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Caracterización de la ansiedad y depresión Postparto y su influencia en la salud pública

Es bien sabido que en todos los campos de la medicina hay que actuar en función de la ciencia y el arte del diagnóstico y tratamiento, la depresión postparto no escapa a ello, por lo que ha sido definida como cualquier enfermedad depresiva no psicótica que ocurre en la madre durante el primer año después del nacimiento empieza entre las cuatro a seis semanas de posparto, el cuadro clínico es similar al de los episodios depresivos observados en otras etapas de la vida, teniendo el humor deprimido y falta de placer en las actividades (anhedonia) como síntomas cardinales, sin embargo, la depresión postparto posee características peculiares que justifican su consideración como entidad especifica.(Navarrete & López, n.d.)

La depresión materna a lo largo del año posterior al parto es una complicación frecuente (21,9 %) sin embargo, su diagnóstico y tratamiento son notablemente inferiores (10-14 %) incluso respecto a la población general (26 %). Los datos aportados por estudios nacionales e internacionales revelan que la detección de la depresión postparto (DPP) es insuficiente.(Lasheras et al., 2014)

De acuerdo al Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, cuarta edición (DSM-IV), un episodio de depresión se considera de presentación posparto si comienza dentro de las 4 semanas posparto, con un marco de tiempo para efectos de investigación de hasta 3 meses posparto. La prevalencia descrita internacionalmente fluctúa entre 10% y 20%, siendo mayor en niveles socioeconómicos más bajos y en madres adolescentes.(Castañón & Pinto, 2008)

La Clasificación internacional de enfermedades, décima versión (CIE10); define a la depresión posparto (también conocida como depresión postnatal, depresión postparto (DPP)) como una forma de depresión que puede afectar a las mujeres y, menos frecuentemente, a los hombres después del nacimiento de un hijo. En general, se manifiesta por sentimientos de tristeza y tendencia al llanto, aunque también puede mostrar síntomas de la depresión. Existen dos tipos de depresión, la baby-blues que es mucho más leve que la depresión postparto, ambas están ampliamente consideradas como tratables.(“Depresión postparto,” 2015)

Está ampliamente documentado que al no realizar un tratamiento específico de la depresión, durante esta etapa de la vida, se asocia a consecuencias relevantes para la madre, el hijo y la familia. Para la madre puede suponer el inicio de un trastorno depresivo recurrente y afectar gravemente su calidad de vida, sin olvidar que el suicidio constituye el 20 % de la mortalidad materna en el postparto, siendo la 2ª causa de mortalidad más frecuente en este período.(Lasheras et al., 2014)

Estudios realizados en Suecia y Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.) describen tasas de detección espontánea de síntomas depresivos en el período postparto de 2% y 6,3%, respectivamente. Sin embargo, al utilizar un instrumento de tamizaje simple y rápido de contestar, la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EDPE), estas tasas aumentaron a 14,5% cuando se utilizó un punto de corte 12/13 y 35,4% al utilizar un punto de corte 9/10, respectivamente.

En Chile, utilizando la misma herramienta, la prevalencia de sintomatología depresiva en el período posparto fue de 41,3% en el nivel socioeconómico bajo, 33,5% en nivel socioeconómico medio y 27,7% en el nivel socioeconómico alto.(Castañón & Pinto, 2008) La incidencia oscila entre el 3-20%, y en pacientes que han tenido depresiones postparto previas, la tasa de recurrencia es del 15-35%.(Álvarez Sanz et al., 2014)

De 5 a 25% de las mujeres padecen depresión postparto (DPP) y se le considera la causa principal de enfermedad relacionada con discapacidad en mujeres, así como la complicación más común y más seria del parto. En México ha sido poco estudiada, pero datos recientes informan de una prevalencia de 32.6% (14.1% depresión mayor y 18.5% depresión menor). (Berenzon, Lara, Robles, & Medina-Mora, 2013)

La prevalencia encontrada, a pesar de ser alta, es consistente con muchos de los reportes en América Latina donde, en países tales como Chile, se describen prevalencias de depresión postparto (DPP) entre el 22 y 50,7%; en Venezuela, en un estudio realizado en 100 puérperas, el 91% mostró rasgos positivos de depresión postparto (DPP) según la Escala de Edimburgo; en Argentina se reportó el 36,8%; y en Cali, Colombia, se informó un 57%. Lo anterior sugiere que la depresión postparto (DPP) es un problema de salud pública.(Cuero-Vidal & Díaz-Marín, 2013b)

Se ha reportado que la prevalencia de la depresión postparto (DPP) durante el primer año del postparto se encuentra entre un 10 a 15%, dado que las mujeres embarazadas están en mayor riesgo de desarrollar depresión durante los primeros años de maternidad; donde el período postparto es un periodo de alta vulnerabilidad.(Bonilla Rodríguez, Forero Umbarila, Lemus Enciso, Meneses, & others, 2014)

Los estudios publicados al respecto presentan resultados controversiales acerca de la relación de la edad con la enfermedad, mientras que unos autores reportan que es más frecuente en adolescentes, otros estudios no hallan dicha asociación; la presente investigación no encontró relación entre la edad y la presencia de rasgos depresivos posparto.(Cuero-Vidal & Díaz-Marín, 2013b)

Factores tales como la etnia, la ocupación de la puérpera, el nivel de ingresos, la vía del parto y el género del recién nacido no se han reportado relacionados con la enfermedad, lo cual coincide con nuestros hallazgos.(Cuero-Vidal & Díaz-Marín, 2013a)

Por otro lado, factores como el pobre soporte familiar, el estado marital, la relación con el padre del recién nacido y la ingesta de alcohol durante el embarazo se han asociado a la depresión postparto (DPP); esto fue consistente con nuestros hallazgos cuando realizamos el análisis univariado, pero esta relación se diluyó al ajustar todas las variables, esto puede ser explicado por el tamaño muestral.(“Revista chilena de obstetricia y ginecología – Factores de riesgo de depresión posparto en puérperas venezolanas valoradas por medio de la escala de Edimburgo,” n.d.)

Los factores de riesgo que han sido descritos para la depresión posparto son variados: edades extremas de las puérperas, el embarazo no deseado, las dificultades conyugales, los problemas con los padres, el nivel socioeconómico, la paridad, la patología gineco-obstétrica de la mujer, el parto por cesárea, el uso de anestesia en el parto, enfermedad del recién nacido y problemas en la lactancia, entre otros.(Rojas et al., 2006)

Factores tales como violencia doméstica, migración y situaciones de estrés también se asocian a la enfermedad, pero no fueron evaluadas en nuestro estudio. Por otro lado, existen factores fuertemente predictores de depresión postparto (DPP) como son la historia familiar y personal de depresión; en nuestro estudio encontramos que estas variables están relacionadas con el desarrollo de depresión postparto (DPP), lo que corrobora el hecho de que esta es posiblemente parte del espectro de las enfermedades afectivas y que se manifiesta o agrava durante el posparto; por tanto, este grupo de pacientes deben ser consideradas susceptibles a tratamiento preventivo durante el embarazo”.(Cuero-Vidal & Díaz-Marín, 2013b)

La depresión es un problema que aqueja a una población importante de mujeres y al encontrarse ellas en un período de embarazo y postparto se aumentan significativamente las probabilidades de que se presenten algunas de estas problemáticas. Estas predisposiciones son una importante referencia para detectar e intervenir en el tema de depresión postparto. (Velasco Ospina, Osorio Espinosa, Melguizo, & others, 2014)

Los trastornos del estado de ánimo como la depresión postparto resulta actualmente un problema de salud pública, debido al alto número de mujeres que los padecen, y sobre todo, por la perturbación en la salud física y emocional de la madre y el recién nacido, así como por el vínculo materno-infantil, en la relación de pareja y en todo el entorno de la mujer.(Medina-Serdán, 2013)

La relación entre la edad de la mujer y la depresión postparto (DPP), los estudios anteriores no esclarecen el impacto de esta variable; mientras que algunos autores asocian una edad inferior a un mayor índice de riesgo para padecerla, otras investigaciones, tras controlar diversas variables, no encuentran esta correlación (Goker A et al., 2012).

Conclusiones

Por todos los antecedentes obtenidos durante el proceso de investigación se ha llegado a las siguientes conclusiones:

  • La depresión postparto es uno de los trastornos del estado de ánimo más frecuente durante el puerperio en nuestra población de estudio.
  • Se establece la relación de aparición de depresión postparto en aquellas paciente quienes guardan una relación sentimental inestable con el padre del recién nacido.
  • Las pacientes quienes se dedican a los quehaceres domésticos tienen mayor riesgo a adquirir depresión posparto, por el estrés sometido por las labores realizado dentro del hogar.
  • El ser madre primigesta aumenta el riesgo a desarrollar depresión postparto, por la nueva experiencia que se genera durante el vinculo madre- hijo y la relación familiar que rodea al mismo.
  • El parto por cesárea es un importante factor de riesgo para que exista depresión postparto, al igual que en las puérperas quienes sus recién nacido tuvo alguna patología que fue la causa por la cual se prolongó su estancia hospitalaria; he ahí la importancia de tener muy en cuenta a quienes se encuentren dentro de este grupo.

Existe una gran necesidad de que el personal en salud que entre en contacto con una madre y su hijo, al menos durante el primer año de vida del mismo, así como también se debe contar con los conocimientos para detectar estas patologías, y saber en qué momento sería adecuado una derivación oportuna con el especialista (Psiquiatra). Es de vital importancia, que los profesionales de la salud, esté preparado para reconocer ciertos aspectos físicos normales y patológicos del postparto, también cuenten con información sobre el ámbito emocional del embarazo y el puerperio así como también sepan qué hacer cuando detecten casos compatibles con depresión postparto.

Se debe establecer protocolos de manejo para las pacientes puérperas con depresión postparto que involucre y fortalezca al vínculo familiar que la rodea; en especial con el padre del recién nacido. Hay que tomar muy en cuenta que las puérperas que se dedican a los quehaceres domésticos son un factor de riesgo para depresión postparto, en quienes sería conveniente realizar un control minucioso que nos permita establecer un diagnostico temprano de esta patología. Se debe incentivar en terapia emocional de apoyo para aquellas madres primigestas como profilaxis y prevención de aparición de depresión postparto. Brindar ayuda psicológica y de apoyo emocional a aquellas madres quienes tengan una prolongada estancia hospitalaria postparto.