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La miel como tratamiento tópico en heridas

La miel como tratamiento tópico en heridas

Autora principal: Andrea Mañas Andrés

Vol. XVII; nº 10; 385

Honey as a topical wound treatment

Fecha de recepción: 19/04/2022

Fecha de aceptación: 26/05/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 10 – Segunda quincena de Mayo de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 10; 385 

AUTOR PRINCIPAL

Andrea Mañas Andrés. Graduada en Enfermería. Atención Primaria en Sector II del SALUD. Zaragoza. España

COAUTORES

María Armengod Burillo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet.  Zaragoza. España

David Corzán López. Graduado en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico. Zaragoza. España

Miguel Orós Gascón. Graduado en Trabajo Social. Zaragoza. España

Coral Orruño Cebollada. Graduada en Enfermería.  Centro de Salud Fernando El Católico. Zaragoza. España

Celia Pastor Giménez. Graduada en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico. Zaragoza. España

Borja Paz Ramos. Graduado en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico. Zaragoza. España

DECLARACION DE BUENAS PRACTICAS CLINICAS

Los autores de este manuscrito declaran que:

  • Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
  • La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/
  • El manuscrito es original y no contiene plagio.
  • El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
  • Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
  • Han preservado las identidades de los pacientes. 

RESUMEN

La Wound, Ostomy and Continence Nurses Society (WOCN) define el concepto de herida como una interrupción en la estructura y funciones de la piel y de los tejidos subyacentes que está relacionada con diversas etiologías, como los pueden ser los traumatismos, las cirugías, la presión sostenida y las enfermedades vasculares, entre otros.

En la actualidad encontramos numerosos productos tópicos para el tratamiento de las heridas, su limpieza, control de la infección, granulación y epitelización. Algunos de estos productos, pese a existir desde el comienzo de la historia, y resultar igual o más válidos en nuestra época que otros que utilizamos habitualmente, no son tan conocidos por los profesionales sanitarios. Uno de estos productos es la miel.

La miel es una sustancia azucarada, viscosa, elaborada por las abejas (Apis mellifera) a partir del proceso del néctar de las flores o de las secreciones de diversas especies de plantas. La miel medicinal presenta un gran número de propiedades que resultan beneficiosas para el tratamiento de heridas, y en especial para el manejo de la infección, por lo que es una gran aliada para combatir aquellas situaciones que resistentes a los fármacos antibióticos, como ocurre con el biofilm.

PALABRAS CLAVE: heridas, miel, tratamiento

SUMMARY

The Wound, Ostomy and Continence Nurses Society (WOCN) defines the concept of wound as an interruption in the structure and functions of the skin and underlying tissues that is related to various etiologies, such as trauma, surgeries, sustained pressure, and vascular diseases, among others.

At present we find numerous topical products for the treatment of wounds, their cleaning, infection control, granulation and epithelialization. Some of these products, despite existing since the beginning of history, and being equal or more valid in our time than others we usually use, are not as well known by health professionals. One of these products is honey.

Honey is a sugary, viscous substance made by bees (Apis mellifera) from the process of nectar from flowers or secretions of various plant species. Medicinal honey has a large number of properties that are beneficial for the treatment of wounds, and especially for the management of infection, so it is a great ally to combat those situations that are resistant to antibiotic drugs, such as biofilm.

KEYWORDS: wounds, honey, treatment

INTRODUCCION

La Wound, Ostomy and Continence Nurses Society (WOCN) define el concepto de herida como una interrupción en la estructura y funciones de la piel y de los tejidos subyacentes que está relacionada con diversas etiologías, como los pueden ser los traumatismos, las cirugías, la presión sostenida y las enfermedades vasculares, entre otros. Las heridas se pueden clasificar atendiendo a diversos criterios, principalmente al mecanismo de producción de la misma, aunque también se pueden clasificar en función del agente causal o de la carga bacteriana que presenten.

Según cómo se haya producido la herida, estas pueden ser cortantes o incisas, punzantes, contusas, por desgarro (avulsiones), por raspadura (laceraciones), por quemadura.

Según su profundidad, la herida puede ser superficial, profunda, penetrante o perforante. Según cómo transcurra la cicatrización, la herida será aguda o crónica. Según su riesgo de infección, le herida puede ser limpia, contaminada o sucia o infectada. Según la integridad de la piel, la herida puede ser abierta o cerrada.

Algunos de los tipos de heridas que nos podemos encontrar son heridas quirúrgicas, quemaduras, úlceras por presión, úlceras neuropáticas o lesiones de la piel asociadas a la humedad.

  • Una herida quirúrgica se puede definir como la disrupción de la integridad cutánea producida en ambiente de asepsia, que tiene objetivo terapéutico y/o reparador, realizada en actos urgentes o programados por el personal sanitario.
  • Las quemaduras son lesiones provocadas por la acción de diferentes agentes físicos, como llamas, líquidos, objetos calientes, radiación, corriente eléctrica, frío, químicos (cáusticos) y biológicos, que causan alteraciones que van desde un simple eritema hasta la destrucción total de las estructuras dérmicas y subdérmicas.
  • Las úlceras por presión son definidas por la GNEAUPP como lesiones localizadas en la piel y/o en el tejido subyacente, por lo general sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión, o la presión en combinación con la cizalla; también pueden aparecer sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o dispositivos clínicos.
  • Las úlceras neuropáticas se producen por la ulceración, gangrena y/o infección del pie asociada a la neuropatía por pie diabético y a diferentes grados de enfermedad vascular periférica, los cuales son resultados de la interacción compleja de diferentes factores inducidos por una hiperglucemia mantenida.
  • Las lesiones de la piel asociadas a la humedad, con irritación química o física asociada, se caracterizada por un tipo de dermatitis o eczema que cursa con inflamación y eritema, con o sin excoriación de la epidermis y generalmente acompañada de maceración. Se localiza principalmente a nivel de pliegues tegumentarios, en tejido perilesional o periestomal, y en zona perianal o perigenital.

EL BIOFILM

Los biofilms se definen como comunidades de microorganismos que crecen embebidos en una matriz de exopolisacáridos y adheridos a una superficie inerte o un tejido vivo.

Aunque la composición del biofilm es variable en función del sistema en estudio, en general, su componente mayoritario es el agua, que puede representar hasta un 97% del contenido total. Además del agua y de las células bacterianas, la matriz del biofilm es un complejo formado principalmente por exopolisacáridos. En menor cantidad se encuentran macromoléculas como proteínas, ADN y productos que son resultado de la lisis de las bacterias.

La característica que mejor distingue las infecciones crónicas relacionadas con biofilms de las infecciones agudas es su respuesta a tratamientos antibióticos. Mientras que las infecciones agudas pueden ser eliminadas tras un breve tratamiento antibiótico, las infecciones por biofilms normalmente no consiguen ser completamente eliminadas y ocasionan episodios recurrentes. Esto se debe a que las bacterias del biofilm pueden ser hasta 1.000 veces más resistentes a los antibióticos que esas mismas bacterias crecidas en medio líquido.

LA MIEL

La miel es una sustancia azucarada, viscosa, elaborada por las abejas (Apis mellifera) a partir del proceso del néctar de las flores o de las secreciones de diversas especies de plantas. Es una sustancia no fermentada, compuesta en su gran mayoría por hidratos de carbono, con más de un 75% de azúcares (glucosa y fructosa principalmente) además de proteínas (en porcentaje inferior al 1%), lípidos, vitaminas del grupo B, biotina, vitamina C y ácido fólico, minerales, enzimas y antioxidantes como los flavonoides y el selenio, sustancias inhibidoras de los gérmenes como germicida e inhibina.

Debido a su sabor dulce, se utiliza generalmente como producto alimenticio. Sin embargo, gracias a sus características físicas y propiedades, se ha demostrado las numerosas acciones biológicas que tiene sobre las heridas. Las abejas añaden al néctar de las flores una enzima llamada glucosa oxidasa. Cuando la miel es aplicada sobre una herida, esta enzima produce a nivel local una liberación lenta de peróxido de hidrógeno, responsable de muchas de las propiedades que se le atribuyen.

Desde la antigüedad, la miel se ha utilizado como tratamiento terapéutico, pudiendo encontrar prescripciones en distintos periodos y culturas. Las antiguas culturas egipcias, asirias, chinas, griegas y romanas ya utilizaban la miel para curar heridas. En los papiros de Eberts y Smith, que datan del 1500 A.C. ya se aconseja su uso. Incluso Hipócrates recomienda la miel como tratamiento de heridas en su obra «Consideraciones sobre el tratamiento de las heridas».

Existen múltiples tipos de mieles curativas. Las más destacadas son “Gelam” de la planta Malaleuca y “Tualang” del árbol Koompassia excelsa, ambas procedentes de Malasia, “Medihoney” y “Manuka” del arbusto Leptospermum scoparium, presente en Nueva Zelanda y en Australia, y la miel “Jambhul” originaria de la India. Estos últimos tienen un efecto antibacteriano mayor que el resto de las mieles, al contener una sustancia de origen vegetal que actúa de forma sinérgica potenciando la acción de la gluco-oxidasa.

Aunque en la medicina moderna el uso de tratamientos convencionales como la miel medicinal ha ido decayendo por el descubrimiento y avance de los antibióticos, y a día de hoy para muchos sus beneficios sobre heridas y úlceras es desconocido, en los últimos años se ha visto “redescubierta”  por sus propiedades antibacterianas en heridas infectadas. Esto se debe a la enorme preocupación que existe por las bacterias resistentes a los antibióticos, las cuales surgen de un uso inadecuado de los mismos en las últimas décadas.

Aunque en nuestro país no ha progresado su investigación todo lo que se puede exprimir, otros lugares ya han evidenciado su eficacia como tratamiento tópico. Países como Nueva Zelanda han investigado su uso como alternativa natural  y sencilla, considerándola como un producto farmacéutico moderno más, con eficacia igual o mayor respecto a otros.

La miel presenta acción antimicrobiana que ayuda a eliminar la infección en poco tiempo, pues cuenta con diversos factores que afectan directamente a los microorganismos patógenos, incluyendo a los tipos de bacterias multiresistentes a los antibióticos. Por ello, es útil en el tratamiento del biofilm. Uno de los factores más importantes es el peróxido de hidrógeno, obtenido por reacción de la glucosa con una enzima añadida por las abejas, la glucosa oxidasa; a mayor contenido de peróxido, mayor efecto bactericida.

Las bacterias presentes en la herida utilizan el azúcar de la miel con mayor preferencia respecto a los aminoácidos del suero y de las células muertas.  Debido a su alto contenido en azúcar y a su efecto osmótico consigue dificultar el crecimiento microbiano, consiguiendo una acción antibacteriana hasta 1000 veces más concentrada que la de los antisépticos de uso común, todo ello sin efectos adversos. La alta osmolaridad produce la extracción de agua de los microorganismos, lo que acaba deshidratándolo.

La acción antibacteriana de la miel de manuka resulta una de las más potentes y con mayor espectro antimicrobiano, y por ello, la mayoría de los productos médicos regulados para la curación de heridas contienen esta clase de miel en concreto. Se ha demostrado su efectividad contra cepas de bacterias resistentes a los antibióticos como Stafilococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Serratia marcenses, SARM, Escherichia coli y otras decenas de especies de bacterias, incluyendo gramm-positivos, gramm-negativos, aerobios y anaerobios.

Otra de las acciones biológicas de la miel es que crea un ambiente húmedo que favorece su capacidad como desbridante autolítico, lo que ayuda en la eliminación del tejido necrótico y el crecimiento del tejido de granulación. La acidez de la miel y su contenido en azúcar y otros nutrientes colaboran a que se estimule el proceso de cicatrización, al estimular la contracción de la piel favoreciendo el cierre de la herida, a la vez que muestra propiedades que ayudan a reducir su apariencia al mínimo.

Ayuda a reducir el mal olor provocado por la necrosis o infección, debido al aporte de glucosa que impulsa a las bacterias a consumirla en lugar de los aminoácidos, lo que produce ácido láctico en vez de amonio y compuestos derivados del azufre, responsables del mal olor. Además, reduce el edema al disminuir los niveles de prostaglandinas, así como el exudado de la herida, lo que a su vez reduce el dolor. De entre todas, la miel de Manuka es la que tiene un mayor poder antiinflamatorio con respecto a otros tipos de mieles.

¿ES LA MIEL MEJOR QUE OTROS PRODUCTOS?

Existen estudios que han comparado el efecto de la miel con otros productos de uso tópico para las heridas, utilizados en distintas fases del proceso de curación.

Comparada con antisépticos como la clorhexidina al 0,05% para limpieza de heridas infectadas que no respondían al tratamiento convencional, se vio una marcada mejoría clínica en pocos días y sin reacciones adversas. Lo miso ocurría comparando su uso con el de apósitos de plata nanocristalina para tratar la infección y reducir el tamaño de la herida.

También, comparando la miel con productos para desbridamiento y limpieza del lecho de heridas abiertas, como los hidrogeles, se ha visto igual o mayor incidencia de desbridamiento de tejido necrótico y de erradicación de microorganismos resistentes a los antibióticos como el SARM, resultado además más coste-efectiva.

A la hora de su utilización es importante conocer también sus posibles efectos no deseables o inconvenientes. Uno de ellos es que, debido a su alta viscosidad, su manejo por parte de los profesionales sanitarios puede ser complicado. Si el producto presenta una textura muy fluida, puede deslizarse por el lecho de la herida sin tener buen contacto con el mismo. Es necesario utilizar un apósito secundario para mantenerlo en su lugar, o bien utilizar un apósito con la miel ya impregnada. En ambos casos se preservará la absorción de exudado.

Por otro lado está la preocupación del riesgo a desarrollar botulismo, el cual puede tener la miel en su composición, al ser un producto natural; hoy en día toda la miel comercializada está bien esterilizada, por lo que no presenta riesgo de contagio con Clostridum Botulinum. Es importante asegurarse de que la miel a utilizar ha sido comercializada después de ser bien investigada y procesada, almacenada en lugares frescos y protegidos de la luz.

Otra cuestión que puede preocupar a la hora de la utilización de la miel medicinal es su nivel de azúcares y su posible contraindicación en pacientes diabéticos. A día de hoy no existe evidencia de que se vean aumentados los niveles de glucosa en sangre debido a su uso tópico, por lo que no está contraindicada para tratamiento de úlceras de pie diabético.

La miel medicinal no es necesariamente un producto de último recurso a utilizar como alternativa a otros tratamientos tópicos, sino que los apósitos de miel son un buen producto de primera elección, más efectiva como barrera contra la infección y con un coste más manejable.

Es importante cambiar la cura de la úlcera con frecuencia cuando sea muy exudativa. La miel es soluble en agua y se puede lavar fácilmente. La eliminación del exudado es muy efectiva gracias a la propiedad de absorción de la miel.

CONCLUSIONES

La miel medicinal es un producto de primera elección para el tratamiento de diversos tipos de heridas, principalmente úlceras por presión o úlceras de pie diabético, en todas las fases del proceso de curación, así como en el tratamiento y manejo de la infección local. Es efectiva contra los microorganismos resistentes a los antibióticos, por lo que es una buena opción de tratamiento en la lucha contra la formación de biofilm en el lecho de las heridas. Su uso resulta más costo-efectivo que otros productos tópicos que se utilizan habitualmente, pero a día de hoy sigue siendo una desconocida entre las opciones de tratamiento a utilizar por profesionales sanitarios. 

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