Síndrome de Kleine-Levin. Revisión bibliográfica
Autor principal: Felipe Núñez Andia
Vol. XX; nº 11; 635
Kleine-Levin Syndrome. A literature Review
Fecha de recepción: 9 de mayo de 2025
Fecha de aceptación: 7 de junio de 2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com, Volumen XX. Número 11 – Primera quincena de Junio de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 11; 635
Autores:
Felipe Núñez Andia, Interno de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Gustavo Moreira Guilquiruca, Interno de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Valentina Romero Hernández, Interna de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Francisca López Novoa, Interna de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Emilia Durán Roco, Interna de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Antonella Regular Santis, Interna de Medicina. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Mario Díaz Sepúlveda, Neurólogo. Escuela de Medicina. Universidad de Santiago de Chile
Resumen
El síndrome de Kleine-Levin (SKL) es una hipersomnia primaria de origen central poco frecuente, caracterizado por somnolencia diurna excesiva de presentación episódica, asociada a alteraciones cognitivas, conductuales y perceptivas. Su etiología permanece desconocida, aunque se postula un probable origen multifactorial, con posibles componentes genéticos, autoinmunes y neurofisiológicos. El diagnóstico es clínico y se basa en los criterios establecidos por la tercera versión de la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD-3). Los síntomas durante las crisis incluyen hipersomnolencia, sensación de desrealización, apatía, alteraciones cognitivas, hipersexualidad e hiperfagia. Si bien se han propuesto diversos tratamientos farmacológicos, la evidencia que respalda su eficacia es limitada. El litio ha sido sugerido como una opción preventiva, mientras que los psicoestimulantes se emplean para el manejo sintomático durante los episodios de somnolencia excesiva. Dada la limitada evidencia disponible, se recomienda un enfoque terapéutico individualizado. Esta revisión aborda la fisiopatología, las manifestaciones clínicas, el diagnóstico y el tratamiento del SKL, destacando la necesidad de mayor investigación para optimizar su abordaje clínico.
Palabras clave
Síndrome de Kleine-Levin, Trastornos del Sueño, Diagnóstico Clínico
Abstract
Kleine-Levin Syndrome (KLS) is a rare primary hypersomnia of central origin, characterized by recurrent episodes of excessive daytime sleepiness associated with cognitive, behavioral, and perceptual disturbances. The etiology remains unclear; however, a multifactorial origin has been proposed, involving potential genetic, autoimmune, and neurophysiological factors. Diagnosis is clinical and relies on the criteria outlined in the third edition of the International Classification of Sleep Disorders (ICSD-3). Symptomatology during episodes commonly includes hypersomnolence, derealization, apathy, cognitive dysfunction, hypersexuality, and hyperphagia. Although multiple pharmacological treatments have been suggested, supporting evidence remains limited. Lithium has emerged as a potential prophylactic agent, while psychostimulants are often used for symptomatic relief during episodes of excessive hypersomnolence. Given the paucity of robust data, individualized therapeutic strategies are recommended. This review explores the pathophysiology, clinical features, diagnostic criteria, and treatment approaches for KLS, underscoring the need for further research to enhance clinical management.
Keywords
Kleine-Levin Syndrome, Sleep Wake Disorders, Diagnosis, Differential
Introducción
El síndrome de Kleine-Levin (SKL) es un trastorno del sueño poco frecuente, incluido dentro de las hipersomnias primarias o de origen central, y cuya etiología aún no ha sido completamente esclarecida. Se caracteriza por la aparición de episodios recurrentes de hipersomnolencia, los cuales se acompañan, en diversos grados, de alteraciones cognitivas y conductuales, entre las que destacan trastornos perceptivos y apatía marcada. Esta combinación sintomática puede provocar un nivel significativo de discapacidad transitoria en los pacientes que lo padecen, afectando su funcionalidad durante los episodios activos del trastorno (1,2).
El diagnóstico del SKL es esencialmente clínico. De acuerdo con lo establecido en la tercera edición de la Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (ICSD-3), su identificación debe sustentarse en las características clínicas ya descritas, siempre y cuando se haya descartado de manera adecuada la presencia de otras posibles causas. Éstas incluyen otros trastornos primarios del sueño, así como cuadros de origen psiquiátrico, neurológico, metabólico, así como trastornos del sueño relacionados al uso y/o suspensión de sustancias o fármacos capaces de inducir hipersomnolencia, constituyendo, por tanto, un diagnóstico de exclusión (3).
Dentro de los trastornos de hipersomnolencia central, el SKL es considerado el más infrecuente, con una prevalencia estimada entre 1 y 5 casos por cada millón de habitantes. Este trastorno afecta predominantemente a pacientes de sexo masculino, y en la mayoría de los casos su inicio se produce durante la adolescencia o adultez temprana, siendo más común entre los 12 y los 20 años de edad. Además, se ha observado que cerca del 5% de los casos presentan un patrón familiar, lo que sugiere una posible predisposición genética (4,5).
Si bien la mayoría de los episodios se inician de manera espontánea, se han descrito diversos factores que podrían actuar como precipitantes o desencadenantes del cuadro. Entre estos se incluyen las variaciones estacionales, destacando que las primeras crisis suelen presentarse en los meses de otoño a invierno. Otros posibles gatillantes incluyen cuadros infecciosos, el consumo de alcohol, los traumatismos craneoencefálicos, las situaciones de estrés psicosocial, los esfuerzos físicos intensos y la privación de sueño (3). Cabe destacar que se han reportado casos de agravamiento y exacerbación de los síntomas en pacientes con SKL tras la infección por SARS-CoV-2, así como también en la narcolepsia y la hipersomnia idiopática (6).
Sin embargo, algunos datos sugieren que ha habido un aumento de la somnolencia diurna excesiva (SDE) posterior a la vacunación, aunque con un efecto de corta duración. Se ha documentado, en algunos reportes de casos, la agravación y exacerbación del síndrome de Kleine-Levin (SKL), la hipersomnia idiopática (HI) y la narcolepsia. Asimismo, se han reportado tanto aumentos como disminuciones en la duración del sueño, así como mejoras y deterioros en la calidad del sueño en pacientes con hipersomnias del sistema nervioso central (SNC). En todos los grupos etarios, el retraso en el inicio del sueño ha sido un hallazgo frecuente en los estudios de pacientes con hipersomnias del SNC. Se requieren estudios adicionales con seguimientos a largo plazo para esclarecer si existe una asociación sostenida entre el COVID-19 y las hipersomnias del SNC.
Materiales y métodos
Se realiza una revisión descriptiva narrativa de artículos académicos relacionados al SKL. El objetivo principal del artículo es describir el estado de conocimiento médico actual de esta entidad nosológica. Los autores realizaron una búsqueda bibliográfica en PUBMED de artículos publicados en inglés, utilizando las palabras clave: «Kleine-Levin Syndrome» y «Sleeping Beauty Syndrome». Se seleccionan artículos publicados desde el año 2015 hasta el 2025. Se incluyeron reportes de casos, metaanálisis, estudios observacionales, ensayos clínicos aleatorizados, revisiones narrativas y revisiones sistemáticas.
Resultados
Se encontraron un total de 131 artículos, de los cuales 25 fueron escogidos para la presente revisión: 13 revisiones narrativas, 3 revisiones sistemáticas, 1 revisión sistemática con metaanálisis y 8 reportes de casos. Para los objetivos de esta revisión, los contenidos de los artículos fueron divididos en las siguientes categorías: introducción, manifestaciones clínicas, fisiopatología, diagnóstico y tratamiento.
Manifestaciones clínicas
La duración de los episodios es variable, con un rango que va desde los 2 días hasta 5 semanas. Estos eventos suelen ocurrir con una frecuencia mínima de una vez cada 18 meses. A pesar de su carácter recurrente, el SKL suele tener un curso autolimitado, resolviéndose de manera espontánea en la mayoría de los casos antes de los 30 años de edad -ver imagen n°1 (al final del artículo) (7).
Los síntomas más frecuentes se resumen en la imagen n°2 (al final del artículo).
Hipersomnolencia
Los pacientes que padecen SKL presentan episodios recurrentes de somnolencia excesiva. Se estima que esta somnolencia intensa y prolongada está presente en aproximadamente el 94% de los casos reportados (2). Durante los episodios, los individuos pueden dormir en promedio alrededor de 18 horas al día (4, 8). Si bien el rasgo principal del síndrome es la hipersomnolencia, también se ha documentado la presencia de insomnio, aunque muchos menos frecuente, afectando un 1.05% de los pacientes (2,9).
Desrealización y apatía
Entre los síntomas más comunes del SKL se encuentran la desrealización y la apatía (4). La desrealización se define como una sensación intensa y perturbadora de irrealidad, en la que el entorno es percibido como extraño, ajeno o similar a un estado onírico. Por su parte, la apatía se manifiesta como una pérdida casi total de la iniciativa y la motivación espontánea, reflejando un marcado empobrecimiento de la auto-activación emocional y conductual (8). Estas manifestaciones han sido descritas en aproximadamente un 38% y un 44% de los casos, respectivamente (2).
Alteraciones cognitivas
Las alteraciones cognitivas son frecuentes. Se estima que afectan a cerca del 67% de los pacientes con SKL. Dentro de este grupo de pacientes, un 20 a 40% puede desarrollar un deterioro cognitivo leve (2,8). En una revisión sistemática realizada por Filardi et al., se identificaron deficiencias específicas en dominios como la memoria declarativa y la memoria de trabajo. No obstante, las funciones ejecutivas y la cognición de orden superior suelen mantenerse relativamente preservadas, con un rendimiento comparable al de sujetos control en pruebas neuropsicológicas estandarizadas (10).
Hipersexualidad e hiperfagia
Otro grupo de síntomas relevantes son la hipersexualidad y la hiperfagia, estimándose que ambos se presentan en aproximadamente el 50% de los pacientes diagnosticados con SKL (4). La hipersexualidad puede manifestarse como un incremento del deseo sexual, verbalizaciones de contenido sexual inapropiado, conductas desinhibidas o masturbación compulsiva (3). En una revisión llevada a cabo por Billiard et al., se observó que el aumento del deseo sexual estuvo presente en el 33.68% de los casos analizados, mientras que la hiperfagia -definida como la ingesta compulsiva de alimentos, muchas veces con preferencia por ciertos tipos específicos de comida-, se reportó en el 59.58% de los pacientes (2,3).
Fisiopatología
La causa del SKL continúa siendo desconocida. Diversas evidencias sugieren que se trataría de un trastorno de origen multifactorial, en el que confluyen componentes genéticos, autoinmunes, infecciosos y neurofisiológicos que interactúan para dar origen al cuadro clínico característico (3,11).
Una de las principales líneas de investigación sobre la fisiopatología del SKL postula la existencia de una disfunción a nivel del hipotálamo, una estructura clave en la regulación del sueño, la conducta alimentaria y el ritmo circadiano (12, 13, 14, 15, 16).
Esta hipótesis ha sido respaldada por hallazgos recientes en estudios de neuroimágenes funcionales, que han demostrado alteraciones frecuentes en la perfusión en el hipotálamo y el tálamo. Específicamente, se ha observado hipoperfusión en estas regiones durante los episodios de hipersomnia, aunque en algunos casos también se han documentado fenómenos de hiperperfusión (12). Los estudios también reportan hipoperfusión en la unión temporoparietal y conectividad funcional reducida en la red oculomotora, lo cual, según Engstrom et al., sugiere el compromiso de una red mucho más amplia (15).
En una revisión reciente, Qasrawi et al. destacan la posible implicancia genética en la fisiopatología del SKL, señalando la presencia de variaciones en el gen TRANK1 -también identificado como un gen de riesgo para el desarrollo de trastorno bipolar-, así como mutaciones poco comunes en el gen LMOD3, ambos considerados posibles factores predisponentes para el desarrollo de SKL (3,17). Por su parte, AlShareef et al., tras analizar los posibles mecanismos subyacentes del SKL desde un enfoque multifactorial, concluyen que la hipótesis con mayor sustento actual es la de un origen autoinmune. Esta teoría se ve respaldada por la edad temprana de inicio, la naturaleza recurrente de los episodios, la presencia de pródromos infecciosos en algunos casos, y la posible asociación con ciertos marcadores HLA (11).
Diagnóstico
El estudio de los trastornos por hipersomnolencia, en general, requiere una evaluación formal en un laboratorio del sueño, mediante polisomnografía y test de latencias múltiples de sueño. Sin embargo, el SKL constituye una excepción a esta regla, dado que su diagnóstico es eminentemente clínico (4).
El diagnóstico del SKL puede representar un desafío considerable debido a la baja prevalencia del síndrome en la población general y la particularidad de sus síntomas, por lo que un diagnóstico definitivo puede llegar a tardar hasta 4 años (18).
Según la ICSD-3, el diagnóstico del SKL requiere el cumplimiento de todos los siguientes criterios diagnósticos:
a) El paciente presenta al menos dos episodios recurrentes de somnolencia excesiva y prolongación del tiempo total de sueño, con una duración de cada episodio que oscila entre 2 días y 5 semanas.
b) Estos episodios suelen ocurrir más de una vez por año y al menos una vez cada 18 meses.
c) Entre los episodios, el paciente muestra una recuperación completa o casi completa del patrón de sueño-vigilia, así como de la cognición, el comportamiento y el estado anímico, al menos durante los primeros años del curso del trastorno.
d) Durante los episodios, el paciente debe presentar al menos uno de los siguientes síntomas adicionales: disfunción cognitiva, desrealización, apatía marcada o conductas desinhibidas como hipersexualidad o hiperfagia.
e) La sintomatología no debe explicarse mejor por privación crónica de sueño, trastornos del ritmo circadiano, otros trastornos de sueño, patologías médicas o psiquiátricas, ni por el uso o supresión de fármacos o sustancias psicoactivas (19).
Los principales diagnósticos diferenciales del SKL son trastornos psiquiátricos (20). Entre ellos destacan entidades que pueden cursar con episodios recurrentes de somnolencia, tales como la depresión mayor, el trastorno afectivo bipolar, el trastorno afectivo estacional y los trastornos somatomorfos (5). La diferenciación clínica precisa frente a estas condiciones es fundamental para evitar administración de tratamientos inapropiados y prevenir retrasos en la implementación de intervenciones terapéuticas específicas. Tal como se ha documentado en diversos casos, los pacientes con SKL suelen ser erróneamente diagnosticados como portadores de patologías psiquiátricas, lo que contribuye a una demora significativa en lograr el diagnóstico correcto (21,22, 23).
Tratamiento
No farmacológico
Trotti et al., en una revisión centrada en el tratamiento de los trastornos de hipersomnolencia, señalan que la mayoría de los pacientes se benefician del manejo ambulatorio en un ambiente familiar seguro. Se recomienda que el paciente permanezca bajo supervisión familiar durante los episodios. Asimismo, es fundamental restringir actividades de riesgo, como la conducción de vehículos, mientras persista la sintomatología. También se sugiere evitar factores desencadenantes conocidos, tales como la privación de sueño, el consumo de alcohol y la exposición a posibles fuentes de infección (5).
Farmacológico
En el manejo farmacológico del SKL se han utilizado diversos tipos de fármacos, incluyendo estimulantes como anfetaminas, metilfenidato y modafinilo; antiepilépticos como ácido valproico y carbamazepina; antidepresivos tricíclicos y serotoninérgicos, como imipramina y fluoxetina, así como litio y melatonina. Sin embargo, según la última revisión Cochrane publicada en 2016, no existe evidencia concluyente que respalde la eficacia y seguridad del tratamiento farmacológico en esta condición (24).
Actualmente, el enfoque terapéutico es fundamentalmente sintomático. Los estimulantes se emplean durante los episodios para mitigar la hipersomnolencia, aunque su efecto se limita a este síntoma específico y no conlleva mejoras significativas en otros dominios clínicos. Además, pueden aumentar la irritabilidad en algunos pacientes (5).
Una revisión sistemática con metaanálisis realizada por la Academia Americana de Medicina del Sueño concluye que, pese a la evidencia limitada respecto a la eficacia del litio en la reducción de la frecuencia de los episodios, el grupo de expertos considera que su uso podría ser más beneficioso que la ausencia de tratamiento farmacológico (25).
Aunque existe escasa evidencia sobre tratamientos efectivos una vez iniciado el episodio, la administración de metilprednisolona intravenosa en los primeros 10 días podría acortar su duración en pacientes con antecedentes de episodios prolongados, con buena tolerancia y escasos efectos adversos, mostrándose como una terapia prometedora (5). A su vez, se han reportado casos aislados de pacientes que responden óptimamente a distintas alternativas farmacológicas como la L-Carnitina, biofotomodulación intranasal con luz roja en combinación con azul de metileno, y el ramelteon, un agonista del receptor de melatonina (26,27,28).
Dada la escasez de estudios controlados, las guías clínicas actuales recomiendan un enfoque terapéutico individualizado. Este debe considerar la evolución clínica de cada paciente, así como la respuesta a los distintos tratamientos, permitiendo ajustar las intervenciones farmacológicas según las necesidades específicas de cada caso (29).
Discusión
El SKL representa un desafío clínico considerable debido a que tiene una baja prevalencia en la población general y su sintomatología es inespecífica y variable, determinando en muchas ocasiones diagnósticos errados. A pesar de que su caracterización clínica ha sido bien descrita en la literatura, persisten múltiples interrogantes respecto a su fisiopatología, diagnóstico oportuno y abordaje terapéutico eficaz.
La demora promedio de hasta cuatro años en el reconocimiento del síndrome refleja tanto el desconocimiento médico como la superposición sintomática con diversas patologías psiquiátricas. Esta situación conlleva riesgos de sobretratamiento, estigmatización y administración de psicofármacos inadecuados.
Las manifestaciones clínicas del SKL requieren un abordaje diagnóstico integral y una contención familiar activa durante los episodios. Si bien el curso del trastorno es autolimitado en la mayoría de los casos, la carga funcional durante los brotes puede ser significativa.
El abordaje terapéutico debe, por tanto, ser individualizado, orientado por la evolución clínica del paciente, su perfil sintomático predominante y la tolerancia a las intervenciones. El rol de la familia como red de apoyo y la educación sobre el curso del trastorno resultan esenciales para evitar intervenciones médicas innecesarias y fomentar la contención psicosocial durante las crisis.
Finalmente, se destaca la necesidad de estudios prospectivos, multicéntricos y con metodologías rigurosas que permitan dilucidar con mayor precisión los mecanismos etiopatogénicos del SKL, así como evaluar la eficacia y seguridad de distintas estrategias terapéuticas. La inclusión de biomarcadores inmunológicos, neurofuncionales y genéticos podría constituir un avance significativo hacia un enfoque diagnóstico más objetivo y un tratamiento más eficaz y personalizado.
Conclusión
El SKL es una causa infrecuente de hipersomnolencia central, cuyo diagnóstico clínico, según criterios ICSD-3, representa un desafío debido a su baja prevalencia y superposición con trastornos psiquiátricos. Predomina en personas jóvenes de sexo masculino y se manifiesta con episodios recurrentes de somnolencia excesiva, alteraciones cognitivas y conductuales. Su etiología es desconocida, aunque se postula un origen multifactorial con posible base autoinmune. Dada la escasa evidencia terapéutica, el tratamiento debe ser individualizado, considerando el uso sintomático de psicoestimulantes para tratar la hipersomnolencia y el litio como opción preventiva de los episodios sintomáticos del trastorno.
Anexo
Referencias
1. Arnulf I, Dodet P, Leu-Semenescu S, Maranci JB. Idiopathic hypersomnia and Kleine-Levin syndrome. Rev Neurol (Paris). 2023 Oct;179(7):741-54.
2. Billiard M, Jaussent I. Kleine-Levin syndrome. Clinical boarderlands based on a thorough analysis of 475 case reports. Sleep Med. 2024 Sep;121:135-43.
3. Qasrawi SO, BaHammam AS. An Update on Kleine-Levin Syndrome. Curr Sleep Med Rep. 2023;9(1):35-44.
4. Trotti LM. Central Disorders of Hypersomnolence. Continuum (MinneapMinn). 2020 Aug;26(4):890-907.
5. Trotti LM, Arnulf I. Idiopathic Hypersomnia and Other Hypersomnia Syndromes. Neurotherapeutics. 2021 Jan;18(1):20-31.
6. Frange C, de Oliveira GP, Coelho FMS. COVID-19 and Central Nervous System Hypersomnias. Curr Sleep Med Rep. 2022;8(3):42-9.
7. Gandhi KD, Mansukhani MP, Silber MH, Kolla BP. Excessive Daytime Sleepiness: A Clinical Review. Mayo Clin Proc. 2021 May;96(5):1288-301.
8. Arnulf I, Groos E, Dodet P. Kleine-Levin syndrome: A neuropsychiatric disorder. Rev Neurol (Paris). 2018 Apr;174(4):216-27.
9. Hussain S, Al Jarman K, Hussain S. Sleeping beauty syndrome presenting with insomnia. BMJ Case Rep. 2018 Oct 12;2018:bcr2018225873.
10. Filardi M, D’Anselmo A, Agnoli S, Rubaltelli E, Mastria S, Mangiaruga A, et al. Cognitive dysfunction in central disorders of hypersomnolence: A systematic review. Sleep Med Rev. 2021 Oct;59:101510.
11. AlShareef SM, Smith RM, BaHammam AS. Kleine-Levin syndrome: clues to aetiology. Sleep Breath. 2018 Sep;22(3):613-23.
12. Ortiz JF, Argudo JM, Yépez M, Moncayo JA, Tamton H, Aguirre AS, et al. Neuroimaging in the Rare Sleep Disorder of Kleine-Levin Syndrome: A Systematic Review. Clocks Sleep. 2022 May 31;4(2):287-99.
13. Overeem S, van Litsenburg RRL, Reading PJ. Sleep disorders and the hypothalamus. Handb Clin Neurol. 2021;182:369-85.
14. Cavaliere C, Longarzo M, Fogel S, Engström M, Soddu A. Neuroimaging of Narcolepsy and Primary Hypersomnias. Neuroscientist. 2020 Aug;26(4):310-27.
15. Engström M, Latini F, Landtblom AM. Neuroimaging in the Kleine-Levin Syndrome. Curr Neurol Neurosci Rep. 2018 Jul 21;18(9):58.
16. Xie H, Guo J, Liu H, Song W. Do the Symptoms of Kleine-Levin Syndrome Correlate With the Hypometabolism of the Thalamus on FDG PET. Clin NuclMed. 2016 Mar;41(3):255-6.
17. Li W, Cai X, Li HJ, Song M, Zhang CY, Yang Y, et al. Independent replications and integrative analyses confirm TRANK1 as a susceptibility gene for bipolar disorder. Neuropsychopharmacology. 2021 May;46(6):1103-12.
18. Arnone JM, Conti RP. Kleine-Levin Syndrome: An Overview and Relevance to Nursing Practice. J PsychosocNursMentHealthServ. 2016 Mar;54(3):41-7.
19. Sateia MJ. International classification of sleep disorders-third edition: highlights and modifications. Chest. 2014 Nov;146(5):1387-94.
20. Lavault S, Golmard JL, Groos E, Brion A, Dauvilliers Y, Lecendreux M, et al. Kleine-Levin syndrome in 120 patients: differential diagnosis and long episodes. Ann Neurol. 2015 Mar;77(3):529-40.
21. Owiwi M, Argo D. Kleine-Levin Syndrome in a Closed Psychiatric Ward: A Case of Misdiagnosis. Prim Care Companion CNS Disord. 2024 Apr 9;26(2):23cr03633.
22. Singh S, Kumar S, Verma R, Kumar N. Atypical Kleine-Levin syndrome: An elusive entity. J FamilyMed Prim Care. 2017;6(1):161-3.
23. Nebhinani N, Suthar N. Sleeping Beauty Syndrome: A Case Report and Review of Female Cases Reported from India. Indian J PsycholMed. 2017;39(3):357-60.
24. de Oliveira MM, Conti C, Prado GF. Pharmacological treatment for Kleine-Levin syndrome. Cochrane DatabaseSyst Rev. 2016 May 6;2016(5):CD006685.
25. Maski K, Trotti LM, Kotagal S, Robert Auger R, Swick TJ, Rowley JA, et al. Treatment of central disorders of hypersomnolence: an American Academy of Sleep Medicine systematic review, meta-analysis, and GRADE assessment. J Clin Sleep Med. 2021 Sep 1;17(9):1895-945.
26. Furihata R, Endo D, Nagaoka K, Hori A, Ito T, Chin K, et al. A case of Kleine-Levin syndrome arising during chemotherapy: efficacy of oral L-carnitine. Sleep BiolRhythms. 2023 Apr;21(2):257-60.
27. Hamper M, Cassano P, Lombard J. Treatment of Kleine-Levin Syndrome With Intranasal Photobiomodulation and Methylene Blue. Cureus. 2021 Oct;13(10):e18596.
28. Dominguez D, Rudock R, Tomko S, Pathak S, Mignot E, Licis A. Apparent resolution of hypersomnia episodes in two patients with Kleine-Levin syndrome following treatment with the melatonin receptor agonist ramelteon. J Clin Sleep Med. 2024 Apr 1;20(4):657-62.
29. Maski K, Trotti LM, Kotagal S, Robert Auger R, Rowley JA, Hashmi SD, et al. Treatment of central disorders of hypersomnolence: an American Academy of Sleep Medicine clinical practice guideline. J Clin Sleep Med. 2021 Sep 1;17(9):1881-93.
Declaración de buenas prácticas:
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.