Microbiota cutánea y su impacto médico en la salud de la piel
Autor principal: Dr. Melvin Francisco Brenes Durán
Vol. XX; nº 09; 441
Skin microbiota and its medical impact on the skin’s health
Fecha de recepción: 1 de abril de 2025
Fecha de aceptación: 6 de mayo de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 09 Primera quincena de mayo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 09; 441
Autores:
- Dr. Melvin Francisco Brenes Durán. Médico General, Investigador Independiente. Alajuela, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0002-6485-3881
- Dr. Jorge Arturo Trejos Saborío. Médico General, Investigador Independiente. San José, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0005-6437-2254
- Dra. Mariola Johanna Sánchez Mora. Médico General, Investigadora Independiente. San José, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0006-2971-608X
- Dra. Valeria Azofeifa Delgado. Médico General, Investigadora Independiente. San José, Costa Rica. https://orcid.org/0000-0001-5062-9243
- Dra. Lorna Murillo Vargas. Médico General, Investigadora Independiente. Alajuela, Costa Rica. https://orcid.org/0009-0001-1451-3822
Declaración de buenas prácticas
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Este manuscrito no cuenta con imágenes o gráficos ni datos específicos de pacientes.
RESUMEN
La microbiota cutánea está compuesta por una variada comunidad de microorganismos que desempeñan funciones esenciales en la salud de la piel, como la prevención de patologías dermatológicas y la regulación de la inmunidad. Entre los principales grupos microbianos se encuentran bacterias como Staphylococcus spp., Corynebacterium spp. y Propionibacterium spp., hongos como Malassezia spp., y, en menor medida, virus y ácaros. La composición microbiana varía según factores como la edad, el género, la ubicación anatómica y los factores ambientales, influyendo en la función barrera de la piel. Un equilibrio microbiano adecuado es crucial para mantener la integridad cutánea, y su alteración, conocida como disbiosis, puede contribuir a enfermedades como psoriasis, dermatitis atópica, acné y rosácea.
La disbiosis afecta la barrera cutánea, facilita la invasión de patógenos y altera la respuesta inmune, lo que agrava la inflamación y propicia el desarrollo de infecciones. En este contexto, se han desarrollado estrategias terapéuticas para restaurar el equilibrio microbiano, como el uso de probióticos, prebióticos, trasplante de microbiota, bacteriófagos y péptidos antimicrobianos. Estas técnicas buscan mejorar la salud cutánea al fortalecer la función barrera y modular la respuesta inmune. Además, se debe tener precaución con el uso de antibióticos y ciertos productos cosméticos, que pueden alterar la microbiota y aumentar la vulnerabilidad a enfermedades dermatológicas.
PALABRAS CLAVE: microbioma cutáneo, disbiosis, enfermedades dermatológicas, barrera cutánea, inflamación cutánea, probióticos.
ABSTRACT
The skin microbiota is composed of a diverse community of microorganisms that perform essential functions in skin health, such as preventing dermatological pathologies and regulating immunity. The main microbial groups include bacteria such as Staphylococcus spp., Corynebacterium spp. and Propionibacterium spp., fungi such as Malassezia spp., and, to a lesser extent, viruses and mites. Microbial composition varies according to factors such as age, gender, anatomical location and environmental factors, influencing the skin’s barrier function. An adequate microbial balance is crucial to maintaining skin integrity, and its alteration, known as dysbiosis, can contribute to diseases such as psoriasis, atopic dermatitis, acne and rosacea.
Dysbiosis affects the skin barrier, facilitates the invasion of pathogens and alters the immune response, which aggravates inflammation and favors the development of infections. In this context, therapeutic strategies have been developed to restore microbial balance, such as the use of probiotics, prebiotics, microbiota transplantation, bacteriophages and antimicrobial peptides. These techniques seek to improve skin health by strengthening the barrier function and modulating the immune response. In addition, caution should be exercised with the use of antibiotics and certain cosmetic products, which can alter the microbiota and increase vulnerability to dermatological diseases.
KEY WORDS: skin microbiome, dysbiosis, dermatological diseases, skin barrier, skin inflammation, probiotics.
INTRODUCCIÓN
La microbiota cutánea, una comunidad compleja de microorganismos que residen en la piel, desempeña un papel crucial en el mantenimiento de la salud cutánea e influye en diversas afecciones dermatológicas. Está compuesta por aproximadamente 1000 especies bacterianas que contribuyen a la homeostasis de la piel y a la regulación inmunológica. Su importancia se refleja en enfermedades como la dermatitis atópica, la psoriasis y la hidradenitis supurativa, en las cuales la disbiosis puede agravar los síntomas. Comprender el papel de la microbiota cutánea en la fisiología de la piel es esencial para desarrollar terapias basadas en el microbioma, las cuales resultan prometedoras en el tratamiento de trastornos dermatológicos mediante la restauración del equilibrio microbiano y la mejora de la salud cutánea.(1,2)
La microbiota cutánea comprende una amplia diversidad de microorganismos, incluidas bacterias, hongos y virus, que habitan en la superficie de la piel y sus apéndices(1). Su función protectora se manifiesta en la prevención de la colonización por organismos patógenos y la modulación de respuestas inmunitarias locales(2). Cuando este equilibrio se ve alterado, surge un estado de disbiosis que se ha vinculado con diversas afecciones cutáneas, lo que resalta la importancia de la microbiota en la salud de la piel.(1,3)
La microbiota cutánea también influye en las vías inmunitarias que regulan la homeostasis de la piel. Un ejemplo de ello es su interacción con las células T gamma-delta (γδ), fundamentales en la regulación inmunológica y la prevención de enfermedades inflamatorias cutáneas(4). En patologías como la dermatitis atópica, las alteraciones en la microbiota pueden generar una desregulación inmunológica caracterizada por un desequilibrio en las respuestas de las células T auxiliares y un aumento en la producción de citocinas.(2,4)
Las terapias basadas en la microbiota buscan restablecer el equilibrio microbiano para aliviar los síntomas y mejorar los resultados clínicos de diversas afecciones dermatológicas. Estas estrategias han mostrado potencial en enfermedades como la dermatitis atópica y la hidradenitis supurativa, donde su aplicación contribuye a mejorar la composición microbiana y la respuesta inmunológica de la piel. La comprensión del impacto de la microbiota cutánea en la fisiología de la piel y su implicación en diferentes enfermedades dermatológicas resulta clave para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a optimizar el manejo de estos trastornos. (1,3)
El objetivo de este artículo es analizar el impacto médico de la microbiota cutánea en la salud de la piel, destacando su papel en la homeostasis cutánea, la regulación inmunológica y la función de barrera. Además, se busca examinar los principales grupos microbianos que conforman la microbiota de la piel, los factores que influyen en su composición y las implicaciones de la disbiosis en enfermedades dermatológicas. A través de una revisión de la literatura científica, se pretende proporcionar una visión integral de la interacción entre la microbiota cutánea y la fisiología de la piel, con el fin de contribuir al desarrollo de estrategias terapéuticas basadas en la modulación del microbioma.
METODOLOGÍA
Para el desarrollo de esta investigación sobre el impacto del microbioma cutáneo en enfermedades dermatológicas, se realizó una revisión bibliográfica exhaustiva con el objetivo de analizar la relación entre la microbiota de la piel, el sistema inmunológico y la barrera cutánea, además de evaluar las estrategias terapéuticas basadas en el microbioma. Se abordaron aspectos clave como la composición del microbioma cutáneo, su rol en la homeostasis de la piel, los desequilibrios microbianos asociados a diversas patologías dermatológicas, y las intervenciones terapéuticas emergentes.
Para garantizar la calidad y relevancia de la información, se consultaron bases de datos científicas reconocidas, como PubMed, Scopus y Web of Science, dada su amplia cobertura y prestigio en áreas de microbiología, dermatología e inmunología. Se establecieron criterios rigurosos de inclusión y exclusión: se seleccionaron estudios publicados entre 2020 y 2025, en inglés o español, que abordaran la composición del microbioma cutáneo, sus variaciones en diferentes enfermedades dermatológicas y los avances en terapias dirigidas al microbioma. Se excluyeron investigaciones con datos incompletos, duplicados o sin revisión por pares. Las palabras clave utilizadas en la búsqueda incluyeron: Microbioma cutáneo, disbiosis, enfermedades dermatológicas, barrera cutánea, inflamación cutánea, probióticos.
La búsqueda inicial identificó 18 fuentes relevantes, entre las cuales se incluyeron artículos originales, revisiones sistemáticas, estudios clínicos y documentos de organismos especializados en dermatología y microbiología. A partir de estas fuentes, se extrajo información sobre la diversidad microbiana en piel sana y enferma, los mecanismos de interacción entre la microbiota y el sistema inmunológico, así como los efectos de tratamientos dirigidos a modular el microbioma en diversas patologías.
El análisis se llevó a cabo mediante enfoques cualitativos y comparativos, sintetizando los hallazgos en categorías temáticas. Este enfoque permitió identificar patrones microbianos asociados con enfermedades específicas, correlaciones con inflamación cutánea, y el impacto de terapias innovadoras, brindando una visión estructurada del estado actual del conocimiento sobre el microbioma cutáneo y sus implicaciones clínicas. Además, se destacaron oportunidades para futuras investigaciones y el desarrollo de estrategias terapéuticas más personalizadas en el ámbito dermatológico.
COMPOSICIÓN Y FUNCIONES DE LA MICROBIOTA CUTÁNEA
La piel alberga una compleja comunidad de microorganismos que desempeñan un papel esencial en su homeostasis y en la prevención de diversas patologías dermatológicas. Dentro de los principales grupos microbianos presentes en la piel, las bacterias constituyen una parte fundamental, destacándose especies como Staphylococcus spp, Corynebacterium spp y Propionibacterium spp, cuya abundancia varía en función de la zona del cuerpo y de las condiciones ambientales de la piel.(5,6) Además de las bacterias, los hongos, particularmente las especies de Malassezia spp, predominan en regiones sebáceas, donde su presencia está estrechamente relacionada con el metabolismo lipídico y la función de barrera cutánea. Aunque los virus y ácaros han sido menos estudiados en este contexto, se reconoce que forman parte de la diversidad microbiana y pueden influir en la salud de la piel a través de sus interacciones con otros microorganismos y con el sistema inmunológico del huésped.(5)
Diversos factores regulan la composición y función de la microbiota cutánea a lo largo de la vida. La edad es un determinante clave, ya que la estructura del microbioma cutáneo cambia con el tiempo, afectando la inmunidad y la función de barrera de la piel(7). Asimismo, el género influye en la diversidad microbiana y en las vías metabólicas de la piel, lo que se ha atribuido a diferencias hormonales y en la producción de sebo entre hombres y mujeres. La ubicación anatómica es otro factor crucial, pues la composición microbiana varía significativamente entre las distintas regiones del cuerpo debido a diferencias en la humedad, el pH y la producción de sebo, lo que favorece la proliferación selectiva de determinados microorganismos en cada área.(6) Además, los factores ambientales, como el clima y el estilo de vida, también influyen en la microbiota cutánea, modulando su equilibrio y su capacidad de adaptación a distintos entornos.(8)
La relación entre la microbiota cutánea y la barrera de la piel es fundamental para mantener la integridad estructural y funcional de este órgano. La microbiota interactúa con los lípidos del estrato córneo, lo que repercute en la función de barrera y en la hidratación de la piel.(6) Cuando se produce una disbiosis, es decir, un desequilibrio en la composición microbiana, pueden desarrollarse enfermedades como la psoriasis y la dermatitis atópica, patologías en las que la alteración de la barrera cutánea contribuye a la inflamación crónica y a una mayor susceptibilidad a infecciones.(5,9)
Además de su función en la barrera cutánea, la microbiota de la piel desempeña un papel crucial en la modulación del sistema inmunitario. A través de la interacción con las células inmunitarias residentes, regula la respuesta inflamatoria y contribuye al equilibrio inmunológico necesario para prevenir enfermedades inflamatorias de la piel.(7,9)) Durante los primeros años de vida, la composición del microbioma cutáneo puede influir en la maduración del sistema inmunitario y en la predisposición a desarrollar afecciones como la dermatitis atópica, lo que resalta la importancia de la microbiota en la salud cutánea desde una etapa temprana.(8)
DISBIOSIS Y SU IMPACTO EN ENFERMEDADES DERMATOLÓGICAS
La disbiosis se refiere a la alteración del equilibrio normal de la microbiota cutánea, lo que puede derivar en diversos estados patogénicos. Esta alteración implica modificaciones en la composición, diversidad y función de los microorganismos que habitan en la piel, afectando su capacidad para mantener la homeostasis y la protección contra patógenos. Uno de los mecanismos principales de la disbiosis es la disrupción de la barrera cutánea, lo que facilita la colonización y proliferación de microorganismos potencialmente dañinos.(9) Además, se ha observado que la disbiosis puede provocar alteraciones en las respuestas inmunitarias, generando un desequilibrio en la producción de citocinas y en la activación de células inmunes, lo que contribuye a la inflamación y a la progresión de enfermedades dermatológicas.(4) Otro mecanismo relevante es la conexión entre la microbiota intestinal y la piel, conocida como el eje intestino-piel. A través de metabolitos y la modulación del sistema inmunológico, la microbiota intestinal puede influir en la salud cutánea, lo que sugiere que alteraciones en el equilibrio microbiano intestinal también pueden tener repercusiones en la piel.(10,11)
Diversas enfermedades dermatológicas han sido asociadas con alteraciones en la microbiota cutánea. Una de ellas es la dermatitis atópica, que se caracteriza por una alteración de la barrera cutánea y una desregulación inmunológica. En esta patología, la disbiosis se manifiesta con un crecimiento excesivo de Staphylococcus aureus, lo que contribuye a la inflamación y al agravamiento de los síntomas.(2) En este contexto, las estrategias terapéuticas dirigidas a restaurar el equilibrio microbiano, como el uso de probióticos y trasplantes de microbiota, han mostrado resultados prometedores para aliviar la sintomatología.(4,12)
Otra enfermedad en la que la microbiota desempeña un papel clave es la psoriasis, un trastorno inflamatorio crónico con implicaciones tanto cutáneas como sistémicas. Se ha observado que la disbiosis en la piel y en el intestino puede agravar la afección, lo que resalta la importancia del eje intestino-piel en la regulación de la inflamación y la progresión de la enfermedad.(10,11)
El acné es otro trastorno dermatológico estrechamente vinculado a la microbiota cutánea, en particular a la proliferación excesiva de Cutibacterium acnes. El desequilibrio en la comunidad microbiana de la piel puede favorecer procesos inflamatorios y la obstrucción de los folículos pilosos, lo que contribuye al desarrollo de lesiones acneiformes.(13)
La rosácea también está relacionada con la disbiosis, ya que se ha identificado un aumento en la abundancia de ciertas bacterias y ácaros del género Demodex, lo que puede inducir respuestas inflamatorias y cambios vasculares en la piel.(13)
Además de su implicación en enfermedades inflamatorias de la piel, la disbiosis puede favorecer la aparición de infecciones cutáneas crónicas. El desequilibrio en la microbiota compromete la función protectora de la piel, facilitando la invasión y persistencia de patógenos que pueden dar lugar a infecciones recurrentes.(13)
Por otro lado, las alteraciones en el microbioma cutáneo pueden interferir en la cicatrización de heridas y contribuir al desarrollo de úlceras crónicas. La disbiosis afecta la respuesta inflamatoria y los mecanismos de reparación tisular, lo que dificulta la regeneración de la piel y prolonga el proceso de curación.(13)
ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS BASADAS EN LA MODULACIÓN DEL MICROBIOMA CUTÁNEO
Los probióticos, especialmente ciertas cepas de Lactobacillus spp, han demostrado su capacidad para modular las respuestas inmunitarias y mejorar afecciones dermatológicas como la dermatitis atópica. Su mecanismo de acción se basa en la restauración de la diversidad microbiana y el fortalecimiento de la función barrera de la piel, lo que contribuye a reducir la inflamación y mejorar la homeostasis cutánea. Los ensayos clínicos han evidenciado que el uso de probióticos, tanto en formulaciones tópicas como orales, puede reducir significativamente las lesiones inflamatorias en pacientes con enfermedades dermatológicas, lo que resalta su potencial como una estrategia terapéutica innovadora para el manejo de estos trastornos.(14)
Además de los probióticos, los prebióticos han cobrado relevancia por su capacidad para favorecer el crecimiento de microorganismos beneficiosos en la piel. Estas sustancias no digeribles pueden mejorar la función de la barrera cutánea y reducir la inflamación, lo que contribuye al mantenimiento de un ecosistema microbiano equilibrado.(2) En combinación con los probióticos, forman los llamados simbióticos, una estrategia que optimiza los beneficios para la salud de la piel y amplifica los efectos positivos sobre la microbiota cutánea.(15)
Un enfoque emergente en la restauración de la microbiota cutánea es el trasplante de microbiota, un procedimiento que consiste en transferir microorganismos de una piel sana a una afectada con el objetivo de restablecer el equilibrio microbiano. Este método ha mostrado potencial en el tratamiento de enfermedades como la psoriasis, en las que la disbiosis desempeña un papel fundamental en la progresión de la patología. Aunque esta estrategia se encuentra en fases iniciales de investigación, su desarrollo podría representar una alternativa prometedora para intervenciones dermatológicas personalizadas.(16)
Otro avance relevante en las terapias dirigidas a la microbiota cutánea es el uso de bacteriófagos y péptidos antimicrobianos, los cuales permiten atacar selectivamente bacterias patógenas sin afectar la flora beneficiosa. Estas terapias se han centrado en el control de microorganismos como Staphylococcus aureus, que están involucrados en la patogénesis de diversas afecciones cutáneas inflamatorias e infecciosas. Al ofrecer un enfoque más preciso y menos disruptivo que los antibióticos convencionales, estas estrategias podrían desempeñar un papel clave en el tratamiento de enfermedades dermatológicas asociadas a la disbiosis.(14)
Por otro lado, los antibióticos de uso sistémico y tópico pueden alterar significativamente la microbiota cutánea, favoreciendo el desarrollo de disbiosis y aumentando la susceptibilidad a infecciones oportunistas.(15) Del mismo modo, los productos cosméticos, al modificar las condiciones fisicoquímicas de la piel, pueden afectar las comunidades microbianas, por lo que es fundamental una selección cuidadosa de estos productos para minimizar su impacto sobre la microbiota y preservar la salud cutánea.(2)
CONCLUSIONES
La microbiota cutánea juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud de la piel, participando activamente en la regulación de su función barrera y en la modulación del sistema inmune. La composición microbiana de la piel es dinámica y está influenciada por factores como la edad, el género, la ubicación anatómica y los factores ambientales. La disbiosis, o alteración del equilibrio microbiano, compromete estas funciones y está asociada con el desarrollo de diversas patologías dermatológicas, como psoriasis, dermatitis atópica, acné y rosácea. La comprensión profunda de la microbiota cutánea y su interacción con el sistema inmunológico es esencial para desarrollar estrategias de prevención y tratamiento más efectivas para estas enfermedades.
Las terapias dirigidas a restaurar el equilibrio de la microbiota cutánea están emergiendo como una alternativa prometedora para el tratamiento de enfermedades dermatológicas asociadas con la disbiosis. El uso de probióticos, prebióticos, trasplante de microbiota, bacteriófagos y péptidos antimicrobianos ha demostrado ser eficaz en la modulación del microbioma cutáneo, lo que permite restaurar su equilibrio, mejorar la función barrera de la piel y regular la respuesta inmune. Estas estrategias terapéuticas ofrecen un enfoque más preciso y menos disruptivo que los tratamientos convencionales, como los antibióticos, y podrían transformar el manejo de diversas patologías cutáneas, reduciendo la inflamación y mejorando la salud general de la piel.
El uso indiscriminado de antibióticos y ciertos productos cosméticos puede tener efectos adversos sobre la microbiota cutánea, favoreciendo la aparición de disbiosis y aumentando la vulnerabilidad de la piel a infecciones y enfermedades inflamatorias. Los antibióticos, tanto sistémicos como tópicos, alteran la diversidad microbiana de la piel, lo que puede facilitar el sobrecrecimiento de microorganismos patógenos y comprometer la función de barrera cutánea. Asimismo, los productos cosméticos, dependiendo de su formulación, pueden alterar las condiciones físicas y químicas de la piel, afectando negativamente la microbiota. Es fundamental adoptar un enfoque más cuidadoso y personalizado en el uso de estos tratamientos, promoviendo alternativas que ayuden a mantener el equilibrio microbiano y preserven la salud cutánea a largo plazo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Madaan T, Doan K, Hartman A, Gherardini D, Ventrola A, Zhang Y, et al. Advances in Microbiome‐Based Therapeutics for Dermatological Disorders: Current Insights and Future Directions. Experimental Dermatology [Internet]. 1 de diciembre de 2024;33(12). Disponible en: https://doi.org/10.1111/exd.70019
- Huang C, Zhuo F, Guo Y, Wang S, Zhang K, Li X, et al. Skin microbiota: pathogenic roles and implications in atopic dermatitis. Frontiers In Cellular And Infection Microbiology [Internet]. 14 de enero de 2025;14. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fcimb.2024.1518811
- Guo S, Li P, Lu J, Zhou P, Sun B, Wang J. Causal relationship between skin microbiota and Hidradenitis suppurativa: a two-sample Mendelian randomization study. Archives Of Dermatological Research [Internet]. 13 de enero de 2025;317(1). Disponible en: https://doi.org/10.1007/s00403-024-03787-3
- You Z, Zhang X, Huang S, Chen D, Zhu Y, Li G, et al. The Influence of Skin Microbial Ecology on γδ T Cell Immune Pathways in Allergic Dermatitis Models in Mice. Journal Of Leukocyte Biology [Internet]. 6 de noviembre de 2024; Disponible en: https://doi.org/10.1093/jleuko/qiae244
- Sinkko H, Olah P, Yang Y, Maia G, Barrientos-Somarribas M, Rádai Z, et al. Taxonomic and functional profiling of skin microbiome in psoriasis. British Journal Of Dermatology [Internet]. 9 de diciembre de 2024; Disponible en: https://doi.org/10.1093/bjd/ljae471
- Li M, Kopylova E, Mao J, Namkoong J, Sanders J, Wu J. Microbiome and lipidomic analysis reveal the interplay between skin bacteria and lipids in a cohort study. Frontiers In Microbiology [Internet]. 11 de abril de 2024;15. Disponible en: https://doi.org/10.3389/fmicb.2024.1383656
- Sun C, Hu G, Yi L, Ge W, Yang Q, Yang X, et al. Integrated analysis of facial microbiome and skin physio-optical properties unveils cutotype-dependent aging effects. Microbiome [Internet]. 5 de septiembre de 2024;12(1). Disponible en: https://doi.org/10.1186/s40168-024-01891-0
- Abramson SL. The Skin Microbiome in the First Year of Life and Its Association With Atopic Dermatitis. PEDIATRICS [Internet]. 1 de diciembre de 2024;154(Supplement 4):S8-9. Disponible en: https://doi.org/10.1542/peds.2024-069114dc
- Gan Y, Zhang J, Qi F, Hu Z, Sweren E, Reddy SK, et al. Commensal microbe regulation of skin cells in disease. Cell Host & Microbe [Internet]. 1 de agosto de 2024;32(8):1264-79. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.chom.2024.07.020
- Chen M, Wang R, Wang T. Gut microbiota and skin pathologies: Mechanism of the gut-skin axis in atopic dermatitis and psoriasis. International Immunopharmacology [Internet]. 12 de agosto de 2024;141:112658. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.intimp.2024.112658
- Memariani M, Memariani H. New horizons in the treatment of psoriasis: modulation of gut microbiome. Heliyon [Internet]. 1 de enero de 2025;11(1):e41672. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2025.e41672
- Wrześniewska M, Wołoszczak J, Świrkosz G, Szyller H, Gomułka K. The Role of the Microbiota in the Pathogenesis and Treatment of Atopic Dermatitis—A Literature Review. International Journal Of Molecular Sciences [Internet]. 13 de junio de 2024;25(12):6539. Disponible en: https://doi.org/10.3390/ijms25126539
- Piazzesi A, Scanu M, Ciprandi G, Putignani L. Modulations of the skin microbiome in skin disorders: A narrative review from a wound care perspective. International Wound Journal [Internet]. 1 de octubre de 2024;21(10). Disponible en: https://doi.org/10.1111/iwj.70087
- Kreouzi M, Theodorakis N, Nikolaou M, Feretzakis G, Anastasiou A, Kalodanis K, et al. Skin Microbiota: Mediator of Interactions Between Metabolic Disorders and Cutaneous Health and Disease. Microorganisms [Internet]. 14 de enero de 2025;13(1):161. Disponible en: https://doi.org/10.3390/microorganisms13010161
- Borrego A, Borrego J. Nutritional and Microbial Strategies for Treating Acne, Alopecia, and Atopic Dermatitis. Nutrients [Internet]. 20 de octubre de 2024;16(20):3559. Disponible en: https://doi.org/10.3390/nu16203559
- Radaschin D, Tatu A, Iancu AV, Beiu C, Popa LG. The Contribution of the Skin Microbiome to Psoriasis Pathogenesis and Its Implications for Therapeutic Strategies. Medicina [Internet]. 3 de octubre de 2024;60(10):1619. Disponible en: https://doi.org/10.3390/medicina60101619
- Rios M, Cervantes-García D, Córdova-Dávalos LE, Bermúdez-Humarán LG, Salinas E. Unraveling the gut-skin axis in atopic dermatitis: exploiting insights for therapeutic strategies. Gut Microbes [Internet]. 27 de noviembre de 2024;16(1). Disponible en: https://doi.org/10.1080/19490976.2024.2430420
- Seo H, Kim S, Beck S, Song HY. Perspectives on Microbiome Therapeutics in Infectious Diseases: A Comprehensive Approach Beyond Immunology and Microbiology. Cells [Internet]. 4 de diciembre de 2024;13(23):2003. Disponible en: https://doi.org/10.3390/cells13232003