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Cuidados de Enfermería en la Esquizofrenia

Cuidados de Enfermería en la Esquizofrenia

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral de carácter grave. Provoca distorsión de pensamientos y conductas agresivas e incluso violentas. No se conocen las causas exactas que la provocan pero se cree que los factores genéticos son determinantes para su aparición. Los síntomas son múltiples y graduales con el paso del tiempo. Los más característicos son la pérdida de relaciones sociales, apatía, delirios y alucinaciones.

Autores:

  1. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  2. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum (Cartaya).
  3. Alejandro Núñez Márquez .DUE. Hospital San Juan de Dios (Bormujo)

Resumen

La esquizofrenia se diagnostica a través del historial clínico y de pruebas específicas como TAC craneal entre otras. A tratarse de una enfermedad crónica, el tratamiento será continuado e incluye antipsicóticos y psicoterapia. Los cuidados de enfermería incluirán cuidados físicos y control de medicación, pero también favorecerá en la medida de lo posible la estabilidad y la reinserción social del paciente.

Palabras clave: enfermedad psicológica, delirios, alucinaciones, pensamientos, autismo.

Introducción

La esquizofrenia es una enfermedad cerebral grave. Las personas que la padecen pueden escuchar voces que no están allí. Ellos pueden pensar que otras personas quieren hacerles daño. A veces no tiene sentido cuando hablan. Este trastorno hace que sea difícil para ellos mantener un trabajo o cuidar de sí mismos.

Los síntomas de la esquizofrenia suelen comenzar entre los 16 y 30 años. Los hombres a menudo desarrollan síntomas a una edad más temprana que las mujeres. Por lo general no se desarrolla después de los 45 años. Hay tres tipos de síntomas:

  • Síntomas psicóticos distorsionan el pensamiento de una persona. Estos incluyen alucinaciones (ver o escuchar cosas que no existen), delirios (creencias que no son ciertas), dificultad para organizar pensamientos y movimientos extraños
  • Síntomas «negativos» hacen que sea difícil mostrar las emociones y tener una conducta normal. Una persona puede parecer deprimida y retraída.
  • Síntomas cognitivos afectan el proceso de pensamiento. Estos incluyen problemas para usar información, la toma de decisiones, y prestar atención.

No se conoce la causa de la esquizofrenia. Sus genes, el medio ambiente y la química del cerebro pueden tener un rol.

No hay cura. Los medicamentos pueden ayudar a controlar muchos de los síntomas. Es posible que deba probar diferentes medicamentos para ver cuál funciona mejor. Deben permanecer en tratamiento durante el tiempo que su médico lo recomienda. Los tratamientos adicionales pueden ayudarle día a día a lidiar con la enfermedad. Estos incluyen la terapia, educación familiar, la rehabilitación y la capacitación profesional.

Causas

La esquizofrenia es una enfermedad compleja. Los expertos en salud mental no están seguros de cuál es su causa. Es posible que influyan los genes.

Se presenta por igual en hombres y mujeres. Generalmente comienza en la adolescencia o en los primeros años de la adultez, pero puede empezar más tarde en la vida. Tiende a empezar más tarde en las mujeres y es una afección más leve.

La esquizofrenia en los niños por lo general comienza después de los 5 años de edad. Es poco común en la niñez y puede ser difícil diferenciarla de otros problemas del desarrollo, como el autismo.

Síntomas

Los síntomas generalmente se van presentando lentamente a lo largo de meses o años. La persona puede tener muchos síntomas, o solo algunos.

Las personas con esquizofrenia pueden tener dificultad para conservar amigos y para trabajar. También pueden tener problemas de ansiedad, depresión y pensamientos o comportamientos suicidas.

Los síntomas iniciales pueden incluir:

  • Sentirse irritable o tenso
  • Dificultad para concentrarse
  • Dificultad para dormir

A medida que la enfermedad continúa, la persona puede tener problemas con el pensamiento, las emociones y el comportamiento, como:

  • Escuchar o ver cosas que no existen (alucinaciones)
  • Aislamiento
  • Disminución de las emociones en el tono de voz o expresión facial
  • Problemas para entender y tomar decisiones
  • Problemas para prestar atención y mantener la atención en las actividades
  • Creencias fuertemente sostenidas que no son reales (delirios)
  • Hablar de una forma que no tiene sentido
  • Los pensamientos que «saltan» entre diferentes temas (asociaciones sueltas)

Diagnóstico

El diagnóstico de la esquizofrenia se realiza a través de la historia clínica del paciente, donde se reflejan tanto los antecedentes familiares como los acontecimientos sufridos por el paciente y los tratamientos prescritos, así como una entrevista a las personas que forman parte del entorno del paciente. El diagnóstico de la esquizofrenia se basa en criterios clínicos reforzados por pruebas psicométricas, neuropsicológicas y, en determinados casos y como complemento al diagnóstico, se emplean pruebas  de neuroimagen. Se requieren, por tanto y en base a las clasificaciones actuales, la presencia de:

  1. Síntomas positivos (delirios, alucinaciones).
  2. Síntomas negativos (aplanamiento afectivo, abulia-apatía, afectación de la atención).
  3. Desorganización del pensamiento, de la conducta y del lenguaje.

Estos síntomas deben existir durante al menos 6 meses, y no deberse a otras situaciones psicopatológicas o tóxicas.

La esquizofrenia no suele ser de aparición súbita, sino que suele desencadenarse con un primer periodo cuya duración oscila entre varios días y años, en los cuales el paciente, progresivamente, presenta cambios mínimos de carácter, disminución en el rendimiento escolar/laboral, aumento de la ansiedad y, finalmente, aislamiento social.

En la aparición del primer episodio psicótico suelen predominar de forma clara los síntomas de tipo positivo, aunque en determinados tipos de esquizofrenia estos síntomas están disminuidos o ausentes. En esta fase inicial o aguda, es importante descartar mediante algunas pruebas la presencia de otros trastornos que pudieran manifestarse de la misma forma. Por tanto se requiere la determinación de tóxicos en orina o en sangre, test de embarazo en mujeres, TAC craneal y electroencefalograma para excluir tumores o infecciones del sistema nervioso.

Tras este primer episodio, el paciente suele precisar hospitalización, donde se realiza un primer diagnóstico y se establece el tratamiento, que el paciente deberá seguir de forma rigurosa durante al menos dos años. Los factores que pueden considerarse favorables al pronóstico de la enfermedad son:

  • Aparición tardía de la enfermedad.
  • Buena adaptación y seguimiento del tratamiento.
  • Ritmo de vida estable, con horarios de trabajo y descanso fijos, y evitando el  consumo de cualquier tipo de droga (alcohol, tabaco…).
  • Ausencia de antecedentes familiares de trastornos afectivos y de alteraciones neuroestructurales en el propio paciente.
  • Buenos resultados en las pruebas neuropsicológicas.

Tratamiento

Durante un episodio de esquizofrenia, la persona puede necesitar hospitalización por razones de seguridad.

MEDICINAS

Los medicamentos antipsicóticos son el tratamiento más efectivo para la esquizofrenia. Estos cambian el equilibrio de químicos en el cerebro y pueden ayudar a controlar los síntomas.

Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero muchos efectos secundarios pueden manejarse. Los efectos secundarios no deben impedir que la persona reciba tratamiento para este serio trastorno.

Los efectos secundarios comunes de los antipsicóticos pueden incluir:

  • Vértigo
  • Sensaciones de inquietud o nerviosismo
  • Somnolencia (sedación)
  • Movimientos lentos
  • Temblor
  • Aumento de peso

El uso prolongado de antipsicóticos puede incrementar el riesgo de un trastorno del movimiento llamado discinesia tardía. Esta enfermedad provoca movimientos repetitivos que la persona no puede controlar. Llame a su proveedor de atención médica enseguida si usted o un miembro de la familia puede tener esta afección debido a una medicina.

Cuando la esquizofrenia no mejora con antipsicóticos, se puede probar con otras medicinas.

La esquizofrenia es una enfermedad crónica y la mayoría de las personas que la padecen necesitan estar con medicación antipsicótica de por vida.

PROGRAMAS Y TERAPIAS DE APOYO

La psicoterapia de apoyo puede ser útil para muchas personas con esquizofrenia. Las técnicas conductistas, tales como el entrenamiento de habilidades sociales, pueden ayudarle a la persona a desempeñarse mejor en situaciones sociales y laborales. El entrenamiento en el trabajo y las clases de fortalecimiento de las relaciones también son importantes.

Los miembros de la familia y los cuidadores son muy importantes durante el tratamiento. La terapia puede enseñar habilidades importantes, como:

  • Hacerle frente a los síntomas que persisten, incluso mientras esté tomando medicinas.
  • Llevar un estilo de vida saludable, que incluye dormir bien y evitar las drogas psicoactivas.
  • Tomar las medicinas correctamente y manejar los efectos secundarios.
  • Estar atento al regreso de los síntomas y saber qué hacer cuando reaparezcan.
  • Conseguir los servicios de apoyo apropiados.

Prevención

La esquizofrenia no se puede prevenir.

Los síntomas se pueden prevenir tomando los medicamentos exactamente como el médico le indicó. Los síntomas probablemente reaparecerán si se suspende el medicamento.

El cambio o suspensión de los medicamentos solo lo debe hacer el médico que los recetó.

Cuidados de enfermería.

Las intervenciones de enfermería en la Fase Aguda de la esquizofrenia son:

– Cuidados físicos: mantenimiento de la hidratación, nutrición e higiene.

– Administración del tratamiento farmacológico: asegurando la toma y detectando la aparición de efectos secundarios. Control de las constantes.

– Ante la aparición de ideas delirantes y alucinaciones hay que orientar al paciente en la realidad, ganar la confianza del paciente escuchando sus ideas delirantes, evitar negar o discutir las alteraciones del pensamiento que se expresen en la comunicación verbal(pero nunca dar a entender que se aceptan), estar el mayor tiempo posible a su lado para trasmitirle seguridad, hacerle seguir los horarios de sueño y alimentación, disminuir los estímulos exteriores y asegurar un entorno de seguridad para el paciente.

– Ante el paciente agitado o con conductas hostiles una sujeción mecánica, mantener la calma y hablarle de forma suave y mantener el contacto visual y atender a sus demandas.

– Ante el paciente con conductas inhibidas acompañarle al paciente durante periodos regulares, no abrumar con palabras, hacerle cumplir la rutina del Servicio, horarios de comidas, etc y añadir estímulos externos que puedan motivarle: juegos, actividades, etc.

En la Fase Residual de la enfermedad:

– Control de la medicación a nivel ambulatorio, a través de consultas de enfermería.

Crear obligaciones rutinarias para evitar que esté desocupado o que permanezca largas horas encamado. Orientarle a recursos de terapia ocupacional.

– Favorecer la reinserción social y el contacto con la gente y con el mundo externo.

El objetivo general es intentar que el paciente adquiera la máxima independencia para que pueda valerse por sí mismo, tanto socialmente como dentro del ámbito familiar, consiguiendo así la mejor calidad de vida posible.

Conclusión

Los cuidados de enfermería en pacientes con esquizofrenia tendrán dos fases bien diferenciadas. La primera controlará el estado físico del paciente y vigilará estado nutricional e higiene, así como aparición de conductas violentas características de esta enfermedad. La segunda es controlar la medicación necesaria y favorecer la independencia y la reinserción social del paciente.

Bibliografía

1.- Schulz SC, Goerke D, O’Sullivan D, Jasberg SG. Early-stage schizophrenia. In: Gabbard GO, ed.Gabbard’s Treatments of Psychiatric Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing; 2014: chap 8.

2.- American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing. 2013.

3.- Freudenreich O, Brown HE, Holt DJ. Psychosis and schizophrenia. In: Stern TA, Fava M, Wilens TE, Rosenbaum JF, eds. Massachusetts General Hospital Comprehensive Clinical Psychiatry. 2nd ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016: chap 28.