De afasia de Broca a afasia global. A propósito de un caso
Autora principal: Paula Canal Parra
Vol. XX; nº 18; 973
From Broca’s aphasia to global aphasia. A case report
Fecha de recepción: 10 de agosto de 2025
Fecha de aceptación: 16 de septiembre de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 18 – Segunda quincena de Septiembre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 18; 973
Autores:
Paula Canal Parra, Logopeda Servicio Cántabro de Salud, Cantabria, España
Resumen
La afasia es un trastorno adquirido del lenguaje producido por daños neurológicos. Hay diferentes tipos de afasia según la afectación, aunque en el presente caso nos centraremos en la afasia de Broca y la afasia global.
Además, hablaremos sobre la importancia en el reconocimiento precoz de los síntomas característicos del ictus, aumentando con ello la supervivencia y reduciendo las posibles secuelas.
Palabras clave
Afasia, ictus, logopedia
Abstract
Aphasia is an acquired language disorder caused by neurological damage. There are different types of aphasia depending on the condition, although in this case, we will focus on Broca’s aphasia and global aphasia.
In addition, we will discuss the importance of early recognition of the characteristic symptoms of stroke, thereby increasing survival and reducing potential after-effects.
Keywords
Aphasia, stroke, speech therapy
Introducción (contexto del caso)
La afasia es un trastorno adquirido del lenguaje que produce una pérdida o deterioro de las funciones del mismo (afectando a la habilidad de las personas para comunicarse). Se produce/origina como consecuencia de un daño neurológico, que afecta a las regiones cerebrales especializadas en la producción y comprensión de los componentes lingüísticos (1). También puede presentarse junto a la afectación de otros procesos cognitivos como las funciones ejecutivas (2).
Basándonos en la bibliografía publicada, el origen del daño neurológico que provoca en última instancia afasia en los pacientes se explica por las siguientes patologías: En primer lugar, las Enfermedades Cerebrovasculares (ECV), seguido de los traumatismos craneoencefálicos, las infecciones, las enfermedades neurodegenerativas y los tumores cerebrales (3).
Un ictus isquémico es la muerte celular encefálica, medular o retiniana causada por un trastorno en el aporte circulatorio cerebral que produce una lesión permanente evidenciable clínicamente o por neuroimagen (4).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ictus son la tercera causa de muerte en occidente, la primera causa de discapacidad física en el adulto y la segunda de demencia. 15 millones de personas sufren un ictus al año, de las cuales 5 millones mueren y otros 5 millones sufren discapacidad permanente (5).
En España, la Sociedad Española de Neurología (SEN), afirma que, en los últimos tiempos, hay anualmente 90.000 nuevos casos de ictus. Más del 30% de los pacientes que sobreviven, quedan en una situación de dependencia por las secuelas de la enfermedad. Un estudio realizado en 2009 (6) aporta una incidencia de dicha patología de unos 128 casos por cada 100.000 habitantes en la población general de una edad media de 75.7 años. El ictus isquémico corresponde a casi un 80% de los casos de ictus en España según la SEN.
Son factores de riesgo vascular cerebral los siguientes: edad >50 años, hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, hipercolesterolemia y además en el caso de los ictus isquémicos de origen cardioembólico las patologías cardiacas (fibrilación auricular, endocarditis embolígena, cardiopatía isquémica, prótesis valvulares…). En el caso de los ictus isquémicos de origen aterotrombótico y lacunares, el más influyente en el daño vascular cerebral es la hipertensión arterial, definida como una tensión arterial (TA) elevada constantemente con valores de presión arterial sistólica iguales o superiores a 140 mmHg y de presión arterial diastólica igual o superior a 90 mmHg. Esto perjudica a las arterias perforantes que se encargan de la circulación cerebral (3).
Las afasias han tenido a lo largo de la historia varias clasificaciones y nomenclaturas. La afasia de Broca, también llamada afasia motora eferente o cinética, afasia expresiva, afasia verbal o afasia sintáctica, tiene como principal característica que el lenguaje expresivo no es fluido. Hacen uso de frases cortas y agramatismos, y también hay problemas en la programación del habla (apraxia del habla). La comprensión se mantiene en mejores condiciones que la expresión verbal sin estar al 100% preservada, ya que puede haber fallos en la comprensión de estructuras gramaticales del lenguaje. Por otro lado, la repetición está alterada cursando con parafasias fonológicas y simplificaciones. La producción de series automáticas es mejor que el lenguaje espontáneo junto con el canto. Además, hay dificultades para la denominación (anomia), donde también se observan fallos como parafasias fonémicas, omisiones o simplificaciones, aunque generalmente los pacientes con afasia de Broca se suelen ayudar de pistas fonológicas (7). En ocasiones, podemos encontrarnos a pacientes con mutismo inicial, emisiones limitadas y estereotipias consonante-vocal o consonante-vocal-consonante (8).
Respecto a la lectura, hay dificultades para realizarla en voz alta, pero la compresión lectora es mejor. La escritura está altamente alterada tanto en dictado como en copia, en donde normalmente hay un aumento en el tamaño de las letras, deformaciones, dificultades en el deletreo y omisiones (7).
Los ictus que afectan al habla, suelen ser los producidos en el lado izquierdo (siendo este el lado dominante en pacientes diestros) a nivel de la arteria cerebral media. Por ello, suele ir acompañado de otras manifestaciones clínicas como son hemiparesia y hemihipoesteia faciobraquial contralateral, desviación de la mirada hacia el lado de la lesión, hemianopsia contralateral, anosognosia y apraxia ideomotora en el lado izquierdo sin parálisis (7).
En el caso de la afasia global, se produce una afección de las funciones receptivas y expresivas del lenguaje. Hay una grave alteración a nivel espontáneo, comprensión auditiva, repetición, denominación, lectura y escritura. En pacientes con alteración más grave, hay una ausencia de intención comunicativa verbal y no verbal (afásico aislado) (8).
En la afasia global las lesiones también se suelen encontrar en el territorio de la arteria cerebral media del hemisferio dominante, afectando a las áreas frontoparietales y temporoparietales (9).
Descripción del caso
Nuestro paciente es un varón de 80 años con los siguientes antecedentes personales: Ex-fumador de 44 paquetes/año hasta hace 20 años. Bebedor habitual de 20 gramos de alcohol al día. Hipertenso, dislipémico e hiperuricémico. Resección transuretral de hipertrofia benigna de próstata por varios episodios de retención aguda de orina. Ictus isquémico de origen aterotrombótico a los 36 años en territorio de la arteria cerebral media izquierda que dejaron como secuela una paresia de brazo derecho que tras rehabilitación recuperó y una afasia de Broca, con pérdida del lenguaje expresivo sin comprometer a la comprensión.
La intervención logopédica consistió en una sesión semanal de 30 minutos de estimulación del lenguaje junto con actividades diarias para incentivar ese trabajo. Hubo poca participación por parte del paciente, con una mejora leve en la expresión, quedando como secuelas anomia, parafasias fonémicas en sus pocos intentos de comunicación y automatismos. A pesar de esto, su mujer expresa que, aunque no recuperó el habla, desde entonces, se ha hecho entender con ciertas palabras clave que usaba en su día a día y gestos.
Acude al hospital acompañado de su mujer, que refiere encontrarlo diferente desde hace varias semanas. Aparentemente no comprende lo que se le dice, presenta suspicacia y agresividad cuando alguien habla delante de él y ha presentado episodios de desorientación. En la exploración física el paciente está hemodinamicamente estable. Auscultación cardiaca rítmica, sin soplos. Auscultación pulmonar con mínimos crepitantes en ambas bases pulmonares. Abdomen anodino. Piel íntegra. Exploración neurológica: Consciente, orientación imposible de valorar ya que parece no entender lo que se le dice. Pares craneales por imitación: Valorables parcialmente, aparentemente normales. Dismetrías por imitación sin alteraciones. Roomberg negativo. Fuerza normal. Marcha normal. No rigidez de nuca con Kerning y Brudzinski negativos. Analítica en urgencias sin alteraciones salvo leve deterioro de la función renal ya conocida. Electrocardiograma: Ritmo sinusal a 83 lpm, PR alargado con bloqueo AV de primer grado. Eje a 90º aproximadamente, no alteraciones de la repolarización. TAC craneal en urgencias: Se evidencian datos de isquemia crónica en territorio de arteria cerebral media izquierda. No se aprecian alteraciones agudas en pruebas de neuroimagen susceptibles de activación de código ictus, ni tampoco por el tiempo de evolución de este paciente. Punción lumbar normal.
Es diagnosticado de ictus isquémico por isquemia crónica de pequeño vaso y ante la normalidad del resto de pruebas y la ausencia de patología aguda, es dado de alta desde la urgencia con ajuste farmacológico para los episodios de agresividad y cambio de antiagregante, con control posterior por parte del neurólogo en consultas.
Evolución de la afasia del paciente
Fue derivado a consulta de logopedia, donde se le hizo una valoración a través del Test de Boston (abreviado). En la primera prueba, que evalúa el habla de conversación y exposición, se aprecia una fluidez del habla muy reducida, con una producción verbal limitada y mutismo. A nivel de la comprensión auditiva, el paciente muestra dificultades significativas para seguir órdenes simples, comprender preguntas e identificar los objetos que escucha. En lo que corresponde a lo expresivo, en el apartado de series automatizadas, en los días de la semana hay expresividad inexistente, pero en los números al inicio parece que intenta decir, con ayuda, los dos primeros, pero luego se bloquea y no continua con el conteo. Tanto la denominación, como la repetición de palabras o frases están gravemente afectadas. La comprensión lectora está muy comprometida y la lectura en voz alta la realiza con muchas dificultades, encontrándonos con actitudes de frustración y de no querer seguir intentándolo. Por último, la capacidad de escritura en espontáneo y dictado está altamente afectada y en copia, lo intenta, pero no hace trazos correctos.
Diagnóstico logopédico: Afasia global.
Se propone al paciente y su familia realizar intervención logopédica en el hospital dos veces por semana, realizando trabajo pautado en el domicilio. También se implanta un SAAC (sistema alternativo y aumentativo de comunicación) para facilitar el intercambio de información entre emisor-receptor para que el paciente gane calidad de vida y autonomía en las primeras fases hasta que vayan mejorando los procesos del lenguaje. Para ello, nos ayudamos de un cuaderno de imágenes con palabras de la información esencial para él y su familia (personas de su entorno, necesidades básicas, calendario, lugares más frecuentes y temas de interés). El entrenamiento de dicho SAAC se hará junto a su esposa, para poder generalizar su uso fuera del ámbito clínico y por lo tanto ese trabajo diario ayudó a la mejora de la comunicación.
Discusión (con literatura comparada)
El Plan de Acción Europeo de Ictus de 2018-2030 propone una visión global de la enfermedad desde la promoción de la salud, prevención, intervención en la fase aguda, rehabilitación y cuidados a largo plazo (10).
La importancia que reside en este caso clínico, fue la tardanza con la que los familiares acudieron a un servicio sanitario para la valoración del paciente en los dos casos. Posiblemente en el primer episodio había desconocimiento por parte de la familia de los síntomas característicos del ictus. En la actualidad hay un mayor conocimiento de los mismos. Esto es gracias a las campañas de promoción y concienciación donde se informan de los signos de alarma característicos y pautas de actuación. El tratamiento de la fase aguda gracias al Código Ictus establecido en la mayor parte de comunidades autónomas, da lugar a una intervención rápida y eficiente por parte de los servicios de emergencia, reduciendo las secuelas y mortalidad (10).
Posiblemente nuestro paciente no acudió a urgencias en su segundo episodio, ya que no reconocía problema de salud en su estado, y su mujer tampoco sospechó un ictus puesto que se trató de unos síntomas poco comunes.
Cuando los síntomas son detectados en las primeras horas, se objetiva que se trata de un ictus isquémico y no hay contraindicaciones para ello se activa el Código Ictus, realizando una intervención ya sea con medicación endovenosa o mediante trombectomia mecánica (en función del territorio cerebral afectado). Posteriormente se hace seguimiento en la unidad de ictus, coordinada por neurólogos especialistas en patología cerebrovascular, donde gracias a ellos hay una reducción de la mortalidad y discapacidad. Finalmente, los médicos rehabilitadores se coordinan con otros especialistas (fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales, y en ocasiones neuropsicólogo y trabajador social) para establecer un plan de tratamiento tras el alta (10). Sin embargo, hay desigualdades entre las comunidades autónomas de nuestro país, y no todas cuentan con este personal en el equipo (11).
El logopeda es el profesional que se encarga de la evaluación de las áreas del lenguaje afectadas y preservadas para hacer una posterior planificación de objetivos a conseguir con el tratamiento, proporcionando herramientas para una comunicación eficiente y la máxima recuperación de las capacidades lingüísticas. Por otro lado, también hacen un acompañamiento al paciente y su familia para animar en el proceso y lograr los objetivos, adaptándolos a sus necesidades (12). Este último punto, es de gran importancia ya que es uno de los principales motivos por los que en la primera rehabilitación logopédica apenas hubo margen de mejora. Por esto mismo, la esposa de nuestro paciente participó en las consultas, aprendió (junto con el paciente) cómo realizar los ejercicios para aplicarlos en casa y el modo de empleo del cuadernillo de comunicación. El objetivo fue darle más oportunidades de comunicación, limitando el uso de gestos.
Conclusiones
El Código Ictus es un protocolo establecido ante la llegada al servicio de urgencias de un paciente con unos síntomas neurológicos agudos secundarios a un ictus isquémico.
Es muy importante realizar educación en salud poblacional, para reducir el número de pacientes que consultan tardíamente ante estos síntomas, aumentando con ello la probabilidad de curación y disminuyendo por tanto las secuelas y la mortalidad de esta patología.
El trabajo por parte del logopeda en el caso de afección de las áreas del lenguaje es imprescindible para mejorar la calidad de vida del paciente. Proporcionar herramientas para la comunicación ayuda a evitar el aislamiento social que se produce en muchas ocasiones, pudiendo realizar, en muchos casos, una vida prácticamente normal.
Referencias
1. Parra Bolaños N, Benjumea Garcés JS, Gallego Tavera SY. Características neuropsicológicas y neurofisiológicas de los distintos tipos de Afasias. Revista Chilena de Neuropsicología. 2017;12(2):38-42
2. Forero LV, Bernal MP, Aguilar O, Quique YM. Tratamiento de la afasia en hispanohablantes. Revista de Investigación en Logopedia. 2023;13(1):e81535.
3. Martínez-Cáceres M, Rubio-Duarte MC, Portilla-Portilla EM, Zambrano-Medina NA, Llanos-Redondo A, Pérez-Reyes GV, et al. La hipertensión arterial como factor de riesgo de Enfermedad Cerebro Vascular como primera causa de afasia. Revista Latinoamericana de Hipertensión. 2022;17(2):1-10.
4. Goldstein LB. Enfermedad cerebrovascular isquémica. Hipertensión. 2017;90:32.
5. Simón Marqués GB, Alcalde Martínez S, Pérez Mora AP, Perales Martínez P, Allué Tamargo L, Aznar Heras M. Prevalencia y aspectos diferenciadores de ACV isquémicos y hemorrágicos atendidos en el hospital «Obispo Polanco» de Teruel. Revista Sanitaria de Investigación. 2024;5(7).
6. Díaz-Guzmán J, Egido-Herrero JA, Fuentes B, Fernández-Pérez C, Gabriel-Sánchez R, Barberá G, et al. Incidencia de ictus en España: estudio Iberictus. Datos de estudio piloto. Revista de Neurología. 2009;48(2):61-5.
7. Ardila A. Las afasias [Internet]. 2019 [citado 15 de agosto de 2025]. Disponible en: https://aalfredoardila.wordpress.com/wp-content/uploads/2018/12/2019-Ardila-A-Las-afasias.pdf
8. Arana E, Jiménez M, González M, Garcés J. Afasias y trastornos del habla. Medicine – Programa de Formación Médica Continuada Acreditado. 2011;74(74):5035-41.
9. Herrero S, Pérez A, del-Barrio A, Escribano D, Fábregas L, Abad MJ. Abordaje de la comunicación en un caso de afasia global. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology. 2016;1(2):267-76.
10. Villarreal-Escudero J, Barón-Bermejo J, Segura-Toro L, Galiano-Moreno M. Logros y retos en la atención del ictus en España: desde la estrategia del sistema nacional de salud al plan de acción europeo. Revista Española de Salud Pública. 2021;95:e21.
11. Alonso de Leciñana M, Morales A, Martínez-Zabaleta M, Ayo-Martín Ó, Lizán L, Castellanos M. Características de las unidades de ictus y equipos de ictus en España en el año 2018. Proyecto Pre2Ictus. Neurología. 2020;38(3):173-80.
12. Martinell M. Intervención logopédica en la afasia. Sobre ruedas. 2013;83:4-8.
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Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
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Han preservado las identidades de los pacientes.