Inicio > Endocrinología y Nutrición > Análogos duales GIP/GLP-1 en la diabetes tipo 2: Mecanismos, evidencia clínica y proyecciones terapéuticas

Análogos duales GIP/GLP-1 en la diabetes tipo 2: Mecanismos, evidencia clínica y proyecciones terapéuticas

Análogos duales GIP/GLP-1 en la diabetes tipo 2: Mecanismos, evidencia clínica y proyecciones terapéuticas

Autor principal: Gabriel Muñoz Jackson

Vol. XX; nº 12; 727

Dual GIP/GLP-1 analogues in type 2 diabetes: Mechanisms, clinical evidence, and therapeutic prospects

Fecha de recepción: 15 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 20 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 12 – Segunda quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 12; 727

Autores:

Gabriel Muñoz Jackson, Médico Especialista en Medicina Interna, en Hospital San Juan de Dios. San José, Costa Rica. ORCID: 0000-0003-3427-2357. Código Médico: 9992
Josué Campos Chinchilla, Médico Especialista en Medicina Interna, en Hospital Clínica Alpha. Alajuela, Costa Rica. ORCID: 0009-0001-9600-0173. Código Médico: 13402
Ariana Herrera Murillo, Médico General, Investigadora Independiente. San José, Costa Rica. ORCID: 0000-0003-1690-7216. Código Médico: 18908
María Noelia Rojas Sánchez, Médico General, Investigadora Independiente, Alajuela, Costa Rica. ORCID: 0009-0005-5340-7001. Código Médico: 19303
Marianela Sanchún Chacón, Médico General, en Clínica Solón Núñez Frutos. San José, Costa Rica. ORCID: 0000-0002-2286-9909. Código Médico: 16655

Resumen:

La diabetes mellitus tipo 2 representa un desafío terapéutico persistente debido a la combinación de resistencia a la insulina y deterioro progresivo de la función de las células beta pancreáticas. En este contexto, las hormonas incretinas, específicamente el péptido similar al glucagón tipo uno y el polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa, han emergido como objetivos clave por su capacidad de estimular la secreción de insulina de forma dependiente de la concentración de glucosa. El desarrollo de análogos duales que actúan sobre ambos receptores ha permitido aprovechar los efectos fisiológicos complementarios de estas hormonas, generando un enfoque terapéutico sinérgico que mejora el control de la glucosa, reduce el peso corporal y optimiza el perfil cardiometabólico.

La tirzepatida, principal representante de esta clase farmacológica, ha demostrado una eficacia superior a la de tratamientos convencionales como los agonistas selectivos del receptor del péptido similar al glucagón tipo uno o la insulina basal. Los estudios clínicos han evidenciado reducciones sustanciales en los niveles de glucosa plasmática y en el peso corporal, con un perfil de seguridad aceptable. Los efectos adversos más comunes han sido gastrointestinales, sin incremento comprobado del riesgo cardiovascular o pancreático.

Además de su uso en diabetes mellitus tipo 2, la tirzepatida ha mostrado un potencial terapéutico importante en pacientes con obesidad sin diabetes. La investigación actual apunta hacia el desarrollo de agonistas duales y triples, con el objetivo de personalizar el tratamiento y abordar múltiples alteraciones metabólicas. Este artículo examina la base fisiológica, la evidencia clínica y las proyecciones futuras de estos agentes innovadores.

Palabras clave:

Insulina, glucemia, obesidad, lipólisis, saciedad, tolerabilidad.

Abstract:

Type 2 diabetes mellitus represents a persistent therapeutic challenge due to the combination of insulin resistance and progressive deterioration of pancreatic beta-cell function. In this context, incretin hormones, specifically glucagon-like peptide-1 and glucose-dependent insulinotropic polypeptide, have emerged as key targets due to their ability to stimulate insulin secretion in a glucose-dependent manner. The development of dual analogs acting on both receptors has made it possible to harness the complementary physiological effects of these hormones, generating a synergistic therapeutic approach that improves glucose control, reduces body weight, and optimizes the cardiometabolic profile.

Tirzepatide, the main representative of this pharmacological class, has demonstrated superior efficacy to conventional treatments such as selective GLP-1 receptor agonists or basal insulin. Clinical studies have shown substantial reductions in plasma glucose levels and body weight, with an acceptable safety profile. The most common adverse effects have been gastrointestinal, with no proven increase in cardiovascular or pancreatic risk.

In addition to its use in type 2 diabetes mellitus, tirzepatide has shown significant therapeutic potential in obese patients without diabetes. Current research is pointing toward the development of dual and triple agonists, with the goal of personalizing treatment and addressing multiple metabolic disorders. This article examines the physiological basis, clinical evidence, and future prospects of these innovative agents.

Keywords:

Insulin, glycemia, obesity, lipolysis, satiety, tolerability.

Introducción:

La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por una combinación de resistencia a la insulina y deterioro progresivo de la secreción pancreática de insulina, lo que resulta en hiperglucemia persistente. Este trastorno no solo plantea un reto constante en términos de control glucémico, sino que también se asocia con comorbilidades frecuentes como la obesidad, la dislipidemia y las enfermedades cardiovasculares. A pesar de los múltiples tratamientos disponibles, alcanzar un equilibrio terapéutico que optimice la eficacia, minimice los efectos adversos y aborde simultáneamente las complicaciones metabólicas continúa siendo un desafío clínico considerable. En este contexto, las incretinas han emergido como agentes terapéuticos clave, dadas sus funciones en la regulación posprandial de la glucosa y su impacto favorable sobre el metabolismo energético.

Entre las principales incretinas se encuentran el péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) y el polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa (GIP). Ambas son secretadas en respuesta a la ingesta de alimentos y actúan potenciando la liberación de insulina de manera dependiente de la glucosa. El GLP-1 posee además otros efectos beneficiosos, como la inhibición de la secreción de glucagón, el retraso del vaciamiento gástrico y la reducción del apetito, lo que se traduce en un control glucémico más estable y pérdida de peso, efectos especialmente valiosos en pacientes con sobrepeso o con riesgo cardiovascular elevado (Liu, 2024; Nauck et al., 2021).

Por su parte, el GIP desempeña un papel complementario al favorecer la lipogénesis en tejido adiposo subcutáneo, preservar la funcionalidad de los adipocitos y reducir la acumulación de grasa ectópica, acciones que contribuyen a mejorar el perfil lipídico y disminuir el riesgo cardiometabólico. Aunque en pacientes con diabetes tipo 2 se ha observado una pérdida de la eficacia insulinotrópica del GIP, investigaciones recientes han explorado formas de restaurar o potenciar esta vía a través de la ingeniería de agonistas duales (Liu, 2024).

Los avances farmacológicos han permitido el desarrollo de agonistas duales del receptor GIP/GLP-1, como la tirzepatida, que combinan los efectos complementarios de ambas incretinas y han demostrado superioridad en comparación con los agonistas del receptor GLP-1 utilizados en monoterapia. Estudios clínicos han revelado que estos fármacos no solo mejoran el control de la glucemia con mayor eficacia, sino que también promueven una pérdida de peso clínicamente significativa, lo que los posiciona como una herramienta terapéutica innovadora y prometedora en el tratamiento de la diabetes tipo 2 (Tan et al., 2022).

No obstante, la respuesta clínica a las incretinas no es uniforme. En el contexto de la diabetes tipo 2, el efecto de la incretina se ve reducido, siendo especialmente notoria la pérdida de eficacia del GIP, mientras que el GLP-1 mantiene una capacidad considerable para estimular la secreción de insulina y modular otras funciones metabólicas. Esta diferencia ha motivado el enfoque terapéutico centrado inicialmente en el GLP-1. Sin embargo, la mejora de los perfiles farmacodinámicos y farmacocinéticos, junto con el desarrollo de moléculas híbridas de acción prolongada, ha ampliado significativamente las posibilidades terapéuticas, permitiendo ahora una reconsideración del potencial clínico del GIP cuando se combina de forma sinérgica con el GLP-1 (Nauck et al., 2021; Tan et al., 2022).

El objetivo de este artículo de revisión es analizar en profundidad el uso de análogos duales del GIP y del GLP-1 en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, explorando sus mecanismos fisiológicos y farmacológicos, la evidencia clínica disponible, su eficacia en el control glucémico y en la reducción del peso corporal, así como su impacto en factores de riesgo cardiovascular.

Metodología:

Para el desarrollo de esta investigación sobre el uso de análogos duales delGIP y del GLP-1 en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, se llevó a cabo una revisión bibliográfica exhaustiva con el objetivo de analizar los mecanismos fisiológicos y farmacológicos de estas terapias, su eficacia clínica en el control glucémico y la reducción de peso, así como su seguridad, tolerabilidad y posibles aplicaciones futuras. Esta revisión abarcó aspectos clave como la fisiología de las incretinas, la farmacodinámica de los agonistas duales, la evidencia clínica disponible, y su impacto sobre factores de riesgo metabólicos y cardiovasculares.

Para asegurar la calidad y la relevancia del material seleccionado, se consultaron bases de datos científicas reconocidas, como PubMed, Scopus y Web ofScience, por su prestigio y amplia cobertura en los campos de endocrinología, farmacología y medicina interna. Se establecieron rigurosos criterios de inclusión y exclusión. Se incluyeron estudios publicados entre 2020 y 2025, en inglés o español, que abordaran el uso de análogos GIP/GLP-1 en adultos con diabetes tipo 2, con énfasis en ensayos clínicos, revisiones sistemáticas y guías clínicas actualizadas. Se excluyeron publicaciones duplicadas, artículos sin revisión por pares y estudios con datos incompletos. Para la búsqueda se utilizaron palabras clave como: Insulina, glucemia, obesidad, lipólisis, saciedad, tolerabilidad.

La búsqueda inicial identificó 22 fuentes relevantes, entre las que se incluyeron ensayos clínicos de fase avanzada (como la serie SURPASS), revisiones científicas, metaanálisis y documentos técnicos de asociaciones endocrinológicas internacionales. A partir de estas fuentes, se llevó a cabo un análisis cualitativo comparativo que permitió examinar las diferencias entre los análogos duales y las monoterapias existentes, identificar sus beneficios clínicos adicionales y sintetizar la evidencia sobre su perfil de seguridad.

Este enfoque metodológico integral proporcionó una base sólida para evaluar el papel emergente de los análogos GIP/GLP-1 en el manejo moderno de la diabetes tipo 2, así como para proyectar su posible incorporación en esquemas terapéuticos personalizados y su aplicación en otras condiciones metabólicas como la obesidad y el síndrome metabólico.

Fisiología de las incretinas:

El GLP-1 es una incretina secretada en respuesta a la ingesta de alimentos que cumple múltiples funciones fisiológicas orientadas al mantenimiento de la homeostasis glucémica. Su principal mecanismo de acción consiste en estimular la secreción de insulina por parte de las células beta pancreáticas de forma dependiente de la glucosa, lo que significa que su efecto es más pronunciado durante la hiperglucemia. Simultáneamente, el GLP-1 inhibe la liberación de glucagón por las células alfa, reduciendo así la producción hepática de glucosa. Estas acciones contribuyen significativamente a un mejor control de los niveles plasmáticos de glucosa en pacientes con diabetes tipo 2 (1; 2). Además de su efecto sobre las hormonas pancreáticas, el GLP-1 retrasa el vaciado gástrico, lo que suaviza las elevaciones posprandiales de la glucosa, y promueve la saciedad mediante su acción sobre centros hipotalámicos, favoreciendo la pérdida de peso o al menos el control del mismo (4). Estas propiedades han llevado al desarrollo de agonistas del receptor de GLP-1, cuya eficacia en la reducción de la glucemia y el riesgo cardiovascular está sólidamente respaldada por la evidencia clínica (5).

Por su parte, el GIP, otra incretina liberada postprandialmente, también estimula la secreción de insulina en condiciones de hiperglucemia. Sin embargo, durante episodios de hipoglucemia, el GIP ejerce un efecto opuesto al del GLP-1 al potenciar la secreción de glucagón, lo que puede resultar útil para evitar descensos excesivos de la glucosa plasmática (1). Además, el GIP participa en el metabolismo lipídico, favoreciendo la lipogénesis y el almacenamiento de triglicéridos en el tejido adiposo, lo que sugiere un rol fisiológico importante en la regulación del balance energético (2). No obstante, en pacientes con diabetes tipo 2, la capacidad insulinotrópica del GIP se encuentra considerablemente reducida, lo que limita su eficacia como monoterapia y lo ha mantenido, históricamente, en un segundo plano frente al GLP-1 en el desarrollo de terapias incretínicas (6).

Al comparar la actividad de estas incretinas en sujetos sanos y en personas con diabetes tipo 2, se observa una diferencia notable en su eficacia. En individuos normoglucémicos, tanto el GLP-1 como el GIP inducen una potente respuesta insulinotrópica que contribuye de forma sinérgica al control glucémico postprandial (2). Sin embargo, en la diabetes tipo 2, el llamado «efecto incretina» está atenuado. Mientras que el GLP-1 conserva una buena parte de su efecto estimulador sobre la secreción de insulina, el GIP pierde gran parte de su actividad, lo que reduce su utilidad clínica como agente aislado. Esta diferencia en la conservación funcional de ambos péptidos explica por qué los agonistas del receptor del GLP-1 han sido preferidos como tratamiento en pacientes con diabetes tipo 2. La comprensión de esta fisiología diferencial ha sido clave para el desarrollo de análogos duales GIP/GLP-1, cuyo objetivo es aprovechar la sinergia potencial entre ambas vías, especialmente en contextos donde el GIP podría recuperar su funcionalidad en combinación con GLP-1 (5; 6).

Análogos duales GIP/GLP-1; mecanismos farmacológicos:

La farmacodinámica de los análogos duales GIP/GLP-1 se fundamenta en la capacidad combinada de ambos péptidos para modular de manera precisa la secreción hormonal pancreática en función del estado glucémico del paciente. Tanto el GIP como el GLP-1 estimulan la secreción de insulina desde las células beta del páncreas de forma glucosa-dependiente, contribuyendo a una respuesta fisiológica adecuada. Sin embargo, difieren en su efecto sobre el glucagón: el GIP tiene una acción glucagonotrópica durante la hipoglucemia, lo que protege contra eventos de hipoglucemia severa, mientras que el GLP-1 ejerce un efecto glucagonostático en condiciones de hiperglucemia, ayudando a suprimir la producción hepática de glucosa (1).

En cuanto a la farmacocinética, tirzepatida representa un ejemplo destacado de agonista dual GIP/GLP-1. Esta molécula presenta una vida media prolongada que permite su administración semanal, lo que favorece la adherencia terapéutica. Su perfil farmacocinético prolongado permite una activación sostenida de ambos receptores, lo que se traduce clínicamente en una reducción significativa de la hemoglobina glucosilada (HbA1c) y del peso corporal en pacientes con diabetes tipo 2 (7).

La sinergia farmacológica entre el GIP y el GLP-1 ha demostrado beneficios clínicos superiores a los obtenidos con los agonistas del receptor del GLP-1 en monoterapia. En términos de regulación glucémica, la activación conjunta de ambos receptores mejora la sensibilidad a la insulina y optimiza la función de las células beta pancreáticas, contribuyendo a un mejor control metabólico (8). Por otro lado, en relación con el control del apetito y el peso corporal, los agonistas del receptor del GLP-1 actúan sobre el hipotálamo y el rombencéfalo para disminuir la ingesta de alimentos. En este contexto, el componente GIP puede atenuar los efectos adversos gastrointestinales típicamente asociados al GLP-1, como náuseas o vómitos, lo que potencialmente mejora la tolerabilidad del tratamiento y, por ende, su adherencia a largo plazo (7; 9).

Tirzepatida se ha consolidado como el principal representante de esta nueva clase terapéutica. Los ensayos clínicos han mostrado que supera en eficacia tanto a la insulina basal como a los agonistas selectivos del receptor de GLP-1 en la reducción de la HbA1c y el peso corporal. De hecho, los efectos de pérdida de peso observados con tirzepatida se aproximan a los resultados obtenidos mediante cirugía bariátrica, lo que ha motivado su aprobación en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y ha generado interés en su potencial uso en obesidad sin diabetes (9; 10).

Finalmente, el desarrollo de nuevas moléculas continúa avanzando. Se encuentran en fase de investigación otros agonistas duales y multiagonistas que combinan la acción sobre los receptores GIP y GLP-1 con otros péptidos gastrointestinales como el polipéptido YY o el glucagón. Estos compuestos buscan optimizar aún más los beneficios metabólicos, mejorar la tolerancia y ampliar las indicaciones clínicas de estas terapias innovadoras. Esta evolución señala una transición hacia un enfoque más integral y personalizado en el manejo de la diabetes tipo 2 y los trastornos metabólicos relacionados (9).

Evidencia clínica disponible:

La evidencia clínica reciente ha demostrado que los análogos duales GIP/GLP-1, en particular la tirzepatida, ofrecen una eficacia notable tanto en el control glucémico como en la reducción del peso corporal. Los resultados de los ensayos clínicos de la serie SURPASS han sido especialmente relevantes, mostrando reducciones significativas de HbA1c que oscilan entre un 1,87% y un 3,02%, así como disminuciones de peso corporal que varían entre 5,4 y 12,9 kilogramos, dependiendo de la dosis administrada y la duración del tratamiento, que en algunos estudios alcanzó hasta 104 semanas (11).

Además, la combinación de análogos del receptor GLP-1 con inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (SGLT-2i) ha demostrado sinergia terapéutica. Esta estrategia combinada se asocia con una mayor pérdida de peso y una reducción más pronunciada de la HbA1c en comparación con la monoterapia con SGLT-2, mostrando diferencias medias de -2,03 kg y -0,74%, respectivamente (12).

Más allá del control glucémico, la tirzepatida ha mostrado beneficios significativos sobre factores de riesgo cardiovascular, como la reducción de grasa hepática, macroalbuminuria, presión arterial y lípidos plasmáticos, lo que sugiere un impacto integral en el perfil cardiometabólico del paciente (11). De manera paralela, los agonistas del receptor GLP-1 también han evidenciado efectos protectores cardiovasculares, con reducciones significativas de eventos cardiovasculares adversos mayores, infarto de miocardio y revascularización, tanto en pacientes con diabetes como en aquellos sin diagnóstico previo de esta enfermedad (13; 14).

En comparación con otras terapias hipoglucemiantes, la tirzepatida ha superado en eficacia a medicamentos como la semaglutida, la dulaglutida y la insulina basal, demostrando una superioridad sostenida en los resultados metabólicos y ponderales (11). Asimismo, el tratamiento combinado de SGLT-2i con GLP-1RA ha mostrado un beneficio superior en el control cardiovascular y metabólico en comparación con el uso exclusivo de GLP-1RA, aunque con un aumento de los efectos adversos gastrointestinales, lo que subraya la importancia de considerar la tolerabilidad individual en la selección terapéutica (12).

Seguridad y tolerabilidad:

La seguridad y tolerabilidad de los análogos duales GIP/GLP-1, en particular la tirzepatida, constituye un aspecto fundamental en la evaluación de su uso clínico en pacientes con diabetes tipo 2. Uno de los principales efectos adversos asociados con este fármaco es la presencia de síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea. Estos eventos son especialmente frecuentes cuando se utilizan dosis elevadas de tirzepatida y suelen presentarse con mayor incidencia en comparación con el placebo. A pesar de ello, la frecuencia y naturaleza de estos efectos son similares a las observadas con otros agonistas del receptor de GLP-1, lo que sugiere que forman parte del perfil esperado de la clase terapéutica (15; 16).

En cuanto a la adherencia al tratamiento, se ha documentado un incremento en las tasas de interrupción terapéutica con el uso de tirzepatida, particularmente en las dosis más altas (15 mg). Sin embargo, a pesar de esta mayor tasa de discontinuación, la incidencia de efectos adversos graves y la mortalidad general asociada al tratamiento permanecen bajas, lo que sostiene un perfil de seguridad aceptable en términos globales (15).

En lo que respecta al riesgo cardiovascular, la tirzepatida ha demostrado no solo ser segura, sino que incluso podría ofrecer protección. Los datos disponibles indican que no incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores, y los cocientes de riesgo reportados se han mantenido consistentemente por debajo de 1,0, lo que sugiere una posible reducción en la incidencia de dichos eventos en comparación con otras terapias antidiabéticas (16).

En relación con la seguridad pancreática, hasta la fecha no se han identificado pruebas concluyentes que vinculen el uso de tirzepatida con un mayor riesgo de pancreatitis o neoplasias pancreáticas. No obstante, la evidencia disponible es limitada a estudios de duración moderada, por lo que se requieren investigaciones longitudinales a más largo plazo para confirmar la ausencia de efectos adversos pancreáticos relevantes (17).

Por último, la tirzepatida ha mostrado un perfil de eficacia y seguridad consistente en poblaciones especiales, como los adultos mayores y personas con obesidad. En estos grupos, el fármaco ha sido eficaz en la reducción de la HbA1c y el peso corporal, sin evidenciar un aumento sustancial de efectos adversos en comparación con la población general (18). En pacientes con enfermedad renal, aunque los datos aún son limitados, existe un interés creciente en combinar tirzepatida con inhibidores del SGLT2, dado que estos últimos han demostrado beneficios renoprotectores. Esta combinación podría ofrecer una estrategia terapéutica prometedora para preservar la función renal en pacientes con diabetes tipo 2 y nefropatía incipiente (19).

Perspectivas terapéuticas y futuras aplicaciones:

Las perspectivas terapéuticas de los agonistas duales del receptor GIP/GLP-1 en la diabetes tipo 2 han despertado un creciente interés en la comunidad científica y médica, gracias a su impacto clínico significativo y su potencial para redefinir el abordaje del tratamiento metabólico. La tirzepatida, el principal representante de esta clase, ha demostrado reducir de forma contundente los niveles de HbA1c y el peso corporal, superando a múltiples terapias antidiabéticas convencionales. Estos efectos positivos no solo se limitan al control glucémico, sino que se extienden a una mejora global del perfil cardiometabólico, lo que posiciona a la tirzepatida como una alternativa terapéutica integral para pacientes con diabetes tipo 2 (9; 20).

El mecanismo de acción de estos fármacos se basa en la activación sinérgica de los receptores del GIPy del GLP-1. Esta doble estimulación no solo optimiza la secreción de insulina y suprime la liberación inapropiada de glucagón, sino que también influye positivamente sobre el metabolismo de los lípidos, la saciedad y el control del apetito, contribuyendo a una pérdida de peso clínicamente significativa (20).

Uno de los hallazgos más prometedores es el potencial uso de estos agentes en el tratamiento de la obesidad, incluso en pacientes no diabéticos. Ensayos clínicos han evidenciado que la tirzepatida puede inducir una pérdida de peso comparable a la obtenida con cirugía bariátrica, lo que abre nuevas posibilidades terapéuticas en el manejo del sobrepeso y la obesidad refractaria (9). Esta capacidad se explica por el efecto amplificado que produce la acción conjunta sobre los receptores del GIP y del GLP-1, superando en eficacia a los agonistas del GLP-1 de uso exclusivo (22).

Además, el avance en el desarrollo de agonistas duales y triples plantea un futuro en el que las terapias sean cada vez más personalizadas. Estas nuevas moléculas permitirían adaptar los tratamientos a las características individuales de los pacientes, abordando simultáneamente múltiples alteraciones metabólicas como la hiperglucemia, la obesidad, la dislipidemia y la inflamación subclínica. Este enfoque de medicina personalizada busca maximizar la eficacia terapéutica y minimizar los efectos adversos mediante la selección basada en perfiles hormonales, genéticos y clínicos (9; 23).

Finalmente, la investigación en curso explora la creación de nuevos agonistas combinados que incluyan, además del GIP y el GLP-1, otros objetivos como el glucagón o el péptido YY, con el propósito de potenciar los efectos sobre el control glucémico, la pérdida de peso y la salud cardiovascular. Asimismo, se requieren estudios longitudinales que evalúen la sostenibilidad de estos efectos, así como su impacto en la prevención de complicaciones micro y macrovasculares, el síndrome metabólico y otras enfermedades crónicas asociadas a la resistencia a la insulina (9; 23).

Conclusiones:

Los análogos duales del receptor del péptido insulinotrópico dependiente de glucosa y del péptido similar al glucagón tipo uno han demostrado una eficacia significativamente superior frente a terapias tradicionales en el manejo de la diabetes mellitus tipo 2. Su capacidad para reducir de manera simultánea los niveles de glucosa y el peso corporal ofrece un enfoque integral que aborda dos de los principales determinantes del riesgo cardiometabólico en esta población.

La tirzepatida, como principal exponente de esta clase terapéutica, ha evidenciado beneficios clínicos relevantes tanto en el control glucémico como en la reducción de factores de riesgo cardiovascular, manteniendo un perfil de seguridad aceptable. Aunque se han documentado efectos adversos gastrointestinales, estos han sido mayormente transitorios y comparables a los observados con otros análogos del receptor del péptido similar al glucagón tipo uno.

El desarrollo continuo de agonistas duales y triples marca una evolución hacia una medicina personalizada en el tratamiento de los trastornos metabólicos. La capacidad de estos fármacos para modular múltiples rutas fisiológicas sugiere que, en el futuro, podrían emplearse no solo en la diabetes tipo 2, sino también en la obesidad, el síndrome metabólico y otras condiciones asociadas a la resistencia a la insulina, ampliando así su impacto clínico y preventivo en salud pública.

Referencias:

1. Liu Q. Mechanisms of action and therapeutic applications of GLP-1 and dual GIP/GLP-1 receptor agonists. Frontiers In Endocrinology [Internet]. 24 de julio de 2024;15. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fendo.2024.1431292
2. Nauck M, Quast D, Wefers J, Pfeiffer AFH. The evolving story of incretins (GIP and GLP‐1) in metabolic and cardiovascular disease: A pathophysiological update. Diabetes Obesity And Metabolism [Internet]. 26 de julio de 2021;23(S3):5-29. Disponible en: https://doi.org/10.1111/dom.14496
3. Tan Q, Akindehin SE, Orsso CE, Waldner RC, DiMarchi RD, Müller TD, et al. Recent Advances in Incretin-Based Pharmacotherapies for the Treatment of Obesity and Diabetes. Frontiers In Endocrinology [Internet]. 1 de marzo de 2022;13. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fendo.2022.838410
4. Alcaino C, Reimann F, Gribble FM. Incretin hormones and obesity. TheJournalOfPhysiology [Internet]. 22 de noviembre de 2024; Disponible en: https://doi.org/10.1113/jp286293
5. Drucker D. The GLP-1 journey: from discovery science to therapeutic impact. JournalOfClinicalInvestigation [Internet]. 15 de enero de 2024;134(2). Disponible en: https://doi.org/10.1172/jci175634
6. Chia C, Egan JM. Incretins in obesity and diabetes. Annals Of The New York Academy Of Sciences [Internet]. 7 de agosto de 2019;1461(1):104-26. Disponible en: https://doi.org/10.1111/nyas.14211
7. Knop F, Urva S, Rettiganti M, Benson CT, Roell WC, Mather KJ, et al. A long‐acting glucose‐dependent insulinotropic polypeptide receptor agonist improves the gastrointestinal tolerability of glucagon‐like peptide‐1 receptor agonist therapy. Diabetes Obesity And Metabolism [Internet]. 27 de agosto de 2024;26(11):5474-8. Disponible en: https://doi.org/10.1111/dom.15875
8. Zaffina I, Pelle MC, Armentaro G, Giofrè F, Cassano V, Sciacqua A, et al. Effect of dual glucose-dependent insulinotropic peptide/glucagon-like peptide-1 receptor agonist on weight loss in subjects with obesity. Frontiers In Endocrinology [Internet]. 22 de febrero de 2023;14. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fendo.2023.1095753
9. Huang X, Liu J, Peng G, Lu M, Zhou Z, Jiang N, et al. Gut hormone multi-agonists for the treatment of type 2 diabetes and obesity: advances and challenges. JournalOfEndocrinology [Internet]. 25 de junio de 2024;262(3). Disponible en: https://doi.org/10.1530/joe-23-0404
10. Ciardullo S, Morieri ML, Daniele G, Fiorentino TV, Mezza T, Tricò D, et al. GLP1-GIP receptor co-agonists: a promising evolution in the treatment of type 2 diabetes. Acta Diabetologica [Internet]. 3 de junio de 2024;61(8):941-50. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00592-024-02300-6
11. Sinha R, Papamargaritis D, Sargeant JA, Davies MJ. Efficacy and Safety of Tirzepatide in Type 2 Diabetes and Obesity Management. JournalOfObesity&MetabolicSyndrome [Internet]. 8 de febrero de 2023;32(1):25-45. Disponible en: https://doi.org/10.7570/jomes22067
12. Mousavi A, Shojaei S, Soleimani H, Semirani-Nezhad D, Ebrahimi P, Zafari A, et al. Abstract 4140276: Safety, Efficacy and Cardiovascular Benefits of Combination Therapy with Sodium-Glucose Co-Transporter-2 Inhibitors and Glucagon-Like Peptide-1 Receptor Agonists in Patients with Diabetes Mellitus: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Circulation [Internet]. 12 de noviembre de 2024;150(Suppl_1). Disponible en: https://doi.org/10.1161/circ.150.suppl_1.4140276
13. Singh S, Garg A, Tantry US, Bliden K, Gurbel PA, Gulati M. Safety and efficacy of glucagon-like peptide-1 receptor agonists on cardiovascular events in overweight or obese non-diabetic patients. CurrentProblems In Cardiology [Internet]. 17 de enero de 2024;49(3):102403. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.cpcardiol.2024.102403
14. Pantalone K, Munir K, Hasenour CM, Atisso CM, Varnado OJ, Maldonado J, et al. Cardiovascular outcomes trials with glucagon‐like peptide‐1 receptor agonists: A comparison of study designs, populations and results. Diabetes Obesity And Metabolism [Internet]. 3 de agosto de 2020;22(12):2209-26. Disponible en: https://doi.org/10.1111/dom.14165
15. Karagiannis T, Avgerinos I, Liakos A, Del Prato S, Matthews DR, Tsapas A, et al. Management of type 2 diabetes with the dual GIP/GLP-1 receptor agonist tirzepatide: a systematic review and meta-analysis. Diabetologia [Internet]. 17 de mayo de 2022;65(8):1251-61. Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00125-022-05715-4
16. Nauck M, D’Alessio DA. Tirzepatide, a dual GIP/GLP-1 receptor co-agonist for the treatment of type 2 diabetes with unmatched effectiveness regrading glycaemic control and body weight reduction. Cardiovascular Diabetology [Internet]. 1 de septiembre de 2022;21(1). Disponible en: https://doi.org/10.1186/s12933-022-01604-7
17. Zhou Q, Lei X, Fu S, Liu P, Long C, Wang Y, et al. Efficacy and safety of tirzepatide, dual GLP-1/GIP receptor agonists, in the management of type 2 diabetes: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Diabetology&MetabolicSyndrome [Internet]. 30 de octubre de 2023;15(1). Disponible en: https://doi.org/10.1186/s13098-023-01198-4
18. Dahl D, Onishi Y, Norwood P, Huh R, Patel H, Rodríguez Á. 80-LB: Tirzepatide, a Dual GIP/GLP-1 Receptor Agonist, Is Effective and Safe When Added to Basal Insulin for Treatment of Type 2 Diabetes (SURPASS-5). Diabetes [Internet]. 1 de junio de 2021;70(Supplement_1). Disponible en: https://doi.org/10.2337/db21-80-lb
19. Vale C, Lourenço IM, Jordan G, Golovaty I, Torres H, Moin T, et al. Early combination therapy with SGLT2i and GLP‐1 RA or dual GIP/GLP‐1 RA in type 2 diabetes. Diabetes Obesity And Metabolism [Internet]. 27 de noviembre de 2024;27(2):468-81. Disponible en: https://doi.org/10.1111/dom.16077
20. Gallwitz B. Clinical perspectives on the use of the GIP/GLP-1 receptor agonist tirzepatide for the treatment of type-2 diabetes and obesity. Frontiers In Endocrinology [Internet]. 13 de octubre de 2022;13. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fendo.2022.1004044
21. Papachristou S, Popovic DS, Papanas N. The new dual gastric inhibitory peptide/glucagon‐like peptide 1 agonist tirzepatide in type 2 diabetes: Is the future bright? Diabetes/MetabolismResearch And Reviews [Internet]. 9 de octubre de 2021;37(8). Disponible en: https://doi.org/10.1002/dmrr.3503
22. Jiang Y, Zhu H, Gong F. Why does GLP‐1 agonist combined with GIP and/or GCG agonist have greater weight loss effect than GLP‐1 agonist alone in obese adults without type 2 diabetes? Diabetes Obesity And Metabolism [Internet]. 26 de noviembre de 2024; Disponible en: https://doi.org/10.1111/dom.16106

Declaración de buenas prácticas: Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.