esté involucrado. Las intolerancias pueden causar síntomas como malestar estomacal, dolores de cabeza, o irritación en el sistema digestivo, pero no involucran una respuesta inmune.

Aditivos comunes que provocan intolerancias

  • Aspartame (E951): las personas que sufren de una afección genética llamada fenilcetonuria (PKU) no pueden metabolizar correctamente la fenilalanina, un componente del aspartame. Aunque es muy raro, las personas con PKU deben evitar este edulcorante.
  • Alcoholes de azúcar (como el xilitol (E967), sorbitol (E420), maltitol (E965)): los alcoholes de azúcar, utilizados en productos bajos en calorías, pueden causar problemas digestivos, como hinchazón, gases, diarrea o dolor abdominal. Las personas con intolerancia a estos compuestos pueden experimentar estos síntomas al consumir productos que los contengan.
  • Sulfito: las personas con asma pueden experimentar síntomas como dificultad para respirar o sibilancias si consumen alimentos que contienen sulfitos, ya que este aditivo puede desencadenar una reacción en el sistema respiratorio.
  • Colorantes artificiales: algunos colorantes, como la tartrazina (E102), pueden no solo causar reacciones alérgicas, sino también intolerancias, lo que provoca irritación gástrica o trastornos digestivos en personas sensibles.

Síntomas de una intolerancia alimentaria a aditivos

  • Dolor o malestar estomacal: hinchazón, cólicos, gases, o diarrea.
  • Dolores de cabeza: en personas sensibles a ciertos aditivos como el glutamato monosódico.
  • Fatiga o irritabilidad: algunas personas experimentan una sensación general de malestar o cansancio cuando consumen ciertos aditivos.
  • Problemas respiratorios: en el caso de intolerancia a sulfitos, por ejemplo, pueden producirse sibilancias o dificultad para respirar, especialmente en personas asmáticas.
  • Reacciones a aditivos no específicos

Además de las alergias y las intolerancias, algunas personas pueden experimentar reacciones no específicas a ciertos aditivos. Estas reacciones pueden ser desencadenadas por la cantidad de aditivos o la combinación de ingredientes en un producto.

Ejemplos de aditivos causantes de reacciones no específicas

  • Glutamato monosódico (MSG): aunque no se trata de una alergia real, algunas personas experimentan el síndrome del restaurante chino, que puede incluir dolores de cabeza, palpitaciones, sudoración, o una sensación de opresión en el pecho.
  • Sulfatos en bebidas alcohólicas: los sulfitos presentes en el vino y otras bebidas alcohólicas pueden provocar dolores de cabeza, enrojecimiento facial o malestar estomacal en algunas personas, aunque no son necesariamente alérgicas a los sulfitos.
  • Prevención y manejo de reacciones adversas

La mejor manera de prevenir reacciones adversas a los aditivos alimentarios es:

  • Leer las etiquetas de los productos: las etiquetas de los alimentos deben contener información detallada sobre los aditivos utilizados, y en algunos países también se mencionan los posibles alérgenos (como sulfitos, gluten, leche, huevo, etc.).
  • Evitar alimentos procesados: las personas que son sensibles o alérgicas a ciertos aditivos deben evitar los alimentos procesados que puedan contener estos ingredientes.
  • Consultar a un profesional de la salud: si se sospecha de una alergia o intolerancia, es importante consultar a un médico o alergólogo para realizar pruebas y obtener un diagnóstico adecuado.

Consejos para los consumidores

  • Leer las etiquetas: revisa las etiquetas de los productos alimenticios para identificar los conservantes utilizados, especialmente si tienes alguna alergia o sensibilidad.
  • Elegir productos frescos y naturales: si prefieres evitar conservantes sintéticos, opta por alimentos frescos o productos que utilicen métodos de conservación naturales (como la refrigeración, el envasado al vacío o el uso de sal).
  • Consumir con moderación: si bien los conservantes están aprobados como seguros, el consumo excesivo de productos procesados con conservantes puede tener efectos adversos a largo plazo. Moderar la ingesta de alimentos procesados es una buena práctica.

Aunque los aditivos alimentarios son generalmente seguros cuando se usan dentro de los límites establecidos, algunos pueden tener efectos adversos, especialmente si se consumen en grandes cantidades o si se es sensible a ellos.

CONCLUSIONES

Los aditivos alimentarios son sustancias que se agregan a los alimentos para mejorar su sabor, apariencia, textura, conservación y seguridad. Aunque son esenciales en la industria alimentaria moderna, permiten la creación de productos más duraderos y atractivos para los consumidores. Sin embargo, su uso está regulado de forma estricta por las autoridades sanitarias para asegurar que no representen un riesgo para la salud humana.

El etiquetado de los alimentos y la correcta identificación de los aditivos son esenciales para la seguridad alimentaria y el bienestar del consumidor. Los aditivos deben usarse con responsabilidad y ser claramente identificados en las etiquetas, para que los consumidores puedan hacer elecciones informadas y evitar posibles reacciones alérgicas o riesgos para la salud.

La legislación de seguridad sobre aditivos alimentarios es muy estricta y busca garantizar que los productos que consumimos sean seguros. Las autoridades como la EFSA, la FDA y el Codex Alimentarius desempeñan un papel fundamental en la regulación, evaluación y control de los aditivos alimentarios, asegurando que se utilicen solo aquellos que no representen riesgos para la salud humana y que se etiqueten correctamente para una mayor transparencia hacia los consumidores.

Aunque las reacciones adversas a los aditivos alimentarios son relativamente raras, pueden ocurrir en personas con sensibilidad o alergias a ciertos compuestos. Los colorantes artificiales, los sulfitos, el glutamato monosódico y los alcoholes de azúcar son algunos de los aditivos más comunes que pueden causar reacciones alérgicas o intolerancias. Es fundamental leer las etiquetas, conocer los ingredientes y consultar a profesionales de la salud si se sospecha de una reacción adversa.

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