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Impacto de la Colchicina en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria: Una revisión de los principales ensayos clínicos

Impacto de la Colchicina en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria: Una revisión de los principales ensayos clínicos

Autora principal: Carolina McLean Castro

Vol. XX; nº 10; 489

Impact of Colchicine in the secondary prevention of coronary artery disease: A critical review of the main clinical trials

Fecha de recepción: 15 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 13 de mayo de 2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 10 Segunda quincena de mayo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 10; 489

Autores:

Carolina McLean Castro, Médica Cirujana, investigadora independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0005-8399-038

Joseph Cruz Niebla, Médico Cirujano, investigador independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0007-4398-1389

José Rolando Duran Rodríguez, Médico Cirujano, investigador independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0003-8926-8352

Michelle Muñoz Cisneros, Médica Cirujana, investigadora independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0003-1764-8639

Andrés Ramírez Rojas, Médico Cirujano, investigador independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0001-2488-2031

Mélany María Villalobos Galagarza, Médica Cirujana, investigadora independiente, San José, Costa Rica, ORCID: https://orcid.org/0009-0002-3956-2150

Resumen

La Colchicina es un agente antiinflamatorio utilizado comúnmente en la gota y la pericarditis. En los últimos años ha mostrado potencial en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria (EAC). Diferentes ensayos clínicos como COLCOT, LoDoCo2 y COPS han demostrado que su uso en dosis bajas (0.5 mg/día) puede reducir significativamente el riesgo de infarto agudo al miocardio, accidente cerebrovascular y otros eventos cardiovasculares adversos mayores. Su uso debe ser individualizado, considerando su margen terapéutico estrecho, posibles interacciones farmacológicas y posibles efectos secundarios en pacientes con insuficiencia renal o hepática. Aunque las guías actuales recomiendan su uso con un nivel de evidencia 2b, se requieren más estudios para definir su seguridad y eficacia a largo plazo.

Palabras clave

Colchicina, aterosclerosis, inflamación, prevención secundaria, eventos cardiovasculares adversos mayores, infarto agudo al miocardio, accidente cerebrovascular.

Abstract:

Colchicine is an anti-inflammatory agent commonly used for gout and pericarditis. In recent years, it has shown potential in the secondary prevention of coronary artery disease (CAD). Clinical trials such as COLCOT, LoDoCo2, and COPS have demonstrated that low-dose colchicine (0.5 mg/day) can significantly reduce the risk of myocardial infarction, stroke, and other major adverse cardiovascular events. However, its use should be individualized, considering its narrow therapeutic window, potential drug interactions, and possible side effects in patients with renal or hepatic impairment. While current guidelines recommend it with level 2b evidence, further studies are needed to define its long-term safety and efficacy better.

Keywords:

Colchicine, atherosclerosis, inflammation, secondary prevention, major adverse cardiovascular events, acute myocardial infarction, stroke.

1. Introducción

La prevención secundaria en pacientes con enfermedad arterial coronaria es fundamental para reducir la incidencia de eventos cardiovasculares recurrentes y mayores, así como para mejorar la calidad de vida y el pronóstico a largo plazo.1 Estrategias terapéuticas dirigidas a la modulación del proceso inflamatorio han demostrado ser clave en este contexto.2

En las últimas décadas, la evidencia ha consolidado el papel central de la inflamación en la patogénesis de la aterosclerosis y su influencia en los eventos cardiovasculares mayores.3 La respuesta inflamatoria crónica en la pared arterial, desencadenada por la retención y modificación de lipoproteínas, activa el inflamasoma NLRP3 y estimula la liberación de citoquinas proinflamatorias como IL-1β, IL-18 e IL-6, contribuyendo a la progresión de la enfermedad y la inestabilidad de la placa aterosclerótica.4 Diversos estudios epidemiológicos han demostrado que biomarcadores inflamatorios, en particular la proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCR-as) e IL-6, son predictores independientes del riesgo cardiovascular, incluso en pacientes con un adecuado control lipídico, lo que resalta la relevancia de la inflamación como un objetivo terapéutico en la prevención y el manejo de la enfermedad aterosclerótica.5

La PCR-as ha demostrado ser un marcador inflamatorio con mayor valor predictivo de mortalidad cardiovascular y mortalidad por cualquier causa que las lipoproteínas de baja densidad (LDL-C) en pacientes bajo tratamiento con estatinas. Su relevancia radica en su capacidad para evaluar el riesgo inflamatorio residual (definido por valores de PCR-as ≥2 mg/L), el cual se ha identificado como un predictor más sólido de eventos cardiovasculares adversos mayores.4-6

La colchicina ha surgido como un agente antiinflamatorio prometedor en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria, especialmente en pacientes con terapia optimizada, pero con un alto riesgo inflamatorio residual.6 En los últimos años, diversos ensayos clínicos han demostrado que su adición a la terapia estándar en pacientes con cardiopatía isquémica establecida se asocia con una reducción significativa de los eventos cardiovasculares adversos mayores, respaldando su potencial beneficio en este contexto.3,6,7

2. Mecanismo de Acción de la Colchicina

El mecanismo de acción de la colchicina en la enfermedad arterial coronaria (EAC) se basa en sus efectos antiinflamatorios, los cuales son fundamentales en pacientes con alto riesgo inflamatorio residual.8

La colchicina se une a la tubulina, lo que inhibe la polimerización de los microtúbulos, de esta manera interfiere con los procesos celulares dependientes de microtúbulos en las células que se dividen rápidamente (como los leucocitos)7. Por medio de este mecanismo altera las funciones de los neutrófilos, afectando su quimiotaxis, fagocitosis y la liberación de mediadores inflamatorios. Esta inhibición reduce la expresión de moléculas de adhesión y modula la producción de citoquinas proinflamatorias clave, como la interleucina (IL)-1β y la IL-18, ambas implicadas en la formación y desestabilización de la placa aterosclerótica.9-11

Además, la colchicina interfiere con la activación del inflamasoma NLRP3, un complejo multiproteico citosólico con un papel central en la respuesta inflamatoria asociada a la aterosclerosis. Al bloquear su activación, se reduce la síntesis de IL-1β e IL-18, lo que contribuye en un menor componente inflamatorio en la placa aterosclerótica.12

Otro efecto relevante de la colchicina es la modulación del tráfico leucocitario, disminuyendo el reclutamiento de neutrófilos y monocitos hacia las placas ateroscleróticas. Esto favorece una composición de placa más estable, con menor contenido inflamatorio y reducción de su tamaño.11

En conjunto, estos mecanismos explican la capacidad de la colchicina para estabilizar las placas ateroscleróticas y reducir el riesgo de eventos cardiovasculares en pacientes con EAC, como se ha demostrado en ensayos clínicos clave, incluyendo COLCOT y LoDoCo2.10

3. Evidencia Clínica sobre el Uso de Colchicina en la enfermedad arterial coronaria

CANTOS (2017)

El ensayo clínico CANTOS (Canakinumab Anti-Inflammatory Thrombosis Outcomes Study) evaluó el impacto de la modulación de la inflamación en la reducción de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad arterial coronaria previa.13

Aunque el estudio se centró en canakinumab, sus hallazgos refuerzan el concepto de que la inflamación juega un papel clave en la fisiopatología de la aterosclerosis y su progresión.13

COLCOT (2019)

El ensayo clínico COLCOT (Colchicine Cardiovascular Outcomes Trial) evaluó el impacto de la colchicina en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares en pacientes postinfarto de miocardio (individuos dentro de los 30 días posteriores a un infarto agudo al miocardio).7 El estudio demostró que el uso de colchicina a dosis bajas (0.5 mg/día) redujo significativamente la incidencia de eventos cardiovasculares mayores, incluyendo infarto de miocardio recurrente, accidente cerebrovascular, angina inestable con necesidad de revascularización y muerte cardiovascular.3

Los pacientes con enfermedad arterial coronaria establecida, especialmente aquellos en el período postinfarto, son los principales beneficiarios de la terapia con colchicina, ya que la inflamación persistente desempeña un papel crucial en la progresión de la aterosclerosis y la trombosis.3 La colchicina, al modular la respuesta inflamatoria, ofrece un beneficio adicional a la terapia estándar, disminuyendo el riesgo de eventos isquémicos recurrentes.3 Su efecto antiinflamatorio sobre la aterotrombosis refuerza su papel como una estrategia clave en la reducción del riesgo cardiovascular residual en pacientes con enfermedad coronaria.5

LoDoCo2 (2020)

El ensayo clínico LoDoCo2 evaluó la eficacia de la colchicina en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares en pacientes con enfermedad arterial coronaria estable (al menos 6 meses después de un SCA), estableciendo su papel como una estrategia terapéutica complementaria a la terapia hipolipemiante y antiplaquetaria estándar.6

El estudio incluyó pacientes con diagnóstico documentado de enfermedad coronaria, excluyendo a aquellos con insuficiencia renal severa o antecedentes de intolerancia a la colchicina. La dosis utilizada fue de 0.5 mg diarios, la cual demostró ser bien tolerada en la mayoría de los participantes.6 El perfil de seguridad fue favorable, con eventos adversos graves poco frecuentes. No obstante, en pacientes con insuficiencia renal moderada o riesgo de interacciones medicamentosas, se recomienda un ajuste de dosis y un seguimiento clínico estricto.6

Entre los hallazgos más relevantes del estudio LoDoCo2, se reportó una reducción del 31% en el riesgo relativo de eventos cardiovasculares adversos mayores en comparación con el grupo placebo.6 En particular, se observó una disminución significativa en la incidencia de: infarto agudo al miocardio, muerte de origen cardiovascular y accidente cerebrovascular isquémico.6

A diferencia de las estatinas, que actúan predominantemente disminuyendo los niveles de colesterol LDL y estabilizando la placa aterosclerótica, la colchicina ejerce su efecto modulando la respuesta inflamatoria en la pared arterial. Este mecanismo de acción la posiciona como una opción terapéutica independiente y complementaria en pacientes de alto riesgo que, a pesar de recibir tratamiento óptimo con estatinas y antiagregantes plaquetarios, persisten con inflamación activa y eventos cardiovasculares recurrentes.6,7

COPS (2020)

El ensayo clínico COPS (Colchicine in Patients with Acute Coronary Syndrome) evaluó la eficacia de la colchicina en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) reciente.14

Los hallazgos del estudio sugieren que el uso de colchicina podría reducir la incidencia de eventos cardiovasculares adversos mayores en esta población. Sin embargo, los resultados fueron menos consistentes en comparación con otros ensayos como LoDoCo2, que se centró en pacientes con enfermedad coronaria estable.7

En el grupo tratado con colchicina, se observó una reducción del riesgo de infarto al miocardio recurrente y hospitalización por angina inestable. Disminución en la progresión de la aterosclerosis y de la inflamación endovascular y tendencia a una reducción en eventos cerebrovasculares y muerte cardiovascular, aunque sin alcanzar una significancia estadística sólida.14

El ensayo COPS también destacó la necesidad de estudios adicionales para definir con mayor precisión el papel de la colchicina en pacientes con SCA.14 Factores como el momento óptimo de inicio del tratamiento, la dosis adecuada y el impacto a largo plazo en la inflamación residual siguen siendo áreas de investigación cruciales.14

4. Seguridad y Efectos Secundarios

El perfil de seguridad de la colchicina como agente antiinflamatorio en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria (EAC) es en general favorable, aunque existen algunas consideraciones específicas.

Los efectos adversos más comunes asociados con el uso de colchicina son las alteraciones gastrointestinales, especialmente la diarrea. Este efecto suele ser leve y transitorio, en la mayoría de los casos se resuelve dentro de la primera semana de tratamiento.15-17 En comparación con placebo la incidencia de efectos gastrointestinales con colchicina es mayor, pero generalmente son manejables y no requieren la suspensión del tratamiento.16-18

No se ha demostrado que la colchicina afecta de manera significativa la función renal, hepática o cognitiva, ni que aumente el riesgo de sangrado, complicaciones en la cicatrización de heridas, problemas de fertilidad o cáncer. A dosis bajas no se ha asociado con mayor riesgo de infecciones graves, sin embargo, algunos estudios han reportado una posible asociación con un aumento en la mortalidad por causas no cardiovascular, lo que requiere mayor investigación.15, 19, 20

Se recomienda tener precaución en pacientes con insuficiencia renal o hepática significativa, ya que estas condiciones pueden incrementar el riesgo de mielosupresión y miotoxicidad. Estos efectos adversos son raros y comparables con placebo en ausencia de disfunción renal o hepática.15,19

En general, la colchicina se considera una opción segura y eficaz para la prevención secundaria en la enfermedad arterial coronaria, especialmente cuando se utiliza en dosis bajas (0.5 mg diarios) y en pacientes sin insuficiencia renal o hepática significativa.15,17,18 Es importante considerar la posibilidad de interacciones farmacológicas, particularmente con inhibidores del CYP3A4 y la glicoproteína P, aunque en las dosis recomendadas, las interacciones clínicamente relevantes son poco frecuentes.15, 19, 21

5. Perspectivas Futuras y Recomendaciones Clínicas

La colchicina ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) como el primer tratamiento cardiovascular con efecto antiinflamatorio, lo que le otorga un papel único en el manejo de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica.7

Basándose en la evidencia de los diferentes ensayos clínicos, la dosis recomendada para la prevención secundaria en pacientes con enfermedad arterial coronaria es de 0.5 mg al día.8

Las Guías AHA/ACC/ACCP/ASPC/NLA/PCNA de 2023 para el manejo de la enfermedad coronaria crónica reconocen a la inflamación como un factor clave en la progresión de la aterosclerosis.8 En este contexto, el uso de ciertos agentes antiinflamatorios podría contribuir a mejorar los resultados cardiovasculares. En estas guías, la colchicina ha sido incluida como una recomendación clase 2b en combinación con la terapia estándar de prevención secundaria, con el objetivo de reducir la incidencia de eventos cardiovasculares recurrentes.8

No obstante, su clasificación como recomendación 2b se debe a la necesidad de más estudios en subgrupos específicos, así como a la consideración de que la colchicina es un fármaco con un margen terapéutico estrecho.8 Esto implica que la diferencia entre la dosis efectiva y la dosis que puede inducir efectos adversos graves o toxicidad es pequeña, lo que exige precaución en su prescripción.15

La colchicina se metaboliza a través del citocromo P450 3A4 y la glicoproteína P, lo que aumenta el riesgo de interacciones farmacológicas.21 Por esta razón, es fundamental realizar un monitoreo estrecho de sus efectos adversos, especialmente en pacientes con polifarmacia o insuficiencia renal.8,21

Dado este perfil, se enfatiza la importancia de un enfoque terapéutico individualizado, limitando el uso de colchicina a pacientes con riesgo cardiovascular muy alto, que, a pesar de recibir tratamiento estándar óptimo, continúan presentando inflamación residual y eventos recurrentes.8

Futuros estudios serán clave para definir con mayor precisión su seguridad y eficacia en poblaciones específicas, optimizando así su integración en la práctica clínica.

6. Conclusiones

La colchicina, a una dosis baja (0.5 mg diarios), representa una estrategia innovadora en la prevención secundaria de la enfermedad arterial coronaria tanto en población postinfarto como en individuos con enfermedad coronaria crónica, reduciendo significativamente el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores.3,6,7

Dado su bajo costo y seguridad razonable, la colchicina a dosis bajas podría incorporarse como parte del manejo estándar en pacientes con enfermedad arterial coronaria, especialmente en aquellos con evidencia de inflamación residual a pesar de un tratamiento óptimo con estatinas y función renal preservada.6,8,15

Entre las consideraciones para su implementación en la práctica clínica, se deben tener en cuenta los efectos adversos gastrointestinales, interacciones medicamentosas y cambios en la función renal y hepática.7,8,19

Si bien el uso de la colchicina en enfermedad arterial coronaria requiere más estudios, los ensayos clínicos actuales han señalado el camino para su uso clínico como agente antiinflamatorio dirigido aprobado en el tratamiento del riesgo aterosclerótico.7,8

7. Referencias

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