En 1951, Fisher encontró la relación entre la obstrucción de las arterias carótidas en el cuello y la isquemia vascular cerebral. Afirmó que la trombosis en la arteria carótida interna, constituía una causa importante de enfermedad cerebrovascular (ECV) y también describió la patología en los infartos lacunares. (7)
El término ictus se aplica al síndrome clínico neurológico agudo resultante de una enfermedad cerebrovascular (infarto o hemorragia). La historia y el examen clínico constituyen las bases del diagnóstico y son críticos para determinar el plan terapéutico en los pacientes con ictus. (8) Actualmente en el manejo urgente del ictus no se justifica la ejecución meticulosa y parsimoniosa de la anamnesis y el examen clínico tradicional. Al contrario, se demanda una exploración enfocada y sistemática para identificar los candidatos a las terapias sensibles al tiempo y minimizar la exposición a tratamientos potencialmente nocivos. (9, 10)
Según su naturaleza, la enfermedad cerebrovascular (ECV) se puede presentar como isquemia o como hemorragia, con una proporción en torno al 80 y 20%, respectivamente. La isquemia se produce por la disminución del aporte sanguíneo cerebral de forma total (isquemia global) o parcial (isquemia focal). Según la duración del proceso isquémico focal se presentará como ataque transitorio de isquemia (ATI) o como infarto cerebral, en función de que el déficit isquémico provoque o no necrosis hística. La hemorragia es la presencia de sangre, bien en el parénquima (hemorragia intracerebral) o en el interior de los ventrículos cerebrales (hemorragia intraventricular), o en el espacio subaracnoideo (hemorragia subaracnoidea). (11)
El diagnóstico etiológico o patogénico constituye el punto final del proceso diagnóstico, por definir la conducta a seguir en relación con la prevención secundaria del infarto cerebral. Las diferentes causas descritas son: Infarto por ateromatosis de gran vaso, Infarto cardioembólico, Infarto por enfermedad de pequeño vaso (infarto lacunar), Infarto de causa inhabitual, y el Infarto de causa indeterminada. (11)
Hemorragia intracerebral (HIC). También llamada intraparenquimatosa, se debe a la ruptura de vasos sanguíneos intracerebrales con extravasación de sangre hacia el parénquima cerebral que forma una masa circular u oval que irrumpe al tejido y crece en volumen, comprimiendo y desplazando el tejido cerebral adyacente. Se utiliza el término de HIC primaria cuando la ruptura de la pared vascular se ha producido como consecuencia de la afectación de esta por procesos degenerativos tales como la arteriosclerosis, la angiopatía amiloide o la hipertensión arterial. Se habla de hemorragia secundaria cuando se debe a la ruptura de vasos sanguíneos congénitamente anormales (malformaciones vasculares), vasos neoformados (hemorragia intratumoral) o vasos alterados por procesos inflamatorios (vasculitis o aneurismas micóticos). (11)
Hemorragia subaracnoidea (HSA). Se produce por la irrupción de sangre en el espacio subaracnoideo, por lo cual se disemina con el líquido cefalorraquídeo. La hemorragia subaracnoidea (HSA) es el tipo de ictus que más mortalidad produce (alrededor del 25%) y aunque sus causas son tan variadas como en la HIP, entre el 50 y 70% de los casos se deben a rotura de aneurismas saculares y entre el 10 y 20% a malformaciones arteriovenosas. (11)
Las enfermedades cerebrovasculares (ECV) son un problema de salud mundial; constituyen la tercera causa de muerte, la primera causa de discapacidad en el adulto y la segunda causa de demencia. (11) La Organización Mundial de la Salud estima que ocurren 20,5 millones de ictus anuales en todo el mundo, y 5,5 millones son fatales. (12)
La incidencia mundial de la Enfermedad cerebrovascular fue estimada, según datos de once estudios llevados a cabo en Europa, Rusia, Australia y Estados Unidos, en 300 a 500/100.000 habitantes por año para la edad entre 45 y 84 años. Dicha enfermedad aumenta significativamente su incidencia con la edad, llegando a ser de hasta 3000/100.000 habitantes en mayores de 85 años. (13)
Se estima que cada año ocurren 536.000 nuevos casos de stroke en la Unión Europea y que 2.700.000 adultos conviven al menos con un episodio de stroke. En los Estados Unidos distintos investigadores estiman la ocurrencia de nuevos casos o recurrencia de stroke entre 731.000 y 750.000 episodios por año. (14)
Actualmente reportan tasas de mortalidad de 61,5 por cien mil habitantes en países desarrollados como Estados Unidos de América, Francia, Alemania e Italia, se plantea que cada 53 segundos ocurre un evento de Enfermedad cerebrovascular y cada 3,3 minutos muere un paciente por esta temida enfermedad. (13)
Las enfermedades cerebrovasculares tienen también un enorme costo, por los recursos necesarios en los sistemas de salud para su atención en fase aguda, y los cuidados a largo plazo de los supervivientes, con sus consecuentes implicaciones sociales.
En Cuba es también la tercera causa de muerte; en el año 2011 se produjeron 8 641 muertes debido a un ictus. Además, es la quinta causa de años de vida saludables perdidos. Se recoge además que un total de 928 pacientes menores de 60 años fallecieron por ictus en el 2011. (15)
Con la tendencia actual de la población a adoptar estilos de vida inadecuados, han surgido transformaciones en la evolución habitual de las enfermedades, observándose cada vez más temprano entidades que pueden ser prevenibles, si se lograse incorporar a la población conductas adecuadas en relación a la nutrición, a la disminución de hábitos tóxicos, al control de la tensión arterial, entre otros.
Las enfermedades cerebrovasculares además de su elevada mortalidad, en muchas ocasiones dejan secuelas que pueden perdurar toda la vida y discapacitar a la persona, por lo que todas las acciones que se puedan hacer para estudiar sus causas, prevenirlas y tratarlas adecuadamente serán de mucha utilidad para mejorar la calidad de vida de la población.
OBJETIVOS:
General:
Caracterizar el ictus en personas menores de 50 años ingresadas en el Hospital Clínico Quirúrgico “Comandante Manuel Fajardo” durante los años 2011 y 2012.
Específicos:
Identificar los grupos etarios mayormente afectados según la forma clínica de presentación del ictus.
Describir los factores de riesgo presentes en los pacientes.
Identificar las complicaciones más frecuentes según tipo de ictus.
DISEÑO