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Epistaxis. Causas y recomendaciones

Epistaxis. Causas y recomendaciones

La epistaxis es una urgencia frecuente, cotidiana en la práctica otorrinolaringológica. Su banalidad no debe hacer olvidar su gravedad potencial. Aunque a menudo benigna, la epistaxis puede comprometer rápidamente el pronóstico vital, debido a su abundancia o a su recurrencia.

Autores:

  1. Alejandro Núñez Márquez. DUE. Hospital San Juan de Dios (Bormujos).
  2. Ana Hermosín Alcalde. DUE. Centro de diálisis Playa de Cartaya (Diaverum).
  3. Elena Pereira Jiménez. DUE Interclinik.

Resumen:

La epistaxis puede ser una manifestación de una afección ya conocida, pero también puede revelar otras patologías. Toda epistaxis, incluso las banales y aparentemente aisladas, requieren un estudio completo clínico, de laboratorio y endoscópico, realizado en forma diferida con respecto al episodio hemorrágico, en busca de una etiología de la cual sería signo de alarma.

Palabras clave: “hemorragia nasal”, “epistaxis causas”, “sangrado nasal”, “tratamiento”

Desarrollo:

La epistaxis se define como todo proceso hemorrágico cuyo origen se encuentre en las fosas nasales. Constituye entre el 10 y el 12% de las consultas de urgencia otorrinolaringológica. Existen dos picos de máxima incidencia, entre los 15 y los 25 años, y entre los 45 y 65 años. En la mayoría de las ocasiones la epistaxis consiste en un proceso banal y fácilmente controlable, pero pueden cursar como hemorragias intensas que comprometen la vida del paciente. El tratamiento del paciente con epistaxis supone el dominio de una gama muy variada de técnicas terapéuticas. La mayoría de estas técnicas pueden ser aplicadas con buenos resultados en atención primaria, aunque algunas sólo pueden ser realizadas en el ámbito hospitalario.

Causas:

Las hemorragias nasales pueden ser causadas por:

  • Irritaciones debido a alergias, resfriados, estornudos o problemas sinusales.
  • Aire muy frío o seco.
  • Sonarse la nariz con mucha fuerza, o hurgarse la nariz.
  • Lesión en la nariz, incluso una fractura de nariz o un objeto atascado en la nariz.
  • Tabique desviado.
  • Irritantes químicos.
  • Abuso de los aerosoles nasales descongestionantes.

Las hemorragias nasales repetitivas pueden ser un síntoma de otra enfermedad, como hipertensión arterial, un trastorno hemorrágico o un tumor de la nariz o de los senos paranasales. Los anticoagulantes como la warfarina (Coumadin), clopidogrel (Plavix) o el ácido acetilsalicílico (aspirina) pueden ocasionar o empeorar una hemorragia nasal.

Recomendaciones:

Para detener una hemorragia nasal:

  • Siéntese y apriete suavemente la porción blanda de la nariz entre los dedos pulgar e índice (de tal manera que las fosas nasales estén cerradas), durante 10 minutos.
  • Inclínese hacia adelante para evitar tragar sangre y respire por la boca.
  • Espere al menos 10 minutos antes de verificar si el sangrado se ha detenido. Asegúrese de esperar el tiempo suficiente para que el sangrado se detenga.

La aplicación de compresas frías o de hielo sobre el puente nasal puede ayudar. NO tapone el interior de la nariz con gasa.

No se recomienda acostarse mientras se está presentando una hemorragia nasal. Se debe evitar aspirar o sonarse la nariz durante varias horas después la hemorragia. Si la hemorragia persiste, algunas veces, se puede emplear un descongestionante nasal en aerosol (Afrin, NeoSynephrine) para sellar pequeños vasos y controlar el sangrado.

Las medidas que se pueden tomar para prevenir hemorragias nasales frecuentes abarcan:

  • Mantener la casa fresca y utilizar un vaporizador para añadir humedad al aire interno.
  • Usar un aerosol nasal salino y gelatina hidrosoluble (como el gel de Ayr) para evitar que el revestimiento de la nariz se seque en el invierno.

Consiga atención urgente si:

  • La hemorragia no se detiene después de 20 minutos.
  • La hemorragia nasal se presenta después de una lesión en la cabeza. Esto puede indicar fractura del cráneo y se deben tomar radiografías.
  • Su nariz puede estar rota (por ejemplo, la nariz se ve torcida después de un golpe o de otro tipo de lesión).

Llame a su proveedor de atención médica si:

  • Usted o su hijo presenta hemorragias nasales frecuentes.
  • Las hemorragias nasales no están relacionadas con un resfriado u otra irritación menor.

Conclusión:

Se recomienda inicialmente sentarse y apretar suavemente la porción blanda de la nariz entre los dedos pulgar e índice, de tal manera que las fosas nasales estén cerradas. Debemos mantenernos así durante unos 5 a 10 minutos. Se recomienda inclinarse hacia adelante para evitar tragar sangre. Respirar a través de la boca. Esperar al menos 5 minutos antes de comprobar si ha parado el sangrado. Casi todas las hemorragias nasales pueden controlarse de esta manera si se da suficiente tiempo para que el sangrado se detenga.

Si dura más de 20 minutos acuda al médico.

Bibliografía:

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