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Proyecto de investigación: programa de buenas prácticas para mejorar el uso de las tecnologías de la información y comunicación actuales en adolescentes

Proyecto de investigación: programa de buenas prácticas para mejorar el uso de las tecnologías de la información y comunicación actuales en adolescentes

Autora principal: Julia Esteban Álvarez

Vol. XVI; nº 2; 52

Research project: good practices program to improve the use of current information and communication technologies in adolescents

Fecha de recepción: 23/12/2020

Fecha de aceptación: 25/01/2021

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 2 –  Segunda quincena de Enero de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 2; 52

AUTORES

Julia Esteban Álvarez. Enfermera en Hospital Reina Sofía, Tudela, Navarra, España.

Guillermo Sánchez Barrón. Enfermero en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Pilar Pardos Val. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

Andrea Coma Marco. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.

RESUMEN

A lo largo de los últimos años las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han tenido un gran crecimiento en nuestra sociedad, provocando un cambio importante en la vida de las personas y en el funcionamiento de la sociedad. Pero probablemente la influencia más llamativa de las nuevas tecnologías se ha producido entre la población más joven. El propósito de este estudio es la aplicación de un programa educativo, mediante seis sesiones impartidas por una enfermera, dirigida a adolescentes de los cursos quinto y sexto de Educación Primaria, con el objetivo de aumentar su conocimiento y fomentar buenas prácticas y hábitos saludables de uso de las TIC y así evitar la conducta adictiva.

Es un estudio que afectará a un único grupo de intervención cuasi- experimental longitudinal, los datos se recogerán mediante un cuestionario escrito pre-test y post-test que lo rellenarán los participantes antes y después de la intervención educativa, y ocho meses después.

Palabras clave: Desarrollo de los adolescentes, Rendimiento cognitivo, Nuevas tecnologías, Uso problemático, Adicción.

ABSTRACT

Over the past few years, our modern society has increasingly developed its Information and communications technology (ICT). This technology improvement has shown a deep impact on people’s lives, especially among young people. The purpose of this research aims to design six lesson plans to spotlight and encourage healthy habits among 5th and 6th grade teenage students promoting a correct use of technology in order to prevent the development of behavioral addiction.

This clinical trial will be developed with one quasi-experimental group of students. Data will be gathered through a survey which must be filled in by the students before the educational intervention as well as eight months before.

Key words: Adolescent development; Cognitive performance; New technologies; Problematic use; Addiction

INTRODUCCIÓN

Recorriendo la historia, la sociedad va cambiando sus hábitos y encontrando nuevas válvulas de escape, siendo más propicias unas que otras en el desarrollo de adicciones sin sustancia, desde una perspectiva sociopsicológica.1

En los años sesenta, después de las guerras mundiales y tras la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en muchos países abundó la prosperidad, el bienestar, los derechos y los avances científicos; definiendo esta década como años de transgresión y ruptura. En la cual, se inició la denominada revolución sexual, dando la bienvenida a las libertades y al gusto por la autonomía, sin olvidar el disfrute en el que aparece la “evasión”, ligada a la sustancia de aquel entonces, como es la dietilamida de ácido lisérgico (LSD).1

Refiriéndonos a Europa en los años setenta, la sociedad nos ofrece relación con el control y con los impulsos. Comienza una década de consumo, donde las familias completan sus hogares, disfrutando de su propio coche, de su televisión, de su lavadora, ya que, en décadas anteriores, subieron los salarios, lo que facilitan esta situación. Además, familias se trasladan del campo a la ciudad, surgiendo así una decadencia en la tradición educativa en la que se daba importancia a la autoridad, en este sentido se ven afectadas la figura del padre y la madre. Surgen las dudas sobre el cómo educar y empiezan a entrar en juego las recomendaciones de psicólogos y psiquiatras. Como elemento determinante, surge la reforma psiquiátrica, donde se “vacían” los manicomios cambiando la visión de la sociedad y aportando mayor atención sanitaria a los trastornos de tipo neurológico. Con la libre elección del individuo y las múltiples opciones disponibles en esta sociedad de consumo, surge la duda, la inseguridad, la ansiedad, dando lugar a los trastornos de la alimentación y las adicciones con o sin sustancia.1

En esta década, los años ochenta, la posesión de los objetos se generaliza. Los objetos se valoran, se exponen, se promocionan, se coleccionan y se ordenan por marcas y colores. La culpabilidad por gastar dinero en cosas que no sean imprescindibles, disminuye, y se oyen frases como: “que mi hijo tenga lo que yo no tuve”. Hay que destacar que en aquellos años empezaba a sobrar algo de dinero y se podía gastar con mayor holgura. Con una idea tan sobrevalorada del dinero, el control de impulsos y la acumulación de objetos con posibilidad de obtener más cosas, se instaura oficialmente el diagnóstico de ludopatía; como válvula de escape y como una nueva forma de “hipnosis”, personas que se quedan durante horas frente a nuevas y deslumbrantes máquinas tragaperras, con sus luces y sonidos. En cuanto a las sustancias psicoactivas, se empieza a encontrar una nueva marginación asociada a las adicciones con las drogas, en este caso la heroína. Donde los conceptos marginación y drogas son fusionados.1

En los años noventa, se sigue apostando por la velocidad y la producción, y se va consolidando un “modelo de bienestar”, lo que conlleva que el crédito de Entidades Financieras sea necesario y por consiguiente aumente el endeudamiento de las familias. Hay un nuevo interés por lo emocional, vinculado a esa producción de objetos en serie unida a la experiencia emocional que pueda transmitir el objeto, de lo cual, nace la idea de regular esas necesidades emocionales mediante objetos. Pero en esta década, comienzan a darse a conocer las adicciones al sexo y las adicciones a las compras como un nuevo trastorno. Unido al consumo de metanfetaminas cristal, un estimulante sintético utilizado en maratones sexuales. Y por los mismos caminos se pone de moda el éxtasis, que se asocia al deseo, al amor, la llamada “droga emocional”. En cambio, la heroína, asociada al malestar, se va retirando poco a poco después de haber tocado techo.1

La adicción a las compras se definió como “shopping disorder”. En esta época, los centros comerciales eran uno de los lugares donde los adolescentes de EEUU pasaban más tiempo, añadiendo el aumento por los recursos económicos y la posibilidad de consumir mucho más. Este trastorno está íntimamente unido a la ansiedad, la depresión, los trastornos en la alimentación y a la compra compulsiva. En definitiva, afirman que los años 90 fueron el boom de estos trastornos. Pero sin olvidar el tema principal de este proyecto, en esta década comienza una transición, comienzan a desarrollarse las nuevas tecnologías, donde inicia un nuevo problema ligado a frecuentes llamadas telefónicas, a videntes y futurólogos hasta acabar con la totalidad de los salarios.1

Definimos otra etapa desde el comienzo del siglo XXI hasta la actualidad, hay un cambio hacia el individualismo y ya no tiene tanta importancia la acumulación, por el contrario, pasa a ser significativo vivir experiencias. También hay un auge del culto al cuerpo, lo saludable y ecológico, lo que a la prevención sanitaria se refiere. A lo largo de los años, se establece como válvula de escape las nuevas tecnologías, lo que prima es estar en la Red, on- line y establecer las relaciones desde tu casa. De esta manera, se instala la moda de abuso de las nuevas tecnologías, la “adicción a Internet”. Más tarde, los juegos de ordenador, pasaron a compartirse, por lo que se podía suponer como experiencia aislada, sin embargo, surge una nueva forma de disfrutar en grupo.1

Paralelamente, en cuestión de adicciones a sustancias, surge la mayor epidemia de cocaína de la historia de España, como vía para huir de los problemas; a pesar de que la sociedad está más informada que en décadas anteriores.1

Sin duda alguna, es una realidad que en la era de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), cada vez más instrumentos y soportes irán revolucionando la forma de manejar, almacenar y transmitir la información. Provocando importantes cambios en la forma de trabajar, en la forma de relacionarnos con otras personas, en la vida cotidiana y en las actividades de ocio. Pero probablemente la influencia más llamativa de las nuevas tecnologías se ha producido entre la población más joven, especialmente en adolescentes.1-3

La adolescencia es una época especialmente vulnerable y sensible a experimentar nuevas vivencias. Busca nuevos retos que le acerquen a una mayor comprensión de sí mismo. Un movimiento hacia la búsqueda de nuevos retos, le va a llevar a realizar diferentes actividades. Unas se diría que responderán a un deseo auténtico por avanzar, por hacer aquello que piensa que le hará ser o estar mejor, que le acerque a ese ideal con el que ha soñado. Así aceptará o se propondrá retos de mejora,  por ejemplo de su estado corporal o de su desarrollo intelectual o cultural queriendo aprender sobre un área de interés y tratando de resolver ecuaciones o acertijos. Ante estos nuevos retos, se puede sentir incapaz de poder afrontarlos de forma adecuada y su actitud lejos de ser progresiva, será más bien una actitud que podríamos calificar de regresiva.4, 5

Pero puede también que esa conducta regresiva sea una conducta realizada de forma involuntaria, inconsciente, cuando sin darse cuenta mantiene comportamientos que inevitablemente van a forzar la intervención de terceras personas para frenar una conducta indeseada o autoagresiva. Así se puede ver como la regresión puede ser utilizada como un mecanismo adaptativo, que refuerza al adolescente en su desarrollo, o como un mecanismo inmaduro cuando su reacción y generalmente su conducta no es vista por él mismo como tal, ya que él piensa que esa conducta es fruto de su libertad y capacidad de decisión. Una manera entre comillas sofisticada de conducta regresiva se puede ver al observar el consumo de drogas o sustancias que alteran el estado de consciencia llevando al sujeto a un estado de confusión en el que se distorsiona la realidad y los límites de la persona. La búsqueda de esas sustancias se puede entender como la búsqueda de una situación o vivencia psicológica en la que el sujeto no tenga que tolerar el dolor de la falta o la dureza de la frustración.  El mismo mecanismo sucede con las TIC, han sido vistas como objetos que van a calmar o completar aquello que el sujeto ve que no tiene o que le incomoda.4

Hace unos años, cuando se hablaba de adicción nos referíamos a adicción a las drogas. Sin embargo, se ha descubierto que el elemento esencial de todos los trastornos adictivos es la falta de control, es decir, el descontrol de la persona afectada sobre determinada conducta, que al comienzo le es placentera pero que luego va ganando terreno entre sus preferencias hasta llegar a dominar su vida. En el momento actual, atendemos que las adicciones no se limitan a las conductas generadas por el consumo incontrolable de sustancias, sino que existen hábitos de conducta aparentemente inofensivos que, en determinadas circunstancias, pueden convertirse en adictivos e interferir gravemente en la vida cotidiana de las personas afectadas. Cuando la adicción conductual avanza, los comportamientos se vuelven automáticos, son activados por las emociones y los impulsos, con pobre control cognitivo y autocrítica sobre ellos.6-9

Desde una perspectiva conductual o de la teoría del aprendizaje todas las conductas adictivas se activan al comienzo mediante un mecanismo de refuerzo positivo como es el placer experimentado, pero a medida que la conducta permanece, dicho reforzador termina siendo negativo y responde a la necesidad de no experimentar el malestar o abstinencia que experimenta al no llevar a cabo dicha conducta. Por ejemplo, una persona sana puede escribir un mensaje o conectarse a la red por placer o por la funcionalidad de la conducta en sí misma, en cambio, una persona adicta lo hace para aliviar su disforia o malestar emocional (aburrimiento, soledad, rabia, excitación, etc). También es frecuente la combinación de una adicción conductual con una o más adicciones a sustancias. En resumen, si una persona pierde el control sobre una conducta placentera, que luego se destaca y sobresale del resto de actividades en su vida, se ha convertido en un adicto conductual.6-9

Finalmente, la dificultad para el afrontamiento de los problemas, la baja autoestima, la impulsividad, la no tolerancia a estímulos físicos o psicológicos desagradables como el dolor o la tristeza, un estado de ánimo depresivo y la búsqueda de sensaciones fuertes aumentan la predisposición y la vulnerabilidad para que un sujeto adolescente desarrolle una adicción en general y en particular, una adicción a las TIC.6-9

El consumo de ciertas sustancias o drogas, produce en el sistema nervioso central un aumento considerable de dopamina, llevando a una sensación de euforia. El aumento de la dopamina, puede generarse además a través de otro tipo de conductas como son el juego problemático, las relaciones sexuales descontroladas o las compras compulsivas.6-9

Dada la importancia creciente de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en lo que va del siglo, esta inclusión debe marcar un antes y un después para que la salud mental mundial le otorgue la importancia que se merece y continúe, por el mismo camino, desarrollando nuevas técnicas y recursos multidisciplinarios para su mejor diagnóstico y un tratamiento integral.8

MARCO TEÓRICO

Un estudio sobre cómo las tecnologías móviles están influyendo en los adolescentes en EEUU, afirmó que el 90% de los adolescentes posee o tiene acceso a un teléfono móvil, y los utilizan con frecuencia. Los adolescentes envían y reciben un promedio de más de 60 mensajes de texto al día desde sus dispositivos y más del 90% ahora acceden a Internet y a videojuegos desde un dispositivo móvil, al menos de forma ocasional.10

La información que poseen estos adolescentes sobre cómo esta conectividad influye en su desarrollo, parece ser insuficiente. En dicho estudio, examinan diferentes consecuencias comúnmente expresadas acerca de la influencia de las tecnologías. Relacionados con la seguridad, el acoso cibernético y la solicitud en línea; con el desarrollo social, diferencian las relaciones con los compañeros, entre padres e hijos y el desarrollo de la identidad; además, el rendimiento cognitivo, las alteraciones del sueño y el empeoramiento de los problemas de salud mental.10

En la actualidad, ya no es una novedad que los hábitos tecnológicos están desencadenando un uso problemático de las tecnologías. Los trastornos de uso abusivo y patológico de Internet, videojuegos, televisión y teléfono móvil se entrecruzan de tal manera que algunos sujetos muestran comportamientos que incluyen todas estas herramientas tecnológicas juntas.11 

En un estudio en el que realizaron 2.063 entrevistas a jóvenes de entre 10 y 18 años en España, analizaron la relación existente entre los adolescentes y el uso de las TIC, así como los problemas que las TIC pueden llegar a generarles, además de otras variables psicosociales.11

Analizaron la utilización de los diferentes aparatos electrónicos por separado, en los que concluyeron que, comenzando por la televisión, el 85,8 % de los participantes manifiesta tener dos, tres o más televisores en casa y tan solo un 0,05 % no tienen televisor en casa. El 15 % de los encuestados reconoce que dedica más tiempo de lo que debería a ver la televisión.  Sin embargo, la media de visualización a la semana por persona es de 15 horas y 45 minutos. El 79.8 % de los participantes afirman poseer una videoconsola en su casa y cabe destacar que el 8,8 %  de los varones dedican a jugar a los videojuegos más de 25 horas semanales, con porcentajes más bajos en alumnos de menor edad. Siguiendo por los ordenadores, el 87,5 % tienen 1 o 2 ordenadores en su casa y encontraron familias con un 8, 56 % que poseen tres o más ordenadores en casa, frente a 3,74 % que no disponen de ello en casa.  Señalaron que un 3,8 % navega más de 10 horas por Internet a la semana y destacaron que un 30,7 % manifiesta sentirse mal sin ordenador. Ante las páginas web eróticas, los varones acceden un 22 %, mientras que el número de mujeres que visita estas páginas es de 0,9 %. Cabe señalar, que el 10 % de los encuestados afirma que dedica a chatear más tiempo del que debiera y el 13 % afirma que algunos de sus compañeros abusan de los juegos electrónicos, ordenador, chat, etc.11, 12

El teléfono móvil, es el aparato más utilizado por los encuestados y el 42% manifiesta que se sentirían mal sin ello y que es el aparato electrónico del que más les costaría desprenderse.11

Diversos estudios sobre salud y uso de las TIC, consideran que la media de exposición es de 45 horas por semana, frente a las 17 horas que pasaban sus padres y a las 30 que actualmente pasan los jóvenes y adolescentes en el colegio, por eso se debe concienciar a los adolescentes de las consecuencias que existen a largo plazo. También existe una correlación entre la exposición a la televisión, música, películas y otros contenidos de los medios con el consumo de drogas, tabaco, alcohol, la obesidad infantil, el bajo rendimiento académico de los escolares y una actividad sexual precoz en niños y adolescentes. Por lo que, el mal uso de las TIC se suma a la lista de los considerados factores de riesgo. Lo que nos lleva a intentar comprender de forma más precisa, con este programa educativo y futuras investigaciones, que es una realidad que no nos pasa desapercibida y que venimos observando desde hace tiempo: que el hecho de permanecer esa cantidad de horas expuesto a las TIC es un factor precursor de posibles problemas psicológicos futuros, como pueden ser las adicciones.11-14   

OBJETIVOS

Cambiar la actitud frente a las nuevas tecnologías, fomentando la adquisición y práctica de hábitos saludables alternativos, para evitar la conducta adictiva.

Reconocer las ventajas de las tecnologías, asumiendo también sus riesgos.

Diferenciar entre afición y adicción, para así reconocer los factores de riesgo.

METODOLOGÍA

Se trata de un estudio de intervención cuasi- experimental, también denominado evaluación del problema.

En él se realiza un estudio antes- después (o pre- post), midiendo y comparando las variables antes y después de la exposición de los sujetos a la intervención experimental.

La estrategia será longitudinal y afectará a un solo grupo.

El auto- conocimiento de los adolescentes se evaluará antes, inmediatamente después de las sesiones y ocho meses después de la intervención mediante el cuestionario pre/post test. (ver tabla 2 al final del artículo).

El estudio se desarrollará en el colegio Miguel Catalán, situado en el barrio de la Romareda, en Zaragoza. Se realizará en horario escolar.

Se seleccionarán las aulas de 5º y 6º de Educación Primaria, que cuentan con 104 niños de edades comprendidas entre 10 y 12 años, divididos en cuatro aulas diferentes: 5ºA, 5ºB, 6ºA y 6ºB. Con 26, 25, 25 y 28 alumnos en cada aula respectivamente.

Como criterios de inclusión al estudio se tendrá en cuenta: ser perteneciente al colegio Miguel Catalán de Zaragoza, entregar el consentimiento informado firmado por los padres o tutores legales, estar cursando 5º y 6º de Educación Primaria.

Y como criterios de exclusión, los siguientes: no ser perteneciente al colegio Miguel Catalán de Zaragoza, no entregar el consentimiento informado firmado por los padres o tutores legales, estar cursando otro curso que no sea 5º y 6º de Educación Primaria, no acudir a las sesiones por cuestiones de salud o académicas.

También se tendrán en cuenta las variables independientes: sexo y curso académico al que pertenecen y como variables dependientes: frecuencia de uso de las TIC: internet, video juegos, teléfono móvil y televisión, aceptación socio- familiar, nivel socio- económico.

Se realizará un análisis descriptivo de los datos calculando medias y desviaciones típicas para las variables cuantitativas y para las variables cualitativas se utilizarán tablas de contingencia para las frecuencias absolutas y relativas.

Para comparar diferencias entre variables numéricas y cualitativas se aplicará la t de Student o prueba de análisis de la varianza, dependiendo de si la cualitativa tenía dos o más categorías, respectivamente.

Se considerará como valor estadísticamente significativo p< 0,05.

El análisis de datos se realizará con el programa estadístico SPSS.

Utilizaremos como fuente de información:

  1. Cuestionario pre/post test. (Ver tabla 2 al final del artículo)

Diseñado para evaluar el auto- conocimiento de las adolescentes en tres momentos diferente: antes de la actividad, inmediatamente después de la actividad y ocho meses después.

Se trata de un cuestionario para medir la frecuencia de uso de las TIC, en este caso nos centramos en: internet, video juegos, teléfono móvil y televisión.

  1. Cuestionario de satisfacción. (Ver tabla 3 al final de artículo)

Este cuestionario sirve para evaluar entre otras cosas, la actividad educativa, los recursos utilizados, los contenidos, la duración de las sesiones, para poder realizar mejoras.

Trabajo de campo:

Se realizará el estudio a adolescentes, con la autorización de los padres o tutores legales, ya que son menores de edad. (ver tabla 1 al final del artículo)

Permisos. En primer lugar, se hace la petición de los permisos para la realización del estudio. Cuando se consigan los permisos pertinentes y los padres hayan firmado la inscripción y con ello dan su consentimiento, se procederá a la realización de la intervención.

Recogida de datos. Antes de cada sesión, se realizará un cuestionario escrito (pre- test) e inmediatamente después de la intervención, se volverá a realizar el mismo cuestionario escrito (post- test) (ver tabla 2 al final del artículo), ya que los datos se recogerán antes y después de cada sesión educativa.

Intervención. La intervención consiste en una actividad educativa, que dividiremos en seis sesiones, sobre la concienciación de los riesgos que conlleva el uso abusivo las TIC. La impartirá una enfermera con apoyo de otros profesionales y durará 60 minutos aproximadamente.

 Las sesiones se desarrollan de la siguiente manera:

Sesión 1: Realidad social acerca de las TIC.

Sesión 2: Tipos de TIC.

Sesión 3: Responsabilidad personal.

Sesión 4: Motivación y otras opciones educativas de desarrollo.

Sesión 5: Visión de futuro.

Sesión 6: Actualidad y recortes de prensa sobre las TIC.

Tras ocho meses, volverán a realizar el cuestionario escrito (ver tabla 2 al final del artículo) para valorar los conocimientos de nuevo.

RESULTADOS

Se analizarán los cuestionarios realizados a los participantes del programa. Se evaluarán los conocimientos mediante el pre- test y post- test, lo esperado es que aumenten los conocimientos sobre el uso saludable de las TIC, inmediatamente después de la intervención mediante el cuestionario post- test.

Se espera que a los 8 meses se siga manteniendo el buen uso de las TIC, por encima del pre- test, e incluso se esperan resultados más significativos que en el post-test.

A no ser un estudio aleatorio, hay una dificultad representativa de los sujetos elegidos.

Podría existir falta de continuidad en el estudio, por parte de los adolescentes.

No se dispone de un cuestionario o escala totalmente validado para determinar conocimientos y actitudes de los adolescentes ante esta situación actual.

Ver anexo

BIBLIOGRAFÍA

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