Guía Esencial: Recomendaciones Nutricionales que Toda Matrona Debe Transmitir Durante la Gestación
Autora principal: María Salinas Bariain
Vol. XX; nº 12; 694
Guiding Light: Essential Nutritional Recommendations Every Midwife Should Share During Pregnancy
Fecha de recepción: 8 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 17 de junio de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 12 – Segunda quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 12; 694
Autores:
María Salinas Bariain, Hospital Universitario de Navarra (HUN), Pamplona (Navarra), España
Amaia Asin Belzunce, Hospital Universitario de Navarra (HUN), Pamplona (Navarra), España
Leyre Barrenetxe Sánchez, Hospital Universitario de Navarra (HUN), Pamplona (Navarra), España
Sara Lacunza Sánchez, Hospital Universitario de Navarra (HUN), Pamplona (Navarra), España
Resumen
Introducción
La gestación es un período clave en la vida de la mujer, donde cambios fisiológicos y hormonales preparan al cuerpo para el embarazo. La nutrición juega un papel fundamental, ya que una alimentación adecuada favorece un embarazo saludable, reduce riesgos como preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro y bajo peso al nacer. Además, una dieta equilibrada apoya el correcto desarrollo fetal, incluyendo el crecimiento neurológico y la formación de órganos. Sin embargo, muchas mujeres enfrentan desafíos para mantener una buena alimentación debido a náuseas, restricciones culturales o económicas, y falta de información. Por ello, las recomendaciones nutricionales deben ser claras, accesibles y adaptadas a cada mujer, considerando sus necesidades y contexto.
Objetivo
Conocer las recomendaciones nutricionales actuales en embarazo, la evidencia que las respalda y su impacto en la salud materna.
Metodología
Se realizó una revisión exhaustiva de literatura en bases como PubMed y Scopus, seleccionando estudios relevantes y de alta calidad, para consolidar información confiable y actualizada sobre prácticas nutricionales durante la gestación.
Resultados
Seguir las recomendaciones nutricionales mejora la salud materna e infantil. La ingesta adecuada de hierro y ácido fólico reduce anemia y defectos del tubo neural, respectivamente. La fortificación de alimentos con ácido fólico ha disminuido en un 50-70% los defectos congénitos. La dieta controlada ayuda a prevenir diabetes gestacional, mientras que el consumo de calcio y vitamina D reduce riesgos como la preeclampsia y fortalece los huesos. La educación y programas personalizados aumentan la adherencia, reduciendo complicaciones y promoviendo hábitos saludables. La detección temprana de deficiencias mediante evaluación nutricional permite intervenciones específicas, mejorando los resultados.
Conclusión
La atención nutricional en embarazo debe ser integral, basada en evidencia y adaptada a cada mujer. La colaboración profesional, la educación y la vigilancia continua son clave para prevenir complicaciones y promover un embarazo saludable, beneficiando tanto a la madre como al bebé.
Palabras clave
Atención prenatal, Educación para la salud, Obstetricia, Comunicación nutricional, Embarazo, Dieta, Alimentos y Nutrición, Matronas
Abstract
Introduction
Pregnancy is a key period in a woman’s life, during which physiological and hormonal changes prepare the body for gestation. Nutrition plays a fundamental role, as proper eating habits promote a healthy pregnancy, reducing risks such as preeclampsia, gestational diabetes, preterm birth, and low birth weight. Additionally, a balanced diet supports the proper development of the fetus, including neurological growth and organ formation. However, many women face challenges in maintaining good nutrition due to nausea, cultural or economic restrictions, and lack of information. Therefore, nutritional recommendations should be clear, accessible, and tailored to each woman, considering her needs and context.
Objective
To understand the current nutritional recommendations during pregnancy, the evidence supporting them, and their impact on maternal health.
Methodology
An exhaustive review of literature was conducted in databases such as PubMed and Scopus, selecting relevant and high-quality studies to consolidate reliable and up-to-date information on nutritional practices during gestation.
Results
Following nutritional recommendations improves maternal and infant health. Adequate intake of iron and folic acid reduces anemia and neural tube defects, respectively. Food fortification with folic acid has decreased congenital defects by 50-70%. A controlled diet helps prevent gestational diabetes, while calcium and vitamin D intake reduce risks such as preeclampsia and strengthen bones. Education and personalized programs increase adherence, reducing complications and promoting healthy habits. Early detection of deficiencies through nutritional assessment allows for specific interventions, improving outcomes.
Conclusion
Nutritional care during pregnancy should be comprehensive, evidence-based, and tailored to each woman. Professional collaboration, education, and continuous monitoring are key to preventing complications and promoting a healthy pregnancy, benefiting both mother and baby.
Keywords
Antenatal care, Health education, Midwifery, Nutrition communication, Pregnancy, Diet, Food, and Nutrition, Nurse Midwives
Introducción
La gestación es un período fundamental en la vida de la mujer, caracterizado por cambios fisiológicos, hormonales y metabólicos que preparan al organismo para el desarrollo y la protección del embarazo. Durante esta etapa, la nutrición desempeña un papel crucial en la salud tanto de la madre como del bebé en desarrollo. Una alimentación adecuada no solo favorece un embarazo saludable, sino que también reduce el riesgo de complicaciones obstétricas, como preeclampsia, diabetes gestacional, parto prematuro y bajo peso al nacer. Además, una nutrición equilibrada durante la gestación contribuye al correcto crecimiento fetal, al desarrollo neurológico y a la formación de órganos y tejidos, estableciendo las bases para la salud futura del niño.
El período gestacional es una ventana de oportunidad para promover hábitos alimenticios saludables que pueden tener efectos duraderos en la vida del niño y de la madre. Sin embargo, muchas mujeres enfrentan desafíos para mantener una dieta equilibrada debido a factores como cambios en el apetito, náuseas, vómitos, antojos, restricciones culturales o económicas, y falta de información adecuada. Por ello, las recomendaciones nutricionales durante la gestación deben ser claras, accesibles y adaptadas a las necesidades individuales, con el fin de garantizar una ingesta adecuada de macro y micronutrientes esenciales.
Es importante destacar que la nutrición durante el embarazo no solo se centra en la cantidad de alimentos consumidos, sino también en la calidad de estos. La elección de alimentos ricos en nutrientes, la distribución de las comidas a lo largo del día y la atención a las necesidades específicas de cada etapa gestacional son aspectos fundamentales para promover un embarazo saludable. Además, la orientación nutricional debe complementarse con recomendaciones sobre hábitos de vida saludables, como la actividad física moderada, la abstinencia de alcohol y tabaco, y la adecuada hidratación.
En este contexto, las recomendaciones nutricionales durante la gestación deben basarse en evidencia científica actualizada y en las guías internacionales de salud, adaptándose a las particularidades de cada mujer, considerando su estado de salud, antecedentes médicos, nivel socioeconómico y preferencias culturales. La implementación de estas recomendaciones requiere un enfoque multidisciplinario, en el que profesionales de la salud, como obstetras, nutricionistas y matronas, desempeñen un papel clave en la educación y el acompañamiento de las gestantes.
Objetivo
Conocer cuáles son las recomendaciones nutricionales actuales durante la gestación, qué evidencia respalda estas recomendaciones Y cómo influyen en la salud materna.
Metodología
Para recopilar la evidencia sobre las recomendaciones nutricionales en la gestación, se realizó una revisión exhaustiva de la literatura científica, consultando bases de datos reconocidas como PubMed y Scopus, utilizando palabras clave específicas relacionadas con nutrición y embarazo.
Posteriormente se seleccionó estudios relevantes que cumplían con criterios de calidad, como revisiones sistemáticas, guías clínicas y recomendaciones de organizaciones internacionales de salud. Para garantizar la validez de la información, evalué la metodología y la evidencia presentada en cada fuente, priorizando aquellas con mayor nivel de evidencia.
Más tarde se analizó las diferentes recomendaciones, identificando los puntos en común y las posibles discrepancias. Este proceso me permitió consolidar una visión clara y actualizada sobre las prácticas nutricionales recomendadas durante la gestación. Finalmente, se organizó la información en un documento que refleja las principales evidencias y recomendaciones basadas en la ciencia, asegurando que sean confiables y útiles para la orientación en este tema.
Resultados
La implementación de recomendaciones nutricionales durante la gestación ha demostrado ser fundamental para mejorar los resultados de salud tanto en la madre como en el bebé. Diversos estudios y revisiones científicas evidencian que seguir pautas alimenticias específicas durante el embarazo puede reducir significativamente la incidencia de complicaciones obstétricas, mejorar el crecimiento fetal y promover un desarrollo neurológico adecuado.
Uno de los resultados más destacados en la literatura es la reducción en la prevalencia de anemia materna. La anemia, principalmente causada por deficiencia de hierro, es una de las complicaciones más comunes durante el embarazo y se asocia con partos prematuros, bajo peso al nacer y mortalidad neonatal. La adopción de recomendaciones que incluyen la ingesta adecuada de alimentos ricos en hierro, así como la suplementación en casos necesarios, ha demostrado disminuir la incidencia de anemia en gestantes, mejorando los niveles de hemoglobina y reduciendo riesgos asociados.
Asimismo, la ingesta adecuada de ácido fólico antes y durante las primeras semanas de embarazo ha sido ampliamente reconocida como una de las intervenciones más efectivas para prevenir defectos del tubo neural en los recién nacidos. Los defectos del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia, son graves malformaciones congénitas que ocurren en las primeras etapas del desarrollo embrionario, muchas veces antes de que la mujer sepa que está embarazada. Por ello, la recomendación de consumir suficiente ácido fólico antes de la concepción y durante las primeras semanas de gestación es fundamental para reducir significativamente el riesgo de estos defectos.
El ácido fólico, una vitamina del complejo B, es esencial para la formación y cierre del tubo neural durante el desarrollo fetal. La ingesta adecuada de este nutriente ayuda a que el tubo neural se cierre correctamente, previniendo así las malformaciones. Para lograr esto, se recomienda que las mujeres en edad fértil consuman alimentos ricos en ácido fólico, como vegetales de hoja verde (espinaca, acelga, brócoli), legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles), frutas cítricas, y cereales fortificados con esta vitamina. Sin embargo, dado que no siempre es posible obtener la cantidad necesaria solo a través de la alimentación, las guías clínicas también sugieren la suplementación con ácido fólico en dosis específicas, generalmente de 400 microgramos diarios, comenzando al menos un mes antes de la concepción y continuando durante las primeras 12 semanas de embarazo.
Diversos estudios en diferentes poblaciones han demostrado que esta estrategia puede reducir en un 50-70% la incidencia de defectos del tubo neural, lo que representa un avance significativo en la salud pública. La fortificación de cereales y otros productos alimenticios con ácido fólico ha sido implementada en varios países como una medida efectiva para aumentar la ingesta poblacional y disminuir la prevalencia de estos defectos congénitos.
Es importante destacar que, además de la suplementación y la alimentación, la educación y la sensibilización de las mujeres en edad reproductiva sobre la importancia del ácido fólico han sido clave para mejorar la adherencia a estas recomendaciones. La detección temprana y la intervención preventiva son fundamentales para garantizar un embarazo saludable y reducir la carga de defectos del tubo neural en la población.
En resumen, la ingesta adecuada de ácido fólico antes y durante las primeras semanas de embarazo ha demostrado ser una estrategia efectiva y segura para disminuir la incidencia de defectos del tubo neural en los recién nacidos. La combinación de una alimentación rica en este nutriente, la suplementación cuando sea necesaria y la educación de las mujeres en edad fértil contribuyen a mejorar los resultados de salud y a promover embarazos más seguros y saludables.
Otra área en la que las recomendaciones nutricionales han tenido un impacto positivo es en la prevención de la diabetes gestacional. La adopción de una dieta equilibrada, con control en la ingesta de azúcares simples y grasas saturadas, y el aumento en el consumo de fibra, frutas y verduras, ha demostrado reducir la incidencia de esta condición. La diabetes gestacional, si no se controla, puede derivar en complicaciones como macrosomía fetal, parto por cesárea y mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en la madre a largo plazo. Por tanto, las intervenciones nutricionales han sido efectivas para mejorar los perfiles glucémicos y reducir estos riesgos.
Además, las recomendaciones que promueven un aumento en la ingesta de calcio y vitamina D durante la gestación han demostrado tener resultados muy positivos en la prevención de complicaciones como la preeclampsia y en la protección de la salud ósea tanto de la madre como del bebé. La preeclampsia, que se caracteriza por hipertensión arterial y daño en órganos, puede ser una condición grave que pone en riesgo la vida de la madre y del bebé, además de aumentar las probabilidades de parto prematuro y bajo peso al nacer. Diversos estudios científicos han evidenciado que mantener niveles adecuados de calcio en la dieta ayuda a reducir la incidencia de esta condición, especialmente en mujeres con antecedentes de hipertensión o en poblaciones con bajos niveles de ingesta de calcio.
La vitamina D, por su parte, juega un papel fundamental en la absorción del calcio y en la regulación del metabolismo óseo. Durante el embarazo, los requerimientos de vitamina D aumentan para apoyar el desarrollo óseo del feto y mantener la salud ósea de la madre. La suplementación con vitamina D, junto con el consumo de alimentos ricos en este nutriente, como pescados grasos, huevos, lácteos fortificados y algunos hongos, ha mostrado resultados positivos en la prevención de la preeclampsia y en la reducción del riesgo de osteoporosis en la madre. Además, niveles adecuados de vitamina D también están relacionados con un menor riesgo de parto prematuro y de infecciones durante el embarazo.
Es importante destacar que, en muchas poblaciones, la ingesta habitual de calcio y vitamina D puede ser insuficiente debido a factores culturales, económicos o de acceso a ciertos alimentos. Por ello, las guías clínicas recomiendan en algunos casos la suplementación específica, especialmente en mujeres con deficiencias comprobadas o en aquellas con riesgo aumentado. La suplementación debe ser siempre supervisada por profesionales de la salud para evitar excesos que puedan tener efectos adversos.
El consumo adecuado de calcio y vitamina D no solo ayuda a prevenir complicaciones durante el embarazo, sino que también contribuye a fortalecer los huesos de la madre, reduciendo el riesgo de osteoporosis en el postparto y en la vejez. Además, un buen estado óseo materno favorece un desarrollo fetal saludable, ya que el calcio es esencial para la formación de huesos y dientes en el bebé.
En resumen, promover una ingesta adecuada de calcio y vitamina D a través de una alimentación balanceada y, en algunos casos, mediante suplementación, ha demostrado ser una estrategia efectiva para reducir la incidencia de preeclampsia, mejorar la salud ósea materna y favorecer un embarazo más saludable en general. La clave está en la detección temprana de deficiencias y en la orientación profesional para asegurar que las gestantes reciban la cantidad necesaria de estos nutrientes, contribuyendo así a mejores resultados tanto para la madre como para el bebé.
Por otro lado, la atención a la calidad de la dieta y la moderación en el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas saturadas han resultado en mejoras en el peso gestacional y en la reducción de complicaciones como el parto prematuro y el bajo peso al nacer. La adopción de hábitos alimenticios saludables, acompañada de educación nutricional, ha demostrado ser efectiva en promover un embarazo más saludable y en mejorar los resultados perinatales.
La sensibilización y la educación en salud han sido clave para lograr cambios duraderos en los comportamientos alimenticios. Los programas educativos dirigidos a gestantes que incluyen asesoramiento nutricional personalizado han demostrado ser una estrategia efectiva para mejorar la salud materna e infantil. Estos programas suelen estar diseñados para brindar información clara y accesible sobre las necesidades nutricionales específicas durante el embarazo, así como para ofrecer orientación práctica sobre cómo incorporar alimentos saludables en la dieta diaria.
La personalización del asesoramiento permite adaptar las recomendaciones a las condiciones particulares de cada mujer, considerando factores como su estado de salud, antecedentes médicos, preferencias culturales y situación socioeconómica. Esto hace que las recomendaciones sean más relevantes y factibles de seguir, aumentando la probabilidad de adherencia a las mismas.
Uno de los principales beneficios de estos programas es que fomentan una mayor participación activa de las gestantes en su propio proceso de cuidado. Al recibir información y apoyo individualizado, las mujeres adquieren un mayor conocimiento sobre la importancia de una alimentación equilibrada, lo que a su vez incrementa su motivación para adoptar hábitos saludables. Además, la interacción con profesionales de la salud en estos programas ayuda a resolver dudas, corregir posibles malentendidos y fortalecer la confianza en sus decisiones.
Como resultado, las gestantes se sienten más empoderadas para tomar decisiones informadas sobre su alimentación, lo que puede traducirse en una mejor adherencia a las recomendaciones nutricionales y en una reducción de riesgos asociados a deficiencias o excesos alimentarios.
La evidencia científica respalda que la participación en estos programas no solo mejora los conocimientos, sino que también tiene un impacto positivo en indicadores de salud. Se ha observado una disminución en la incidencia de complicaciones como la anemia, la hipertensión gestacional y la diabetes, así como una reducción en la tasa de partos prematuros y bajo peso al nacer.
Además, estos programas contribuyen a promover hábitos de vida saludables en general, como la actividad física moderada y la evitación de sustancias nocivas, que también influyen en el bienestar materno-infantil. Es importante destacar que la efectividad de estos programas puede potenciarse mediante la colaboración entre diferentes actores del sistema de salud, incluyendo médicos, nutricionistas, enfermeros y trabajadores sociales, así como mediante la incorporación de recursos tecnológicos como aplicaciones móviles, plataformas en línea y materiales educativos interactivos.
La participación activa de las gestantes en estos espacios de aprendizaje y apoyo no solo mejora sus conocimientos, sino que también fortalece su motivación y capacidad para mantener prácticas saludables a largo plazo, beneficiando tanto su salud como la del bebé.
Conclusión
La atención a la nutrición durante la gestación no solo consiste en asegurar que la mujer consuma suficientes alimentos, sino que también implica un proceso cuidadoso de identificación y corrección de posibles deficiencias o excesos que puedan afectar tanto la salud de la madre como la del bebé en desarrollo. Durante el embarazo, las necesidades nutricionales cambian y aumentan, por lo que es fundamental realizar un seguimiento cercano para detectar posibles desequilibrios. Por ejemplo, algunas mujeres pueden presentar deficiencias de hierro, ácido fólico, vitamina D o calcio, que si no se abordan a tiempo, pueden derivar en complicaciones como anemia, defectos del tubo neural, osteoporosis o problemas en el crecimiento fetal. Por otro lado, los excesos, como un consumo excesivo de azúcares, grasas saturadas o sal, también pueden tener consecuencias negativas, aumentando el riesgo de diabetes gestacional, hipertensión o parto prematuro.
Por ello, la evaluación nutricional durante el embarazo debe ser una práctica rutinaria en la atención prenatal. Esto incluye no solo la revisión de los hábitos alimenticios, sino también la realización de análisis de laboratorio que permitan detectar posibles deficiencias o excesos en micronutrientes y macronutrientes. La detección temprana de estos desequilibrios permite implementar intervenciones específicas, como la suplementación con vitaminas y minerales, ajustes en la dieta o recomendaciones sobre cambios en los hábitos de vida. La personalización de estas intervenciones es clave, ya que cada mujer tiene necesidades particulares, antecedentes médicos y condiciones socioeconómicas que influyen en su estado nutricional.
En este senido, invertir en programas educativos personalizados para gestantes es una estrategia clave para promover embarazos saludables y reducir la carga de complicaciones relacionadas con la nutrición durante la gestación.
Además, la sensibilización y la educación en salud juegan un papel fundamental en este proceso. Empoderar a las mujeres con información clara, accesible y basada en evidencia les permite comprender la importancia de una alimentación adecuada durante el embarazo y cómo esta influye en su bienestar y en el desarrollo de su bebé. La educación en salud también ayuda a desmitificar ideas erróneas, reducir temores y promover la adopción de hábitos saludables que puedan mantenerse más allá del embarazo. Por ejemplo, enseñar sobre la importancia de consumir una variedad de alimentos, limitar los productos ultraprocesados, mantener una hidratación adecuada y evitar sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco, son acciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida de la gestante y a prevenir complicaciones.
Es importante destacar que la atención nutricional durante la gestación debe ser un proceso integral y multidisciplinario. La colaboración entre obstetras, nutricionistas, matronas y otros profesionales de la salud garantiza una atención más completa y efectiva. Estos profesionales no solo brindan orientación sobre la alimentación, sino que también acompañan a la mujer en la identificación de dificultades, motivan cambios positivos y ofrecen apoyo emocional. La comunicación cercana y empática ayuda a que las gestantes se sientan acompañadas y motivadas a seguir las recomendaciones, lo cual aumenta las probabilidades de éxito en la adopción de hábitos saludables.
En conclusión, la nutrición durante la gestación es un componente esencial para garantizar un embarazo saludable y un desarrollo fetal óptimo. La implementación de recomendaciones nutricionales basadas en evidencia científica, adaptadas a las necesidades individuales y promovidas por profesionales capacitados, puede marcar una diferencia significativa en los resultados de salud tanto a corto como a largo plazo. La atención personalizada y la vigilancia continua permiten detectar y corregir posibles desequilibrios, minimizando riesgos y promoviendo el bienestar de la madre y del bebé. Además, la educación en salud y la sensibilización empoderan a las mujeres, facilitando que adopten hábitos alimenticios saludables que puedan mantenerse después del embarazo, beneficiando también a su familia y comunidad.
Bibliografía
1. Beulen YH, Super S, Rothoff A, van der Laan NM, de Vries JHM, Koelen MA, Feskens EJM, Wagemakers A. What is needed to facilitate healthy dietary behaviours in pregnant women: A qualitative study of Dutch midwives’ perceptions of current versus preferred nutrition communication practices in antenatal care. Midwifery. 2021 Dec;103:103159. doi: 10.1016/j.midw.2021.103159. Epub 2021 Sep 30. PMID: 34628180.
2. Espuig Sebastián R, Noreña Peña AL, Cortés Castel E, González-San JD. Percepción de embarazadas y matronas acerca de los consejos nutricionales durante la gestación. Nutr Hosp. 2016 Sep 20;33(5):587. Spanish. doi: 10.20960/nh.587. PMID: 27759991.
3. Francés L, Terré C. Formación y competencias de la matrona competencias de la matron. Rev Enferm. 2016 Sep;39(9):7. PMID: 30251813.
4. Herrera-Gómez Antonio. El modelo de atención por matronas durante el embarazo y parto de bajo riesgo, en comparación con otros modelos de atención. Ene. [Internet]. 2022 [citado 2025 Abr 30]; 16(1): 1341
5. Perichart-Perera O, Rodríguez-Cano AM, Gutiérrez-Castrellón P. Importancia de la suplementación en el embarazo: papel de la suplementación con hierro, ácido fólico, calcio, vitamina D y multivitamínicos. Gac Med Mex. 2020;156(Supl 3):S1-S26. English. doi: 10.24875/GMM.M20000434. PMID: 33373348.
6. Martínez García Rosa María, Jiménez Ortega Ana Isabel, Peral-Suárez África, Bermejo Laura M, Rodríguez-Rodríguez Elena. Importancia de la nutrición durante el embarazo. Impacto en la composición de la leche materna. Nutr. Hosp. [Internet]. 2020 [citado 2025 Abr 30]; 37(spe2): 38-42.
7. Ortega R, Martínez RM, López-Sobaler AM. La nutrición durante el embarazo y la lactancia como condicionante de la salud en etapas avanzadas de la vida. Alim Nutr Salud 2004;11(2):31-6.
8. Amezcua-Prieto C, Martínez-Galiano JM, Cano-Ibáñez N, et al. Types of carbohydrates intake during pregnancy and frequency of a small for gestational age newborn: a case-control study. Nutrients 2019;11(3):523.
9. Martínez RM, Jiménez AI, Navia B. Suplementos en gestación: últimas recomendaciones. Nutr Hosp 2016;33(Supl. 4):3-7.
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.