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Depresión, desesperanza e intento de suicidio

integrantes en la familia, tratamiento psiquiátrico previo, ingreso mensual promedio, mostrándose en la tabla 1.

La gravedad de la depresión, usando la Escala de depresión Montgomery-Asberg en los pacientes, fue positiva en 15 de los casos (50%) con intento de suicidio, en el grupo sin intento de suicidio, la depresión fue positiva en 4 de los casos (13.3%), siendo significativa la correlación de la depresión, al intento de suicidio (p =0.002). La gravedad de la desesperanza, usando la Escala de desesperanza de Beck en los pacientes con intento de suicidio, fue positiva en 11 de los casos (36.6%) con intento de suicidio, y en el grupo sin intento de suicidio fue positiva en sólo 1 caso (3.33%), siendo significativa la correlación de la desesperanza, al intento de suicidio (p =0.001), como se muestra en la tabla 2.

DISCUSIÓN

En México la información disponible sobre el tema de suicidio se obtiene de las Estadísticas de mortalidad y corresponde a todas aquellas defunciones ocurridas directamente por lesiones autoinfligidas intencionalmente, con base en estos principios se tiene que en 2010 se registraron 5 mil 012 suicidios en el territorio nacional y a pesar de que comparado con otras naciones México figura con tasas bajas de mortalidad por esta causa, es posible advertir que el indicador presenta una tendencia creciente, ya que en el periodo de 1990 a 2010 su valor prácticamente se duplicó, al pasar de 2.3 a 4.5 suicidios por cada 100 mil habitantes. 3,9

En las investigaciones previas, alrededor del 75% de los casos de intento de suicidio de la Encuesta Nacional Epidemiología Psiquiátrica, reportaron antecedentes de algún trastorno psiquiátrico, siendo por lo tanto una estrategia básica para evitar intentos de suicidio, identificar y estudiar los trastornos mentales. Entre los factores de riesgo para la conducta suicida, Kessler, describe el que ha recibido más atención en los estudios epidemiológicos, y también de interés principal para la realización de esta investigación, es la presencia de trastornos mentales, ya que se ha observado que 90 a 98% de las personas que intentan suicidarse padecía algún trastorno mental en el eje I, de acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). Borges describe como México necesita ya dedicar mayores esfuerzos a la detección, tratamiento y prevención del intento de suicidio para evitar futuros incrementos en el mismo y en sus consecuencias. 11, 39 Con estos antecedentes, y dado que en nuestro Unidad Médica de Alta Especialidad número 22 IMSS, no contamos con datos previos sobre el intento de suicidio, se realiza este estudio con el fin de aportar datos que permita una mejora en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes atendidos en nuestra unidad. En este estudio con pacientes con el diagnóstico psiquiátrico de Trastorno depresivo mayor, uno de los principales hallazgos fue el resultado positivo de la gravedad de la desesperanza, y de la gravedad de la depresión en pacientes con intento de suicidio, en comparación a pacientes sin intento de suicidio. El hallazgo de gravedad de desesperanza y depresión, coincide con los resultados, en la mayoría de los estudios, que señalan a ambas como factores de riesgo.

En cuanto a la desesperanza, el autor Mondragón ha postulado que constituye un eslabón indispensable entre la depresión y el suicidio. 21 Aunque la depresión y la desesperanza son factores de riesgo aceptados, pocos autores han estudiado las características de estas variables o la relación entre ambas. En un estudio prospectivo de pacientes con trastorno afectivo mayor, Michael et al 45 señalaron que la desesperanza tiene un factor de riesgo, y que la desesperanza basal predice los futuros intentos de suicidio. En esta misma línea, la variable que mejor identificaba a los pacientes con intento de suicidio en nuestro estudio, fue la gravedad de la depresión, y la gravedad de la desesperanza. Por lo tanto, la desesperanza y la depresión, ambas son factores de riesgo para el intento de suicidio en pacientes con Trastorno depresivo mayor. En cuanto a la relación entre desesperanza y depresión, debe señalarse en primer lugar que la desesperanza está incluida en la definición de depresión dado que puede ser uno de sus síntomas.

La desesperanza y la depresión normalmente coexisten, y la primera raramente se evidencia en ausencia de tristeza. Berenzon 20 ha hallado una correlación entre la desesperanza y la depresión. Se ha hipotetizado que la desesperanza y la depresión forman parte de un continuum que va desde una vulnerabilidad psicológica, que favorece la desmoralización como una forma de desesperanza, y que con frecuencia lleva a la depresión Suominen. 37 Arlaes ha señalado que la emergencia de la depresión produce un aumento de la desesperanza. 28

En el presente estudio, se obtuvo una p=0.002 en relación al intento de suicidio con la gravedad de la depresión, lo que demuestra que los trastornos afectivos pueden ser considerados como predictores del intento de suicidio, de esta forma el resultado concuerda con la literatura internacional (Petronis y cols). Se obtuvo una p=0.001 en relación al intento de suicidio con la gravedad de la desesperanza, lo que demuestra que puede ser considerada como predictor del intento de suicidio, de esta forma el resultado concuerda con la literatura internacional (Mondragón y cols), que no predice la severidad de un intento, pero que tiene una relación positiva con este, y citando a Joaquín y colaboradores: a mayor nivel de desesperanza, mayor frecuencia e intensidad de ideaciones suicidas y mayor probabilidad, por tanto, de materializar una conducta suicida.

En el estudio, se obtuvo que la mayor parte de la muestra fueron mujeres, con un escolaridad secundaria completa, este dato por sí mismo representa un factor que incrementan el riesgo de presencia de depresión y de desesperanza, que concuerda con la literatura internacional (Kuehner y cols). En los diferentes estudios sobre el intento de suicidio, se han encontrado factores de riesgo que involucran la edad, el nivel socioeconómico, la escolaridad, el tratamiento psiquiátrico previo, estado civil, el número de hijos, si la persona vive acompañada o no, sin embargo en el presente estudio no se encontró asociación significativa entre en el intento de suicidio y las variables sociodemográficas. 15-22

Carroll y colaboradores, describieron que el