Muertes perinatales y asistencia profesional como matrona al duelo
Autora principal: Laura del Pozo Fuentes
Vol. XV; nº 16; 843
Perinatal deaths and professional assistance as a matron to the duel
Fecha de recepción: 20/07/2020
Fecha de aceptación: 07/08/2020
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 16 – Segunda quincena de Agosto de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 16; 843
AUTORES:
Laura del Pozo Fuentes, Enfermera Especialista en Obstetricia y Ginecología. Unidad de Partos del Hospital Regional Universitario Carlos Haya, Málaga (España).
Isabel María Acedo García, Enfermera Especialista en Obstetricia y Ginecología. Área de Unidad de Partos del Hospital Regional Universitario Carlos Haya, Málaga (España).
Carmen Hurtado López, Enfermera Especialista en Obstetricia y Ginecología. Unidad de Partos del Hospital Punta Europa, Algeciras, Cádiz (España).
RESUMEN.
Según el INE en el año 2019 la cifra de mortalidad perinatal fue de 4.5 por mil nacimientos, por lo que este hecho no es un proceso aislado dentro de nuestra práctica asistencial. Debemos tratarlo como un proceso biológico que marcará la vida social, familiar y de pareja durante toda su vida.
Debemos tener en cuenta que esta pérdida puede desencadenar reacciones de duelo en los progenitores y situaciones de difícil manejo para los profesionales sanitarios. Son duelos que reciben escasa consideración y que, en ocasiones, pueden llegar a complicarse, dando lugar a trastornos psiquiátricos.
Los profesionales de la salud que acompañamos a estas parejas de manera estrecha en esos momentos tan sumamente delicados, debemos disponer de conocimientos y habilidades para ayudar a afrontar el duelo, ya que tenemos que tener conciencia de que las actitudes y conductas de las que hagamos uso en el abordaje profesional tienen consecuencias directas sobre la familia.
PALABRAS CLAVE.
Mortalidad perinatal, duelo perinatal, atención psicológica, educación sanitaria.
SUMMARY.
According to the INE, in 2019 the perinatal mortality figure was 4.5 per thousand births, so this fact is not an isolated process within our healthcare practice. We must treat it as a biological process that will mark social, family and couple life throughout their lives.
We must bear in mind that this loss can trigger grief reactions in the parents and situations of difficult handling for health professionals. These are duels that receive little consideration and that, at times, can become complicated, leading to psychiatric disorders.
Health professionals who accompany these couples closely in these extremely delicate moments, must have knowledge and skills to help them cope with grief, since we must be aware that the attitudes and behaviors that we use in the professional approach they have direct consequences on the family.
KEYWORDS.
Perinatal mortality, perinatal grief, psychological care, health education.
INTRODUCCIÓN.
La muerte perinatal viene definida como la suma de la muerte fetal tardía (muerte intrauterina a partir de las 28 semanas de gestación) más la muerte neonatal (muerte del recién nacido en los 7 primeros días de vida).
No obstante, la definición del periodo perinatal varia mucho entre países: en Australia lo contabilizan desde las 18 semanas, en Noruega desde las 23, en Inglaterra desde las 24, etc.
A continuación se incluye un breve resumen de las principales causas de muerte perinatal en España[1] agrupadas según la CIE-9:
– Afecciones perinatales. Son las más frecuentes. En orden decreciente de incidencia:
- Alteraciones de la placenta, del cordón o de las membranas del feto/recién nacido.
- Hipoxia intrauterina
- Asfixia al nacer
- Dificultad respiratoria del feto/recién nacido.
– Anomalías congénitas.
- Anomalías congénitas múltiples.
- Anomalías congénitas localizadas:
· Del aparato circulatorio
· Del sistema nervioso.
La tasa de mortalidad perinatal es un indicador importante de la salud pública. Su cálculo y la observación de su evolución en el tiempo permite saber la efectividad de las estrategias sanitarias enfocadas en su reducción [2,3], además de posibilitar comparativas entre regiones y países [4]. Tener datos fiables permite identificar grupos sociales con mayor riesgo de sufrir la pérdida o muerte durante el embarazo o durante el periodo perinatal. Además, en combinación con la investigación de la causa de la muerte, facilita el desarrollo de estrategias de prevención clínicas y sociales [2,3]. Evitar la muerte perinatal es importante porque tiene impactos psicológicos y sociales para las familias y los profesionales sanitarios, además de costes económicos sustanciales [5–7].
Durante décadas, en situaciones de muertes perinatales, las mujeres eran sedadas en la fase de expulsivo y el bebé era sacado del paritorio, con la intención de que las madres no tuvieran posibilidad alguna de verlos. Se creía que, si se evitaba el contacto y se eliminaba cualquier señal de su existencia, el dolor de perderlo sería menor. Además, se recomendaba buscar un nuevo embarazo cuanto antes se pensaba que un nuevo recién nacido mitigaba el dolor y la falta del bebé fallecido).
La figura del padre no se tenía en cuenta, ni mucho menos su derecho al duelo.
Con el paso del tiempo y la realización de estudios e investigaciones, se han modificado estas prácticas y se ha humanizado el proceso.
Hasta hace relativamente poco tiempo, las muertes perinatales no estaban socialmente reconocidos, por lo que se tendía a medicalizar el proceso de duelo. No se tenía el concepto de existencia de ese bebe que había nacido muerto y del que no había recuerdos con los que avalar su existencia. Poco a poco, se ha ido cambiado esa percepción, tanto en la sociedad como en los profesionales de la salud, entendiendo que ese bebe existe desde el momento de la concepción, desde el minuto en el que la pareja crea unas expectativas, un vínculo y unas esperanzas de familia contando con dicho bebe.
Se pueden destacar algunas comunidades como pioneras en esta área, por ejemplo, los hospitales de Madrid, Barcelona y País Vasco, en los que se han creado documentos para la formación de los profesionales en diferentes aspectos de la muerte perinatal y neonatal y se han implantado cursos sobre duelo perinatal dirigidos a profesionales. Que estas comunidades despunten, es debido a que son hospitales de referencia a los que se derivan embarazos de riesgo de incluso otros puntos del país, por lo que han desarrollado protocolos para una realidad a la que están más acostumbrados. El hospital de Donostia sigue un protocolo de actuación desde el año 2007 con el objetivo de gestionar el duelo y para ello se ha habilitado una habitación en la que, si lo desean, los padres pueden estar en intimidad con su bebe fallecido. Por el contrario, Galicia y Andalucía son las comunidades autónomas con más carencias en este ámbito, aunque es cierto que, en los últimos años, ha aumentado la conciencia y sensibilidad y por consiguiente la formación del personal.
Las asociaciones dedicadas al apoyo y duelo perinatal han hecho una labor muy importante, dando visibilidad al tema y apoyo a las familias en los momentos más necesario, por eso es importante trabajar en conjunto a la hora de crear protocolos, ya que ellas dan voz a las familias una vez que salen del hospital y pueden indicarnos los fallos y carencias que podemos solventar para mejorar nuestra atención.
Es muy importante tener en cuenta que aunque seamos profesionales y como tales debemos estar preparados para afrontar ciertos temas que pueden afectarnos, no hay que olvidar que para cuidar de los demás, antes uno debe cuidarse a sí mismo. Tan importante es cuidar el ámbito psicológico de los pacientes, como las del personal que los atiende, para lo cual es necesario desarrollar unas buenas habilidades para el cuidado emocional de los profesionales, como: reconocer y aceptar las propias emociones y sentimientos, poder gestionarlas en los diferentes contextos, manejar habilidades comunicativas y de escucha terapéutica, mantener el cuidado personal integral. Siempre debemos recordad que no es recomendable cargar con el sufrimiento de otros.
Algunas de las recomendaciones para los profesionales que deben enfrentar la muerte del bebe en su lugar de trabajo son:
– No deben ser siempre los mismos profesionales quienes atiendan a los padres que sufren esta pérdida
– Expresar lo que uno siente con naturalidad (no tener miedo a expresar a las parejas si se siente tristeza por la pérdida de su bebé.)
– Si atender a una pérdida de este tipo te supone un problema que sea por una perdida personal, un problema religioso, etc. háblalo con tu superior inmediato para ver si otra persona puede atender a este parto.
– Expresar las dificultades a los propios compañeros y crear un grupo de apoyo con ellos.
– Tratar el tema en sesiones clínicas.
– Trabajar en equipo. Asegurar que haya tiempo de respiro entre la atención a un parto de un bebé muerto y un bebé vivo y no combinar nacimientos y muertes atendidos por los mismos profesionales.
– Ayudar, animar, apoyar y reconocer el trabajo que hacen los compañeros. Supone mucho desgaste emocional para los compañeros y para el equipo.
– Proponer al centro la formación acerca del tema.
OBJETIVO.
Poner al alcance de los profesionales que se enfrentan a situaciones de muertes perinatales herramientas y habilidades, para mejorar la atención y el apoyo emocional que las parejas precisan en esos momentos tan delicados de tristeza y soledad.
Facilitar a los profesionales la atención sanitaria hacia aquellos padres y madres que sufren una muerte perinatal y/o neonatal, ya que es necesario aprender qué decir o hacer para favorecer un duelo no patológico; puesto que los gestos y palabras del personal que intervienen en ese momento tan doloroso, está demostrado que tienen un impacto muy grande en los padres y su entorno.
METODOLOGÍA.
Se realizó una revisión sistemática de guías de atención clínica, así como estudios científicos publicados en bases de datos como: Cochrane, PubMed…
RESULTADOS.
Los avances científicos en el área de la ginecología y de la obstetricia has ayudados a que se produzca una notable disminución en la cifra de muertes perinatales.
No obstante, las muertes perinatales se tratan de un hecho estresante que marcará para siempre la vida de la pareja, además determinará la vivencia de futuras gestaciones
Los estudios demuestran que, si una mujer cuenta con el apoyo profesional adecuado a la hora de enfrentarse a una muerte perinatal, la vivencia del duelo, sus consecuencias serán menores y su resolución más rápida.
El aprendizaje de los profesionales para actuar en estas situaciones tiene que ver con saber estar, escuchar y comprender la pena ajena, teniendo siempre en cuenta que cada persona es diferente, como lo es su apego con el recién nacido o el no nacido, y lo es su manera de afrontar la pérdida.
La muerte de cualquier ser querido, es incuestionable que significa un gran impacto; sin embargo, cuando se trata de una muerte perinatal o neonatal, se tiende a infravalorar e incluso negar el proceso de duelo ligado a dichas muertes, esta actitud conlleva más dificultades para la pareja y es debido a una falta de formación, conocimiento y recursos del personal sanitario.
CONCLUSIONES.
El miedo o temor de los profesionales hacen que podamos evitar este tipo de situaciones o que nuestra intervención empeore la situación debido a que hagamos uso de comentarios inadecuados.
Es obvia la necesidad de realizar formación especializada por parte del personal obstétrico, dado que la información y la formación son las herramientas que debemos usar los profesionales sanitarios para ayudar a las familias en este duro trance y para gestionar de manera adecuada nuestros propios sentimientos, es decir adquirir capacidad y confianza para proporcionar atención adecuada y apropiada.
Del mismo modo, es preciso realizar protocolos de actuación en atención primaria y especializada para cubrir las necesidades holísticas: físicas, emocionales, espirituales y administrativas de las familias afectadas por una muerte perinatal.
Los profesionales deben saber que «los padres nunca olvidan la comprensión, el respeto y el calor genuino que recibieron de los cuidadores, que llega a ser tan duradero e importante como los recuerdos materiales del embarazo perdido y de la corta vida de su bebé[7].
BIBLIOGRAFÍA.
[1] González S, Suárez I, Polanco F, Ledo MJ, Rodríguez E. Papel de la Matrona en el manejo del duelo perinatal y neonatal. Cadernos de Atencion Primaria. 2013; 19: 113-117.
[2] Flenady V, Wojcieszek AM, Middleton P, Ellwood D, Erwich JJ, Coory M, et al. Stillbirths: Recall to action in high-income countries. Lancet 2016;387:691–702. doi:10.1016/S0140-6736(15)01020-X.
[3] De Bernis L, Kinney M V., Stones W, Ten Hoope-Bender P, Vivio D, Leisher SH, et al. Stillbirths: Ending preventable deaths by 2030. Lancet 2016;387:703–16. doi:10.1016/S0140-6736(15)00954-X.
[4] Lawn JE, Blencowe H, Waiswa P, Amouzou A, Mathers C, Hogan D, et al. Stillbirths: Rates, risk factors, and acceleration towards 2030. Lancet 2016;387:587–603. doi:10.1016/S0140-6736(15)00837-5.
[5] Mistry H, Heazell AEP, Vincent O, Roberts T. A structured review and exploration of the healthcare costs associated with stillbirth and a subsequent pregnancy in England and Wales. BMC Pregnancy Childbirth 2013;13. doi:10.1186/1471-2393-13-236.
[6] Campbell HE, Kurinczuk JJ, Heazell AEP, Leal J, Rivero-Arias O. Healthcare and wider societal implications of stillbirth: a population-based cost-of-illness study.
[7] BJOG An Int J Obstet Gynaecol 2018;125:108–17. doi:10.1111/1471-0528.14972.LEON I. Perinatal loss: a critique of current hospital practices. Clin Pediatr (Phila) 1992; 366-374.