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Cuidados de Enfermería en la Dermatitis Atópica

Cuidados de Enfermería en la Dermatitis Atópica

INTRODUCCIÓN

La dermatitis atópica (DA), comúnmente conocida como eccema, es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta mayormente a niños y bebes y en menor medida a adultos. Es autorresolutiva, y cursa con brotes, teniendo también fases de remisión y calma. Se caracteriza por un prurito muy intenso y una xerosis más o menos marcada. Desde el punto de vista inmunológico se considera bifásica, con una fase aguda y una fase crónica.

Pero lo más importante es el marcado impacto en la calidad de vida de los pacientes y de sus familias, especialmente en los casos más severos, de ahí la importancia de intentar conseguir un buen control (que no curación) de la enfermedad.

Autores

-Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

-Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

-Miguel Ángel Gavilán López (DUE en HU Reina Sofía de Córdoba)

RESUMEN

Su prevalencia se ha triplicado en los últimos años por lo que se ha convertido en un problema de salud pública. Además, es uno de los principales motivos en la consulta dermatológica sobre todo pediátricas y supone un importante gasto a nivel sanitario.

Por estos motivos el personal de Enfermería debe conocer esta enfermedad y saber actuar ante ella, ya que es una enfermedad sencilla pero a la vez problemática, que actúa tanto a nivel físico como emocional, afectando de forma importante la salud, la calidad de vida (sobre todo en niños) y en el desarrollo social de los pacientes y sus familiares.

Al no existir ningún tratamiento curativo para la dermatitis atópica, el objetivo de este artículo es conocer la manera de reducir los síntomas, y dar recomendaciones para su manejo.

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una búsqueda y revisión bibliográfica acerca de la “Dermatitis atópica” en las principales bases de datos y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library.

PALABRAS CLAVE: dermatitis atópica, cuidados, eccema atópico, tratamiento, severidad.

ETIOLOGÍA

4 factores fundamentales:

– Predisposición genética.

-Alteración de la inmunidad.

-Disfunción de la barrera epidérmica.

-Factores ambientales.

ACTUACIONES PARA SU MEJORA:

La educación de los pacientes y sus familias sobre las recomendaciones para la mejora de la dermatitis atópica es de gran importancia en la labor enfermera.

-Cuidados de la piel:

En la dermatitis atópica la piel cursa con picor intenso, piel muy seca, sensible e irritable. Reparar y mantener una barrera funcional de la piel es esencial. Los pacientes deben ser instruidos para desarrollar estos hábitos y realizarlos a diario.

Realizar exámenes diarios de la piel, en prominencias óseas, zonas expuestas a humedad y en sitios donde haya un deterioro del estado general de la piel como sequedad, excoriaciones, fragilidad, eritema, induración o maceración.

Para cuidar la piel atópica, manteniendo la higiene e hidratación se debe, no prolongar el baño por más de 10 minutos, utilizar geles dermatológicos, un jabón de pH neutro y agua templada, no utilizar esponjas para eliminar la suciedad, secar sin realizar fricción, poniendo especial atención en pliegues y zonas interdigitales, no aplicar colonia, ni alcohol, no realizar masajes en prominencias óseas, aplicar crema o aceites de baño, excepto en pliegues asegurando su completa absorción, usar ropa de tejidos naturales y apósitos protectores para evitar lesiones por fricción. No utilizar sistemas que incrementen la temperatura del paciente, como mantas eléctricas o bolsas con líquidos calientes.

-Utilización de cremas emolientes:

La aplicación continua de cremas emolientes, para la hidratación y lubricación de la piel comúnmente referida como humectación, mejora el aspecto de la piel atópica reparando la barrera de la piel y calmando la xerosis, aportando sensación de alivio, y reduciendo la cantidad y la potencia de las intervenciones farmacológicas.

Se recomienda su aplicación después del baño, cuando la piel aún se mantiene húmeda y aplicando una generosa cantidad, debe aplicarse de manera frecuente, 2 o 3 veces al día o las veces necesarias para una buena hidratación y bienestar de la piel.

-Vestimenta:

Se recomienda utilizar ropa de algodón y evitar los tejidos ásperos o sintéticos que puedan crear fricción y dañar la piel. Evitar el contacto directo con lanas.

No abrigarse en exceso, ni llevar ropa muy ajustada también ayuda, ya que aumenta la sudoración de la piel y esta no transpira.

-Controlar el exceso de humedad

En pacientes con incontinencias se debe valorar la posibilidad de uso de dispositivos colectores, pañales o sondas, que recojan ese exceso de humedad. Si el paciente requiere el uso de pañal, éste debe cambiarse con frecuencia para evitar la humedad de la zona, realizar limpieza del área con delicadeza, y aplicando algún protector a base de óxido de zinc. No aplicar harinas o almidones, ya que produce fermentación y favorece el desarrollo de hongos. El pañal no debe quedar muy ajustado para evitar zonas de presión o fricción.

En personas portadoras de drenajes debemos evitar las fugas, utilizar colectores, apósitos y productos emolientes que actúen como barrera.

-Tener conocimiento de los antecedentes alérgicos y farmacológicos del paciente es importante para evitar potenciar la esa debilidad y sensibilidad de la piel.

CONCLUSIONES

La dermatitis atópica ha aumentado en los últimos años hasta convertirse en un problema de salud pública. Esta enfermedad provoca alteraciones a nivel físico y emocional, causando una importante alteración de la calidad de vida de los pacientes y sus familiares. Supone una importante carga económica en el gasto socio-sanitario, así como para los propios pacientes.

Por estas razones, ya que no existe tratamiento curativo, el tratamiento farmacológico debe estar encaminado a aliviar las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Siendo papel fundamental de la enfermera educar a los pacientes y familiares para mejorar su calidad de vida. Orientando para mejorar el ámbito físico y emocional del paciente, consiguiendo así una mejora en su calidad de vida.

BIBLIOGRAFÍA

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