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La autopsia psicológica en la investigación criminal

interpersonales y el ambiente disocial en el cual se desenvolvía encontramos un predominio de factores de riesgo heteroagresivo.

En cuanto al accidente la inspección del lugar del hecho descartaba objetivamente esta posibilidad, o se había lanzado o lo habían lanzado, no era planteable la caída accidental pues el muro de la azotea era bastante alto para la estatura de la víctima. Del análisis de toda esta información pudimos concluir que la hipótesis más probable era la del homicidio, al avanzar la investigación policial aparecieron elementos que confirmaron esta hipótesis y los autores del crimen ( que resultaron ser los vecinas que tanto habían insistido en la hipótesis suicida) fueron procesados y sancionados.

Caso # 2:

Se trata de los restos óseos de una mujer de mediana edad que son encontrados relativamente cerca de su domicilio pasado un año de su desaparición y durante las investigaciones aparecen elementos aportados por familiares, vecinos y conocidos que indican que esta persona padecía trastornos nerviosos y que había comentado su intención de quitarse la vida. No obstante, existían algunos elementos que ofrecían dudas a la instrucción: el lugar donde aparecen los restos, la ausencia del dogal tratándose al parecer de una asfixia, la existencia de un presunto beneficiado de sus bienes, etc.

Revisamos las historias clínicas de los hospitales donde esta señora estuvo ingresada en servicios de Psiquiatría y recogimos antecedentes aportados por la familia encontrando elementos para plantear una personalidad histérica con descompensaciones frecuentes y tendencia a la depresión que en los últimos tiempos había sufrido una decepción amorosa después de la cual dio señales anunciadoras de un propósito suicida, además el día de su desaparición alejó a su madre y única convivente de la casa y luego desapareció. El lugar donde aparece es cercano al domicilio pero no resulta frecuente el tránsito por el mismo.

Con estos antecedentes y dadas sus características de personalidad y la evidente emisión de señales de aviso concluimos que la etiología médico‑legal que más probabilidades ofrece es la puesto que la víctima sin lugar a dudas presentaba un síndrome o estado presuicida, con lo cual no descartamos una acción criminal sobre ella, eso queda para la investigación policial.

Caso # 3:

Se trata de la precipitación de un individuo del 4to piso de un hotel en el cual se encontraba hospedado, todas las personas presentes en las inmediaciones lo vieron arrojarse, a ojos vista era un suicidio, el problema venía dado porque este señor poseía un seguro de vida, además era católico y la familia planteaba que era imposible que se hubiese privado voluntariamente de la vida. En este caso existía un testigo directo que, poco antes del hecho había sido llamado por la seguridad hotelera para ayudar a calmar al que resultara occiso ya que estaba alterando el orden, había salido desnudo al pasillo, «parecía que estaba borracho» y se quejaba de que la habitación estaba más pequeña.

Previa revisión de la declaración de este testigo hicimos una reconstrucción de su dicho en el lugar del hecho, resultando que el finado se le había encarado y él pudo comprobar que no tenía aliento etílico a lo cual él pensó:»si no está borracho, está loco», lo llevó hasta un diván del lobby del 4to piso en lo que el guardia de seguridad hotelera bajó a buscar un médico para que lo inyectaran. En ese breve tiempo trató de darle un beso en la boca al testigo y a otro huésped que pasaba le tocó los glúteos y acto seguido le dijo al testigo: oh, mira, mira que larga trenza, y colocó las manos como quien tuviese la trenza atrapada y salió corriendo por el pasillo al final del cual saltó la baranda y cayó al vacío.

Este testigo nos explicó todo esto muy gráficamente comentando además que lo miró «como si no me viera» y que sudaba profusamente, razón por la cual se le escapó de entre las manos cuando intentó detenerlo en su carrera.

Toda esta descripción era perfectamente compatible con un estado crepuscular epiléptico con alucinaciones complejas visuales y táctiles (veía y tocaba la trenza), esto unido a un resumen de historia clínica aportado por su médico de asistencia donde se refería el antecedente de un traumatismo de cráneo con pérdida de conciencia después del cual había tenido episodios de automatismo de semiología compleja por lo cual estaban estudiando la posibilidad de una epilepsia postraumática, nos hicieron concluir que efectivamente se trataba de un estado crepuscular epiléptico.