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Relación Holismo – Enfermería – Cuidados Paliativos

origen u orden religiosa, las encargadas de ofertar cuidados a enfermos, así como también considerada una actividad u ocupación de muy bajo status, con poco reconocimiento científico-social; así era vista la Enfermería en aquel entonces, rudimentaria y carente. (3-5)

La Enfermería moderna comenzó a mediados del siglo XlX, llevándose a cabo uno de los primeros programas oficiales de formación para enfermeras en 1836 en Kaiseswerth, Alemania, a cargo del pastor Theodor Fliedner, para la orden de Diaconisas Protestantes, por aquel entonces se comenzó a incrementar la formación de enfermeras de manera reglada, sobre todo en Europa, siendo la escuela de Fliedner digna de mención, por haber formado a la reformadora de la Enfermería, Florence Nightingale. Su experiencia en los campos de batalla en la guerra de Crimea, le permitió organizar y más tarde establecer el programa de formación de Enfermería, en el hospital Saint Thomas de Londres. La llegada de las escuelas de Enfermería de Florence y los heroicos esfuerzos y reputación de esta mujer, transformaron la concepción de la Enfermería en Europa y el resto del mundo, estableciendo las bases de su carácter moderno como profesión en vías de desarrollo formalmente reconocida, dotándola de herramientas para lograr un mejor cuidado y catapultarla a lo que hoy se conoce: Enfermería como ciencia-profesión en pleno desarrollo, ya con visión holística del ser. (3-5)

La historia no solo recoge a Florence en lo que ha Enfermería se trata, sino también reconoce el aporte brindado a la profesión, de otras mujeres, todas enfermeras de muy alto nivel científico, comprometidas con su momento histórico y adelantadas a su tiempo; agrupadas por escuelas, donde cada una de ellas ejemplifica a través de sus teorías, la necesidad de incorporar la visión holística de la persona, para garantizar una mejor prestación del cuidado. Gran cantidad de teóricas prestaron importancia a uno que otro fenómeno del meta paradigma de la Enfermería (salud, entorno, cuidados y persona) por ejemplo Florence Nightingale prestó especial atención al entorno, Virginia Henderson a necesidades o cuidados, Martha Rogers a la persona y Dorothea Orem a los cuidados; sin embargo hay otros modelos y teorías que enuncian la necesidad de una atención integral en Enfermería como Neuman que expresó: «….la Enfermería es la única profesión en la cual se manejan todas las variables que afectan la respuesta del individuo al estrés», Patricia Iyer: » La Enfermería se ocupa de los aspectos psicológicos, espirituales, sociales y físicos de la persona y no sólo del proceso médico, por ende se centra en las respuestas globales de la persona que interactúa con el entorno», Donalson y Crowley (1978) » La Enfermería estudia la integralidad de la salud de las personas, reconociendo que las mismas están en constante interacción con el entorno». (2)

Las concepciones de Henderson sobre Enfermería, reconocen como elementos cardinales «el comportamiento del paciente, la actitud de la enfermera y la respuesta o acciones de ésta frente al comportamiento del paciente». (2)

Casi todas las formulaciones han tratado de definir la Enfermería como una profesión dirigida a satisfacer las necesidades del hombre en la salud y en la enfermedad, considerando que el hombre tiene necesidades físicas, emocionales, intelectuales, sociales y espirituales. El análisis de estos enfoques apunta a que el personal de Enfermería ha trascendido a lo habitual de «cuidar y curar» para ubicar su actuación en nuevas constelaciones donde puede contribuir a realzar y facilitar el sentido de la propia dignidad inherente a toda persona humana que tiene un fin que cumplir.

Partiendo de la posibilidad de actuar como enfermero, tomando como sustento la base científica de teóricas de Enfermería existente y el objetivo fundamental de los cuidados paliativos, los autores afirman la eminente relación entre Holismo-Enfermería-Cuidados Paliativos, si se toma en cuenta que este último proporciona el mayor grado de bienestar, entendiendo como bienestar la sensación global de satisfacción o alivio de las necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales que puede experimentar el enfermo de forma intermitente, continua o esporádica, a lo largo de la última etapa de su existencia.

En este sentido los esfuerzos que logren una mejoría o alivio subjetivo del paciente se traducirán en una mejoría de su bienestar. Este incluye la asimilación, aceptación y el acomodo físico y psíquico a un nuevo estado de salud y sus consecuencias, además puede ocurrir que cuando las condiciones físicas de una persona se deterioran, otras dimensiones de su vida (sociales, intelectuales, emocionales, espirituales, etc) tienden a cobrar mayor relevancia en la determinación de su bienestar (1), por ello, los enfermeros tienen un papel fundamental en los cuidados paliativos, ya que esto se logra en gran medida con los cuidados integrales propios del quehacer del equipo de Enfermería, contenidos en sus parcelas de actuación.

En la actualidad, las tendencias de la Enfermería van encaminadas a lograr la mayor autonomía posible y a conservar su dignidad hasta el último momento; en Cuidados Paliativos se deben tomar todas estas medidas para este último fin, es bien importante ser cautos en la valoración de la relación daño/beneficio que ejerzan los cuidados a ofertar y que siempre prime el bienestar subjetivo del enfermo, por tanto es básico contar con la opinión del enfermo e integrarlo junto con su familia en la planificación y en la toma de decisiones respecto a los cuidados a seguir. (1)

Al analizar los integrantes o elementos principales de la atención paliativa, sería bueno recordar la definición que se ofrece frecuentemente de Cuidados Paliativos: “Es la atención total, activa y continuada de los pacientes y sus familias por un equipo multiprofesional cundo la expectativa no es la curación. La meta fundamental es la calidad de vida del paciente y su familia, sin intentar alargar la supervivencia. Debe cubrir las necesidades físicas, psicológicas, sociales y espirituales del paciente y sus familiares. Cuando resulte necesario, el apoyo debe incluir el proceso del duelo”, en consecuencia, las principales bases de la atención paliativa son: (6, 7)

1) Atención integral: Tener en cuenta aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales, es decir, una atención forzosamente global, individualizada y continuada. Los cuidados paliativos siempre serán brindados por un equipo multiprofesional, no es posible que un sólo especialista pueda abordarlo todo.

2) El enfermo y la familia son la unidad a tratar: La familia es el núcleo fundamental de apoyo al enfermo, adquiriendo relevancia especial en la atención domiciliaria, para lo cual requiere medidas específicas de ayuda y educación.