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El consumo de café como factor protector en el desarrollo de enfermedad hepática

El consumo de café como factor protector en el desarrollo de enfermedad hepática

Autora principal: Gimena Álvarez Fallas

Vol. XX; nº 12; 703

Coffee consumption as a protective factor in the development of liver disease

Fecha de recepción: 13 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 17 de junio de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 12 – Segunda quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 12; 703

Autores:

Gimena Álvarez Fallas, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Mariana Araya Murillo, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Deborah Sofía Mora Angulo, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Tracy Paola Pérez Herrera, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Clarice Mayela Reynolds Enríquez, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Antonella Terranova Rodríguez, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica
Mike Sandoval Barrientos, Médico egresado de la Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro Montes de Oca San José, Costa Rica

Resumen

La bebida como el café es de las más «populares» del mundo. Se ha demostrado que el consumo de café beneficia la salud en general y la salud del hígado en particular. Este artículo revisó los estudios realizados sobre efectos de la ingesta de café en el desarrollo y progresión de la enfermedad hepática debido a diversas causas. Se encontró información sobre los supuestos mecanismos por los cuales el café ejerce el efecto protector.
El consumo de 2 tazas de café al día protege contra la progresión de casi todas las formas de enfermedad hepática. Los mecanismos habituales implicados son la prevención de la fibrosis, la carcinogénesis y el efecto antioxidante. La incidencia de fibrosis avanzada y cirrosis es menor entre los consumidores de café. El riesgo de carcinoma hepatocelular también es menor en los consumidores de café en comparación con la población que no consume café. Los efectos protectores son independientes de la etiología de la enfermedad hepática y son más pronunciados en la enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Numerosos estudios han demostrado que la cafeína oral tiene efectos preventivos y terapéuticos sobre diversas enfermedades hepáticas. Sin embargo, la investigación actual sobre la dosis de cafeína sigue siendo controvertida. En el futuro, la cafeína podría desarrollarse como fármaco para prevenir y tratar enfermedades hepáticas. Para esta revisión se utilizó una búsqueda en los últimos 10 años utilizando café y enfermedad hepática como palabras clave en la base de datos de PubMed.

Palabras clave

café, enfermedad hepática

Abstract

Coffee is one of the most «popular» beverages in the world. Coffee consumption has been shown to benefit health in general and liver health in particular. This article reviewed studies conducted on the effects of coffee intake on the development and progression of liver disease due to various causes. Information was found on the putative mechanisms by which coffee exerts the protective effect. Consumption of 2 cups of coffee per day protects against the progression of almost all forms of liver disease. The usual mechanisms involved are prevention of fibrosis, carcinogenesis and antioxidant effect. The incidence of advanced fibrosis and cirrhosis is lower among coffee drinkers. The risk of hepatocellular carcinoma is also lower in coffee consumers compared to the non-coffee consuming population. The protective effects are independent of the etiology of liver disease and are most pronounced in alcohol-related liver disease. Numerous investigations have shown that oral caffeine has preventive and therapeutic effects on various liver diseases. However, current research on caffeine dosage remains controversial. In the future, caffeine could be developed as a drug to prevent and treat liver diseases. Future research should focus on identifying explicit dosage and mechanisms. A search of the last 10 years using coffee and liver disease as keywords in the PubMed database was used for this review.

Keywords

coffee, liver disease

Introducción

Dado que existen diferentes bebidas que contienen cafeína, el consumo de café es frecuentemente consumido en la mayoría de las personas y surge la duda si existe alguna relación sobre el desarrollo de algún tipo de enfermedad hepática.

La cafeína es una sustancia rica en antioxidantes y nutrientes, su sabor depende de la forma en que sea procesado y se determine el término o tueste que se desee así como una serie de métodos para poder preparar este tipo de bebida. Se ha demostrado que el café y el efecto de la cafeína, tiende a ser más protector que dañino no solo a nivel de hígado sino a nivel de corazón, cerebro y enfermedades metabólicas. En uno de los estudios se advierte sobre el consumo excesivo de cafeína por posible incremento de grasa visceral hepática, además, precaución sobre el consumo de café y efectos adversos en poblaciones más jóvenes y en mujeres embarazadas. Se sugiere beber más de dos tazas de café o té al día para reducir el riesgo de este tipo de enfermedades especialmente en poblaciones con factores de riesgo como lo es el alcohol, sobrepeso y diabetes. Este artículo revisó los estudios realizados sobre efectos de la ingesta de café en el desarrollo y progresión de la enfermedad hepática debido a diversas causas. El consumo de café se asocia con una mejora de las enzimas hepáticas (ALT, AST y GGT), especialmente en personas con riesgo de enfermedad hepática. Se encontró información sobre los supuestos mecanismos por los cuales el café ejerce el efecto protector. Adicionalmente, se menciona la evidencia clínica del beneficio del consumo de café en la enfermedad del hígado graso no alcohólico y otras afectaciones, resumiéndose en ese efecto protector e incluso, el uso de cafeína como posible tratamiento en la progresión de enfermedades ya establecidas.

Metodología

Para esta revisión se realizó una búsqueda en los últimos 10 años utilizando café y enfermedad hepática como palabras claves en la base de datos de PubMed. Se tomó información de dos artículos principalmente del 2022 y 2016 en el idioma de inglés.

¿Qué es el café?

El café es una bebida que suele tomarse caliente o fría, acompañada de otras sustancias, entre ellas la cafeína como una de sus principales importantes en ese efecto protector. Químicamente, la cafeína es una metilxantina. Se absorbe alrededor de los 45 minutos después de su ingesta y se distribuye en los diferentes órganos. En el hígado, la cafeína es metabolizada por el citocromo P450 y sus metabolitos paraxentina, teofilina y teobromina, metabolizados eventualmente en ácido úrico hasta ser excretada por la orina. La vida media en adultos suele ser de 2-4 horas pero podría variar entre una persona y otra. Es una bebida que suele tomarse caliente o fría y se puede encontrar en otras presentaciones como en ciertos tipos de té, bebidas comerciales y suplementos en general.

Mecanismo de acción del café

La cafeína es el ingrediente activo farmacológico y su estructura química contiene un anillo de purina similar a la adenosina y a un antagonista natural selectivo de los receptores de adenosinas, por lo que en estudios realizados previamente, encontraron que tiene cierto efecto preventivo sobre la fibrosis hepática alcohólica en ratas, la cual, es la que se cree que interviene en vía de señalización cAMP- PKA, CREB.

El mecanismo de acción exacto de la cafeína sobre el hígado no está del todo claro. La cafeína es un antagonista natural no selectivo de la adenosina, que puede inhibir competitivamente la unión de la adenosina y los AR in vivo. El mecanismo por el cual la cafeína atenúa la fibrosis, podría estar relacionado con su inhibición competitiva de la unión de adenosina y AR, lo que es útil para reducir los niveles de citosinas fibróticas extracelular, por lo que en resumen, la cafeína, al competir contra la unión a la adenosina, competir contra las vías de señalización y generar ese efecto inhibitorio, colabora en la reducción de estructuras fibróticas y así, en el efecto protector sobre el desarrollo de alteración hepática.

Cafeína en la enfermedad hepática

Existe una serie de estudios que investiga sobre los efectos de la cafeína a nivel hepático, demostrando que sí se cuenta con resultados beneficiosos en aquellos que sí implementan el consumo diario de cafeína.

A nivel de los marcadores de función hepática, el consumo de cafeína se ha asociado a niveles más bajos de enzimas hepáticas (AST, ALT Y GGT), siendo este efecto mayor en pacientes con mayor riesgo de daño hepático. Quiere decir, aquellas personas con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad a nivel de hígado, que cuenten con algún factor de riesgo como el consumo excesivo de alcohol, sobrepeso y/o enfermedades metabólicas, resultan aún más beneficiados por su consumo. Siempre dejando claro que se debería de corregir estilos de vida para mayor efecto protector y evitar el progreso de una enfermedad de mayor grado.

Los artículos revisados dividen los resultados encontrados a la sobre el efecto de la cafeína según el tipo de enfermedad:

Café e hígado graso no alcohólico

La evidencia sugiere que el consumo tiene efectos protectores contra el síndrome metabólico y el desarrollo de enfermedad de hígado graso no alcohólico. Los estudios realizados en ratas, demuestran una disminución en las citosinas inflamatorias, modifica la expresión genética de tejido graso, protege contra el desarrollo de perfil metabólico secundario y disminuye la grasa hepática y la deposición de colágeno.

Café y fibrosis- cirrosis

Por medio de estudios variados, llegaron a la conclusión que los consumidores de café tenían menos probabilidad de desarrollar fibrosis hepática y/o cirrosis comparándolos con los que no consumían. Ya una vez establecida la enfermedad, tratamientos con altas dosis de cafeína durante un periodo de tiempo de 2 semanas, alivió la fibrosis hepática, la angiogénesis intrahepática y redujo la presión portal en un estudio realizado en ratas con cirrosis sin afectar la hemodinamia sistémica, respaldando el beneficio del uso del tratamiento con cafeína en paciente con cirrosis y así, ayudar sobre el progreso de la enfermedad ya una vez establecida.

Café y Hepatitis

Diversos estudios investigaron que el consumo moderado de café reduce el riesgo de hepatitis C crónica en pacientes con Hepatitis B crónica, debido a su efecto inhibitorio en la replicación contra la hepatitis C crónica.

Café y carcinoma hepatocelular

Dentro de los primeros estudios realizados, los resultados fueron negativos, ya que no se encontraba ninguna asociación. Sin embargo, ya una gran cantidad de estudios han demostrado el efecto protector de hasta un 40% en consumidores de café y desarrollo de carcinoma. Siendo mayor en aquellos con alto consumo de café; 3 tazas por día.

Precauciones en el consumo de café

La cafeína se encuentra de manera natural en una bebida como el café, de fácil acceso en la mayoría de la población y suele ser consumido diariamente por muchas personas. Existen otros productos que contienen dosis mucho más alta de cafeína y además, contienen otros ingredientes que podrían potenciar su efecto e incluso, llegar a ser dañino para la salud. En el caso del café, en tan solo dos tazas al día, se obtienen los efectos beneficiosos y se considera seguro un consumo de hasta 400 mg de cafeína al día. En promedio, una taza equivale a 10 g de café en grano y 5 g de café instantáneo. Los efectos protectores se han reportado con un consumo de hasta 4 a 6 tazas de café al día, siempre tomando preocupación y restricción en ciertas poblaciones como en niños, debido a los efectos secundarios de la cafeína (ansiedad, inquietud, etc) y en adultos jóvenes con un alto consumo, efectos como dolores de cabeza e insomnio, así como riesgo de dependencia, aún más si tienden a ser bebidas azucaradas, con aditivos y colorantes. Existen estudios que respaldan que un consumo elevado de cafeína, puede provocar efecto de dependencia similar a otras sustancias psicoactivas.

En dosis recomendadas, en algunos casos se podría esperar efectos secundarios leves en días que no sea consumido; suele presentarse síntomas más comunes como dolor de cabeza que tienden a resolver una vez que es consumida la cafeína.

Entre otros efectos, se encuentran: palpitaciones, temblores, agitaciones, molestias gastrointestinales, así como arritmias, isquemias, convulsiones y alucinaciones, que estos podrían presentarse desde un inicio en personas que no cuentan con una buena respuesta a la cafeína. En esos casos se recomendaría indagar en sus posibles causas y tomar medidas como suspensión en su consumo.

Un alto consumo de hasta 300 ml/ día, podría asociarse a un aumento de complicaciones cardiovasculares.

En adultos, los estudios sugieren que la ingesta de cafeína podría afectar directamente la deposición de grasa visceral y hepática (siendo estos importantes en enfermedad cardiometabólica). Por lo que es importante recalcar que su efecto es protector siempre y cuando no se llegue a un consumo excesivo de cafeína.

En mujeres embarazadas, aún se continúa investigando sobre el efecto del café en el embarazo o la lactancia y su efecto sobre el recién nacido. Con un consumo de alrededor de 300 mg/día, se podría asociar con mayor riesgo de retraso del crecimiento intrauterino y a largo plazo, podría haber mayor riesgo de obesidad infantil. Por lo que no es tan recomendado el consumo de café en aquellas mujeres que estén intentando concebir o ya estén embarazadas.

Conclusión

El café es beneficioso para la salud en general y particularmente para los pacientes con enfermedades hepáticas. Además, su consumo es accesible y frecuente en la mayoría de la población. El consumo de 2 tazas de café al día protege contra la progresión de casi todas las formas de enfermedad hepática. Los mecanismos habituales implicados son la prevención de la fibrosis, la carcinogénesis y el efecto antioxidante. La incidencia de fibrosis avanzada y cirrosis es menor entre los consumidores de café. El riesgo de carcinoma hepatocelular también es menor en los consumidores de café en comparación con la población que no consume café. Los efectos protectores son independientes de la etiología de la enfermedad hepática y son más pronunciados en la enfermedad hepática relacionada con el alcohol. Numerosos estudios han demostrado que la cafeína oral tiene efectos preventivos y terapéuticos sobre diversas enfermedades hepáticas. En humanos con una ingesta de cafeína de moderada a alta, las dosis diarias son de aproximadamente 10 a 20 mg/kg. Se estima que una persona adulta con peso promedio de 70 kg con una ingesta moderada de café, consume aproximadamente 400 mg de cafeína al día, lo que equivale a 6 mg/kg al día o tres tazas de café. En el futuro, la cafeína podría desarrollarse como fármaco para prevenir y tratar enfermedades hepáticas debido a los efectos que se han demostrado hasta el momento. Sin embargo, aún es necesario continuar con estudios e investigaciones sobre la dosis y el tipo de café más adecuado para alcanzar el efecto protector. Además, se debe tomar en cuenta las precauciones y efectos adversos en aquellos que tienden a consumir altas dosis de cafeína.

Se aconseja continuar recomendando mejoría en los estilo de vida en general, por medio de mayor actividad física, una alimentación balanceada y disminuir o eliminar el consumo de aquellas sustancias que podrían ser la causa del desarrollo de algún tipo de enfermedad hepática.

Se espera continuar ampliando aún más las investigaciones sobre la cafeína, no solo sobre su efecto a nivel de hígado sino sobre su efecto en todos los demás sistemas del cuerpo humano. Además, ya se cuenta con una parte de la población que sigue optando por suplementos o medicinas más naturales, esto podría ayudar a evitar a quienes cuentan con factores de riesgo o los que quieran prevenir en general.

Referencias bibliográficas

1. Shan, L., Wang, F., Zhai, D., Meng, X., Liu, J., & Lv, X. Caffeine in liver diseases: Pharmacology and toxicology. Frontiers in pharmacology, 13, 1030173. (2022). https://doi.org/10.3389/fphar.2022.1030173

2. Wadhawan, M., & Anand, A. C. Coffee and Liver Disease. Journal of clinical and experimental hepatology, 6(1), 40–46. (2016). https://doi.org/10.1016/j.jceh.2016.02.003

3. Van Dam, R. M., Hu, F. B., & Willett, W. C. Coffee, Caffeine, and Health. The New England journal of medicine, 383 (4), 369-378. 2020. https://doi.org/10.1056/NEJMra1816604

Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.