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Agotamiento emocional en matronas. Estrategias de coping: prevención y control

Agotamiento emocional en matronas. Estrategias de coping: prevención y control

Existe abundante evidencia científica que demuestra que el personal de enfermería y el colectivo de matronas está sometido a una elevada carga de estrés en el trabajo debido a condiciones fisiológicas, laborales, ambientales…

  1. Alejandra Inés Franco Villalba (matrona, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza)
  2. Sandra Peña de Buen (matrona, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza)
  3. Marta Doñate Cuartero (matrona, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza)
  4. María Rodríguez Sánchez (matrona, Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza)
  5. María Sampietro Palomares (matrona, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza)
  1. Resumen

Existe abundante evidencia científica que demuestra que el personal de enfermería y el colectivo de matronas está sometido a una elevada carga de estrés en el trabajo debido a condiciones fisiológicas, laborales, ambientales, sociales o psicológicas a las que se enfrenta cada día. De aquí radica la importancia de aprender a desarrollar habilidades de coping y de comunicación para así lograr prevenir el síndrome de burnout, el agotamiento emocional y el estrés laboral.

Las habilidades de coping son unas estrategias de esfuerzo cognitivo y de comportamiento que permiten al individuo enfrentarse a su medio. Las estrategias utilizadas pueden usarse en la resolución del problema o en las respuestas emocionales. Esto último sería lo más adecuado en momentos en los que no es posible controlar una situación, aprendiendo a tolerar, aceptar o minimizar aquello que perjudica al individuo. Es por ello que las respuestas a los niveles de estrés en el entorno laboral requieren la participación de toda la organización, proponiendo cambios en la estructura organizacional, rediseñando puestos, realizando selecciones de personal correctas y desarrollando habilidades y estrategias óptimas que permitan hacer cara a situaciones difíciles.

Palabras clave: habilidades de coping, síndrome de quemarse por el trabajo, agotamiento emocional, estrés, habilidades de comunicación, inteligencia interpersonal.

  1. Abstract

There is abundant scientific evidence that demonstrates that nurses and midwives are subject to a high stress load at work due to physiological, work, environmental, social or psychological conditions that they face every day. Hence lies the importance of learning to develop coping and communication skills in order to prevent burnout syndrome, emotional exhaustion and work stress.

Coping skills are cognitive and behavioral effort strategies that allow the individual to face their environment. The strategies can be used in solving the problem or in emotional responses. The last one would be most appropriate at times when it is not possible to control a situation, learning to tolerate, accept or minimize what harms the individual. That is why the responses to stress levels in the work environment require the participation of the entire organization, proposing changes in the organizational structure, redesigning positions, making correct personnel selections and developing optimal skills and strategies that allow to face difficult situations.

Keywords: coping abilities, burnout syndrome, emotional fatigue, stress, communication abilities, interpersonal intelligence.

  1. Introducción

El tema de investigación de este estudio es el agotamiento emocional o burnout en el personal de enfermería especialista en obstetricia y ginecología y las estrategias de coping utilizadas para prevenirlo y controlarlo.

El profesional enfermero se incluye entre la población susceptible de sufrir agotamiento emocional2-4, máxime en el colectivo de matronas en el servicio de dilatación, en los que se requiere más responsabilidad y demanda de cuidados5-7. Esto conlleva desgaste, despersonalización, estrés y agotamiento emocional8-9.

Para que este servicio funcione correctamente es necesario que las matronas adquieran habilidades especiales. De aquí la importancia de conocer estrategias de coping (estrategias que sirven para lidiar con situaciones desagradables como dolencia, muerte, amenaza y desafío) que ayuden a identificar los factores estresantes y así lograr prevenirlos y controlarlos, lo que conllevaría mayor satisfacción y realización personal, y una mejora de la salud de madres y bebés10-13.

El síndrome de burnout o de quemarse por el trabajo en respuesta al estrés laboral se ha convertido en un caso bastante común entre los profesionales de la salud3. Con sus tres dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal6, se desarrolla en aquellos que trabajan exclusivamente con personas, y más todavía en quienes lo hacen con quienes se encuentran en un momento tan importante de sus vidas (nacimiento de su hijo), dando lugar a la aparición de desgaste por empatía14 puesto que se trabaja con sentimientos y el manejo continuo de emociones. No obstante, han de tenerse también en cuenta aspectos sociodemográficos del personal enfermero como edad, sexo, estado civil, tenencia de hijos, expresión de emociones positivas y control de emociones negativas. Otros puntos fundamentales son los recursos disponibles y la experiencia en el sector de la obstetricia, así como el entorno laboral y la disonancia emocional, ya que el burnout se produce por la interacción del entorno laboral y personal, y es en este instante cuando puede llegar a convertirse en una patología del ámbito laboral-profesional. El personal enfermero está entonces abocado a una disminución en la utilización de estrategias de afrontamiento y al abuso de vías de escape (distanciamiento, huida del lugar y evitación de situaciones molestas) para evitar el estrés15.

Para controlar estas situaciones, los sanitarios pueden utilizar las estrategias de coping. Sousa Gomes et al.11 definen coping como la “movilización de recursos o herramientas que enlaza esfuerzo cognitivo y de comportamiento frente a situaciones de amenaza”. Se trata de un proceso adaptativo que contribuye a la supervivencia en el día a día.

Los autores Lazarus y Folkman10-16 añaden tres elementos a la definición de coping: la energía y la salud del individuo, la capacidad de socialización y el pensamiento positivo, y consideran el coping como una acción intencionada para controlar las situaciones de estrés. Según DeLongis y Holtzman17, la personalidad en el afrontamiento según el contexto situacional es también un punto clave.

El profesional enfermero especializado en obstetricia y ginecología se encuentra situado entre el médico, el paciente y su familia, y puede sufrir críticas provenientes de ambas direcciones18. Por ello es imprescindible la actuación a nivel individual, interpersonal y organizacional a fin de disminuir este síndrome e incluso lograr prevenir su aparición12.

Fue a partir de los años 80, gracias a Folkman y Lazarus, cuando se comenzó a estudiar el coping y las estrategias que hacían frente al síndrome de burnout y la importancia que tenía su implicación en el colectivo sanitario. Las matronas que trabajan en servicios de paritorio se ven rodeadas de emociones más intensas y exigentes; angustia, estrés e incertidumbre, con un elevado número de pacientes y en ocasiones con escasos recursos tecnológicos y humanos, por lo que han de desarrollar estrategias de afrontamiento, autocontrol mental y emocional, ya que se encuentran rodeadas junto con la paciente de fenómenos como ansiedad, irritabilidad, enojo, frustración, dolor, sufrimiento, miedo a lo desconocido…5. Además, el burnout puede aumentar si no hay un soporte emocional adecuado entre el equipo enfermero.

Los profesionales sanitarios que desarrollan las estrategias de coping (enfrentamiento, alejamiento, autocontrol, soporte social, aceptación de la responsabilidad, fugarse o esquivarse, resolución de problemas y reevaluación positiva) logran prevenir el síndrome de burnout10, lo que resulta imprescindible en la calidad de los cuidados a mujeres que estén dando a luz. Las matronas también han de poseer habilidades comunicativas y de autocontrol (la comunicación es en ocasiones más estresante, ya que son pacientes con cuidados diferentes19), puesto que si presentan problemas a la hora de comunicarse, éstas acaban utilizando técnicas de distanciamiento para evitar implicarse emocionalmente y ello desemboca en la evitación de pacientes y en el abandono incluso de las propias metas profesionales.

Está demostrado que los enfermeros que utilizan las estrategias de coping presentan menos desgaste profesional20-21, y consecuentemente son mejores profesionales en la atención a pacientes con más demanda de cuidados como son las mujeres en proceso de parto.

Las estrategias de coping son un tópico de reciente estudio, y su uso es todavía novedoso y poco abundante en España, aunque se está investigando en los últimos años la importancia que tiene su conocimiento y uso entre el profesional sanitario22, para lograr así disminuir o prevenir el síndrome de burnout.

Las estrategias de coping fueron mencionadas por primera vez por Folkman y Lazarus en 1984, definiéndolas como un esfuerzo cognitivo y de comportamiento, realizado para dominar, tolerar o reducir las demandas externas e internas como muertes, emergencias, problemas con el equipo de enfermería, etc.10. El coping supone también una herramienta de trabajo para evitar el agotamiento emocional, la despersonalización y la disminución en el rendimiento personal23. Según estos autores, las estrategias de coping pueden dividirse en dos grupos: las estrategias centradas en el problema y las centradas en la emoción. Los individuos utilizan el coping centrado en el problema cuando la situación estresante puede ser adaptable y resuelta (aceptando la responsabilidad del trabajo o planificando una solución); y hacen uso del coping centrado en la emoción cuando una situación es prácticamente inalterable (utilizando la comunicación y la concentración en lo verdaderamente importante)24. Según Sánchez Sevilla et al.25 los trabajadores han de fomentar las competencias de coping, para así fomentar la propia autoeficacia y el control de situaciones estresantes.

Según otra autora, Latack26, las estrategias de coping se dividen en los apartados de acción (relacionado con las situaciones de estrés), de reevaluación cognitiva (centrada en el manejo de síntomas según la situación) y de síntomas de estrés. Posteriormente, trata las categorías de reacción: control o confrontación y de escape o evasión. Según sus estudios, las medidas utilizadas de control o confrontación producen mejores resultados en el ámbito profesional, menor ansiedad frente a situaciones adversas y, consecuentemente, mayor satisfacción laboral. Para Vaz Serra27, las estrategias de coping han de estar centradas en el problema (cuando una situación es vivida como poco problemática y es manejable), en las emociones (en situaciones más complejas y difíciles de manejar) o en la interacción social.

En ocasiones los enfermeros atribuyen su propio estado de salud al trabajo y refieren que su profesión produce un elevado desgaste emocional y estrés. El grado de peligro o amenaza percibido en el trabajo aumenta las sensaciones negativas de estrés, ansiedad o desesperación, lo que lleva a una capacidad menor de utilizar técnicas de afrontamiento para hacer frente a esas situaciones. El afrontamiento consiste en una medida para luchar contra las consecuencias negativas del estrés. Para Halstead et al.28 el afrontamiento se basa en un esfuerzo cognitivo y conductual orientado a reducir, manejar, dominar, tolerar o minimizar las demandas externas e internas generadoras de estrés. Una de las características del afrontamiento estriba en que siempre requiere de un esfuerzo (consciente o no consciente) para manejar la situación. Por otro lado, se ha estudiado en los últimos años acerca de la relación entre afrontamiento y optimismo. Según Scheier y Carver29, existe una relación clara entre optimismo y afrontamiento conductual, lo que desemboca en una mayor facilidad de los individuos para salir con éxito de situaciones estresantes. Los optimistas utilizarían estrategias de afrontamiento relacionadas con el problema y no técnicas de distanciamiento y los individuos pesimistas se centrarían en las experiencias y sensaciones negativas, lo que llevaría a un distanciamiento mental y a la negación de la realidad. Es decir, el modo en que afrontan las personas optimistas y pesimistas las situaciones complejas es diferente. No obstante, hay que aclarar que el estrés es algo inherente al ser humano y no constituye siempre un fenómeno negativo, ya que ayuda al individuo a hacer frente a situaciones especiales. El estrés comienza a ser considerado como un problema cuando produce unos niveles de desgaste importantes en el organismo de manera continuada y el individuo no dispone del tiempo o métodos apropiados para recuperarse.

Según la Health Education Authority30, la enfermería es una de las profesiones que más estrés produce, ya que se responsabiliza de la vida de las personas con dedicación y compromiso. La matrona acompaña a las mujeres durante todo el proceso de parto, implicándose emocionalmente. Este compromiso emocional no solamente produce desgaste físico y psicológico, sino también desgaste conductual, agotamiento emocional, actitudes negativas hacia los pacientes, sentimiento de cansancio, dificultad para concentrarse, ansiedad, alteraciones menstruales, dolores musculares y articulares, disfunciones sexuales, descenso en el rendimiento en el trabajo, trato descuidado al paciente, fatiga, baja autoestima, problemas para descansar correctamente, despersonalización e incluso se puede llegar a culpar al paciente del propio fracaso personal (ver modelo conceptual). En caso extremo, la matrona puede llegar a negar todo tipo de emociones y distanciarse de las pacientes31.

Adquirir estrategias de coping en la enfermería obstétrico ginecológica ayuda a que los profesionales mejoren la organización en el trabajo y los canales de comunicación, produciendo un mayor crecimiento profesional y menor estrés11, lo que deriva en un mayor afrontamiento ante situaciones adversas, autocontrol, autoevaluación positiva, facilidad ante la resolución de problemas y mejora del soporte social. Además, los profesionales que poseen mayores niveles de autoeficacia (es decir, aquellos que confían en sus posibilidades para alcanzar las metas que se propongan) utilizan estrategias de coping efectivas y logran hacer frente a las situaciones conflictivas. Para Casaretto et al. 32, si el afrontamiento es efectivo, la salud del profesional mejora y su riesgo de morbimortalidad se ve disminuido. Estas estrategias se pueden aprender con la práctica, logrando de este modo ser sujetos con menor agotamiento emocional y mejores repartidores de cuidados33, lo que conlleva asimismo menores pérdidas económicas por problemas de salud, absentismo laboral y mejor calidad de vida. Gracias a la práctica, los profesionales sanitarios aprenden a utilizar las estrategias de coping que más se adecuan a su perfil y así ponerlos a su disposición en momentos problemáticos. No obstante, para Taylor y Stanton34 no sólo la práctica de estas estrategias permite hacer un afrontamiento eficaz, ya que la genética y las interacciones ambientales juegan también un papel importante en el modo en que el individuo hace cara a las situaciones estresantes, sino que recalcan que con la práctica los individuos pueden formarse en estas estrategias1.

  1. Objetivos:

Los objetivos de esta propuesta son:

  • Analizar el papel que juega el coping en la prevención y control del agotamiento emocional.
  • Estudiar la relación entre la calidad de vida y la aparición del síndrome de burnout.
  1. Modelo de investigación:

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos en inglés, francés y castellano (entre ellas Elsevier, Cochrane, Pubmed…) Seleccionando aquellos artículos de más reciente aparición.

  1. Resultados:

Para ofrecer unos cuidados de calidad comprometidos socialmente con las instituciones sanitarias y a fin de evitar posibles iatrogenias, las matronas han de ser conscientes de los problemas que pueden verse derivados de un incorrecto afrontamiento del estrés (desconocimiento de sus causas, síntomas, signos, etc.) y han de aprender a desarrollar estrategias que les permitan ejercitar su profesión correctamente. En ocasiones, las técnicas individuales para minimizar el estrés (técnicas de respiración, relajación, etc.) son insuficientes, y el conocimiento y práctica de estrategias de coping se hacen necesarios.

Tras el impacto que ha ido adquiriendo la aparición del síndrome de burnout, se hace imprescindible estudiar las técnicas y estrategias de afrontamiento y coping utilizadas por los profesionales para ponerlas en práctica. La adquisición de unas correctas técnicas de afrontamiento y habilidades permitiría a las matronas prevenir situaciones estresantes en el trabajo y proteger su salud y calidad de vida, evitando incluso la aparición de enfermedades psicosomáticas como úlceras gástricas, migrañas, hipertensión, depresión, enfermedades cutáneas y disminución inmunológica; además de propiciar la sensación de bienestar y plenitud en el trabajo. No obstante hay que señalar que no existe un afrontamiento positivo o negativo, sino que cada persona se forja una estrategia en función de su personalidad y vivencias.

  1. Conclusión:

Solamente con la concienciación de la importancia en la adquisición y posterior puesta en práctica de unas habilidades de coping y de comunicación ajustadas a las necesidades específicas que presenta el ámbito sanitario de la obstetricia y ginecología, así como conocer la relación existente entre el trabajo emocional y la aparición de burnout; conseguiremos formarnos como profesionales no ya sólo en la práctica enfermera sino que lograremos también convertirnos en mejores personas repartidoras de cuidados de calidad, ya que muchos pacientes juzgan también la calidad del servicio por el estilo emocional con que se reparten los cuidados. La profesión de enfermería habría de recibir preparación emocional para evitar quemarse en el trabajo porque trata con personas que, en muchas ocasiones, van a estar psicológicamente angustiadas y con un sentimiento de vacío. Aquí radica la importancia de este estudio,          que busca la participación de la organización sanitaria para rediseñar puestos de trabajo y realizar selecciones de personal correctas que permitan desarrollar estrategias y habilidades de afrontamiento adecuadas.

Querríamos citar en este apartado la obra del autor Daniel Goleman sobre el constructo de la Inteligencia Emocional y de cómo desarrollar habilidades emocionales, así como recomendar la lectura de El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. Dos obras que nos hicieron reflexionar sobre la enorme capacidad de la persona para superar las dificultades.

coping

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