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Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

MOVILIZACIÓN Y TRASLADO DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO A NIVEL PREHOSPITALARIO

El traslado de enfermos debe realizarse con todas las condiciones que garanticen la estabilidad y se deben utilizar los vehículos y medios adecuados. Hay que mover a la persona sólo cuando sea absolutamente necesario, pues ello puede empeorar lesiones existentes. Para el traslado de pacientes, debemos tener en cuenta dos situaciones: el transporte desde el sitio del evento hasta un lugar seguro para su evaluación y manejo y su evacuación hacia los centros de salud, incluidos los hospitales.

Tras la inmovilización correcta del enfermo hay que preparar todos los recursos disponibles para el traslado del paciente hasta el centro hospitalario. Existen diversas técnicas para un correcto traslado:

-MANIOBRA DE TRASLADO DE UN PACIENTE DESDE EL SUELO A LA TABLA ESPINAL LARGA: el paciente debe estar en decúbito supino, primero alinee las extremidades a lo largo del cuerpo, luego el cuerpo se gira 45 grados para colocar la tabla debajo de él; el sentido del giro del paciente estará dado por el costado que no se encuentre lesionado. El costado lesionado permanecerá en el suelo. Al levantar el paciente o girarlo 45 grados, se coloca la tabla debajo del paciente en forma de cuña y se apoya firmemente en ella y luego se baja lentamente hasta quedar horizontal en la superficie. Para esta maniobra se requieren al menos 4 personas.

– Persona 1: Inmoviliza manualmente la cabeza

– Persona 2: Se ubica de rodillas por el lado no lesionado del paciente, y a la altura de los hombros, deslizara los brazos en garra sobre el paciente y con una mano le toma el hombro y con la otra el brazo y el tronco, de manera que pueda levantar esta parte del cuerpo. Como es la parte más pesada, determinara la velocidad del giro.

– Persona 3: Se ubica a la altura de la pelvis, y con sus brazos igual que el rescatista anterior, levanta la cadera y la pierna. Los brazos de estos dos rescatistas se pueden también entrecruzar Nunca coloque el collar cervical en un paciente en decúbito prono o boca abajo 19 para mejor efecto

– Persona 4: Es el que desde el lado lesionado, coloca la tabla en forma de cuña cuando el paciente este girado 45 grados hasta que haga contacto con el cuerpo del paciente. Debe cuidar mantener las correas por fuera que no queden ni debajo del paciente ni debajo de la tabla cuando se baje

Si hay un quinto ayudante se encargará de los pies girándolos al mismo tiempo que levanten el paciente. Para finalizar hay que asegurar al paciente a la tabla mediante correas de sujeción.

– MANIOBRA DE TRASLADO DE UN PACIENTE EN EL SUELO EN POSICIÓN PRONA A LA TABLA ESPINAL LARGA: el paciente se gira en sentido contrario a la mejilla que está apoyada en el suelo. El giro será de 180 grados pero el paciente debe entrar en contacto con la tabla a los 90 grados. Alinee las extremidades del paciente.

– Persona 1: Ocúpese de la cabeza, de manera que al completar el giro sus pulgares queden hacia arriba.

– Persona 2: Se arrodilla a la altura de los hombros e introduce ambas manos debajo de estos.

– Persona 3: Se arrodilla a la altura de la pelvis e introduce ambas manos debajo de esta.

– Persona 4: Se arrodilla a la altura del fémur y tomará las extremidades de la misma forma como lo hace la persona 2 con los hombros.

– Persona 5: Es quien desliza la tabla entre la espalda del paciente y el cuerpo de los rescatistas cuando se encuentre a 90 grados respecto al suelo y continúa el movimiento en bloque hasta que el 20 paciente y la tabla estén apoyados en el suelo. Debe sostenerla firmemente contra la columna del paciente.

– MANIOBRA PARA LEVANTAR LA TABLA LARGA Y TRANSPORTAR A UN PACIENTE DESDE UN PUNTO A OTRO: se requieren mínimo 6 personas. Tres a cada lado de manera que queden a la altura de los hombros, la pelvis y los pies.

CONCLUSIONES

En los años 70 la gran mayoría (55%) de los pacientes llegaban a los centros regionales de manejo del trauma raquimedular con lesiones neurológicas completas, pero en los años 80 la mayoría de los pacientes llegaron con lesiones incompletas (61%), esto debido a los avances en el cuidado prehospitalario y básicamente a las técnicas de inmovilización espinal. Los pacientes traumatizados están expuestos a sufrir un segundo trauma si no son adecuadamente inmovilizados y trasladados de inmediato al centro asistencial más cercano por ello es tan importante la inmovilización del paciente, estabilizando lesiones existentes y evitando así lesiones secundarias.

Actualmente, no existe evidencia Clase I o II que apoye el uso de la inmovilización espinal en la totalidad de los pacientes politraumatizados, realizar ensayos clínicos para evaluar la efectividad de la inmovilización espinal con un grupo comparativo sin inmovilización no sería ético, por ende, se prefiere la inmovilización prehospitalaria selectiva y nos basamos en la opinión del consenso de expertos, la cual afirma que todos los pacientes con riesgo de haber sufrido un trauma de columna deben ser tratados con inmovilización espinal hasta tanto la lesión haya sido excluida o el manejo definitivo se haya iniciado, esto es debido a que en algunos estudios sobre trauma raquimedular han encontrado un porcentaje de lesiones inadvertidas tan alto como de un 33%, y este problema se debe claramente a una falta de sospecha de la lesión.

La inmovilización debe ser realizada por personal capacitado para ello y en el mismo sitio del accidente por tanto es preciso programas de enseñanza a población general y más específica a personal sanitario, no sanitario como celadores y auxiliares de Enfermería así como todo aquel personal que pueda estar en contacto con un enfermo de esta índole.

Anexos – Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

Anexos – Importancia de la inmovilización prehospitalaria del paciente politraumatizado

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