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El Pie Diabético

El Pie Diabético

El llamado pie diabético es el resultado de la suma, en un mismo paciente, de la existencia de neuropatía y vasculopatía, pudiendo progresar a situaciones tan graves como la gangrena.

AUTOR

Irantzu Ripa Aisa

RESUMEN Y PALABRAS CLAVE

El llamado pie diabético es el resultado de la suma, en un mismo paciente, de la existencia de neuropatía y vasculopatía, pudiendo progresar a situaciones tan graves como la gangrena. Constituye, por tanto, una importante causa de morbimortalidad en los pacientes diabéticos, pudiendo llegar a la amputación o, incluso, en casos extremos, la muerte.

Por todo ello, la prevención o, en su caso, el tratamiento temprano, son de vital importancia para evitar estas complicaciones.

Palabras clave: pie diabético, prevención, tratamiento.

EL PIE DIABETICO

El pie diabético consiste en una alteración clínica, producida en diabéticos, al mantener cifras de glucosa en sangre más elevadas de lo normal. Se caracteriza por una disminución de la sensibilidad en el pie (neuropatía), acompañada, de una disminución de la circulación de la sangre (isquemia). Pudiendo, todo ello, producir ulceraciones en el pie.

DIAGNOSTICO

Para obtener unos buenos resultados en la evolución, lo primero es realizar un buen diagnóstico etiológico para, así, poder tratar la causa que nos ha llevado hasta esta situación.

Valoraremos la existencia de enfermedad vascular periférica y de neuropatía periférica.

Para la valoración de la enfermedad vascular periférica observaremos la piel, su color, su temperatura, la presencia de edema; después, palparemos los pulsos, (una ausencia de pulsos indica obstrucción arterial…). Por último, realizaremos el índice tobillo-brazo que nos indicara de manera más precisa el alcance del problema. consiste en calcular el cociente entre la presión arterial sistólica en el tobillo y la presión arterial sistólica en el brazo. Un valor superior a 0,9 es normal. En los casos de claudicación intermitente oscila entre 0,4-0,9 y ya en los casos de dolor en reposo es menor de 0,4.

Por otro lado, para la valoración de la neuropatía periférica, existen distintos sistemas, pero, por lo general valoraremos la sensibilidad perceptiva-táctil con el monofilamento de Semmes-Weinstein (presionaremos con el monofilamento en al menos 10 puntos de la planta del pie, y anotaremos la sensibilidad del paciente) y la sensibilidad vibratoria y térmica mediante el diapasón de 128 Hz.

TRATAMIENTO

Dependerá del estadio de la enfermedad. Existen diferentes escalas para valorar el pie diabético, una de ellas es la escala de Wagner, que presenta 6 estadios según el tipo de lesión:

– Grado 0 escala de Wagner: piel de riesgo, pero no hay presencia de lesiones.

– Grado 1 escala de Wagner: ulcera superficial.

– Grado 2 escala de Wagner: ulcera profunda, con afectación de ligamentos, tendones, y/o musculo; pero sin abscesos ni afectaciones óseas.

– Grado 3 escala de Wagner: ulcera profunda con abscesos y/o afectación ósea.

– Grado 4 escala de Wagner: gangrena localizada.

– Grado 5 escala de Wagner: gangrena extensa.

Así, en un grado 0, simplemente indicaremos al paciente pautas de cuidado e higiene del pie para evitar complicaciones.

En un grado 1 realizaremos la cura de la ulcera todos los días; llegando en un grado 2 a tener que desbridar el tejido necrótico, tomando cultivos para valorar la posible existencia de una infección, pautando el antibiótico más adecuado. En los grados 3,4 y 5, derivaremos al paciente a atención especializada de un hospital para la administración de antibioticoterapia endovenosa y valoración de posibles técnicas quirúrgicas.

PREVENCION

La prevención es lo más importante, evitando gran morbilidad y sufrimiento en los pacientes; además del ahorro económico y de recursos del sistema sanitario.

Lo primero será un buen control de la diabetes por parte del paciente, con niveles de glucemia controlados, abandono del tabaco y cuidados locales en los pies.

Dentro de los cuidados de los pies el paciente debe:

  • Inspeccionar diariamente los pies en busca de durezas, deformidades, ampollas, erosiones, heridas…
  • Lavarlos diariamente con jabones neutros, esponjas suaves y un especial cuidado en el secado, sin que queden restos de humedad.
  • Utilizar calcetines de tejidos neutros, como el algodón.
  • Usar calzado de buena calidad, adaptando el calzado al pie…inspeccionarlo antes de calzarse para evitar objetos extraños que puedan causar daños en la piel.
  • Corte de uñas recto, acudiendo al podólogo con regularidad.
  • Ante cualquier pequeña herida acudir a su médico o enfermera sin demora.

Nunca deben:

  • Caminar descalzos o con calzado que deje el pie al descubierto.
  • Tratarse las callosidades o heridas uno mismo.
  • Aplicar antisépticos.
  • Calentar los pies con fuentes de calor externas y/o directas.
  • Utilizar calcetines apretados.

CONCLUSIONES

El pie diabético es una patología común en los diabéticos, y que causa una gran morbilidad; pero, por otro lado, es fácilmente prevenible, por tanto, los profesionales de la salud debemos incidir en la educación del paciente para evitar la aparición de complicaciones.

BIBLIOGRAFIA

  • https://www.podoactiva.com/es/blog/pie-diabetico-consejos-y-tratamientos-para-prevenir-ulceras
  • Ester Armans Moreno, Pablo Ibáñez. Pie diabético y sus cuidados. Asociación española de enfermería vascular y heridas. 2012.
  • M. Garrido Calvo, P. Cía Blasco y P.J. Pinós Laborda. El pie diabético. Med Integral 2003;41(1):8-17.