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La óptica de la Medicina Familiar ante el sobrepeso y obesidad en los adolescentes

sobrepeso presentaron a ésta edad obesidad, concluyendo que la reversión espontánea de la obesidad en adolescentes es rara, pudiendo ser la causa de observar a nivel mundial que el 80% de la obesidad está presente en los adultos jóvenes de 35 años.(Patton et al., 2011)

La obesidad en niños y adolescentes, así como las medidas de prevención no tienen diferencias significativas según el estatus económicos,(Chung et al., 2014),(Hillier-Brown et al., 2014). Un factor desencadenante de obesidad en adolescentes mujeres es el embarazo en edades tempranas. (Burbano, 2003); La preocupación por la apariencia física, hace que los adolescentes inicien sin control dietas extremas para bajar de peso, así como ejercicios forzados en aras de controlar el peso, estas medidas podrían ocasionar otro tipo de alteraciones metabólicas como desnutrición, anemia, así como alteraciones psicológicas emocionales (Verónica, 2004)

En una revisión sistemática realizada en Arizona referente a la historia del sobrepeso y obesidad en adolescentes de 10 a 20 años con desórdenes alimentarios observaron que el diagnóstico de Anorexia nerviosa, trastornos alimentarios no especificados que se caracterizan por pérdida de peso y restricción dietética estaba presente en un 36,7% de los adolescentes, de ellos el 17% presentaban antecedentes de sobrepeso y el 19% con antecedentes de obesidad. Concluye el estudio que los adolescentes con antecedentes personales de sobrepeso y obesidad buscan tratamientos y presentan trastornos alimentarios restrictivos, los mismos que tardan en ser identificados por lo que presentan mal pronóstico, (Lebow, Sim, & Kransdorf, 2014).

Dentro de los tratamientos de obesidad la deserción es elevada, así como las recaídas.

En una revisión sistemática donde se estudia el resultado de las intervenciones de mantenimiento para el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes que presentaron en programas de tratamiento, se observó que muy pocos mantienen programas de mantenimiento para prevenir recaídas, y un número significativo abandonaron los tratamientos.(van der Heijden, Feskens, & Janse, 2014).

Cabe señalar que se ha valorado varios tipos de tratamiento, pero los que tienen asociadas las intervenciones psicológicas para sobrepeso y obesidad en los adolescentes tiene mejores resultados; las estrategias conductuales y cognitivo-conductuales para mejorar la reducción de peso son útiles si se combinan con estrategias dietéticas y de ejercicio, observando que en aquellos adolescentes que se sometieron a esta combinación de tratamiento obtuvieron mejores resultados en pérdida de peso.(Shaw K, Gennat H, O’Rourke P, 2006). Las intervenciones individuales, comunitarias y sociales no aumentan la desigualdad socio-económica siendo útil en los diferentes estatus económico (Hillier-Brown et al., 2014). Estudios realizados también refieren que la relación entre ingresos económicos con el Indice de Maza Corporal (IMC), en hombres y mujeres es similar en países menos desarrollados y los desarrollados; (Gigante, Victora, Matijasevich, Horta, & Barros, 2013)

Una revisión sistemática nos indica que determinados alimentos tienen propiedades adictivas, por ello es necesario que la obesidad sea clasificada como una enfermedad adictiva, y sea tratada como tal, concluyendo que adicción en adolescente es igual a adicción de la familia, siendo necesaria una integración familiar con buena comunicación.(Mogul, Irby, & Skelton, 2014).

OPTICA FAMILIAR EN SOBREPESO U OBESIDAD EN ADOLESCENTES

Al hablar de familia, La Real Academia Española la define como” un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas o en lugares diferentes” y la OMS señala a la familia “a los miembros del hogar emparentados entre sí, hasta un grado determinado por sangre, adopción y matrimonio”. En medicina familiar el considerar a la familia como un sistema biológico, mantiene la homeostasis que pueden alterarse por diversos motivos, y se la considera como una organización social primaria caracterizada por sus vínculos y por las relaciones afectivas que en su interior se dan, constituyendo un subsistema de la organización social.

Los adolescentes al ser un grupo vulnerable, en cuya etapa se define la personalidad, proyecto de vida, y hábitos que estarán presentes en el desarrollo de su vida adulta; requieren el mayor apoyo familiar y social; por lo tanto, es importante conocer cuál es su visión, aceptación e interpretación de la funcionalidad familiar en la cual se desarrolla y si ésta guarda relación con la presencia de alteraciones nutricionales como es el sobrepeso y obesidad, que influirían en su crecimiento personal y profesional. La percepción de las madres es un factor de riesgo en la presencia de obesidad en los adolescentes, porque las madres subestiman el estado nutricional de los hijos. (Francescatto, Santos, Coutinho, & Costa, 2014).

La funcionalidad familiar se refiere a la estructura, organización, características e interacciones interpersonales de los miembros de la familia, así como la forma como resuelven problemas, como se comunican, la distribución de roles, la adaptabilidad, el afecto, la cercanía y el control del comportamiento. Según la teoría de los sistemas familiares, las interacciones interpersonales de la familia son recíprocas (Verónica, 2004). La evaluación de la funcionalidad se lo mide con los instrumentos para la evaluación familiar, valorando los patrones de interacción organizativas y estructurales de la familia, la resolución de problemas, la comunicación, distribución de roles, capacidad de participación y respuesta efectiva entre los miembros familiares. Entre los instrumentos existentes tenemos: Apgar familiar (chile), Escala de evaluación de la adaptabilidad y cohesión familiar (FACES)- II-III-IV(Hilgard & Bower, 1973); Escala de evaluación clínica (CRS)(Centro de estudios en Nutrición y desarrollo infantil., 2013). Y el test FF-SIL, que valora varios aspectos familiares (Nuñez, 2010) (Dini & Guirardello, 2013)

La funcionalidad familiar hoy en día se ha dejado de valorar, y nos hemos concentrado en tratar síntomas o patologías dejando de lado que muchas de las afecciones en adolescentes tienen relación a su sentir en la familia, (directamente con el entorno que le rodea) con los hábitos familiares y la interrelación con cada miembro familiar. El sobrepeso y obesidad está directamente relacionada con los malos hábitos nutricionales del individuo. Existen estudios donde se valoran los programas para bajar de peso, sin embargo no se toman en cuenta las redes de apoyo, la familia, que son el eje primordial en el caminar hacia el reto de lograr un peso y talla ideal para la edad del adolescente; y fomentar programas familiares donde se planteen metas, se planifiquen estrategias de trabajo conjunto para lograr el éxito individual y familiar.

 Existen escasos estudios sobre la relación de la funcionalidad familiar con sobrepeso y obesidad en adolescentes; empero, en Ecuador no hay bibliografía ni estudios realizados sobre la dinámica, función familiar y la presencia de patologías en especial con el estado nutricional de los adolescentes, debido a que corresponden a un grupo de personas que poco se enferman, no acuden a los servicios de salud pero sí tienen muchos deseos de ser escuchados, tomados en cuenta en las decisiones importantes de la