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Multicausalidad de fractura en la mujer postmenopáusica

Multicausalidad de fractura en la mujer postmenopáusica

RESUMEN.

Se presenta un caso clínico sobre una paciente mujer postmenopáusica, con fractura de etiología incierta, para pensar en las causas secundarias de osteoporosis, dando relevancia al examen físico como generador de sospecha diagnóstica de la multicausalidad de esta patología.

Multicausalidad de fractura en la mujer postmenopáusica

Autor: Larossa, Valeria. Médica, egresada de la Universidad Nacional de Rosario. (Argentina)

Palabras clave: osteoporosis, fractura, postmenopausia, causas.

INTRODUCCIÓN.

La osteoporosis es un problema creciente de salud pública. La forma primaria se debe a la menopausia y al envejecimiento normal, y la secundaria, es consecuencia de una causa subyacente, que se diagnostica, en general, por fracturas no traumáticas. Existe una causa secundaria de osteoporosis en más de la mitad de las mujeres premenopáusicas, y en un quinto de las postmenopáusicas. La patogenia de la osteoporosis secundaria es casi siempre multifactorial; ciertas endocrinopatías, fármacos, estilo y hábitos de vida pueden causarla.

DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO.

Paciente de sexo femenino, de 59 años, oriunda de la provincia de Santa Fe, con antecedentes de diabetes tipo 2 (DBT II), hipertensa controlada, con insuficiencia renal crónica y litiasis renal a repetición. Niega tabaquismo y enolismo. Tiene dos hijos, y camina 7kms al día. En abril de 2013 se le realiza una hernioplastia por hernia epigástrica. En el post-quirúrgico inmediato, comenzó con dolor en cadera izquierda. Niega antecedentes traumáticos. Es dada de alta, y en el contexto de dolor persistente, consulta al servicio de traumatología, en un sanatorio privado de segundo nivel de complejidad, en la ciudad de Rosario,  y se le solicitan estudios de imágenes, diagnosticándose fractura de ramas isquio-ileo-pubianas del lado izquierdo de la pelvis. Se la deriva a un efector del tercer nivel de atención, para ampliar el estudio de la causa subyacente.

La paciente tiene índice de masa corporal (IMC) de 25, presenta obesidad centrípeta, piel delgada, hirsutismo grado 1, giba dorsal, diastema, voz ronca, rasgos faciales toscos, deformidad articular con desviación cubital de ambas manos, hinchazón de base de pulgares y primera y segunda articulación metacarpofalángica sin flogosis, con rigidez articular matinal. Se palpa bocio discreto. Niega pérdida de peso y refiere ojo rojo ocasional, y debilidad muscular en miembros superiores. Su menarca fue a los 12 años, y su última fecha de menstruación a los 47 años (hace 12 años). Niega fracturas previas.

Ante la sospecha de Artritis reumatoidea y Síndrome de Cushing, se realizaron estudios para descartar causas secundarias.

Finalmente, se halló como dato positivo una ACTH plasmática de 252 pg/ml (valor normal: menos de 80 pg/ml), cortisol libre urinario de 182ug/día (valor normal: menor a 45ug/día), cortisol libre en saliva a las 23hs de 9,4 nmol/l (valor normal: menor a 2,76 nmol/l). RMN de cerebro centrada en hipófisis con contraste endovenoso con nódulo de 6 por 8 mm, con patrón sólido-nodular en lóbulo izquierdo de adenohipófisis, compatible con microadenoma. FAN + 1/80 y látex de AR 1/40.

CONSIDERACIONES FINALES.

Es necesario y muy importante pensar en las causas secundarias de osteoporosis a la hora de evaluar a una mujer postmenopáusica con fractura de etiología incierta, y darle relevancia al examen físico como generador de sospecha diagnóstica de las múltiples causas de fractura en estas pacientes. Este ha sido el objetivo al analizar este caso clínico.