El consumo de pornografía y su relación con el comportamiento sexual
Autora principal: Marta Ruiz Gómez-Pimpollo
Vol. XV; nº 11; 508
The relation between the use of pornography and sexual behavior
Fecha de recepción: 03/05/2020
Fecha de aceptación: 29/05/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 11 – Primera quincena de Junio de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 11; 508
AUTORES:
Marta Ruiz Gómez-Pimpollo, Enfermera en Hospital de Tomelloso, Ciudad Real, España).
Sheyla Lampérez Ibáñez, (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España).
Eugenia Rodríguez Capote, (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España).
Ana Isabel Sánchez Bayón, (Enfermera en Hospital Miguel Servet de Zaragoza, España).
RESUMEN
Algunos estudios han descrito que los jóvenes incorporan ideas en su vida sexual real inspiradas en la pornografía, a priori esto no tiene por qué ser problemático, sin embargo, puede que no sea adecuado como primer recurso utilizado por los adolescentes en la educación sexual. Teniendo en cuenta la cantidad de pornografía con imágenes sexualmente violentas nos preguntamos cómo afecta el consumo de pornografía al comportamiento sexual, y si tiene alguna relación con la violencia sexual. Para ello realizamos una búsqueda bibliográfica durante el año 2019. En rasgos generales, hay discordancia entre los efectos reales del consumo de la pornografía, y sobre todo en su relación con la violencia sexual o comportamiento sexual agresivo. Sin embargo, son demasiado preocupantes los datos existentes acerca de la correlación positiva entre ambas variables. Existen algunas limitaciones en los estudios consultados como rangos de edad limitados, escasos estudios experimentales, y que algunos han sido realizados entre el año 2000 y 2002 cuando el acceso a la pornografía era muy limitado (mayores de edad, videoclubs y revistas). En conclusión, se podría decir que es necesario que sigamos investigando acerca de los efectos negativos de la pornografía en la cosificación de las mujeres, la agresión sexual, los comportamientos sexuales nocivos y las relaciones de pareja.
PALABRAS CLAVE: pornografía, violencia sexual, sexo, relaciones, comportamiento sexual, conducta sexual de riesgo, violación.
ABSTRACT
Some studies have described that young people incorporate ideas into their real sex life inspired by pornography. This does not have to be problematic, however, it may not be the best resource in the adolescents’s sex education. Taking into account the amount of pornography with sexually violent images, we ask ourselves how the consumption of pornography affects sexual behavior, and if it has any relation to sexual violence. To do this, we carried out a bibliographic search during 2019. In general, there is a disagreement between the real effects of the consumption of pornography, and especially in the relationship with sexual violence or aggressive sexual behavior. However, the existing data about the positive correlation between both variables is too worrying. There are some limitations in the studies consulted such as: limited age ranges, few experimental studies, and that some have been made between 2000 and 2002, then the access to pornography was very limited (limited access to the “videoclub” and magazines). In conclusion, it could be said that we need to continue investigating the negative effects of pornography on the objectification of women, sexual assault, harmful sexual behaviors and relationships.
KEYWORDS: pornography, sexual violence, sex, relationship, sexual behavior, rape, risky sexual conduct.
INTRODUCCIÓN
Entre 1998 y 2007, el número de sitios web pornográficos creció 1,800%. Para el 2004, las páginas pornográficas estaban teniendo tres veces más visitas que Google, Yahoo! y MSN Search juntos. En nuestro mundo post-Playboy, la pornografía ahora presenta degradación, abuso y humillación de personas en una forma nunca antes vista (DeKeseredy, W. 2015)
Según algunos estudios, en nuestro país el 33% de los menores han visto webs pornográficas y un 41% de los chicos de 12 a 17 años se informan de todo lo que tiene que ver con la sexualidad por internet (Alberola, P, 2018). Además, en un estudio cualitativo realizado en USA a niños entre 16 y 18 años, los participantes afirmaban que frecuentemente veían pornografía (incluso en el colegio) por entretenimiento, estimulación sexual durante la masturbación, con un propósito instructivo y simplemente por aburrimiento (Rothman, E et al, 2015).
Algunos estudios han descrito que los jóvenes incorporan ideas en su vida sexual real inspiradas en la pornografía, a priori, esto no tiene por qué ser problemático, sin embargo, la pornografía es el primer recurso utilizado por los adolescentes en la educación sexual. Muchos no saben reconocer que la pornografía es una fantasía y que no ha sido designada para ser educativa. Entre el 37% y el 88% de las escenas de la pornografía más común incluyen agresión física (como amordazar o dar “azotes”). Las mujeres son las más propensas a recibir esta agresión física, así como a ser sumisas, explotadas o manipuladas durante el acto sexual (Lim, M et al 2016).
Asimismo, una niña de 17 años comentaba en un cuestionario que en los videos pornográficos que ella veía también aparecía la denominada “humillación pública” en la que una mujer es atada desnuda a un palo y entonces un grupo de chicos la humillaba en público, pero ella no se podía quejar porque había dado su consentimiento al juego anteriormente (Rothman, E et al 2015)
Por otro lado, la pornografía es una forma de explotación dentro de la trata de seres humanos. En 2015, un 49% del total de las víctimas de trata, de las cuales el 70% eran menores, reportaron que las habían utilizado para grabar pornografía mientras estaban siendo esclavizadas (Bouché, V 2015). También, en diferentes testimonios de las víctimas de trata con fines de explotación sexual, podemos conocer que los tratantes utilizan la pornografía a menudo para hacerlos insensibles a los actos en los cuales se verán obligados a participar (Lydia Cacho, 2010).
METODOLOGÍA
Nos preguntamos cómo afecta el consumo de pornografía al comportamiento sexual, y si tiene alguna relación con la violencia sexual.
Realizamos una búsqueda bibliográfica en las siguientes bases de datos:
FUENTE | RESULTADOS DE BÚSQUEDA | DOCUMENTOS SELECCIONADOS |
PUBMED | 59 | 10 |
COCHRANE | 10 | 1 |
Las palabras clave o descriptores utilizadas han sido: pornography, sexual explicit media (SEM) sexual behavior, rape, sexual crime y sexual violence.
Los operadores utilizados han sido “AND” y “OR”
Criterios de inclusión
- Fecha de publicación entre 2000-2018 preferiblemente entre 2016-2019
- Idiomas: inglés y español
- Libre acceso al texto completo
- Estudios realizados en Europa, América Latina y Norte América.
- Estudios realizados con hombres y mujeres mayores de 13 años.
Criterios de exclusión
- Estudios enfocados en el consumo de sustancias por parte de consumidores de pornografía o sobre el tratamiento de la adicción a videos pornográficos.
- Consumo de pornografía infantil
- Consumo de pornografía LGTBI o en inglés llamada “men who have sex with men (MSM)”
RESULTADOS
Consultar anexo I para ver tabla resumen de las investigaciones revisadas.
Dada la gran variedad de estudios encontrados hemos decidido dividir los contenidos por categorías. La primera categoría es la pornografía y la violencia sexual. En esta categoría hemos seleccionado cuatro estudios, dos estudios cuantitativos, uno cualitativo y un metanálisis.
Podemos observar dos variantes dentro de los estudios, por un lado, investigadores han demostrado que la asociación entre la exposición de los hombres a medios que deshumanizan a las mujeres (entre ellos la pornografía) aumentaron sus ideas machistas significativamente dado que veían a la mujer como un objeto sexual. También se predijeron actitudes de violencia contra las mujeres más intensas en los consumidores de pornografía (Wirght, P et al, 2015)
Además, en el año 2000 se hizo un estudio cualitativo con 100 víctimas de abuso sexual que se alojaban en un pequeño centro para víctimas de violación en Estados Unidos durante un año. En este estudio el 28% de las encuestadas dijeron que sus abusadores usaron videos pornográficos y el 12% de ellas dijeron que durante la agresión el agresor las obligaba a imitar videos pornográficos. Un tercio de las mujeres de la muestra dijeron que sus abusadores usaban material pornográfico y que además el consumo de pornografía estaba claramente asociado con un abuso sexual más violento y sádico. Ninguna de las mujeres encuestadas pensaba que la pornografía disminuyera el nivel de violencia o la frecuencia de los abusos sexuales. Las investigadoras concluyeron que no podemos decir que la pornografía esté correlacionada con la violencia sexual pero sí que juega un papel muy importante (Kennedy, R, Kathleen, A, 2000)
Dentro de esta corriente de pensamiento y de evidencia de que la pornografía está relacionada con un empeoramiento o aumento de la frecuencia de violencia sexual, seleccionamos otro estudio que se realizó durante 4 años en estudiantes universitarios que tenían antecedentes de agresión sexual. Todos los alumnos de la muestra habían aumentado el consumo de pornografía, pero en el grupo en el que más se incrementó ese consumo también aumentaron mucho los pensamientos hostiles acerca de las mujeres (Thompson, M et al, 2015)
Finalmente, en el metanálisis realizado en 2009, resuelve la aparente discordancia en la literatura. Dado que existe una significación consistente entre la pornografía y las conductas sexuales agresivas contra las mujeres en los estudios no experimentales, y que son totalmente compatibles con los resultados de los estudios experimentales. Dentro de los estudios experimentales se confirma la teoría de que la pornografía más violenta está más asociada con la actitud violenta contra las mujeres que la pornografía no violenta. En los estudios no experimentales hay una fuerte significación en que tanto la pornografía no violenta como la violenta está asociada positivamente con actitudes de violencia contra la mujer. Finalmente concluyen que, aunque la pornografía y la agresión sexual estén relacionadas, para que el hombre agreda sexualmente a la mujer se deben dar más factores de riesgo aparte del consumo de pornografía; por otro lado, los investigadores afirman que los resultados de los estudios no experimentales también se pueden aplicar a la realidad, al igual que los experimentales (Hald, G et al, 2009)
La siguiente categoría es la pornografía y la conducta sexual de riesgo. Los estudios pertenecientes a esta categoría analizan variables como el uso de métodos anticonceptivos de barrera, y comportamiento sexual peligroso, dentro y fuera de la pareja. Dentro de esta categoría podemos observar discordancias.
Por un lado, un estudio realizado en 2002 (publicado en 2011) con estudiantes (hombres y mujeres) entre 16-20 años divididos en dos grupos (expuestos y no expuestos a la pornografía) concluyó que la exposición a la pornografía no está asociada con conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes, salvo los hombres consumidores de pornografía, en los que se observó que no usaban métodos barrera en sus relaciones (Luder, M et al 2011). Hemos encontrado otro estudio, realizado en 2015 que mide el efecto de la pornografía en el comportamiento sexual de jóvenes 18-26 años de dos culturas diferentes (polaca y alemana). Este estudio concluye que la pornografía y el comportamiento sexual de los jóvenes está relacionado, pero no necesariamente provoca un incremento de las conductas de riesgo (sin protección, uso de juguetes sexuales, etc), sino que les sirve como inspiración (Martyniuk, U et al 2015)
Por otro lado, si se ha observado un empeoramiento de las conductas sexuales de riesgo en las mujeres adolescentes consumidoras de pornografía, en un estudio cualitativo realizado a 990 mujeres entre 14 y 24 años, debido al aumento de prácticas como la penetración anal (47%) y oral violenta. Un tercio de las adolescentes habían tenido sexo anal y cuatro de cinco habían practicado el sexo oral. Por otro lado, también se ha observado que la pornografía provoca sensaciones muy diferentes, por un lado, placer, entretenimiento y curiosidad, y por otro, efectos adversos como ansiedad, enfado y asco (Rogala, C, Tanja, T. 2002)
Por último, encontramos una revisión bibliográfica realizada en 2016 que nos resume que el impacto de la pornografía en la salud sexual y el bienestar sigue siendo incierto. La evidencia disponible sugiere que la pornografía tiene un efecto sobre nuestro comportamiento, a veces a niveles problemáticos. Sin embargo, hay consumidores de pornografía que no han sufrido ningún tipo de efecto negativo e incluso han observado resultados beneficiosos de la misma. Además, exponen que es difícil determinar una relación causal entre la visualización de pornografía y un comportamiento sexual determinado, porque normalmente la elección de ver pornografía la toma alguien con unas determinadas características, entre ellas un fuerte deseo sexual.
La siguiente categoría se titula efectos negativos de la pornografía y en ella se encuentran dos estudios. En el primero de ellos, realizado con 23 adolescentes en 2015, los adolescentes aportaron sus experiencias acerca del impacto que ha tenido la pornografía en sus relaciones. A continuación, resumimos algunas de ellas (Rothman, E et al, 2015):
- Mujer cuenta que su novio la obliga a hacer una posición “pornográfica” pero ella se sentía como si la estuviera violando porque no se podía mover.
- Hombre adolescente opina que a veces la pornografía le resulta “incómoda” porque insultan mucho a las mujeres.
- Hombre obliga a su novia a ver videos con él para que ella “aprenda”.
- Adolescente graba relación sexual con su novia sin su permiso.
- Adolescente graba relación sexual con permiso de su novia, pero se desconoce si ella es menor de edad.
Otro estudio realizado en 2016, nos informa de que la frecuencia del consumo de pornografía en internet no está correlacionada generalmente con las funciones psicosociales, pero hay una significación positiva con el nivel de adicción a la misma. La adicción a la pornografía sí está asociada con peores funciones psicosociales y problemas con el abuso de sustancias, en especial el uso de los videojuegos (Harper, C, Hodgins, D. 2016)
La última categoría es titulada la pornografía y el impacto en las relaciones románticas. Hemos analizado un estudio de 2016 en el que concluyen que, aunque el consumo de pornografía en pareja se ha relacionado con el aumento de la satisfacción en la relación romántica, no ha supuesto una mejoría en el ámbito sexual de la pareja. Por otro lado, las parejas en las que ninguno de los dos consume pornografía tienen más satisfacción que en las que solo uno de los dos la consume (Minarcik, J et al 2016)
CONCLUSIÓN
En rasgos generales, hay discordancia entre los efectos reales del consumo de la pornografía, y sobre todo en su relación con la violencia sexual o comportamiento sexual agresivo. Sin embargo, en nuestra opinión son demasiado preocupantes los datos existentes acerca de la correlación positiva entre ambas variables.
Existen algunas limitaciones en los estudios. Primeramente, la mayoría tienen una muestra grande pero el rango de edad de la muestra está entre 14 y 25 años. Sería necesario que se hicieran investigaciones con una muestra con rango de edad más amplio, ya que puede ser que las consecuencias reales del consumo de pornografía aparezcan de forma tardía en sujetos adultos (25 años en adelante).
Por otro lado, también contamos con la limitación de que existen escasos estudios experimentales. Esto es debido a que es muy difícil contar con un grupo control que no haya sido expuesto a la pornografía. Cada vez es más habitual que circulen videos con carácter sexual explícito entre los grupos de WhatsApp de los adolescentes y jóvenes. Además, habría que tener en cuenta que las personas adictas a la pornografía o que consumen diariamente tienen unas características personales determinadas, como por ejemplo, una búsqueda de sensaciones intensas y deseo sexual. A su vez, estas dos características se ven incrementadas por el mayor consumo de pornografía.
Otra limitación es que algunos estudios revisados se han realizado entre el año 2000 y 2002, y en ese momento la pornografía se consumía en forma de vídeos (sacados de videoclub donde normalmente se revisaban los documentos de identidad) y “revistas para hombres”. Fue entre 2002 y 2004 cuando los Smartphone se esparcieron y fueron llegando a manos de jóvenes y adolescentes, siendo el lanzamiento del iPhone y de iOS en 2007 lo que dio lugar a la revolución de la industria del teléfono inteligente. La tecnología ha cambiado, no solamente el contenido de la pornografía, también el cómo, cuándo, y a qué edad se consume. Los videos se han adaptado a nuevos formatos, ahora son más cortos y con mayor potencia erótica. Por lo tanto, consideramos que los estudios anteriores a esta fecha pueden no ser relevantes o prácticos para el mundo en el que vivimos hoy.
La pornografía deshumaniza a las mujeres, y aunque en algunos estudios no se haya observado una relación directa con la agresión sexual, coincidimos con Wirght, P et all al considerar que la cosificación de la mujer por parte de los hombres da lugar a una actitud machista y deshumanizante en la relación con ellas, aunque no llegue a ser sexualmente agresiva. Como hemos podido ver, muchos adolescentes han sufrido los efectos de la pornografía en sus relaciones, llegando a grabar sus relaciones sexuales, practicando posturas imposibles y dejando de usar métodos anticonceptivos barrera.
En conclusión, se podría decir que es necesario que sigamos investigando acerca de los efectos negativos de la pornografía en la cosificación de las mujeres, la agresión sexual, los comportamientos sexuales dañinos y las relaciones de pareja. Por otro lado, es necesario que los adolescentes tengan una educación sexual adecuada desde sus familias cuando empiecen a desarrollar el deseo sexual, y que el sexo deje de ser un tema “tabú” en el entorno familiar, para que no tengan la necesidad de buscar respuestas a sus preguntas en videos deshumanizantes, fantasiosos y muchas veces violentos, sino en personas con información sexual adecuada y sana.
Por último, los profesionales sanitarios debemos estar preparados para saber detectar los síntomas de adicción a la pornografía y también para ofrecer información sobre relaciones sexuales sanas, tanto a padres como a adolescentes y jóvenes.
BIBLIOGRAFÍA
Alberola, P (2018). El consumo de pornografía aumenta entre los menores y dispara los problemas sexuales. Lugar de publicación: www.levante-emv.com. [Disponible en: https://www.levante-emv.com/castello/2018/12/26/consumo-pornografia-aumenta-menores-dispara/1813694.html]
Bouché, V. (2015). A report on the use of technology to recruit, groom and sell domestic minor sex trafficking victims. Lugar de publicación: https://www.thorn.org/. [Disponible en: https://www.thorn.org/wp-content/uploads/2015/02/Survivor_Survey_r5.pdf]
Cacho, L, (2010), Esclavas del poder. Un viaje al corazón de la trata sexual de mujeres y niñas en el mundo. México DF, México, Gibralfaro.
Countryman-Roswurm, Karen (2017). Primed For Perpetration: Porn And The Perpetuation Of Sex Trafficking. Lugar de publicación: https://fightthenewdrug.org/. [Disponible en Http://Fightthenewdrug.Org/Fighting-Sex-Trafficking-Absolutely-Includes-Fighting-Pornography/
DeKeseredy, W. (2015). Critical Criminological Understandings Of Adult Pornography And Women Abuse: New Progressive Directions In Research And Theory. International Journal For Crime, Justice, And Social Democracy, 4(4), 4-21.
Hald, G, Malamuth,N and Yuen,C (2009). Pornography and Attitudes Supporting Violence Against Women: Revisiting the Relationship in Nonexperimental Studies. Aggressive Behavior, 35, 1–7
Harper,C and Hodgins,D (2016). Examining Correlates of Problematic Internet Pornography Use Among University Students. Journal of Behavioral Addictions 5(2), 179–191
Wright, P and Tokunaga, R (2016) Men’s Objectifying Media Consumption, Objectification of Women and Attitudes Supportive of Violence Against Women. Arch Sex Behav, 45, 955–964
Kennedy R, and Kathleen, A (2000) Exploring the Connection Between Pornography and Sexual Violence. Violence and Victims, 15(3)
Lim,M, Carrotte,E and Hellard, M (2016). The impact of pornography on gender-based violence, sexual health and well-being: what do we know? J Epidemiol Community Health 70(1)
Luder, M, Pittet, I. Berchtold, A, Akré, C, Michaud, P, and Surís, J (2011). Associations Between Online Pornography and Sexual Behavior Among Adolescents: Myth or Reality? Arch Sex Behav 40, 1027–1035
Martyniuk, U, Briken, P, Sehner, S, Richter-Appelt, H, and Dekker, A (2016). Pornography Use and Sexual Behavior Among Polish and German University Students. Journal of Sex & Marital Therapy, 42(6), 494-514
MINARCIK, J, WETTERNECK, C, and SHORT, M (2016). The effects of sexually explicit material use on romantic relationship dynamics. Journal of Behavioral Addictions 5(4), 700–707
Rogala,C and Tydén,T (2003). DOES PORNOGRAPHY INFLUENCE YOUNG WOMEN’S SEXUAL BEHAVIOR? Women’s Health Issues, 13 39–43
Rothman,E, Kaczmarsky,C, Burke,N, Jansen,E and Baughman,A (2015). “Without Porn…I Wouldn’t Know Half the Things I Know Now”: A Qualitative Study of Pornography Use Among a Sample Of Urban, Low-Income, Black and Hispanic Youth. J Sex Res, 52(7), 736–746
Thompson, M, Kingree, J.B, Zinzow, H, and Swartout, K (2015). Time-varying Risk Factors and Sexual Aggression Perpetration among Male College Students. J Adolesc Health 57(6), 637–642
ANEXO 1.
Tabla resumen de los estudios incluidos en la revisión bibliográfica ordenados por categoría (elaboración propia)
Título del estudio | Autor/es | Categoría | Resultados principales | Año de publicación |
Exploring the Connection Between
Pornography and Sexual Violence
|
RaquelKennedy Bergen
Kathleen A. Bogle
|
Pornografía y violencia sexual
|
El 28% de las encuestadas dijeron que sus abusadores usaron videos pornográficos y el 12% de ellas dijeron que durante la agresión el agresor imitaba videos pornográficos. | 2000 |
Men’s Objectifying Media Consumption, Objectification of Women,
and Attitudes Supportive of Violence Against Women
|
Paul J. Wright
Robert S. Tokunaga
|
Pornografía y violencia sexual
|
La asociación entre la exposición de los hombres a los medios cosificantes de las mujeres como la pornografía, revistas para adultos y series de televisión, y la actitud machista fueron mediadas por sus ideas de mujer como objeto sexual. Los medios cosificantes aumentan significativamente las idea de mujer como objeto | 2015 |
Time-varying Risk Factors and Sexual Aggression Perpetration among Male College Students | Thompson, M, Kingree, J.B, Zinzow, H, and Swartout, K. | Pornografía y violencia sexual
|
La pornografía aumenta los pensamientos hostiles.
|
2015 |
Pornography and Attitudes Supporting Violence
Against Women: Revisiting the Relationship in Nonexperimental Studies |
Gert Martin Hald Neil M. Malamuth and Carlin Yuen | Pornografía y violencia sexual
|
La pornografía es un factor de riesgo de la agresión sexual, pero se tienen que dar más factores, no solo el consumo de la misma, para que el hombre agreda.
|
2009 |
Associations Between Online Pornography and Sexual Behavior
Among Adolescents: Myth or Reality?
|
Luder, M, Pittet, I. Berchtold, A, Akré, C, Michaud, P, and Surís, J
|
Pornografía y conducta sexual de riesgo | La exposición a la pornografía no está asociada con conductas sexuales de riesgo entre los adolescentes | 2011 |
Pornography Use and Sexual Behavior Among
Polish and German University Students
|
Urszula Martyniuk, Peer Briken, Susanne Sehner, Hertha Richter-Appelt &
Arne Dekker
|
Pornografía y conducta sexual de riesgo
|
La pornografía y el comportamiento sexual de los jóvenes está relacionado, pero no necesariamente provoca un incremento de las conductas de riesgo, sino que les sirve más como inspiración. | 2015 |
DOES PORNOGRAPHY INFLUENCE YOUNG WOMEN’S
SEXUAL BEHAVIOR?
|
Christina Rogala, RNMa and Tanja Tyde´n, RNM, PhDb | Pornografía y conducta sexual de riesgo
|
Se ha visto un aumento de prácticas de riesgo como la penetración anal y oral en mujeres que consumen pornografía respecto a las que no lo hacen. También se comprueba que la pornografía provoca sensaciones negativas y positivas | 2002 |
The impact of pornography on
gender-based violence, sexual health and well-being: what do we know? |
Megan S C Lim, Elise R Carrotte, Margaret E Hellard | Pornografía y conducta sexual de riesgo
|
Impacto de la pornografía en la salud sexual y el bienestar es incierto. | 2016 |
“Without Porn…I Wouldn’t Know Half The Things I Know Now”: A Qualitative Study of Pornography Use Among a Sample Of Urban, Low-Income, Black and Hispanic Youth | Emily F. Rothman, ScD, Courtney Kaczmarsky, MPH, Nina Burke, MPH, Emily Jansen, MPH, and Allyson Baughman, MPH | Efectos negativos de la pornografía
|
“Mi novio me obliga a hacer una posición del porno pero me sentía como si me estuviera violando porque no me podía mover. “A veces la pornografía me resulta “incómoda” porque insultan mucho a las mujeres”. “Obligo a mi novia a ver porno conmigo para que “aprenda”. “Me grabó teniendo relaciones sin mi permiso” | 2015 |
Examining Correlates of Problematic Internet Pornography
Use Among University Students
|
Cody Harper y David C. Hodgins | Efectos negativos de la pornografía | Altos niveles de adicción a la pornografía están asociados con peores funciones psicosociales y problemas con el alcohol, cannabis, juegos y en particular el uso de videojuegos.
Se ve incrementado cuando se empieza a temprana edad y se consume cada día. |
2016 |
The effects of sexually explicit material use on romantic relationship dynamics
|
Jenny Minarcik, Chad T. Wetterneck y Mary B. Short | Pornografía y su impacto en las relaciones románticas | El consumo de pornografía en pareja se ha relacionado con el aumento de la satisfacción en la relación romántica pero no en las relaciones sexuales.
Las parejas en las que ninguno de los dos consume pornografía por separado tienen más satisfacción en la pareja que en las que uno de los dos consume. |
2016 |