Salud Sexual en el Posparto: Una Revisión Bibliográfica
Autora principal: Raquel Jinesta Espinoza
Vol. XX; nº 13; 784
Postpartum Sexual Health: A Bibliographic Review
Fecha de recepción: 21 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 27 de junio de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 13 – Primera quincena de Julio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 13; 784
Autores:
Raquel Jinesta Espinoza, Médica General, Investigadora Independiente, San José, Costa Rica
Nicole Chavarría Naranjo, Médica General, Investigadora Independiente, San José, Costa Rica
Carolina Guevara Camargo, Médica General, Investigadora Independiente, San José, Costa Rica
Diana Sofía Rodríguez Rodríguez, Médica General, Investigadora Independiente, San José, Costa Rica
Resumen
La salud sexual en el posparto es una preocupación frecuente. Sin embargo, en muchas ocasiones no se valora en las visitas médicas por disconformidad de las pacientes, por falta de conocimiento o tiempo del personal de salud e inclusive, por la ausencia para reconocer la importancia de dicho tema. Gran cantidad de pacientes presentan disfunción sexual durante el puerperio y con tendencia suelen ignorar la afectación que esta les genera. El presente documento tiene como finalidad recopilar la información disponible con respecto a la salud sexual en el postparto y con ello, fomentar un abordaje integral y oportuno de las pacientes. La metodología de esta revisión bibliográfica fue basada en la investigación de múltiples artículos, como revisiones sistemáticas y estudios, obtenidos de distintas plataformas desde el 2012 hasta el 2025. Se evidenció que la etiología de la disfunción sexual es multifactorial, siendo las principales causas la dispareunia y la pérdida de la libido por factores psicológicos y/o fisiológicos. Consecuentemente, el tratamiento para esta alteración, incluye la identificación del factor desencadenante y abordarlo desde un punto de vista médico, psicológico y social en una serie de consultas médicas continuas con base en la individualización de la paciente. Finalmente, al ser este un tema de gran impacto, se sugiere que sea tomado en consideración desde la preparación antenatal hasta la rutina de cuidado postparto.
Palabras clave
salud sexual, postparto, cambios fisiológicos, libido, dispareunia, psicología
Abstract
Postpartum sexual health is a very common concern. Nevertheless, in many occasions, it is not taken into account on the medical appointments, due to the fact that the patient may be uncomfortable mentioning it or the healthcare providers are lacking in knowledge or time or even the awareness of its importance. Many postpartum patients present with sexual dysfunction during the puerperium and with frequency, they tend to ignore the affectation it causes them. The document’s objective is to integrate the information available regarding postpartum sexual health and to encourage a comprehensive overview of the patient’s evolution. The methodology used in this literature review was the investigation of different articles, like studies and systemic revisions, from 2012 to 2025, found on multiple platforms. It was documented that the etiology of sexual dysfunction is multifactorial, being the most frequent causes, the loss of libido and dyspareunia secondary to physiologic or psychological changes. Consequently, the treatment for this dysfunction involves the identification of the trigger and encompassing it from a medical, psychological and social point of view in the continuous medical visits based on the individualization of the patient. Lastly, being this such an important subject, it is suggested to approach it from the antenatal preparation until the postpartum routine care.
Keywords
sexual health, postpartum, physiology, libido, dyspareunia, psychology
Introducción
El puerperio se define como el periodo postparto donde el cuerpo retorna de los cambios anatómicos y fisiológicos inducidos por la gestación a su estado basal pregestacional.1 Debido a la variabilidad entre gestantes, la duración de este periodo ha sido fluctuante; sin embargo, dado su importancia, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) consolida este tiempo como el «cuarto trimestre», delimitando las 12 semanas subsecuentes al nacimiento.1 Durante este lapso, se recomiendan visitas médicas continuas con el propósito de realizar una valoración completa en relación al bienestar del estado físico, psicológico y social de la paciente.2
Dentro de estas visitas, se debe considerar la función sexual, una preocupación que con frecuencia no se discute durante las consultas antenatales y postnatales. En muchas ocasiones, este tema suele pasar desapercibido por el personal de salud porque las pacientes no se sienten cómodas aclarando sus dudas o bien, porque el personal de salud no se encuentra lo suficientemente capacitado para comprender los cambios del postparto y su implicación.3 La función sexual de la gestante varía con tendencia a la disminución y se mantiene baja en el puerperio.4 El origen de esta disfunción es multifactorial, incluyendo los cambios fisiológicos del embarazo, el estado psicológico de la paciente y su pareja, la dinámica sociocultural, entre otros.4,5 Por ende, con el fin de brindar apoyo a la paciente y sugerir propuestas para sus preguntas, se debe abordar este tema desde las consultas prenatales y asesorar la aparición de nuevos síntomas o preocupaciones conforme presenta los distintos cambios durante su postparto.3
La salud sexual en el puerperio es un tema de suma relevancia, ya que puede ser determinante en la evolución de la paciente y su entorno. Sin embargo, en ocasiones, por falta de conocimiento o tiempo del personal de salud e inclusive, la ausencia por reconocer la importancia de dicho tema, no se valora en las visitas médicas y gran cantidad de pacientes resultan incomprendidas deteriorando su esfera biopsicosocial. Por lo anterior, es que surge la necesidad del presente escrito, con el fin de brindar la información disponible con respecto a la salud sexual postparto y con ello, abordar de manera oportuna a las pacientes.
Metodología
El presente documento es una revisión bibliográfica que incluye la recopilación de múltiples artículos, como revisiones sistemáticas y estudios, los cuales se enfocan en la salud sexual postparto. Por medio de plataformas como PubMed, UpToDate y Google Scholar, se utilizaron los términos: salud sexual, postparto, psicología, libido y disfunción sexual, con el propósito de obtener artículos publicados desde el año 2012 hasta el 2025, cuyo fin fuese la descripción de la función sexual en el postparto con sus posibles alteraciones y recomendaciones para el manejo de las mismas.
Discusión
Una vez definido el tiempo que consta el puerperio, se debe reconocer la importancia de las visitas médicas consecuentes, las cuales se deben iniciar a menos de 3 semanas del nacimiento y continuar hasta las 12 semanas postparto, tomando en consideración que la frecuencia de estas debe ser centrada e individualizada en la paciente.2 Durante dichas consultas, se deben abarcar gran cantidad de temas, específicamente, esta revisión se centra en la estrategia con respecto a las dudas sobre la salud sexual.
La disfunción sexual femenina engloba alteraciones psicólogicas o experencias en la paciente que conllevan a la disminución de la libido y estímulo sexual, ausencia del orgasmo o dolor con las relaciones sexuales.4 Aunque la información disponible sobre la prevalencia de esta disfunción durante el embarazo es limitada, se ha establecido que la mayoría de las embarazadas se mantienen sexualmente activas a lo largo de su gestación hasta el tercer trimestre; donde un 73.3% de las mujeres presenta un bajo deseo sexual a causa de los cambios en su cuerpo, asociado al cansancio, ansiedad y proximidad del parto.3,6 En el postparto, dicha disfunción tiene una prevalencia del 40% al 83% a los 2-3 meses luego del nacimiento, manteniéndose en 60% a los 6 meses y gran parte de la población, retorna a su normalidad a los 12 meses.4 No hay evidencia que respalde un tiempo estandarizado para la reanudación de relaciones coitales, por lo que se recomienda individualizar a las pacientes e informarles que pueden retomar tan pronto como a las 2 semanas luego del parto, de acuerdo con su conformidad y deseo.1
Sin embargo, muchas pacientes optan por esperar para retomar su vida sexual, dado que se encuentran bajo fatiga y estrés, englobando que la etiología de la disfunción sexual se extiende más allá de los cambios anatómicos y hormonales.7 Entre un 80% a 93% han reiniciado las relaciones sexuales en el pueperio, aunque con frecuencia se documentan varias inconformidades, principalmente, la dispareunia y el bajo deseo sexual.4,8 Ejemplo de lo anterior, se evidencia por O’malley et al. en su estudio, donde la pérdida del deseo sexual fue el problema más reportado con un 46.3% de la población a los 6 meses y 39.8% a los 12 meses.9 Dicha disminución del deseo sexual, se debe a distintos factores psicológicos, incluyendo la fatiga extrema, modificaciones en el estilo de vida, las responsabilidades atribuidas a su rol materno, los cambios en su relación íntima de pareja y su punto de vista con respecto a la sexualidad y su nuevo nivel de prioridad y alteración de su autoestima por su percepción corporal.4,7 Por último, pero no menos importante, la depresión postparto es una causa frecuente de la disfunción sexual; ya que se ha asociado, en las semanas 8 y 12, a una menor frecuencia e interés por el acto sexual y en los 6 meses subsecuentes, persiste la disminución de la libido. Aún tratando la depresión, en ocasiones, no hay incremento del deseo sexual, lo que cuestiona si la etiología es verdaderamente la depresión, los medicamentos usados para la misma o bien, la persistencia de conflictos maritales o sociofamiliares que acompañan la depresión.3
Por otra parte, es fundamental comprender los cambios hormonales y fisiológicos por los que transiciona la mujer embarazada, los cuales pueden atribuir a una potencial disfunción sexual por dispareunia. La dispareunia es bastante común en los primeros 3 a 6 meses postparto.3 En el estudio llevado a cabo por O’malley, se evidenció que un 37.5% de las pacientes experimentaron dispareunia a los 6 meses del nacimiento.9 Similarmente, McDonald et al. en su investigación, documentó que un 43.4% de la población padecía de dolor al mantener relaciones sexuales luego de 6 meses postparto.10 Este dolor puede ser secundario a la disminución de estrógenos que causan insuficiente lubricación vaginal sumado a un epitelio vulvovaginal delgado.1,11 Específicamente, para las mujeres que brindan lactancia, los niveles elevados de prolactina llevan a una menor producción de andrógenos en el ovario, lo cual es un factor para la disminución del deseo sexual.3 En conjunto, estos cambios hormonales pueden afectar negativamente la libido de la mujer a largo plazo.1 Asimismo, otras dos variables mencionadas en los estudios, son la dispareunia previo al embarazo y la edad materna al momento del parto. Desglosando que las personas que presentaban dispareunia antes del embarazo, tenían un riesgo muy significativo de continuar presentando dolor a los 6, 12 y 18 meses luego del nacimiento.9,10 También, se detalló que las mujeres mayores a los 30 años tenían mayor riesgo de padecer de disfunción sexual, lo cual puede ser causado por los cambios hormonales inherentes a la edad, específicamente, el hipoestrogenismo.4,12
Del mismo modo, la dispareunia puede ser producida por laceraciones, trauma perineal y asistencia instrumental durante el parto.3,4,10,12,13 Por ejemplo, O’Malley reportó que, las pacientes a los 6 meses postparto, tenían mayor riesgo de padecer de dispareunia, si durante el parto requirieron asistencia con vacuum, si tuvieron desgarros de segundo o tercer grado o episiotomía. Esto en comparación con mujeres que tuvieron un parto vaginal espontáneo con un perineo sin lesiones.9 Asimismo, pacientes que presentan prolapso de órganos pélvicos e incontinencia urinaria y fecal, se han correlacionado con disfunción sexual.3 Por otro lado, la evidencia encontrada parece indicar que pacientes que se someten a una cesárea electiva tienen un menor riesgo de presentar dispareunia en los 3 a 6 meses postparto.3,7,10 Inversamente, pacientes que tuvieron trauma antes de ser sometidas a una cesárea de emergencia, pueden tener una mayor asociación a presentar dolor con el coito, razón por la cual pueden prolongar el tiempo de espera para retomar el acto sexual.7,10,14 Finalmente, algunas mujeres pueden diferir de retomar su vida sexual o bien, pueden presentar disfunción por temor a volver a quedar embarazadas.3
Habiendo establecido las posibles causas por las que una paciente puede presentar disfunción sexual, dicho diagnóstico puede ser apoyado por distintas preguntas o herramientas a realizar durante la consulta médica. En las visitas antenatales, se debe tomar una historia clínica médica, ginecológica y sexual completa junto con un examen físico adecuado, esto con el fin de identificar si hay comorbilidades que puedan causar alteraciones en la sexualidad como: afectación por parte de su pareja sexual, edad, condiciones psiquiátricas o endocrinas, abuso de sustancias, medicamentos, etc.8 Posteriormente, en las consultas postparto, se recomienda continuar indagando con respecto a posibles síntomas asociados con baja libido o dispareunia.11 Existen múltiples cuestionarios que pueden agilizar este proceso. El FSFI es una herramienta que se ha utilizado con bastante frecuencia en el ámbito de la investigación, dado que este evalúa a las mujeres en múltiples áreas, incluyendo deseo, excitación, orgasmo, dolor, satisfacción y lubricación.5 Sin embargo, al ser un cuestionario tan completo, puede consumir mucho tiempo de la consulta. Lo anterior, da lugar al FSFI-6, siendo este una versión más corta y eficiente, aunque el nivel de detalle es inferior.5 También, en la valoración clínica, se puede utilizar el cuestionario SAQ. Este evalúa distintos aspectos de la actividad sexual, así como la frecuencia, satisfacción y tipos de conductas, ofreciendo una perspectiva comprensiva sobre los patrones y comportamientos del acto sexual. Igualmente, el cuestionario PISQ-12 es utilizado ampliamente dado que este evalúa la función sexual en mujeres que presentan alteraciones en el suelo pélvico, como el prolapso de órganos pélvicos o la incontinencia urinaria. Estas condiciones son frecuentes en el postparto por complicaciones asociadas al nacimiento, por lo que esta herramienta es de particular interés en dicha población.5 Por último, como se mencionó anteriormente, la depresión es un causante frecuente de disfunción sexual, por ende, para identificarla, se emplea la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo.11,14,15
En cuanto al tratamiento, este va a ser dirigido a la causa de la disfunción sexual. En primera instancia, se recomienda determinar si la disfunción estaba presente antes del embarazo. También, se debería explicar a la paciente los cambios por los que va transcurrir su cuerpo a nivel anatómico, fisiológico y sexual, así como informar sobre la seguridad de continuar con la actividad sexual durante el embarazo.3 En el posparto, el tratamiento inicia con la valoración de la función sexual y apaciguar las preocupaciones. Dado que la disfunción sexual puede ser causada por alteraciones psicológicas, se recomienda evaluar los cambios de humor en el postparto, así como asesorar sobre la importancia del espacio personal y un descanso apropiado.3,7 En cuanto a la resequedad vaginal, se recomienda el uso de lubricantes vaginales durante el coito.1,11 Si dicha terapia no es efectiva, se pueden utilizar estrógenos tópicos hasta que los niveles hormonales se regulen, la dosis recomendada de estrógenos en crema es de 0.5g a 1g intravaginales dos veces a la semana.11-13
Con respecto a la dispareunia, se sugiere descartar dolor proveniente de lesión en el perineo o incisión abdominal por cesárea, así como evaluar la presencia de síntomas de incontinencia urinaria y fecal. En el caso de presentar lo anterior, se recomienda asesorar con respecto a los tiempos de recuperación, explicar la utilidad de la terapia de piso pélvico y eventualmente, consultar con un especialista urogenital.2,3,13 Por último, si la preocupación de la paciente es un embarazo pronto, se debe informar sobre los distintos métodos de anticoncepción y los intervalos recomendados entre embarazos. Se recomienda abarcar este tema desde las consultas antenatales y esclarecer que se debería evitar un embarazo a menos de 6 meses del anterior y explicar los posibles riesgos y beneficios de embarazarse en menos de 18 meses.2 Una vez establecido lo anterior, se debe proceder a informar a la paciente que la ovulación puede ser tan pronta como a los 25-28 días y se podría volver a concebir durante el puerperio temprano; por lo que, idealmente, se debería escoger algún anticonceptivo.1,15 Dentro de las recomendaciones, se encuentra el uso de anticoncepción permanente como la esterilización quirúrgica o la anticoncepción reversible como los implantes y dispositivos intrauterinos1,16 También, se puede sugerir, principalmente para mujeres que amamantan, el uso de anticonceptivos de solo progestina como las píldoras o la inyección de medroxiprogesterona, dado que estas no afectan la producción de leche materna ni su calidad.1,16
Conclusiones
La salud sexual en el postparto es un tema de gran importancia dado que, brinda un impacto significativo en la evolución física, psicológica y social de la paciente. Sin embargo, a pesar del peso que tiene en la evaluación de la mujer, muchos clínicos no son accesibles para informar sobre este tema, ya sea por falta de conocimiento o tiempo. Por tanto, al recopilar esta información, se insta al personal de salud, el reconocer la influencia de la salud sexual sobre la mujer y su entorno y a su vez, asesorar y brindar recomendaciones desde las consultas prenatales y postnatales con respecto a la probable sintomatología.
Abreviaturas
ACOG: Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos
SAQ: «Sexual Activity Questionnaire»
FSFI: «Females Sexual Function Index»
FSFI-6: Versión corta del FSFI
PISQ-12: Versión corta del «Pelvic organ prolapse/urinary Incontinence Sexual Questionnaire»
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