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Modificación del tratamiento con ácido tricloroacético al 20% del condiloma acuminado

los datos demográficos la edad está comprendida en un 49,30% entre 15 – 24 años, lo que refleja que esta población esta en la edad (15 años) del desarrollo sexual, que se inicia con la adolescencia, lo que trae consigo un aumento de sensaciones y fantasías sexuales hasta la seguridad (24 años) de su identidad sexual. (8, 10)

Uno de los aspectos que cada vez se identifican como críticos para el diagnóstico y tratamiento oportuno, es el de la identidad personal que tienen las mujeres, así como de su sexualidad, en la medida que esto determina la capacidad para tomar decisiones autónomas. Investigadores plantean que en la sociedad latinoamericana se acepta como normal que las mujeres tengan una sola pareja mientras que los hombres muchas, comportamiento que aunado a un rol de feminidad pasivo en donde el papel de la mujer es tener hijos, criarlos bien, cuidar la casa y servir al marido, implica un riesgo alto de infección y diagnóstico tardío. (19 – 23). Se estima que la prevalencia de VPH en las españolas oscila entre el 3% y el 6%, entre 700.000 y 1,4 millones de mujeres, portadoras de dicha Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS), cuya evolución va en aumento debido a la promiscuidad sexual, cada vez mayor a edades más tempranas, y a la «escasa» información que la población posee al respecto. (5, 23)

Se considera el principal factor de riesgo al inicio precoz de relaciones sexuales y el número de compañeros sexuales aumentan el riesgo de cáncer Cervicouterino. Se ha demostrado la presencia de VPH cervical o vulvar en un 17-21% de las mujeres con una pareja sexual y en 69-83% de las mujeres con 5 o más parejas sexuales. (22). Esta enfermedad no presenta predilección en cuanto a raza o género sexual; puede ocurrir tanto en hombres como en mujeres sexualmente activos de todas las edades y clases sociales, puede afectar tanto a homosexuales como a heterosexuales y su principal modo de transmisión es sexual, (vaginal anal u oral). La prevalencia esta correlacionada con el número de parejas sexuales a lo largo de la vida del individuo y se incrementa aproximadamente un 4% con cada nueva pareja sexual. (20, 23)

En una población con toda una revolución cultural y con las misiones, se nota en escaso tiempo algunos logros en la escolarización, lógico se consignaron los niveles en los que estaban estudiando en el momento de la encuesta. Datos similares se encontraron en trabajos de África y América Latina (10 – 12), no así en Europa (13, 14) y América del Norte (2o, 21). Investigadores plantean que el 52% sólo había cursado enseñanza básica y 48% había completado o se encontraba cursando la enseñanza media o superior.

Otros refieren a mujeres que asistían a una clínica ambulatoria con menor nivel académico menor del 9º grado; acuden hasta 2,5 veces menos a citología, lo que está ligado con el grado de conocimientos generales en salud. Esto tiene implicaciones críticas, pues en la medida que la mujer no sepa y entienda las razones para las cuales se requiere la toma periódica de citologías hay dificultades para que acuda regularmente a sus controles o cumpla con las instrucciones en caso de lesiones de bajo grado. De ahí que los estudios que han evaluado las barreras para la toma de citología, además de las propiamente administrativas, se encuentre el desconocimiento de las pacientes y planteen que una de las estrategias clave es el desarrollo de programas de educación. (23)

Las consecuencias más serias de las enfermedades de transmisión sexual se producen en mujeres y recién nacidos; representando en muchos países subdesarrollados la primera causa de morbimortalidad materno – infantil, pues se ha visto una asociación entre ellas y el cáncer de cérvix, la enfermedad pélvica inflamatoria con infertilidad, y el embarazo ectópico, abortos espontáneos, prematuridad y bajo peso al nacer, teniendo además consecuencias mortales o efectos graves en las mujeres. (23) Se plantea que la paridad con dos o más hijos tienen un riesgo 80% mayor respecto a las nulíparas; luego de cuatro hijos dicho riesgo se triplica, después de siete se cuadruplica y con doce aumenta en cinco veces. A pesar de no existir ninguna explicación definitiva para este fenómeno, se cree que la inmunosupresión del embarazo o su influjo hormonal aumentan la susceptibilidad a la infección por VPH. 20- 23. En diferentes investigaciones señalan que existen muchas causas de abortos espontáneos, tanto causas maternas como no maternas, y dentro de las primeras se hace énfasis en las infecciones vaginales. (18- 20)

La prevención de estas enfermedades se señala es mediante el uso del preservativo, tanto en el hombre como en la mujer. Se ha diseñado un condón para ser usado por la mujer: conocido como «femidón» es la contrapartida del preservativo masculino, facilidad de uso y eficacia. Son la mejor protección contra las ITS y la infección por el VIH. Ellos impiden que el usuario se contamine a su pareja. (21,22) Hay quienes plantean que la abstinencia total es la única forma a toda prueba de evitar las verrugas genitales y otras enfermedades de transmisión sexual. Igualmente, una relación sexual monógama con un compañero que se sabe que está sano es una forma de evitar estas enfermedades.

La piel cercana a las verrugas y alrededor de los genitales, el ano y otras áreas puede transmitir el virus de una persona a otra. Por lo tanto, los condones masculinos y femeninos no pueden ofrecer una protección completa. (20 -, 22), Se debe recomendar la abstinencia sexual (no tener relaciones sexuales mientras exista la infección de transmisión sexual) hasta comprobar la curación total de la infección de transmisión sexual. Esta recomendación es válida tanto para el/la joven, como para las posibles parejas sexuales, ya que si no ha sanado completamente, se facilita su diseminación (se trasmite a otras personas). A todo adolescente que se le ha diagnosticado una ITS, se le debe otorgar orientación-consejería, asesoría y los recursos necesarios para el tratamiento, con la finalidad de disminuir la posibilidad de adquirir nuevamente una ITS. (23)