Encarnizamiento terapéutico en pacientes con trastorno de salud mental: la ayuda que no ayuda
Autora principal: Mª del Amor Lozano Marín
Vol. XIX; nº 19; 892
Therapeutic obstinacy in patients with mental health disorders: the help that doesn’t help
Fecha de recepción: 16/09/2024
Fecha de aceptación: 14/10/2024
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XIX. Número 19 Primera quincena de Octubre de 2024 – Página inicial: Vol. XIX; nº 19; 892
Autores: Mª del Amor Lozano Marín, Isabel María Pavón Pérez, Carlos Salvador Nieto, Ester Guixe Vargas, Laia Goded García, Marta Roig Izquierdo, Arnau Gisbert Solà.
Hospital Universitario Santa María de Lleida-GSS; Región Sanitaria de Lleida- Comarca Segrià.
RESUMEN:
El encarnizamiento terapéutico en salud mental se refiere al uso excesivo de psicofármacos y recursos terapéuticos sin mejorar significativamente la calidad de vida del paciente. Este estudio analiza la prevalencia de este fenómeno en usuarios del programa Pla de Suport Individualitzat (PSI) del Hospital Universitario Santa María de Lleida. La población de estudio estuvo conformada por 23 pacientes que realizan seguimiento dentro del programa y que disponen de diagnosticados filiados de enfermedad mental. Para ello se utilizó el cuestionario «Mental Health Inventory» (MHI) para evaluar el manejo de los síntomas, el acceso a recursos terapéuticos, la percepción del tratamiento y su impacto en la vida diaria.
Palabras clave: Enfermedad mental, salud mental, psiquiatría, obcecación terapéutica, sobremedicalización, ética médica.
ABSTRACT:
Therapeutic obstinacy in mental health refers to the excessive use of psychotropic drugs and therapeutic resources without significantly improving the patient’s quality of life. This study analyzes the prevalence of this phenomenon among users of the Pla de Suport Individualitzat (PSI) program at the Hospital Universitario Santa María de Lleida. The study population consisted of 23 patients who are being monitored within the program and have been diagnosed with a mental illness. The «Mental Health Inventory» (MHI) questionnaire was used to assess symptom management, access to therapeutic resources, perception of treatment, and its impact on daily life.
Keywords: Mental illness, mental health, psychiatry, therapeutic obstinacy, overmedicalization, medical ethics.
Introducción: El encarnizamiento terapéutico, tradicionalmente asociado con pacientes terminales, se refiere al uso desmedido de fármacos y recursos médicos para prolongar la vida, a menudo sin mejorar la calidad de esta y con un considerable sufrimiento. En el contexto de la salud mental, este concepto se aplica al uso excesivo de psicofármacos y recursos terapéuticos de soporte que intentan paliar la sintomatología, a menudo sin considerar los efectos secundarios y el bienestar integral del paciente. Aunque en ambos casos se busca atenuar síntomas, en salud mental la obcecación terapéutica puede derivar en tratamientos prolongados y complejos que no siempre mejoran la calidad de vida del individuo y, en algunos casos, pueden incluso empeorar su situación.
Este fenómeno puede llevar a una dependencia desmedida de los tratamientos farmacológicos, ignorando las necesidades emocionales y sociales del paciente. Además, la falta de un enfoque integral y personalizado puede resultar en una atención fragmentada y poco eficaz. La investigación pretende analizar las prácticas actuales, identificar los factores que contribuyen a este fenómeno y proponer estrategias más equilibradas y centradas en el paciente para el abordaje óptimo de los trastornos mentales. Se busca fomentar una atención más ética y eficaz en salud mental, reduciendo la dependencia excesiva de intervenciones farmacológicas y promoviendo un enfoque holístico que considere tanto el bienestar emocional como físico del paciente. Este enfoque integral no solo mejoraría la calidad de vida, sino que también podría conducir a tratamientos más adecuados y personalizados.
Objetivo: Evaluar el grado de obcecación terapéutica en usuarios con diagnóstico de trastorno mental en seguimiento comunitario dentro del programa Pla de Suport Individualitzat en salut mental i addiccions (PSI) del Hospital Universitario Santa María de Lleida.
Metodología: Se utiliza en este estudio un diseño descriptivo transversal con una muestra no probabilística por conveniencia formada por 23 pacientes con diagnóstico psiquiátrico filiado (73,91% hombres). Todos ellos en seguimiento actual dentro del programa Pla de Suport Individualitzat en salut mental i addiccions (PSI) del Hospital Universitario Santa María de Lleida.
El instrumento de medida utilizado fue el “Mental Health Inventory (MHI)” desarrollado por William D. Dupay en la década de los 70. Un cuestionario heteroadministrado de 38 preguntas con respuesta tipo Likert que recoge información sobre 5 ítems diferenciados: 1) Uso de medicamentos y manejo de síntomas; 2) Acceso y participación en recursos terapéuticos, 3) Percepción del tratamiento y apoyo psicosocial, 4) Evaluación del proceso terapéutico y 5) Impacto del tratamiento en la vida diaria.
Los datos recopilados fueron recogidos por el profesional referente del usuario dentro del programa Pla de Suport Individualitzat en salut mental i addiccions (PSI) mediante entrevista en el entorno comunitario y obteniendo previamente el consentimiento informado por escrito de todos los participantes de la investigación. El análisis de los datos fue realizado con el software estadístico JAMOVI en su versión 2.3.1.
Resultados: Las puntuaciones obtenidas que resultaron tras la realización del cuestionario MHI en la población de estudio indica respecto al ítem Uso de medicamentos y manejo de síntomas que el 52.17% (12) de los participantes reportaron estar tomando cuatro o más medicamentos diferentes para manejar sus síntomas de salud mental. El 65.22% (15) consideró excesiva la cantidad de medicamentos que toma diariamente. En cuanto al Acceso y participación en recursos terapéuticos, el 95.65% (22) de los participantes fueron derivados a recursos de soporte comunitario, pero solo el 21.74% (5) participaba regularmente en actividades de estos recursos. Relacionado con la Percepción del tratamiento y apoyo psicosocial solo el 30.43% (7) de los participantes se mostró satisfecho con las intervenciones y tratamientos destinados a mejorar su salud mental y el 39.13% (9) expresó dudas sobre la adecuación de las intervenciones no farmacológicas para manejar su sintomatología. En referencia al apartado de Evaluación del proceso terapéutico, el 26.09% (6) de los participantes indicó no haber experimentado mejoría significativa en sus síntomas desde que comenzaron con el tratamiento actual. En lo referente a la categoría Impacto del tratamiento en la vida diaria, el 60.87% (14) de los participantes informaron que el tratamiento afecta mucho en su capacidad para realizar actividades diarias y mantener responsabilidades. Asimismo, el 56.52% (13) ha tenido que hacer ajustes significativos en su estilo de vida debido al tratamiento, reflejando un impacto negativo considerable en su vida diaria.
Conclusiones: Tras el análisis de los datos podemos observar que la tendencia de las puntuaciones obtenidas indica consistentemente que una proporción considerable de los participantes afirmaron estar utilizando múltiples medicamentos para gestionar sus síntomas de salud mental, lo que sugiere una dependencia extendida de la farmacoterapia en la gestión de este tipo de trastornos. Además, la percepción crítica hacia la cantidad de medicamentos y la participación limitada en recursos terapéuticos comunitarios reflejan desafíos significativos en la accesibilidad y efectividad de los tratamientos no farmacológicos. Estos hallazgos subrayan la necesidad de explorar y promover intervenciones integrativas que puedan ofrecer opciones más variadas y personalizadas para los pacientes.
En cuanto a la satisfacción con los tratamientos, los datos muestran que una proporción minoritaria de los participantes se mostró satisfecha con las intervenciones destinadas a mejorar su salud mental, mientras que un número significativo expresó dudas sobre la adecuación de las intervenciones no farmacológicas para gestionar su sintomatología. Este descontento con las opciones no farmacológicas pone de manifiesto una brecha en la percepción de la eficacia de estos tratamientos, sugiriendo que podrían no estar siendo implementados de manera óptima o que podrían no estar completamente alineados con las necesidades y expectativas de los pacientes. Estos resultados justifican la importancia de revisar y adaptar los enfoques terapéuticos actuales para abordar mejor las necesidades y preferencias individuales de los pacientes, y subraya la necesidad de una mayor integración de métodos y técnicas que consideren el contexto individual de cada paciente.
Asimismo, la percepción de una mejora limitada en los síntomas y el impacto negativo en la vida diaria debido al tratamiento subrayan la necesidad de estrategias más efectivas y menos disruptivas que puedan minimizar los efectos adversos en la funcionalidad y la calidad de vida de los pacientes. Es imperativo que las futuras estrategias terapéuticas no solo se enfoquen en la reducción de síntomas, sino también en mejorar la calidad de vida general de los pacientes, evitando un enfoque que priorice la mera reducción de síntomas a expensas del bienestar integral.
Este estudio proporciona insights importantes sobre diversas facetas del manejo de la salud mental en la población analizada, revelando áreas de preocupación y puntos críticos que requieren atención. Los resultados subrayan la complejidad y la variedad de experiencias dentro del contexto del tratamiento psiquiátrico, poniendo de manifiesto la necesidad de un enfoque más holístico y personalizado. Si bien este estudio presenta limitaciones, como el tamaño reducido de la muestra y la selección no probabilística de la misma, sus hallazgos ofrecen una orientación valiosa para futuras investigaciones y para la mejora continua de los servicios de salud mental. Estas conclusiones reflejan la urgencia de continuar avanzando en la comprensión y el abordaje de los desafíos relacionados con el tratamiento de la salud mental, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes y promover su bienestar integral. Asimismo, enfatizan la necesidad de un diálogo continuo entre profesionales de la salud mental, pacientes y comunidades para asegurar que los tratamientos sean cada vez más efectivos y adaptados a las necesidades cambiantes de los individuos.
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