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Enfermedades crónicas y funcionalidad familiar en personas con discapacidad grave y muy grave

Dentro de las variables independientes del estudio constan datos sociodemográficos, sexo, edad, estado civil, escolaridad, tipo y porcentaje de discapacidad, se utilizó como variable dependiente las enfermedades crónicas. Entre los criterios de inclusión constaron las personas con discapacidad muy grave y severa consten en la base de personas con discapacidad del 2015.

Análisis estadístico

Se realizó la sistematización, tabulación y análisis de la Información mediante el programa informático BM SPSS Statistics versión 16, el mismo que permitió dar validez y confiabilidad a los instrumentos y validar las hipótesis planteadas, cumpliendo lo propuesto en los objetivos.

En primer lugar se realizó una caracterización general de la población objeto de estudio, posteriormente se procedió a relacionar las variables enfermedades crónicas y funcionalidad familiar, para lo que se utilizó la prueba de chi cuadrado y para determinar si existen diferencias estadísticamente significativas se usó el valor de P o significancia asintótica bilateral < de 0,05. Igualmente se realizó un análisis bivariante, utilizando la variable enfermedades crónicas y la funcionalidad familiar como variables dependientes y el resto como independientes.

En las tablas mencionadas se presentan los resultados de las variables en las que se aceptó la hipótesis alterna puesto que se evidenció resultados estadísticamente significativos (p < 0,05) con sus correspondientes intervalos de confianza (IC 95%). La razón de probabilidades (OR) se expresó para las categorías de cada variable en relación con la categoría de referencia.

Resultados

De acuerdo a la caracterización general (Cuadro n°1), de las 397 personas con discapacidad grave y muy grave el 58,9 % procedían del sector urbano y el 41,11% a la zona rural. Existe un predominio de discapacidad en las mujeres con un 52,60%. La mayor parte de población presenta discapacidad muy grave 72,8%, siendo los adultos jóvenes el mayor porcentaje 43,82%. El tipo de discapacidad más frecuente en el presente estudio fue la discapacidad física con el 56,92%, el 53,90 % de las personas con discapacidad no cuentan con escolaridad y el 77,13% son solteros. Se determinó que de las 397 personas con discapacidad el 52,60% presentan alguna enfermedad crónica asociada y de ellos el 60,30% son incumplidores en su tratamiento. Entre las enfermedades más prevalentes se encontró la epilepsia con un 28,50%, la hipertensión arterial con 11,30% y la depresión con una prevalencia del 7,10%. Así mismo de toda la población de personas con discapacidad grave y muy grave el 3% presenta úlceras por decúbito. En cuanto a la funcionalidad familiar se encontró que el 71,80% de la población pertenece a hogares disfuncionales. El 69,5% de hogares de personas con discapacidad tienen una condición socioeconómica baja.

La relación entre enfermedades crónicas y funcionalidad familiar (Cuadro n°2) demostró que las personas con discapacidad que tienen enfermedades crónicas presentan grave disfunción familiar en un 64,80%, moderada disfunción en un 51,20% y solo el 11,60% son muy funcionales, con lo que se definió mediante la prueba de Chí-cuadrado (Cuadro n°3) una asociación estadísticamente significativa para estas dos variables con un valor de 13,55 con una significancia asintótica bilateral del 0,001. El valor del OR entre funcionalidad familiar y enfermedades crónicas (Cuadro n°4) nos indica que las personas con discapacidad que pertenecen a familias disfuncionales tienen 1,91 veces más probabilidades de padecer enfermedades crónicas en comparación con las personas con discapacidad que pertenecen a familias funcionales.

De igual forma se demostró una relación estadísticamente significativa entre la funcionalidad familiar y la adherencia terapéutica de las personas con discapacidad que presentan enfermedades crónicas (Cuadro n°5), así el 76, 5% de los incumplidores de su tratamiento presentan grave disfunción familiar en comparación con el grupo de cumplidores en los que solo el 23,5% son disfuncionales. En la prueba de chi-cuadrado (Cuadro n°6 y 7), se obtuvo un valor de 26, 070% con una significancia asintótica bilateral del 0,0000 y un OR de 5,020 con intervalo de confianza de 2,4 – 10,2 que quiere decir que la disfuncionalidad familiar es un factor de riesgo para la no adherencia al tratamiento de enfermedades crónicas.

Discusión

Pese a que se ha documentado una asociación entre enfermedades crónicas y discapacidad (Menéndez, 2005), no hay estudios que incluyan la funcionalidad familiar y la discapacidad con dichas variables; por lo tanto el presente estudio nos ofrece por primera vez una visón general con información verdadera y confiable del estado de salud de las personas con discapacidad en la Provincia de Loja, en donde se incluye también la valoración del entorno familiar, no valorado anteriormente.

Las características socio-demográficas de nuestra población que se constituyó por las personas con discapacidad fueron similares a las encontradas en las personas con discapacidad en Ecuador, siendo relevante mencionar que el grupo etario más afectado por discapacidad es el de 20 a 64 años de edad y con predominio de la discapacidad física (INEC 2010)

En nuestro estudio se observó que las enfermedades crónicas si se relacionan con la funcionalidad familiar de las personas con discapacidad grave y muy grave de la Provincia de Loja, aceptándose de esta manera la hipótesis del investigador, sin embargo no contamos con estudios relacionados con este tema para establecer una discusión.

En nuestra población de estudio evidenciamos una tasa de prevalencia de enfermedades crónicas del 52,6%, más alta en comparación con la tasa de prevalencia registrada en Ecuador que es del 26% (ENSANUT 2012), lo que refleja la vulnerabilidad de este grupo prioritario de atención y corroborando los estudios que demuestran que existe una relación directamente proporcional de la discapacidad con la comorbilidad y se observa que existe un incremento paulatino en el riesgo de discapacidad a medida que aumenta el número de las enfermedades crónicas (Brenes, Menéndez, & Guevara, 2006), o lo que es semejante decir que la presencia de comorbilidad y discapacidad influyen de manera importante en la expectativa de vida de pacientes con enfermedades crónicas (Interna & Villanova, 2015).

En concreto, hay resultados que ponen de relieve la importancia de la construcción de estrategias innovadoras para mitigar los factores de riesgo de enfermedades crónicas en la población con discapacidad, que involucran a los proveedores de servicios de gestión de casos basados en la comunidad que pueden ayudar a que las personas con discapacidad y sus familias adopten cambios de estilo de vida y de comportamiento necesarios. (Sohler, Lubetkin, & Levy, 2009)

Conclusión

Es importante que el primer nivel de atención posea conocimiento amplio no solo en el contexto de la enfermedad, sino también en el tipo de personas que se atienden, en su calidad de vida, su estructura y su ambiente familiar, para que de esta manera se reorienten las nuevas intervenciones en salud especialmente de los grupos más vulnerables.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaramos que hemos seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado.

Los autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Agradecimientos

A la Universidad Nacional de Loja, al asesor metodológico que aportaron significativamente para el desarrollo de la investigación y su publicación.

Anexos – Enfermedades crónicas y funcionalidad familiar

Anexos – Enfermedades crónicas y funcionalidad familiar

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