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Equipo multidisciplinar en el tratamiento de la obesidad mórbida en el Servicio Andaluz de Salud

Ciertas afecciones físicas y psicológicas pueden reducir la posibilidad de éxito de la cirugía bariátrica. Estas afecciones incluyen:

– Abuso de drogas o alcohol.

– Depresión no diagnosticada y no tratada.

– Esquizofrenia u otros trastornos de la personalidad.

La evaluación de un psicólogo conductista puede sacar a la luz estas afecciones. De esta manera se permite a los médicos que las traten y le den mejores oportunidades de éxito después de la cirugía bariátrica.

Preparación física para la cirugía para la obesidad:

Antes de la cirugía bariátrica se debe cumplir con un régimen minucioso de ejercicios y dieta a fin de asegurar que el organismo esté listo tanto para la cirugía como para los cambios drásticos que se sufrirán en los meses posteriores al tratamiento.

Terapia de actividades y acondicionamiento físico:

El desarrollo de un plan individualizado de ejercicios y actividad física es uno de los pasos más importantes de la preparación para la cirugía bariátrica. Este plan de ejercicios debe comenzar con bastante antelación y debe retomarse tan pronto como sea posible después de la cirugía bariátrica. Aún un pequeño aumento en el ejercicio puede mejorar la flexibilidad, el rango de movimiento y el equilibrio de un paciente, así como también disminuir las posibilidades de lesión y dolor.

Todo plan nuevo de acondicionamiento físico y dieta debe comenzar bastante tiempo antes de la cirugía bariátrica y debe estar rigurosamente supervisado por el médico. El médico proporcionará al paciente una serie de pautas, que posiblemente incluyan las siguientes:

– Beber al menos 2 litros de agua por día.

– Dejar de fumar por lo menos 8 semanas antes de la cirugía para la obesidad.

– Suspender el consumo de bebidas con cafeína.

– Tomar un complejo multivitamínico todos los días, a menos que el paciente sea alérgico o el médico aconseje no hacerlo.

– Llevar un diario de alimentos detallado.

– Hacer al menos tres comidas diarias y evitar los bocadillos entre comidas. Por el momento, no debe haber preocupación por las calorías, pero sí una concentración en la conducta.

– Comenzar un programa de caminata si es posible.

– Tomar nota sobre los sentimientos todos los días para recordar sobre el compromiso de comenzar un estilo de vida nuevo y más saludable.

– Asistir a grupos de apoyo para pacientes que estén considerando la cirugía de bypass gástrico u otra cirugía para la obesidad.

– Seguir las indicaciones del médico con respecto a los medicamentos que se puedan estar tomando para controlar otras afecciones médicas.

Terapia de nutrición médica:

Los candidatos a la cirugía para la obesidad deben acudir regularmente a un dietista matriculado con el objeto de determinar las necesidades dietéticas tanto antes como después de la cirugía bariátrica. Las necesidades calóricas y nutritivas deben determinarse en base a los antecedentes médicos, el peso actual, las preferencias alimentarias y la frecuencia de las comidas. Luego, los planes individualizados de comidas se pueden adaptar a los hábitos alimenticios, el estilo de vida, el presupuesto y las necesidades nutritivas de cada paciente.

Dieta preoperatoria:

La dieta antes del Bypass gástrico tiene por objetivo alcanzar una pérdida de peso suficiente, previamente a la operación, lo que garantizará el éxito de la cirugía y prevendrá de posibles complicaciones durante y después del Bypass gástrico

Ésta dieta consiste en lo que se conocen como “dietas mixtas”, que son aquellas en la que se combina una “alimentación natural” (frutas, verduras…) con complementos alimenticios elaborados en laboratorios (batidos, natillas y sopas)

La dieta antes del bypass gástrico se basa en una dieta hipocalórica (alrededor de 800 kcal) e hiperproteica, en la que se toman 3 sobres de batidos al día (Desayuno, comida y cena), acompañado generalmente de dos piezas de fruta (almuerzo y merienda) y una ración diaria de verdura en las comidas. Mientras dure la dieta preoperatoria, se deben de eliminar bebidas gaseosas, irritantes (alcohol), o estimulantes (ricas en cafeína o teína).

La duración  varía en función del grado de obesidad del paciente y de si se trata de una obesidad central – abdominal (tipo manzana) o periférica – ginoide (tipo pera). Generalmente es una dieta de 2 a 4 semanas, y con la que se pierden entre 7-20 kg. Esta pérdida de peso que facilita la realización, favorece la disminución del volumen del hígado, la grasa que rodea a los intestinos, y la grasa de la pared abdominal. Todo ello consigue, un abdomen más blando, con un espacio libre mayo, que nos facilita técnicamente la intervención y aporta una gran seguridad al equipo. Además, los pacientes pierden buena parte de los líquidos acumulados por debajo de la cintura, típicos de los pacientes obesos como consecuencia de la hiperpresión abdominal. Esto líquidos acumulados, pueden favorecer la estasis venosa y la trombosis venosa postoperatoria, de manera que con la pérdida de peso también se está previniendo esta y otras posibles complicaciones del bypass gástrico.

No obstante, cabe destacar que la dieta se personaliza a cada paciente, en cuanto a calorías y duración atendiendo a las características individuales de actividad diaria, patologías (como por ejemplo la diabetes), ansiedad por la comida, edad…

Antes de la cirugía:

– 30 días antes de la cirugía: Se debe dejar de tomar hormonas, tanto anticonceptivas como de sustitución hormonal.

– 21 días (tres semanas) antes de la cirugía: se debe comenzar a tomar diariamente una multivitamina, una vitamina del complejo B y un suplemento de hierro (325 mg de sulfato ferroso o 65 mg de hierro elemental). Hay que comunicar sobre cualquier medicamento adelgazante de la sangre con su coordinador preoperatorio. Es posible que una o dos semanas antes de la cirugía se necesiten hacer cambios en lo que toma.

– 14 días (dos semanas) antes de la cirugía: Se deben dejar de tomar todo medicamento herbario y suplementos y también medicamentos antiinflamatorios como aspirina, Excedrin, Aleve, Nuprin, Advil, Motrin e Ibuprofeno.

Si no se ha dejado de beber bebidas con cafeína como café, té o refrescos, comience a dejar de tomarlos a partir de ahora. (Se requieren de 10 a 14 días para desintoxicarse de la cafeína.)

– 1 día antes de la cirugía: El día anterior a la cirugía la dieta consistirá únicamente en líquidos transparentes. Esta dieta consiste en alimentos transparentes y líquidos o que se vuelven líquidos a temperatura ambiente. Se puede comer los alimentos permitidos sin limitaciones todo el día hasta las 12:00 de la media noche.

Los líquidos permitidos incluyen:

– Agua Caldo transparente (con bajo contenido de sodio si padece hipertensión)

– Jugos transparentes (manzana, arándanos y uvas) Bebidas con sabor a frutas

– Gelatinas simples o con sabor

– Helados o paletas de hielo de frutas, suaves

– Café o té descafeinado o sustitutos de café.

Si se padece diabetes, hay que asegurarse de tomar suficientes carbohidratos en los líquidos transparentes para usar la insulina/medicamento.

No tomar suplemento de hierro. Volverá a tomarse tres semanas después de la cirugía

El día de la cirugía

No se debe tomar ningún medicamento para la diabetes. Tomar todas las otras medicinas que fueron recetadas, con tan poca agua como sea necesario para tragarlas.

Por término medio, la cirugía para la obesidad lleva aproximadamente 2 horas y se realiza bajo anestesia general. Cuando es posible, la mayoría de los cirujanos bariátricos utilizan la laparoscopía, un procedimiento por el cual se inserta una pequeña cámara de video en el abdomen del paciente. A través del laparoscopio, el cirujano puede visualizar el procedimiento en un monitor de video separado. La cámara permite a los médicos realizar una cirugía bariátrica mínimamente invasiva que utiliza sólo una pequeña incisión abdominal. En comparación con técnicas más invasivas, la laparoscopía tiene menos complicaciones y los pacientes pueden retomar el trabajo y otras actividades más rápidamente. También existe un menor riesgo de infección y algunos estudios recientes han demostrado que los pacientes sienten menos dolor después de la cirugía bariátrica laparoscópica.

CUIDADOS POSTOPERATORIOS

Los cuidados postoperatorios deben garantizar una correcta y confortable recuperación de la anestesia, así como la detección y diagnóstico precoz de las potenciales complicaciones médicas y quirúrgicas, tanto precoces como tardías. Para ello es imprescindible la vigilancia continua y especializada de las constantes respiratorias y cardiocirculatorias del paciente durante al menos las primeras 24 horas de postoperatorio. Una vez en la Planta de hospitalización, el equipo quirúrgico definirá los criterios de Alta Hospitalaria.

Seguimiento:

Se programará el régimen de visitas postoperatorias con la participación de las diferentes especialidades del equipo multidisciplinar, especificando el nº de visitas al primer mes de la intervención, al trimestre/semestre del primer año y las sucesivas en los años posteriores.

Dieta:

El paciente estará con una línea IV por hasta 24 horas. En cierto momento el médico o enfermero le autorizarán para que sorba líquidos aprobados. Comenzará con una onza de líquido que puede sorber lentamente por un periodo de 15 minutos. (1 onza (oz) = 2 cucharadas = 30 ml). Con aprobación del médico puede sorber a un ritmo más rápido, pero no más de un sorbo cada cinco minutos. Se deben conservar las tazas de una onza que le den, para que los enfermeros puedan tomar la tasa de ingesta. Se le ofrecerá una variedad de alimentos líquidos. Se debe probar sólo uno a la vez, y no más de tres comidas diferentes durante el día.

Etapa 1: Etapa líquida (primeras tres semanas)

SUPLEMENTOS:

– Calcio: 1000-2000 mg al día.

– Vitamina D: 800-1000 mg al día (puede combinarla con calcio o tomarla aparte del calcio.)

– Vitamina B12: 1000 μg, sublingual (debajo de la lengua), una vez a la semana.