El zinc en nuestra dieta: revisión bibliográfica
Autora principal: Susana Blanco Veiras
Vol. XIX; nº 9; 264
Zinc in our diet: literature review
Fecha de recepción: 01/04/2024
Fecha de aceptación: 30/04/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 9 Primera quincena de Mayo de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 9; 264
AUTORES:
- Susana Blanco Veiras, Dietista-Nutricionista en Centro de salud Fonsagrada-Becerreá, Lugo, Galicia, España
- Susana García Rodríguez. Dietista-Nutricionista, Lugo, España
- Verónica Antonia Méndez Vilabrille, Dietista-Nutricionista y Técnico de Laboratorio clínico en Hospital de Jarrio, Asturias, España
RESUMEN
El zinc es un oligoelemento esencial, que está presente en todas las células de nuestro cuerpo. Es el segundo nutriente mayoritario del organismo después del hierro, participa en muchos procesos metabólicos. Es necesario para que el sistema de defensa del cuerpo funcione correctamente. El zinc está presente en muchos alimentos. Los de origen animal como las ostras, carnes y pescados poseen mayor cantidad que los de origen vegetal como frutos secos y legumbres. La ingesta recomendada va a depender de la edad y de situaciones fisiológicas como embarazo y lactancia donde los requerimientos aumentan. Tener una homeostasis de zinc adecuada es esencial para un sistema inmunitario que funcione bien. El desequilibrio de zinc puede deberse no solo a una ingesta dietética insuficiente sino también a la actividad inalterada de las proteínas transportadoras de zinc y a la regulación de vías metabólicas que dependen de este mineral. Se han visto que el zinc tiene un papel importante en enfermedades como la depresión, la salud mental, la diabetes tipo II, infecciones, degeneración macular asociada a la edad o artritis reumatoide entre otros.
Palabras clave
“zinc”, “homeostasis del zinc”, “datos del zinc”, “zinc alimentación”.
ABSTRACT
Zinc is an essential trace element, which is present in all the cells of our body. It is the second major nutrient in the body after iron, it participates in many metabolic processes. It is necessary for the body’s defense system to function properly. Zinc is present in many foods. Those of animal origin such as oysters, meat and fish have a greater quantity than those of plant origin such as nuts and legumes. The recommended intake will depend on age and physiological situations such as pregnancy and lactation where requirements increase. Having adequate zinc homeostasis is essential for a well-functioning immune system. Zinc imbalance may be due not only to insufficient dietary intake but also to the unaltered activity of zinc transport proteins and the regulation of metabolic pathways that depend on this mineral. Zinc has been seen to play an important role in diseases such as depression, mental health, type II diabetes, infections, age-related macular degeneration or rheumatoid arthritis, among others.
Keywords
“zinc”, “zinc homeostasis”, “zinc facts”, “zinc diet”.
DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
INTRODUCCIÓN
Desde hace algunas décadas, se está viendo un aumento de la prevalencia de enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación. Entre ellas están patologías como la obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial etc.
Se ha sugerido que todas estas patologías podrían ser el resultado de una dieta desequilibrada e insalubre y un estilo de vida poco saludable con poca actividad física tirando hacia el sedentarismo.
Una nutrición adecuada y un cambio en el estilo de vida con una mayor actividad física son las recomendaciones para llevar a cabo para prevenir enfermedades crónicas y sobre todo las enfermedades cardiovasculares.
Características y funciones:
El zinc, el selenio, el cobre y las vitaminas A, E y C tienen funciones biológicas implicadas en el sistema inflamatorio y antioxidante pero también están implicadas en la prevención de enfermedades crónicas inflamatorias y sobre todo en las enfermedades cardiovasculares (1).
El zinc es un oligoelemento esencial, que está presente en todas las células de nuestro cuerpo. Es el segundo nutriente mayoritario del organismo después del hierro, participa en muchos procesos metabólicos como componente catalítico, reglamentario y estructural. El zinc se encuentra en las células, participa en su división y en su crecimiento. Es un cofactor primario para más de 300 enzimas en la que la gran mayoría de ellas participan en procesos inflamatorios. Es necesario para que el sistema de defensa del cuerpo funcione correctamente. Ayuda a nuestro sistemas inmune a luchar contra las bacterias y virus. El zinc es necesario para producir ADN que es el material genético de nuestras células. Por ello, tiene papeles clave en la regulación de la expresión génica formando parte de la estructura de 2500 factores de transcripción. También está involucrado en la regulación metabólica de la hormona del crecimiento y el sistema inmunitario. Participa en la cicatrización de las heridas y en el metabolismo de los carbohidratos y proteínas. El zinc es importante para los sentidos del olfato y del gusto. Durante el embarazo, la lactancia y la niñez, el cuerpo necesita zinc para crecer y desarrollarse correctamente. El zinc también aumenta el efecto de la insulina(1) (2) (3) (4) (5).
Fuentes:
El zinc está presente en muchos alimentos. Los de origen animal poseen mayor cantidad que los de origen vegetal. A continuación se detallan las principales fuentes (4) (6):
- Ostras
- Carne, pescado, aves, mariscos, como cangrejos y langostas: Carne de res, cerdo y cordero tienen más cantidad de zinc que el pescado y la carne de pollo contiene más zinc que el resto de blancas
- Judías y garbanzos
- Nueces, anacardos y almendras
- Granos enteros
- Huevos
- Productos lácteos: leche, yogur y queso
- Legumbres: alubias, lentejas y guisantes.
Las frutas y las verduras no son buenas fuentes, porque el zinc en las alimentos vegetales no está tan disponible para el consumo humano como el zinc de las fuentes animales. Por todo esto, las dietas bajas en proteínas y las dietas vegetarianas tienden a ser bajas en zinc (3) (2).
Absorción:
Al igual que es importe una buena ingesta a través de la dieta, también lo es que se absorba lo más eficientemente posible por lo que la absorción es importante. La absorción de Zinc depende de las necesidades del huésped, de como estén las reservas en el organismo.
Para la absorción se utiliza al menos una proteína transportadora, aumentando la absorción cuando los depósitos son inadecuados. Los fitatos y oxalatos de origen vegetal inhiben la absorción de zinc al igual que la de hierro. La absorción de zinc también se ve afectada en el caso de que haya un incremento desproporcionado de hierro, magnesio y calcio. Si hablamos de ayudar a la absorción, los potenciadores que ayudan a su absorción son alimentos de origen animal y la vitamina C (2).
Cantidad recomendada en la dieta:
La cantidad de zinc que se necesita depende de la edad (2) (4) (7).
- Del nacimiento hasta los 6 meses la cantidad recomendada es de 2 mg.
- Bebés de 7 a los 3años serian 3 mg
- De 4 a 8 años la cantidad recomendada es de 5 mg
- De 9 a 13 años la cantidad es de 8 mg
- A partir de los 13 años ya aumenta la cantidad a 11 mg
- En embarazo y lactancia son situaciones donde aumentan las ingestas a 12-13mg
Durante el embarazo y lactancia:
Como ya hemos dicho el zinc es fundamental para el crecimiento, el desarrollo y las necesidades durante el embarazo aumentan. La deficiencia produce en el feto malformaciones genéticas, incluidas la anencefalia y posiblemente el paladar hendido. Se llego a ver que incluso una leve deficiencia de zinc puede dar lugar a un deterioro de la función inmunitaria. Las mujeres con concentraciones bajas de zinc tienen mayor riesgo de aborto espontáneo, retraso del crecimiento fetal, hipertensión, preeclampsia, parto prematuro y hemorragia durante el parto (2) (7).
Los suplementos de zinc no suelen ser necesarios porque este mineral ya esta presente en los suplementos que se pautan durante esta etapa, pero si es el caso de una paciente con trastorno digestivo que afecte a la absorción o si es un embarazo gemelar sería conveniente acudir a su profesional sanitario para estudiar el caso y ver la posibilidad de suplementación (2) (6).
Las necesidades de zinc durante la lactancia son mayores que durante el embarazo. La leche materna se convierte en la única fuente dietética de este oligoelemento para los lactantes amamantados con lactancia materna y después de los primeros meses sigue siendo una fuente importante. En la lactancia el contenido de zinc de la leche materna disminuye drásticamente durante los primeros meses de 2-3 mg/día a 1 mg día después del tercer mes de nacimiento (2) (6).
Estudios sobre la ingesta de zinc:
Se han hecho estudios sobre la ingesta de Zinc en población adulta, estos estudios los ha hecho ANIBES (Antropometrometría, Ingest y Balance Energético en España) es un estudio español que evalúa la ingesta y el gasto en energía, la composición corporal y los patrones dietéticos en una muestra representativa nacional. Los datos de ingestas en la población adulta obtenidos fueron:
Las principales fuentes de zinc para toda la población fueron la carne y los productos cárnicos (28,5%; esta contribución fue menor en las personas de edad avanzada, 24,7%), cereales y granos (25,5%), y leche y productos lácteos (15,8%). Este último grupo proporcionó porcentajes más altos a los niños. El pescado (5,7%), las hortalizas (5,2%) y las comidas listas para comer (4,8%) completan la lista para llegar a más del 85% de la ingesta total de zinc. El pescado y las verduras ofrecen un porcentaje más alto a los grupos más viejos, mientras que las comidas listas para comer lo hicieron para los grupos más jóvenes (1).
En este estudio concluyeron que un porcentaje significativo de la población española de ANIBES no cumple con las ingestas recomendadas de zinc (5).
En todo el mundo, se estima que unos 2.000 millones de personas se ven afectadas por la deficiencia de zinc. En los países en desarrollo, la deficiencia de zinc es la quinta causa principal de la pérdida de años de vida saludable. En los países industriales, casi el 30% de la población de edad avanzada tiene deficiencia de zinc (6).
Carencia:
La deficiencia de zinc se descubrió en la década de 1960, después de este descubrimiento pronto se ha empezado a indagar más sobre los efectos que produce ese déficit (6).
En el caso de los bebés y los niños, la deficiencia de zinc causa diarrea, retraso en el crecimiento y falta de apetito Los bebés y los niños que han tenido una deficiencia de zinc podrían tener problemas reproductivos cuando sean adultos. La deficiencia de zinc ocasiona también la caída del cabello e infecciones frecuentes en niños más grandes (4).
La deficiencia de zinc puede causar pérdida de los sentidos del gusto y el tacto a cualquier edad. En los adultos mayores, la deficiencia de zinc puede retardar la cicatrización y ocasionar problemas para pensar, razonar y recordar (4) (7).
Efectos del zinc en la salud:
Los científicos están estudiando los efectos del zinc en nuestra salud y se ha visto que la deficiencia afecta en los siguientes casos (4) (6) :
- Resfriado común
- Neumonía en niños
- Infección por VIH en niños y adultos
- Diarreas en niños
- Degeneración macular asociada a la edad
- Diabetes tipo II
- Inflamación
- Depresión
- Esclerosis múltiple
- Lactancia
- Síndrome Ehlers-danlos
- Artritis reumatoide
- Aterosclerosis
Ver figura 1 del Anexo al final de articulo.
Zn y sistema inmune:
Tener una homeostasis de zinc adecuada es esencial para un sistema inmunitario que funcione bien. La deficiencia de zinc, así como el exceso de zinc conducen al mal funcionamiento del sistema inmunitario adaptativo e innato, resultando eventualmente en el desarrollo de numerosas enfermedades inmunes. Ver figura 2, homeostasis del zinc (al final de artículo)
Zn y salud mental: la depresión
El desequilibrio de zinc puede deberse no solo a una ingesta dietética insuficiente sino también a la actividad inalterada de las proteínas transportadoras de zinc y a la regulación de vías metabólicas que dependen de este mineral. Se sabe que ciertos procesos neurodegenerativos están influenciados por la alteración de la homeostasis del zinc, y podría influir en enfermedades como la de Parkinson, la depresión, el TDAH, el deterioro cognitivo relacionado con el envejecimiento y posiblemente síntomas psicóticos. Es posible que el zinc participe también en la regulación de la producción de dopamina en el encéfalo. Los mecanismos de acción por los que el zinc reduce los síntomas depresivos son: la disminución de la recaptación de la dopamina, aumento de la conversión de la hormona T3 y T4 y promoción de la función de los neurotransmisores excitadores (2) (6).
Pruebas de laboratorio:
Las concentraciones séricas de zinc se miden mediante espectrofotometría de absorción atómica. Las concentraciones séricas permiten detectar la deficiencia
Suplementos:
El zinc está en la mayoría de los multivitamínicos y suplementos minerales. Estos suplementos pueden contener gluconato, sulfato o acetato de zinc. No se sabe si una forma es mejor que las otras.
¿Es perjudicial tomar demasiado zinc?:
Las respuesta es sí. Los signos de un exceso de zinc son náuseas, mareos, dolores de cabeza, malestar estomacal, vómitos y pérdida del apetito. El consumo excesivo y prolongado de zinc puede afectar el sistema inmunitario y bajar los niveles de colesterol “bueno»(HDL) y de cobre. Tomar dosis muy altas de suplementos de zinc puede hacer que su cuerpo no absorba suficiente magnesio (4).
OBJETIVO.
El objetivo de la presente revisión es recopilar información sobre la importancia de la ingesta del zinc en la dieta humana, observar los beneficios y riesgos de este mineral en la salud humana. Sugerir estrategias nutricionales que permitan prevenir la baja ingesta de zinc, aumentar la biodisponibilidad y así poder alcanzar los valores de referencia dietéticas recomendados. Con todo esto, podemos paliar las consecuencias que puede traer consigo un déficit de zinc.
METODOLOGÍA.
Para cumplir con los objetivos planteados en este trabajo se ha desarrollado una revisión bibliográfica en diferentes bases de datos como ®, PubMed®, SciELO® y ScienceDirect®, siendo Google Scholar® el principal recurso de búsqueda ya que permitió la realización de una búsqueda más exacta y relacionada con el tema de estudio. Se desarrollaron diferentes estrategias de búsqueda utilizando y combinando los términos: “zinc”, “homeostasis del zinc”, “datos del zinc”, “zinc alimentación”.
La búsqueda se ha realizado principalmente en inglés. Como criterios de inclusión se utilizó artículos publicados en la última década para obtener información más actual, trabajos con disponibilidad de texto completo gratis y trabajos con resultados concluyentes.
CONCLUSIONES
El zinc es un oligoelemento que está presente en nuestro cuerpo en segunda posición, en cuanto a concentración se refiere, después del hierro. Participa en numerosas funciones en nuestro cuerpo, por lo que es esencial y debemos de aportarlo a través de nuestra dieta en la cantidad adecuada. La cantidad va a depender del ciclo vital y edad. Podemos encontrarlo en mayor concentración en alimentos de origen animal como las ostras, carnes y pescados entre otros. Tanto la deficiencia de zinc como el exceso causan serios problemas de salud a todos los niveles, entre ellos el deterioro severo de la función inmune, tanto en el sistema inmunitario adaptativo como en el innato. Es por eso por lo que una homeostasis de zinc equilibrado es crucial para proteger el cuerpo humano contra enfermedades, defenderse de patógenos invasores o cuando tenemos un sistema inmunitario altamente reactivo que causa enfermedades autoinmunes, inflamación crónica o alergias.
BIBLIOGRAFÍA
- Olza J, Aranceta-Bartrina J, González-Gross M, Ortega RM, Serra-Majem L, Varela-Moreiras G, et al. Reported Dietary Intake and Food Sources of Zinc, Selenium, and Vitamins A, E and C in the Spanish Population: Findings from the ANIBES Study. Nutrients. 6 de julio de 2017;9(7):697.
- Janice L, Raymond, Kelly Morrow. Krause. Mahan. Dietoterapia. 15.a ed. Kenmore-Washington: Elsevier España,S.L.U; 2021.
- Zinc en la dieta: MedlinePlus enciclopedia médica [Internet]. [citado 16 de marzo de 2024]. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002416.htm
- Office of Dietary Supplements – Zinc [Internet]. [citado 16 de marzo de 2024]. Disponible en: https://ods.od.nih.gov/factsheets/Zinc-DatosEnEspanol/
- Kambe T, Tsuji T, Hashimoto A, Itsumura N. The Physiological, Biochemical, and Molecular Roles of Zinc Transporters in Zinc Homeostasis and Metabolism. Physiological Reviews. julio de 2015;95(3):749-84.
- Wessels I, Maywald M, Rink L. Zinc as a Gatekeeper of Immune Function. Nutrients. diciembre de 2017;9(12):1286.
- Gombart AF, Pierre A, Maggini S. A Review of Micronutrients and the Immune System–Working in Harmony to Reduce the Risk of Infection. Nutrients. 16 de enero de 2020;12(1):236.