Aplasia medular
Con el término de aplasia medular se define a un grupo de alteraciones no neoplásicas de la hematopoyesis, de etiología y fisiopatología heterogénea, que cursa con citopenias. Por lo general afecta las tres series hematopoyéticas (pancitopenia) y hay un grado variable de hipocelularidad en la médula ósea en ausencia de enfermedad proliferativa o infiltrativa.
Aplasia medular
Dr. Hildebrando Romero Sandoval
INTRODUCCIÓN
Puede presentarse a cualquier edad, pero es más frecuente en los pacientes mayores de 50 años y la relación hombre: mujer es de 1:1. En USA la incidencia por año es alrededor de 2 a 5 casos por millón de habitantes. En Japón y Corea la frecuencia es casi cinco veces superior a la de USA y Europa y con una alta incidencia entre los 10 y 40 años. La prevalencia en Venezuela así como otros países latinoamericanos oscila alrededor de 0.12-0.56 por cada 1000 egresos.
Existen varios mecanismos incriminados en la fisiopatología de la hipoplasia medular:
- Originalmente, la lesión ocurre en el «Stem cell» o célula madre de la médula ósea, con alteración fisiológica y morfológica de las tres líneas celulares mayores de la médula ósea.
- Alteración del microambiente de la médula ósea.
- Mecanismos de tipo inmune (humoral y celular) y anormalidades en la población de linfocitos supresores no específicos (linfocitos “killer”).
- Sobreproducción de linfoquinas, que actúan por supresión sobre el “Stem cell”.
La aplasia medular puede tener un curso fatal, con una sobrevida media de 3 a 6 meses, o ser de evolución crónica por varios años. La mortalidad de esta entidad clínica en el adulto es del 65 a 75% y, en los niños, cuando es adquirida, se acerca al 50%. Los pacientes que desarrollan la enfermedad como consecuencia de un agente conocido tienen mejor pronóstico que los de causa idiopática.
En aproximadamente un 50% de los pacientes se desconoce la etiología, y muchas veces es difícil identificar un agente causal debido al excesivo contacto con productos como medicamentos, nebulizadores, insecticidas, tintes para el cabello, contaminación atmosférica y radiaciones. Se clasifican en:
Primarias
Constitucional: anemia de Fanconi
Adquirida idiopática
Secundarias
- Medicamentos y sustancias: dependientes de la dosis (agentes quimioterápicos, benceno, alcohol, arsénico). Por idiosincrasia (cloranfenicol, fenilbutazona, inhibidores de la anhidrasa carbónica, oro).
- Radiaciones
- Infecciones: tuberculosis miliar, hepatitis viral B y C, mononucleosis infecciosa (virus Epstein-Barr, citomegalovirus) y parvovirus
- Inmunes: celular y humoral
Aplasia eritrocitaria pura: adquirida y hereditaria
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El comienzo de la hipoplasia medular es insidioso; el paciente por lo general acude a la consulta cuando la enfermedad está avanzada. Se caracteriza por debilidad, fatiga, manifestaciones de sangrado (epistaxis, metrorragias, hemorragias retinianas y gingivorragias) y procesos infecciosos. Los signos resaltantes son palidez cutáneo-mucosa, equimosis y petequias en sitios de mayor presión. Las hemorragias más severas y fatales son las intracraneanas, sobre todo cuando el recuento plaquetario es inferior a 10 x 109/L; aunque algunos pacientes con cifras menores a 20 x 109/L no presentan fenómenos de sangrado.
Se debe hacer el diagnóstico diferencial con otras causas de pancitopenia periférica, como:
- Procesos infiltrativos medulares: mielofibrosis, leucemias y linfomas
- Procesos infecciosos: tuberculosis miliar y enfermedades micóticas diseminadas
- Hiperesplenismo
- Enfermedades carenciales como la anemia megaloblástica
- Hemoglobinuria paroxística nocturna
- Síndromes mielodisplásico hipoplásico
La mayoría de los pacientes con aplasia medular después del tratamiento inmunosupresor recobran la función de la médula ósea; algunos recuperan completamente las cifras hematológicas y un porcentaje de ellos desarrolla hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN), síndromes mielodisplásicos (SMD), leucemias agudas no linfoides y anormalidades cromosómicas.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la hipoplasia medular se logra con los siguientes exámenes:
- Sangre periférica. Anemia (con índice reticulocitario menor de 1%); neutrófilos menos de 500 por mm3 y plaquetas menos de 20.000 mm3.
- Trastornos de la coagulación. Puede haber un tiempo de sangría prolongado y una retracción del coágulo anormal, debido a la trombocitopenia.
- Médula ósea. La médula ósea puede presentar:
Hipocelularidad severa (25% de tejido hematopoyético)
Hipocelularidad moderada (25-50% de lo normal pero menos del 30% debe corresponder a células hematopoyéticas)
Además, en la médula ósea se pueden observar eritrocitos maduros, linfocitos en un 60 a 100%, grasa abundante, células (linfomonocitarias, reticulares, plasmáticas y cebadas), algunos promielocitos y mielocitos, y casi desaparición de los megacariocitos. La tinción con azul de Prusia para hierro revela abundantes gránulos sideróticos en el interior de las células reticulares. A veces se encuentran pequeños focos de MO hiperplásica, con abundantes células linfoides; sin embargo, a pesar de indicar una médula en su última fase también puede ser signo de una médula en fase de recuperación.
Comparación entre aplasia medular moderada y severa
Moderada: — Severa:
Neutrófilos: Moderada: 0.5 – 3.5 x 109/L — Severa: < 0.5 x 109/L
Plaquetas: Moderada: 25 – 75 x 109/L — Severa: < 20 x 109/L
Reticulocito: Moderada: 0.5 – 1.5% * — Severa: < 1% *
MO Hipocelularidad