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Osteomielitis crónica por diseminación hematógena en adultos. A propósito de un caso clínico

Osteomielitis crónica por diseminación hematógena en adultos. A propósito de un caso clínico

La osteomielitis es un proceso infeccioso que abarca todo el espesor del hueso e incluso puede llegar a comprometer tejidos blandos circundantes a la infección, y a pesar de los avances en el área de la salud, sigue siendo un gran problema médico-social.

Osteomielitis crónica por diseminación hematógena en adultos. A propósito de un caso clínico

Autores: Concentino, David (residente de traumatología); Rodríguez, Andrea (Residente de traumatología), Reyes, Daniel (traumatólogo).

RESUMEN

Al inicio de la enfermedad, llega a ser difícil su diagnóstico, puesto que la clínica se presenta como una infección de partes blandas y no se evidencia ninguna modificación imagenológica específica para la osteomielitis; sin embargo, el estadio crónico de la enfermedad, llega a ser muy detectado tanto por clínica, laboratorios y estudios imagenológicos; llevando al paciente hacia un futuro desalentador, con múltiples recurrencias, hospitalizaciones, intervenciones quirúrgicas, complicaciones y resoluciones radicales discapacitantes que generan un deterioro progresivo de la salud, con afectación emocional, familiar y laboral, conllevando a un deterioro de la calidad de vida del paciente.

En vista de la importancia de esta entidad clínica, se presenta un caso de largo tiempo de resolución, donde la adquisición de la enfermedad (vía hematógena) no es la más común para la edad del paciente, implementando distintos tratamientos, tanto médicos como quirúrgicos, para la mejoría del mismo.

Palabras clave: osteomielitis, infección, hematógeno, diagnóstico, tratamiento médico-quirúrgico.

INTRODUCCIÓN

 La osteomielitis se define como la infección extensa del hueso, implicando a toda porción esponjosa, medular, cortical, periostio, vasos sanguíneos, nervios y epífisis. (1).

 Se clasifica según la evolución clínica en: aguda, sub-aguda y crónica, correspondiendo esta última al proceso infeccioso del hueso de más de 6 semanas de evolución o cuando ocurre una recaída después de haber tratado un evento agudo; y según la vía de diseminación del microorganismo, en: hematógena, por contigüidad con o sin insuficiencia vascular, post-traumática o post-quirúrgica,(2)

 En cuanto a la patogenia, los microorganismos invaden el hueso por diferentes vías (hemática, heridas profundas, úlceras crónicas, fracturas, implantes, etc) y una vez que superan los mecanismos de defensa del huésped, protegidos por sus factores de patogenicidad, alcanzan la parte externa de la corteza del hueso y se adhieren, luego llegan al espacio subperióstico, se multiplican y producen enzimas que lo lisan o destruyen progresivamente, formando abscesos.

El pus se extiende por los canales vasculares, elevando la presión intraósea que dificulta el flujo sanguíneo, conduciendo a isquemia y necrosis del hueso, lo que da lugar a la separación de grandes áreas desvascularizadas o secuestros. En una etapa posterior, ocurre la formación de tejido cicatrizal y hueso esclerótico que se alternan con las áreas necróticas y supurativas denominado involucro; se produce supuración persistente y formación de fistulas, a través de las cuales hay drenaje de material purulento y en ocasiones fragmentos de huesos necróticos, además se produce afectación de los tejidos blandos circundantes (2,3,4,5)

 La osteomielitis crónica (OMC) tiene una evolución clínica prolongada, con largos periodos de latencia, múltiples recaídas y exacerbaciones. Es más frecuente en adultos, por lo general secundarios a traumatismos y/o cirugías traumatológicas, con incidencia de 23 a 50 % en fracturas abiertas. Es también consecuencia de un diagnóstico tardío o de un tratamiento inadecuado. No solo la cirugía traumatológica constituye un factor de riesgo, también lo es la cirugía ortopédica, neurológica o cardíaca. Otras enfermedades pueden ocasionarla como: insuficiencia vascular, neuropatía periférica, otitis media crónica, ulceras por presión, además de mordeduras humanas o de animales. (6)

 En relación a la cirugía traumatológica y ortopédica, es de importancia mencionar que con el advenimiento de los distintos materiales de osteosíntesis, y los beneficios que ellos aportan, su uso también ha condicionado la aparición de infecciones relacionadas con dichos materiales, con una prevalencia variable entre el 3-25% con gravedad distinta, dependiendo del tipo de paciente, tipo de implante, cirugía empleada, localización y microorganismo causante de la infección. El porcentaje de la infección es lógicamente mayor si se emplean fijadores externos que cuando se emplean fijadores intramedulares, apareciendo sus síntomas varias semanas después de su colocación y se manifiesta esencialmente como un fallo en la consolidación de la fractura o en la regeneración de los tejidos blandos relacionados. (7)

 La patogenia de la infección ósea asociada a material de osteosíntesis, se basa principalmente, en la invasión de microorganismos, su gran mayoría de origen bacteriano, englobados en biopeliculas, lo que constituye una comunidad de microorganismos adheridos a una superficie, lo cual los protege del medio que los rodea, de modo que el tratamiento antibiótico no penetra adecuadamente y no se consigue la erradicación de la infección hasta que se retire el material de osteosíntesis y la biopelícula que lleva adherida.(7)

 Los microorganismos comúnmente aislados en la osteomielitis crónica son: Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis,