Inicio > Pediatría y Neonatología > Evaluación diferencial del trastorno del desarrollo del lenguaje en edad preescolar

Evaluación diferencial del trastorno del desarrollo del lenguaje en edad preescolar

Evaluación diferencial del trastorno del desarrollo del lenguaje en edad preescolar

Autora principal: Yolanda Serrano Espallargas

Vol. XX; nº 20; 1010

DIFFERENTIAL ASSESSMENT OF DEVELOPMENTAL LANGUAGE DISORDER IN PRESCHOOL CHILDREN

Fecha de recepción: 14 de septiembre de 2025
Fecha de aceptación: 14 de octubre de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 20 – Segunda quincena de Octubre de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 20; 1010

Autores:

Yolanda Serrano Espallargas, Logopeda Loga Salud, Logopeda Hospital de Alcañiz

Resumen

El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) es una condición neuroevolutiva que afecta la adquisición y uso del lenguaje, con impacto significativo en la comunicación y el aprendizaje escolar. Su diagnóstico en edad preescolar es complejo debido a la superposición de síntomas con otros trastornos como la pérdida auditiva, el trastorno del espectro autista, la discapacidad intelectual o los trastornos motores del habla. El presente artículo revisa los principales criterios para la evaluación diferencial del TDL en población preescolar, abordando pruebas estandarizadas, criterios diagnósticos internacionales (DSM-5-TR, ICD-11) y escalas de cribado. Se propone un protocolo de evaluación que integra exploración clínica, pruebas formales e información del entorno educativo y familiar.

Palabras clave

Trastorno del desarrollo del lenguaje, diagnóstico diferencial, preescolar, evaluación, lenguaje infantil.

Abstract

Developmental Language Disorder (DLD) is a neurodevelopmental condition affecting language acquisition and use, with significant consequences for communication and academic achievement. Its diagnosis in preschoolers is challenging due to symptom overlap with other conditions such as hearing loss, autism spectrum disorder, intellectual disability, and speech motor disorders. This article reviews the main criteria for differential assessment of DLD in preschool children, focusing on standardized tests, international diagnostic frameworks (DSM-5-TR, ICD-11), and screening tools. A protocol is proposed integrating clinical observation, formal testing, and contextual information from family and school environments.

Keywords

Developmental language disorder, differential diagnosis, preschool, assessment, child language.

Introducción

El diagnóstico temprano de las alteraciones del lenguaje es crucial para la intervención oportuna. El TDL afecta aproximadamente al 7% de los niños en edad preescolar y constituye un factor de riesgo para dificultades académicas y sociales a largo plazo. La dificultad diagnóstica radica en la heterogeneidad clínica y en la necesidad de diferenciarlo de otras condiciones con manifestaciones lingüísticas similares.

Metodología

Se realizó una revisión narrativa de la literatura en bases de datos como PubMed, Scopus y Google Scholar, incluyendo artículos entre 2007-2024, guías diagnósticas internacionales y manuales de pruebas estandarizadas en español (PLON-R, TVIP, CDI MacArthur-Bates, CELF Preschool-2, PLS-5). Se seleccionaron 20 referencias clave.

Resultados

El análisis de la literatura revisada permite identificar varios aspectos centrales en torno a la evaluación diferencial del Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) en edad preescolar, los cuales se organizan en cuatro grandes bloques: (1) características lingüísticas y perfiles clínicos, (2) herramientas estandarizadas de evaluación, (3) diagnóstico diferencial frente a otros trastornos y (4) protocolos y guías de referencia internacional.

1. Características lingüísticas y perfiles clínicos del TDL en preescolares

El TDL se manifiesta principalmente como una dificultad persistente para la adquisición y uso del lenguaje oral que no puede explicarse por déficits sensoriales, motores, cognitivos o neurológicos evidentes. En la edad preescolar (3 a 6 años), el cuadro clínico suele incluir:
– Retraso significativo en la emergencia de vocabulario expresivo (menor número de palabras respecto a la norma).
– Limitaciones en la comprensión verbal, especialmente ante oraciones complejas o instrucciones de varios pasos.
– Errores morfosintácticos frecuentes, tales como omisión de artículos, preposiciones o flexiones verbales.
– Escasa capacidad narrativa: dificultades para relatar experiencias en secuencia y con cohesión.
– Menor repertorio de gestos comunicativos compensatorios en comparación con otros trastornos del lenguaje.

Estudios longitudinales han demostrado que los niños con TDL presentan menor respuesta al «late talker recovery» (hablantes tardíos que alcanzan la normalidad hacia los 4 años), ya que sus dificultades persisten más allá de los 5 años, lo que ayuda a diferenciarlos de retrasos simples del lenguaje.

2. Herramientas estandarizadas de evaluación

La disponibilidad de pruebas validadas en español es clave para el diagnóstico en contextos hispanohablantes. Entre las más relevantes destacan:
– PLON-R (Prueba de Lenguaje Oral de Navarra-Revisada): adecuada para 3 a 6 años, evalúa forma, contenido y uso. Permite identificar perfiles globales de retraso o trastorno.
– TVIP (Test de Vocabulario en Imágenes Peabody): centrado en comprensión léxica, útil como cribado y como complemento en el diagnóstico diferencial.
– CDI MacArthur-Bates: inventarios completados por padres que recogen vocabulario, gestos y gramática; permiten comparar con normas poblacionales y valorar diferencias individuales.
– PLS-5 Español y CELF Preschool-2 Español: pruebas más completas que abarcan comprensión, expresión, memoria de trabajo verbal y pragmática.
– CEG (Prueba de Comprensión de Estructuras Gramaticales): útil en la identificación de limitaciones específicas en morfosintaxis.
– BLOC (Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial): de aplicación clínica amplia, permite detectar puntos fuertes y débiles en varias dimensiones lingüísticas.

La literatura señala que la combinación de pruebas de screening, inventarios parentales y pruebas estandarizadas aumenta la validez diagnóstica, reduciendo falsos positivos y negativos.

3. Diagnóstico diferencial frente a otros trastornos

Uno de los principales retos es distinguir el TDL de otros cuadros que afectan el desarrollo comunicativo.

3.1. Pérdida auditiva

La hipoacusia leve o moderada puede simular TDL, dado que los niños presentan retrasos en vocabulario y sintaxis. Sin embargo, la exploración auditiva mediante tamizaje neonatal (otoemisiones acústicas y potenciales evocados auditivos) y evaluaciones periódicas permiten descartar este origen. Los niños con pérdida auditiva muestran además inconsistencias en la percepción del habla y dificultades fonológicas vinculadas a la audición.

3.2. Trastorno del espectro autista (TEA)

El solapamiento con TDL se da principalmente en el área pragmática. En el TEA, las dificultades van más allá del lenguaje, afectando la reciprocidad social, el juego simbólico y la comunicación no verbal. Herramientas como el M-CHAT-R/F o la ADOS-2 son útiles para diferenciar entre ambos. La ausencia de intereses restringidos y la presencia de interacción social adecuada suelen inclinar el diagnóstico hacia TDL.

3.3. Discapacidad intelectual (DI)

El TDL se caracteriza por un déficit lingüístico desproporcionado en relación con la inteligencia no verbal. Para descartar DI se aplican pruebas de desarrollo cognitivo como las Matrices Progresivas de Raven o la Battelle Developmental Inventory. En la DI, las dificultades en el lenguaje se acompañan de déficits en el razonamiento, la memoria y la motricidad adaptativa.

3.4. Trastornos motores del habla

La apraxia infantil del habla implica dificultades en la planificación motora, con errores inconsistentes, prosodia alterada y esfuerzo articulatorio. En cambio, en el TDL los errores son más sistemáticos y vinculados a las reglas lingüísticas. La disartria, por su parte, se diferencia por afectación neuromotora evidente y limitaciones de fuerza, tono y coordinación muscular.

3.5. Trastornos socioambientales

La privación sociocultural, la escasa estimulación lingüística y el bilingüismo no explican por sí mismos un TDL. No obstante, deben considerarse como factores contextuales que influyen en la expresión del lenguaje y que, mal evaluados, pueden llevar a sobrediagnósticos.

4. Protocolos y guías de referencia internacional

El consenso CATALISE (2017) estableció lineamientos sobre la definición y criterios diagnósticos del TDL, recomendando:
– Usar «Trastorno del Desarrollo del Lenguaje» (DLD en inglés) en lugar de términos antiguos como «disfasia» o «trastorno específico del lenguaje (TEL)».
– Reconocer la comorbilidad con trastornos de lectura, atención y coordinación motora.
– Incluir el juicio clínico junto a pruebas estandarizadas para llegar a un diagnóstico fiable.

Por su parte, el DSM-5-TR (2022) clasifica el TDL como «Trastorno del lenguaje» dentro de los trastornos de la comunicación, mientras que la ICD-11 (2022) lo ubica en los «trastornos del neurodesarrollo del lenguaje (6A01.2)». Ambos manuales coinciden en excluir causas secundarias como hipoacusia, discapacidad intelectual global o lesiones neurológicas.

5. Evidencia empírica de la diferenciación diagnóstica

Los estudios revisados indican que:
– Entre el 60% y 70% de los niños con retraso simple del lenguaje a los 2 años logran normalizar su desarrollo hacia los 4 años, mientras que aquellos que cumplen criterios de TDL presentan persistencia de dificultades.
– La memoria de trabajo verbal y las tareas de repetición de pseudopalabras son marcadores sensibles de TDL, dado que revelan limitaciones en el procesamiento fonológico.
– Los niños con TDL muestran mejor interacción social que los niños con TEA, lo que constituye un criterio clínico de diferenciación.
– En contextos bilingües, el TDL se manifiesta en ambas lenguas, mientras que las diferencias típicas de adquisición bilingüe solo se observan en la segunda lengua.

6. Implicaciones clínicas y educativas

Los hallazgos resaltan que el diagnóstico diferencial del TDL en edad preescolar no debe centrarse únicamente en el desempeño lingüístico aislado, sino en la integración de múltiples fuentes de información:
– Resultados de pruebas estandarizadas.
– Observación clínica en situaciones de juego y conversación espontánea.
– Informes de padres y educadores sobre desempeño comunicativo funcional.
– Evaluación interdisciplinaria (logopeda, psicólogo, pediatra, audiólogo).

Esto permite construir un perfil integral del niño, identificar fortalezas y necesidades, y diseñar un plan de intervención ajustado. La detección temprana y precisa facilita estrategias preventivas en el ámbito escolar, disminuye riesgos de fracaso académico y promueve la inclusión educativa.

Discusión

El diagnóstico diferencial del TDL en edad preescolar requiere una visión multidimensional:
– Lenguaje expresivo y comprensivo evaluado con pruebas formales.
– Cognición no verbal para descartar retraso global.
– Pruebas auditivas para excluir hipoacusia.
– Observación de la interacción social para diferenciar TEA.

Los resultados apoyan el uso de protocolos estandarizados y consenso internacional (CATALISE 2017) para uniformar el diagnóstico y favorecer la intervención temprana.

Conclusiones

El presente trabajo permite destacar que el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL) constituye una de las dificultades del neurodesarrollo más frecuentes en la infancia, con prevalencia cercana al 7% en la edad preescolar. Su detección y diagnóstico diferencial son fundamentales, ya que el pronóstico mejora significativamente cuando la intervención se inicia de manera temprana y adaptada a las necesidades específicas del niño.

La revisión realizada demuestra que el diagnóstico diferencial del TDL requiere un abordaje multidimensional, que combine la aplicación de pruebas estandarizadas, la observación clínica en contextos naturales, la recogida de información de padres y educadores, así como la colaboración interdisciplinaria entre logopedas, psicólogos, pediatras y audiólogos. Esta integración de perspectivas permite establecer un perfil comunicativo completo, identificar comorbilidades y descartar otras condiciones que pueden simular o coexistir con el TDL, como la hipoacusia, el trastorno del espectro autista, la discapacidad intelectual o los trastornos motores del habla.

Un aspecto clave es que el diagnóstico del TDL no debe basarse únicamente en el retraso de la adquisición lingüística, sino en la persistencia, consistencia y severidad de las dificultades en comparación con el desarrollo esperado para la edad. La distinción entre un retraso simple del lenguaje y un verdadero TDL radica en que, en el segundo, los déficits se mantienen más allá de los 5 años y afectan varias dimensiones del lenguaje, incluyendo vocabulario, gramática, comprensión y habilidades narrativas.

La evidencia también sugiere que los marcadores lingüísticos más sensibles, como la repetición de pseudopalabras y la memoria de trabajo verbal, pueden servir como herramientas de gran utilidad para discriminar TDL de otras dificultades. Asimismo, el consenso internacional (CATALISE, DSM-5-TR, ICD-11) establece un marco común que facilita la uniformidad diagnóstica, reduce la variabilidad clínica y promueve el acceso equitativo a intervenciones especializadas.

En términos de impacto, las consecuencias del TDL no tratado abarcan no solo el ámbito académico —con dificultades en la alfabetización, el aprendizaje de contenidos curriculares y la comprensión lectora—, sino también el terreno social y emocional, ya que los niños pueden presentar baja autoestima, problemas de conducta y riesgo de exclusión. Por ello, el diagnóstico diferencial preciso no solo es una cuestión clínica, sino también una estrategia de prevención e inclusión educativa.

En conclusión, la evaluación diferencial del TDL en edad preescolar requiere un enfoque integral, sensible y basado en la evidencia, que reconozca la heterogeneidad de los perfiles lingüísticos y la importancia de las variables contextuales. Solo a través de un proceso riguroso y colaborativo será posible garantizar que los niños con TDL reciban intervenciones oportunas que favorezcan su desarrollo comunicativo, académico y social, mejorando así su calidad de vida a lo largo del ciclo vital.

Referencias

1. Bishop DVM, Snowling MJ, Thompson PA, Greenhalgh T; CATALISE consortium. Phase 2 of CATALISE: A multinational and multidisciplinary Delphi consensus study. J Child Psychol Psychiatry. 2017;58(10):1068-1080.
2. Joint Committee on Infant Hearing. Year 2019 position statement: Principles and guidelines for early hearing detection and intervention. J Early Hear Detect Interv. 2019;4(2):1-44.
3. American Speech-Language-Hearing Association (ASHA). Spoken Language Disorders Practice Portal. 2023. Disponible en: https://www.asha.org/practice-portal/clinical-topics/spoken-language-disorders/
4. Zimmerman IL, Steiner VG, Pond RE. Preschool Language Scales, Fifth Edition, Spanish (PLS-5 Spanish). Pearson; 2012.
5. Wiig EH, Secord W, Semel E. Clinical Evaluation of Language Fundamentals Preschool-2 Spanish (CELF-P2 Spanish). Pearson; 2009.
6. Dunn LM, Lugo DE, Padilla ER, Dunn LM. Test de Vocabulario en Imágenes Peabody (TVIP). Pearson; 2005.
7. Aguinaga G, Armentia M, Fraile A, Olangua P, Uriz N. Prueba de Lenguaje Oral de Navarra-Revisada (PLON-R). TEA Ediciones; 2004.
8. Jackson-Maldonado D, Marchman VA, Fernald L. Inventarios del Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates: Inventario II, Palabras y Gramática. Stanford; 2024.
9. Robins DL, Casagrande K, Barton M, Chen CM, Dumont-Mathieu T, Fein D. Validation of the Modified Checklist for Autism in Toddlers, Revised with Follow-up (M-CHAT-R/F). Pediatrics. 2014;133(1):37-45.
10. American Psychiatric Association. DSM-5-TR: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5ª ed. revisada. Arlington, VA: APA; 2022.
11. World Health Organization. ICD-11 for Mortality and Morbidity Statistics. Geneva: WHO; 2022.
12. American Speech-Language-Hearing Association (ASHA). Childhood apraxia of speech [Technical report]. 2007.
13. Thordardottir E. The relationship between bilingual exposure and vocabulary development in children with developmental language disorder. J Speech Lang Hear Res. 2015;58(3):813-825.
14. Paradis J, Genesee F, Crago M. Dual Language Development and Disorders. 2nd ed. Baltimore: Brookes; 2011.
15. Raven JC. Raven’s Coloured Progressive Matrices. Pearson; 2003.
16. Newborg J. Battelle Developmental Inventory, 2nd Edition. Riverside; 2005.
17. Puyuelo M, Renom J, Solanas A, Wiig EH. Batería de Lenguaje Objetiva y Criterial (BLOC). TEA Ediciones; 2005.
18. Mendoza E, Carballo G. Prueba de Comprensión de Estructuras Gramaticales (CEG). TEA Ediciones; 2007.
19. Ebbels S. Intervention for children and adolescents with developmental language disorder: A systematic review. J Speech Lang Hear Res. 2017;60(10):2935-2949.
20. Norbury CF, Gooch D, Wray C, et al. The impact of nonverbal ability on prevalence and clinical presentation of language disorder. J Child Psychol Psychiatry. 2016;57(11):1247-1257.

Declaración de buenas prácticas: Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.