Atrapamiento de un catéter epidural en paciente obstétrica
La anestesia epidural es una anestesia raquídea de conducción que se consigue mediante la inyección de una solución de anestésico local en el espacio extradural o epidural, La anestesia epidural en el trabajo de parto es una de las indicaciones más frecuentes para la utilización de esta técnica regional.
Atrapamiento de un catéter epidural en paciente obstétrica
García García J.M., García García M.C., Hernández del Castillo M.S., Vázquez Guerrero J.C., Montañes González M., Márquez Paniagua M.
José Manuel García García. Facultativo Especialista en Anestesiología y Reanimación
Mari Carmen García García, Diplomada en Enfermería
Introducción
Dicho procedimiento no está exento de complicaciones; en el campo de la obstetricia las complicaciones más frecuentes suelen ser menores, y van asociadas al elevado número de epidurales que se realizan, Destacan la radiculopatía o punción dural; otras complicaciones mucho menos frecuentes incluirían formación de nudos o rotura en el catéter, abscesos, infecciones o hematomas.
Descripción del caso
Presentamos el caso de dificultad de retirada de un catéter epidural colocado a nivel de L3-L4 para analgesia en un parto. Dicho catéter fue colocado con la paciente sentada, sin dificultades técnicas reseñables; el espacio epidural estaba a 5 cms y se dejaron 6 cms de catéter en espacio epidural. En primer lugar, enfermera y anestesiólogo de guardia posteriormente, intentaron sin éxito la extracción del catéter en la unidad de reanimación postanestésica. Una vez que no era posible la extracción se informó a la paciente y se contactó con el radiólogo de guardia para realizar un TAC de columna lumbar. En el informe de dicho TAC se describía la entrada del catéter en el teórico espacio epidural a nivel intervertebral L3-L4 que tomaba dirección craneal hasta la altura de L3 donde se dirigía hacia la mitad derecha realizando un primer bucle para hacer un segundo bucle en situación algo más caudal.
Evolución
Se contactó con neurocirugía que tras valorar la resistencia del catéter; nos informó de la posibilidad de realizar una laminectomía reglada bajo anestesia general o intentar una tracción mayor asumiendo el riesgo de una rotura de éste, lo que podría dar lugar a una actitud expectante (si el fragmento quedaba dentro del espacio) o bien a la necesidad de una cirugía reglada, como anteriormente se había propuesto. Finalmente, tras informar a la paciente se realizó la tracción en reanimación procediendo a la retirada del catéter.
Conclusiones
La incidencia de atrapamiento de un catéter en técnicas epidurales es de 0,003-0,005%; a su vez, la formación de un nudo en un catéter epidural es una complicación muy poco frecuente, estando en torno a 0,0015% de las epidurales.
Cuando tras una mínima tracción la extracción del catéter no es posible hay una serie de maniobras que podrían facilitar su extracción. Así, se intentaría una máxima flexión de la espalda, con el paciente en decúbito lateral, realizar un relleno del catéter con una inyección rápida de suero salino a fin de incrementar su turgencia, etc.
Si no se puede extraer, se realiza un estudio de imagen (RX, TAC, RM) para ubicar el problema y la actitud a seguir. Ante una rotura con pérdida de fragmento, muchos autores recomiendan vigilancia relativa, pues los cuerpos extraños en espacio epidural no suelen emigrar y la cirugía puede ser deletérea.
Recomendaciones
La mejor herramienta para evitar estos sucesos es la prevención. Hay maniobras que disminuyen la incidencia, siendo la más recomendada no introducir más de 5-6 cms de catéter dentro del espacio epidural. El catéter debe tener unas determinadas características esenciales y ante una complicación de este tipo, se debe informar al paciente e iniciar una vigilancia estrecha para el diagnóstico precoz de posibles complicaciones.