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Apoyo psicológico en centros sanitarios

Apoyo psicológico en centros sanitarios

El momento de comunicar el diagnóstico a un paciente con una enfermedad grave o terminal, supone un duro golpe emocional. La persona en proceso de morir se suele sentir aislada emocionalmente ya que entra en un proceso de deterioro físico…

Autores:

Nuria Martínez Ramírez (Hospital Universitario Central de Asturias)

Carmen Casariego Magadán (Hospital Universitario Central de Asturias)

Palabras clave: apoyo psicológico, enfermo terminal, tratamiento paliativo, fases de duelo

INTRODUCCIÓN

El momento de comunicar el diagnóstico a un paciente con una enfermedad grave o terminal, supone un duro golpe emocional. La persona en proceso de morir se suele sentir aislada emocionalmente ya que entra en un proceso de deterioro físico, de su autonomía e incluso de su intelecto, y todo esto deriva en un deterioro psicológico que le lleva a sentir desasosiego, desesperanza, falta de autoestima y pérdida del sentido de la vida.

Al personal sanitario se le indica que sus funciones son tanto de curar como de cuidar, pero el último aspecto no se suele llevar a la práctica y se tiende a rehuir de este tipo de pacientes para evitar sentirse mal, es por esto que hay numerosas quejas sobre el abandono que sienten los pacientes y familiares en estas circunstancias y sobre la sensación de sentirse solos durante el proceso.

Es por todo esto que la enfermedad terminal presenta dificultades adicionales que suelen deberse a la falta de formación de todo el personal sanitario y no sanitario que rodea a estas personas. Esta formación debería de ser de vital importancia a la hora de formar al personal que va a estar al cargo de este tipo de pacientes que se encuentran en una situación tan vulnerable y a sus familias que en la mayoría de los casos se sienten totalmente perdidos a la hora de actuar.

Elisabet Kübler-Ross en la década de los setenta, estableció algo muy novedoso, que hoy conocemos como “Cuidados Paliativos”, fase en la que lo único que se puede hacer por el enfermo es dispensar confort, calidad de vida y apoyo psicológico. Todo esto es fundamental dirigirlo a paciente y a familia como un mismo bloque dado que tanto al entorno social como a la familia debemos considerarlos como parte indispensable del proceso dado que sin su participación activa nos resultaría muy difícil alcanzar todos los objetivos relativos al bienestar del paciente.

OBJETIVO

Saber cómo apoyar, educar e informar a la familia adecuadamente, teniendo en cuenta que el paciente y familia son un todo, como profesionales debemos facilitar el proceso de aceptación tanto de una enfermedad terminal como de la propia muerte.

Tener en cuenta los cambios fisiológicos que se producen en el paciente  y como profesionales cercanos a estas personas saber dar soporte físico y emocional en cada parte del proceso.

Es imprescindible que sepamos cómo educar a la familia para así facilitar el proceso.

METODOLOGÍA

Revisión bibliográfica en la en la que se han utilizado una serie de bases de datos y de bibliotecas electrónicas tales como Pubmed, Cuiden y Scielo.

De los 10 artículos que han sido seleccionados, 5 fueron los más adecuados para la elaboración de este trabajo,donde se han empleado palabras clave tales como “apoyo psicológico”, ”enfermo terminal”, ”tratamiento paliativo”, ”fases de duelo”.

RESUMEN

Debemos tener en cuenta que el enfermo terminal es aquella persona a quien le ha sido diagnosticada con toda certeza su muerte en un plazo corto de tiempo, normalmente inferior a 6 meses, y ya que no va a ser posible su recuperación debemos centrar nuestros cuidados en paliar los síntomas y atender sus problemas psicológicos, sociales y espirituales. Dado que el paciente terminal no es un enfermo común, sus cuidados deben de ser tratados de una forma específica.

Es en este punto donde tanto pacientes como familiares pueden entrar en una etapa de duelo y pasar por una serie de fases según la Doctora” Elisabet Kübler- Ross,y que son las siguientes:

Fase de negación, aquí el paciente no acepta la enfermedad y niega lo que le está sucediendo.

Fase de rabia, cuando el paciente supera la fase anterior, empieza otra donde se puede volver agresivo, en este momento, tanto los profesionales a su cuidado como la familia debemos tratar de ser pacientes y mostrar un alto grado de empatía.

Fase de regateo o de negociación, aquí el paciente empieza a admitir lo que le sucede e intenta establecer un pacto a cambio de su recuperación, normalmente será con Dios, pero cada persona lo hará según sus creencias espirituales propias.

-Fase de abatimiento o depresión, el enfermo se lamenta de todas las cosas que le han faltado por hacer y empieza a preocuparse por sus familiares e intentar dejar todos los asuntos en orden. Es una etapa en la que también se puede pedir un asesor espiritual.

Fase de aceptación o resignación a la muerte, es la última parte del proceso, la de preparación para la muerte, a veces rehuyen a la familia y seres queridos, como profesionales debemos intentar que los familiares comprendan esa postura”.

En estas fases hablamos del paciente, pero realmente los familiares también pueden pasar por este proceso emocional y de duelo.

Es necesario entender que cada persona reaccionará de una manera distinta ante una noticia desagradable pudiendo llegar a reaccionar incluso con agresividad dirigida tanto a los profesionales que lo atienden como hacía sus seres queridos.

Cómo la familia también puede verse afectada por este proceso es fácil que puedan adoptar diversos comportamientos, tales como: sobreprotección, indiferencia, negación o no saber qué hacer… Es por todo esto que nuestro apoyo debe estar enfocado no sólo al paciente sino hacia sus familiares también, ya que es imprescindible que el cuidador principal sepa cómo actuar en cada parte del proceso.

 Los factores imprescindibles a tener en cuenta como profesionales en el apoyo psicológico son: Observar, determinar objetivos, resolver dudas, escucha activa, refuerzo positivo…

Hemos de saber interpretar cada gesto o expresión del enfermo ya que reaccionaran de diferentes maneras: Llorar, gritar, verbalizar abiertamente, sufrir en silencio…por ello es importante tratarlos con paciencia y respeto para ayudar a que tengan no sólo una mejoría física sino una curación emocional.

Los cuidados paliativos junto con el apoyo psicológico son el objetivo principal ante un enfermo terminal, al que debemos proporcionar cuidados y confort como : cuidar su imagen y su dignidad, atención integral, ambiente agradable, dedicar el tiempo necesario…

La Sociedad Española de cuidados Paliativos (SECPAL) establece unas bases terapéuticas para atender a estos pacientes: “Atención integral,individualizada y continúa; el enfermo y su familia constituyen una red, objeto de atención; la promoción y la autonomía y la dignidad del enfermo; poseer una concepción terapéutica positiva ; dar especial importancia al clima relacional”.

CONCLUSIÓN

A pesar de que la muerte es un fenómeno natural, propio de la existencia, existe un rechazo involuntario hacía ella y hacía las personas cercanas a la situación de muerte, como profesionales debemos superar estas barreras para poder ofrecer el apoyo adecuado al paciente y a las familias, es nuestra función comprender la situación para poder aliviar, curar y cuidar. Es importante formarnos en relaciones interpersonales para poder aprender los valores personales, sociales y culturales que influyen en nosotros mismos y en las personas a nuestro cargo, respecto a cómo afrontamos las pérdidas o la separación.

Como profesionales debemos estar atentos a muchos factores que rodean a estas personas, factores tales como los de sus posibles cambios físicos que son numerosos. Estos cambios físicos pueden dar lugar a una serie de alteraciones en el enfermo, tales como : Alteraciones en el aparato digestivo, ocasionando problemas como la anorexia, estreñimiento, estasis gástrico ( gastroparesia ) o náuseas y vómitos entre otros; Alteraciones en el aparato respiratorio, como la bradipnea donde la respiración por minuto es más escasa de lo normal, la taquipnea donde el paciente tiene más respiraciones por minuto de lo habitual o la respiración de Cheyne-Stokes que es cuando existen apneas o respiración irregular. Aquí tomaremos medidas para intentar conseguir una buena ventilación en el paciente, por ejemplo mediante la postura, colocándolo en posición Fowler si está consciente o en posición semiprona si es un enfermo inconsciente, para evitar ahogamientos o aspiraciones, también debemos tener las vías respiratorias permeables y eliminar las secreciones con frecuencia y así mismo son muy importantes los ejercicios respiratorios; Alteraciones del aparato cardiovascular,  donde la sangre al circular de una forma anormal va producir lesiones y cambios en la piel: piel fría, pálida, cianosis que es especialmente frecuente en labios y extremidades. Aquí encontraremos cambios en el pulso y se puede volver irregular y débil, es fácil que disminuya la presión arterial y  padecer alteraciones cardíacas como la bradicardia, que es un descenso de la frecuencia de la contracción cardíaca por debajo de los 60 latidos por minuto o la taquicardia, que al contrario de la bradicardia es una velocidad excesiva de los latidos del corazón; Alteraciones del aparato locomotor, aquí nos encontramos con la pérdida del tono muscular, esto puede llegar a producir flaccidez y laxitud, desembocando en problemas más graves como la pérdida del control de esfínteres y problemas de deglución; Alteraciones de la piel, que puede estar relacionado por factores de la propia enfermedad o por causas como la movilidad reducida, problemas vasculares o deshidratación entre otras…

Algunas de estas alteraciones son: piel seca por un menor aporte de oxígeno y de agua, lo cual favorece la úlceras, piel húmeda sobre todo en genitales y pliegues cutáneos donde aparecen zonas exudativas y con mal olor y úlceras que bien pueden ser cancerosas las cuales no son curables y el tratamiento debe ir enfocado a paliar el dolor y el olor y úlceras por presión que son por falta de oxígeno y nutrientes en las zonas de apoyo del paciente, donde es importante tratarlas bien y realizar cambios posturales frecuentes; Alteraciones en la boca, que se pueden producir por infecciones por hongos o víricas, siendo muy importante una correcta higiene y vigilar el estado de la saliva. Es importante refrescar y rehidratar la boca para favorecer la salivación.

A la hora de tratar al paciente debemos incluir a la familia y debemos de tener en cuenta que el impacto de la enfermedad sobre los familiares también va a depender de una serie de factores, entre los que se encuentran la personalidad del enfermo, el que exista una buena relación familiar, el que hayan sido superado pérdidas anteriormente, la estructura de la familia, el nivel económico…todo esto  puede llevar a una sobrecarga que recaerá sobre el cuidador principal produciéndose en él un desgaste emocional y de energía  que es lo que denominamos el síndrome del burn-out .

El apoyo que debemos ofrecer en esos momentos tan difíciles debe ser el de proporcionar la información de la forma más clara y precisa que sea posible, adaptada para que sea comprensible por todos los miembros de la familia, debemos dar apoyo emocional mediante una escucha activa y dejar que expresen todos sus sentimientos, bien sea de tristeza, rabia o frustración…, es importante que mostremos que estamos disponibles para ayudar y no limitar nuestro tiempo de atención con el paciente, ya que a menudo esa escasez de tiempo dedicado por los profesionales puede dar lugar a una sensación de frustración por parte de las familias, también es importante indicar a los cuidadores como deben comportarse con el enfermo e indicarles cómo deben colaborar en su cuidado, sería importante vigilar el estado emocional del cuidador principal para evitar que sufra estrés  y que este pueda derivar en una mala atención al enfermo, igualmente debemos estar atentos a los posibles problemas familiares o incluso individuales por si fuera necesario derivar a estas personas a otro profesional más cualificado para que puedan recibir ayuda adecuada.

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