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Técnicas de Enfermería: inyección intramuscular

Técnicas de Enfermería: inyección intramuscular

RESUMEN:

La administración de medicamentos puede realizarse por diferentes vías, las fundamentales son:

  • ORAL: por boca, por deglución.
  • SUBLINGUAL: bajo la lengua, para su absorción local y deglución de parte del medicamento.
  • PARENTAL: intravenosa, intramuscular o subcutánea.

AUTORES:

  • Laura Rodríguez Álvarez. Diplomada en Enfermería.
  • Elvira López Sánchez. Diplomada en Enfermería.
  • Eva Barroso Santamaría. Graduada en Enfermería.

Para poder administrar medicamentos por vía intramuscular, estos tienen que estar indicados para usarlos de esa manera.

PALABRAS CLAVE: Inyección, medicación, muscular, glúteo, aguja.

INTRODUCCIÓN:

La inyección intramuscular, es una de las formas de administración de fármacos incluidos en vía parenteral. Nos permite administrar mayor volumen de líquidos que en otras vías, a la vez que se produce un inicio de la acción farmacológica más rápido, ya que la sustancia administrada llega antes al torrente circulatorio.

Debe usarse en adultos una jeringa con aguja de más de una pulgada, con un calibre que permita que el líquido pase a través de ella, y con largo suficiente para llegar al interior de la masa muscular.

A través de esta vía podemos administrar tanto preparados acuosos como oleosos alcanzando una absorción mayor cuanto más acuoso es el preparado.

Por su comodidad, facilidad y velocidad de absorción, es elegida como primera elección en numerosos fármacos y vacunas.

La región glútea es el sitio más común usado para administrar las inyecciones intramusculares, ya que se trata de una región corporal con un músculo del tamaño suficiente para aplicar medicamentos con gran seguridad para el paciente.

Aun así debemos reconocer y ubicar las referencias anatómicas para hacerlo de la manera más correcta y segura.

  • INTRAMUSCULAR EN GLÚTEO

Siempre hemos hablado a la hora de administrar una inyección intramuscular en el glúteo de dividir este en cuatro regiones, e inyectar en el cuadrante superior externo, para evitar así pinchar y lesionar un cierto número de nervios y vasos sanguíneos que pasan por los otros cuadrantes, destacando entre ellos el nervio ciático.

Si usamos los dos cuadrantes inferiores, podemos lesionar el nervio ciático u otros nervios o vasos que emergen por debajo del músculo piramidal, ubicado en esa zona.

Si usamos el cuadrante superior interno podemos lesionar el nervio perineo y causar una parálisis de los músculos dorsiflexores del pie y del tobillo, observándose con la caída del pie con la marcha equina, al caminar los dedos se arrastran y para evitar esto el paciente eleva el pie más de lo normal.

También podemos lesionar si hacemos un aplicación incorrecta, ramas glúteas del nervio femorocutáneo posterior, provocando dolor y pérdida de sensibilidad en la parte posterior del muslo hasta la corva.

Es preferible inyectar al paciente en posición decúbito prono, con los músculos relajados ya que si se hace de pie e inclinado hacia delante, una aguja insertada aparentemente de forma segura puede atravesar el músculo piramidal de la pelvis y las ramas del nervio femorocutáneo posterior o la división peronea del nervio ciático.

Tras identificar el cuadrante y habiendo preparado la jeringa con el medicamento, se busca la medida anatómica con el dedo índice de la mano contraria a la que sujetamos la jeringa, se ubicará la cresta ilíaca de la pelvis, que se representa por la línea por la línea curva en la parte superior del glúteo y con el dedo pulgar, el trocánter mayor una eminencia ósea ubicada en el extremo superior del dedo.

En el medio de estas dos estructuras óseas podemos insertar la aguja con seguridad. Ya identificado el lugar, lo desinfectaremos e introduciremos la aguja, preferiblemente con un movimiento rápido. Es muy importante la succión al émbolo de la jeringa y observar si sale sangre, si es así, habremos pinchado un vaso sanguíneo dentro del músculo, debemos presionar más profundo o retirar para salir de este.

Es importante sabe que algunos medicamentos pueden cristalizarse dentro de la aguja si tardamos mucho en realizar el procedimiento. Tras asegurarnos que no estamos en ningún vaso sanguíneo, administraremos la medicación, retiraremos la aguja y cubriremos la zona con un algodón impregnado con desinfectante y presionando para hacer hemostasia si sangrara, no masajearemos la zona.

Esta técnica está contraindicada en pacientes con tratamiento de anticoagulantes o con problemas de coagulación en sangres o plaquetas ya que se pueden formar hematomas importantes en la zona.

En caso de administrar dos fármacos por vía intramuscular, a excepción de vacunas, se pinchará una única vez y se cambiará de plano para el segundo medicamento. Si el volumen del fármaco es demasiado grande, el profesional valorará el pinchar una segunda vez.

  • TÉCNICA EN “Z”

Indicada para administrar fármacos irritantes, que pueden ocasionar tinciones en la piel o cuando es esencial la total absorción del mismo.

Esta técnica mantiene la medicación la medicación en el músculo evitando su filtración a otros tejidos.

Procedimiento:

  1. Desplazar la piel y tejido celular subcutáneo sobre el músculo antes de la inyección.
  2. Puncionar mientras mantenemos el tejido desplazado.
  3. Aspirar
  4. Una vez retirada la aguja, soltar la piel.
  5. No masajear zona de inyección ya que facilitaríamos la salida del medicamento.
  • POSICIONES RECOMENDADAS PARA LA DISMINUCIÓN DEL DOLOR DURANTE LA PUNCIÓN:

    • Glúteos dorsales: decúbito prono con los dedos hacia adentro produciéndose rotación interna de la cadera.
    • Ventroglútea: para relajar los músculos colocaremos al paciente en decúbito lateral con la pierna superior flexionada.
    • Vasto externo: decúbito supino con la cadera en rotación interna.
    • Deltoides: codo flexionado y apoyado.

CONCLUSIONES:

La principal ventaja de la vía intramuscular sobre otras vías parenterales, es que los músculos presentan mayor irrigación sanguínea y menor número de fibras nerviosas, por lo que la absorción del fármaco es casi completa.

Se utiliza de preferencia a la subcutánea, ya que permite una administración de volúmenes mayores de medicamentos, una menor irritabilidad de los tejidos y una absorción más rápida.

Sin embargo los inconvenientes se centran en lesionar vasos sanguíneos y por lo tanto administrar los medicamentos por una vía inapropiada, así como dañar nervios y hueso.

Sin embargo en la actualidad es la vía parenteral más utilizada para proporcionar al paciente de la medicación necesaria en el tiempo más corto y de forma más efectiva.

BIBLIOGRAFÍA:

  • Técnicas y procedimientos de Enfermería. González Gómez, I y Herrero Alarcón, A. DAE. Madrid 2009. Pág. 421-423.
  • Manual de intervenciones enfermeras. Servicio Andaluz de Salud. 2009.
  • Botella C. Administración parenteral de medicamentos: la vía intramuscular. Centro Salud de La Laguna-Mercedes. Servicio Canario de la Salud. 16 de noviembre de 2005.
  • Administración de medicación por vía intramuscular. Centro Hospitalario Universitario de Santiago. Enero 2003.
  • http://www.drugs.com/cg_esp/forma-de-aplicar-una-inyecci%C3%B3n-intramuscular.h,l