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Una mirada general a la Fibromialgia: revisión bibliográfica

Una mirada general a la Fibromialgia: revisión bibliográfica

Autora principal: Krishdiel Claudeth Briones Arias

Vol. XX; nº 01; 29

An Overview of Fibromyalgia: A Literature Review

Fecha de recepción: 18/12/2024

Fecha de aceptación: 9/01/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 01 Primera quincena de Enero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 01; 29

Autores:

Dra. Krishdiel Claudeth Briones Arias

Dra Susana López Rojas

Dr. Razis Josué Jiménez López

Dr. Marco Vinicio Zamora Rodríguez

  • Médica General, graduada de Universidad San Judas Tadeo, San José, Costa Rica. Cod MED: 19021.
  • Médica General, graduada de Universidad San Judas Tadeo, Heredia, Barva. Cod MED: 19014.
  • Médico General. Graduado de Universidad Latina. Guanacaste, Liberia. Cod MED: 19023.
  • Médico Interno, Investigador independiente, Hospital San Juan de Dios, San José, Costa Rica.

Resumen

La Fibromialgia, es un trastorno de dolor crónico, que aqueja a millones de personas alrededor del mundo y que presenta un gran desafío diagnóstico en las consultas de múltiples especialidades. A lo largo de los años, se ha venido estudiando esta enfermedad sus principales signos y síntomas e incluso la forma de crear un sistema de clasificación, detección y diagnóstico útiles y que permitan a los médicos diagnosticar este mal de una manera oportuna y así poder brindar un tratamiento que le permita tener una mejor calidad de vida.

Nuestra investigación se basará en conocer acerca de la Fibromialgia, cuál es su historia, criterios diagnósticos tratamiento y mecanismos fisiopatológicos que median para desarrollar esta patología.

Palabras clave: Fibromialgia, diagnóstico, signos, síntomas, tratamiento, dolor crónico, criterios diagnósticos.

Abstract:

Fibromyalgia is a chronic pain disorder that afflicts millions of people around the world and presents a great diagnostic challenge in multispecialty consultations. Over the years, this disease has been studied for its main signs and symptoms and even how to create a useful classification, detection and diagnosis system that allows doctors to diagnose this disease in a timely manner and thus be able to provide a treatment that allows you to have a better quality of life.

Our research will be based on knowing about Fibromyalgia, what its history is, diagnostic criteria, treatment and pathophysiological mechanisms that mediate the development of this pathology.

Keywords: Fibromyalgia, diagnosis, signs, symptoms, treatment, chronic pain, diagnostic criteria.

Declaración de buenas prácticas

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

Introducción:

El dolor es algo subjetivo algo propio e individual de cada persona al igual que el sufrimiento y es por eso, que es difícil entenderlo La fibromialgia se considera una enfermedad crónica, que se ha venido investigando desde el siglo XVlll aproximadamente, y fue reconocida por la OMS apenas hasta el año 1992, cuando se publicaron los primeros criterios diagnósticos, según se cree, su causa puede estar dada por deficiencias neurobiológicas, además, se caracteriza por dolor en algunos puntos específicos del cuerpo, fatiga y alteración cognitiva. Si bien se cree que su etiología involucra anomalías biológicas del SNC, factores psicológicos, ambientales (sociales) y genéticos, la evidencia sugiere una interacción de factores ambientales. A pesar de esto, todavía no existe un consenso científico sobre la exactitud de su origen.

La fibromialgia representa un reto diagnóstico y terapéutico para el médico, independientemente de la especialidad que este tenga, dada la complejidad que posee esta enfermedad. Los pacientes con fibromialgia habitualmente van en múltiples ocasiones a consulta con médicos especialistas, tanto al inicio de síntomas como para confirmar su diagnóstico, iniciar tratamiento y dar un seguimiento.

Desde el inicio de la vida el dolor a acompañado a la humanidad, y se puede estimar que más de un 80% de las patologías descritas en la literatura médica se presentan con dolor. La fibromialgia no es una excepción a esta regla, ya que; es el síntoma principal de esta enfermedad, además de que se caracteriza por ser quemante, punzante, molesto que se presenta por un período de más de 3 meses.

Objetivo:

Dada la importancia de investigación en el tema, en el área de la Salud, como la falta de estudios a nivel nacional, e incluso el desconocimiento de muchos médicos del sector de la atención primaria para tratar esta enfermedad el objetivo general del presente estudio es hacer una indagación exploratoria con la información más reciente sobre los antecedentes históricos, epidemiología, fisiopatología, las causas específicas que provoca la Fibromialgia, criterios diagnósticos y el tratamiento tanto farmacológico y no farmacológico, para poder brindarle una mejor calidad de vida al paciente.

Materiales y métodos:

Para nuestra investigación se realizó una búsqueda de artículos y publicaciones científicas en bases de datos reconocidas a nivel mundial como, por ejemplo: Google académico, Pubmed, Elsevier, Scielo. Fueron tomados en cuenta, aquellos que estaban en inglés y español. Todos los artículos fueron publicados recientemente. En total se recolectaron 40 artículos de los cuales fueron tomados 15, los cuales fueron publicados en el período del 2015 al 2022, los demás artículos fueron por descartados por duplicidad, antigüedad y por no contener información relevante para esta investigación.

Definición:

Primeramente, el término fibromialgia se deriva del latín –fibro, que significa «fibra o tejido fibroso», mi de la palabra griega «músculo» y –algia que significa «dolor». Así, significa etimológicamente dolor en los músculos y tejidos fibrosos (1).

Es así como, la fibromialgia (FM) es una enfermedad crónica, difícil y angustiante. ya que ha afectado a las personas en varios ámbitos como: física, mental y social. También, la recuerdan con otros términos como síndrome de fibromialgia, fibromialgia y fibrosis.

Dentro de sus características únicas son dolor musculoesquelético que no se puede explicar, y sin origen conocido. Además del dolor, el paciente refiere otros síntomas como trastornos del sueño, fatiga, rigidez, dolores de cabeza, ansiedad y depresión. La intensidad de los síntomas es muy variable y puede volverse muy severa a tal punto de interferir con su calidad de vida, y el desarrollo de sus actividades diarias.

De esta manera, sin importar la causa de este dolor no se observará ningún daño articular ni tampoco inflamación visible en él área afectada.

Historia y antecedentes

A nivel científico la Fibromialgia ha sido estudiada desde siglos pasados, aproximadamente desde el siglo XVIII. Durante esas épocas se venían estudiando los síntomas y el comportamiento de las personas, para ir formando poco a poco sus criterios y así comprender la enfermedad.

La enfermedad antes citada se relaciona durante el siglo XIX a la neurastenia. Sin embargo, el término mismo es relativamente reciente en la historia de la descripción de este padecimiento.

“En 1750, el médico británico Richard Manningham en la publicación “Síntomas, naturaleza, causas y cura de la febrícula o fiebre pequeña: comúnmente llamada fiebre nerviosa o histérica; la fiebre de los espíritus; vapores, hipo o bazo”, cita descripciones similares a las hechas por Hipócrates que podrían corresponder a la fibromialgia (2)”.

En 1815, William Balfour, cirujano de la Universidad de Edimburgo, describió la fibromialgia como un tumor en el «músculo reumático» (bulto del músculo) palpado sobre un área de músculo contraído (3).

En 1843, el anatomista alemán Robert R. Floriep describió varias características en su tratado sobre la patología y el tratamiento de las enfermedades reumáticas, y señaló que, con un toque o presión moderados, ciertas áreas del cuerpo muscular sentirán dolor (3).

“A la vez, en 1881, el estadounidense George M. Beard escribe un libro llamado “American Nervousness” donde describe a pacientes con  neurastenia que presentan una pérdida de fortaleza, fatiga o cansancio de manera crónica, y en quienes se constata la presencia de múltiples puntos dolorosos e hiperalgesia” (2).

“En 1936, Hench negará el origen inflamatorio de la fibrositis, y dará comienzo al desarrollo de las teorías acerca del origen psicológico de la enfermedad, para que posteriormente Hallyday, en 1937, también proponga un origen psicológico de la fibrositis” (2).

“Ya en 1946, el médico australiano Michael Kelly publicará una serie de estudios de la fibrositis, basado en su propia experiencia de sufrir la enfermedad; siendo que en dichos trabajos, reforzará el concepto de puntos sensibles como eje central del diagnóstico, a la vez que propone una teoría ecléctica entre un origen psicológico y orgánico” (2).

En 1947, Boland y Corr, oficiales médicos del ejército estadounidense propusieron que la fibrositis es un “reumatismo psicógeno”; donde Phillip Ellman, en 1950, junto con David Shaw, respaldarán su teoría.

“A partir del año 1963, se establece una escuela psico-reumática donde se hace referencia al dolor por auto-alimentación, en donde una personalidad especial provoca una tensión mantenida que generará un espasmo muscular; y éste, a su vez, generará dolor, completándose de esta manera el círculo estrés-espasmo-dolor” (2).

Finalmente, en el año 1990 la Academia Americana de Reumatología publica los primeros criterios diagnósticos consensuados.

En 1992, en la Declaración de Copenhague (Dinamarca), la fibromialgia fue reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud.

En el año 1994 también fue reconocida por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Y actualmente el 12 de mayo ha sido destinado para celebrar el día internacional de la Fibromialgia.  (3).

Epidemiología

Con respecto a la fibromialgia esta se cataloga como una enfermedad reumática, muy frecuentemente observada sólo después de la osteoartrosis y representa una cantidad importante en los pacientes de atención primaria.

Se estima que está enfermedad afecta entre el 2-6% de la población en Estados Unidos, alrededor de más de 5 millones de personas en un intervalo entre los 25 a 35 años. Además, presenta una marcada prevalencia en las mujeres en más de un 90% en comparación con los hombres. Y afecta a la población entre 25 a 50 años, aunque también se han encontrado casos de niños más pequeños (2,4,5).

Etiopatogenia

Las causas exactas de esta enfermedad aún no están cla, sin embargo, hay varios factores asociados a la fibromialgia: a) genéticos, b) ambientales, c) hormonales, d) neurológicos e) traumas, f) enfermedades psiquiátricas, g) inmunológicos, y ciertas infecciones como el virus de Epstein-Barr, parvovirus, brucelosis y enfermedad de Lyme. Se ha investigado que cualquier infección que provoque altas temperaturas y periodos largos en cama puede ser detonante para desarrollar fibromialgia. En un gran porcentaje de los pacientes, no se identifica una causa específica (5).

Fisiopatología

El aumento de la actividad cerebral en las 4 zonas de percepción de dolor. Parece haber cambios en los niveles de varios neurotransmisores responsables. Un ejemplo de estos cambios son los bajos niveles de N-acetil-aspartato (NAA) en el cerebro que se observaron en estudios de neuroimagen. Aún no se ha podido concluir si la disminución de NAA provoca el inicio del dolor crónico caso contrario o si se desarrollan al mismo tiempo.

“Se han descubierto neurotransmisores excitatorios e inhibidores que pueden estar alterados. Hay anormalidades en el procesamiento del dolor, con exceso de neurotransmisores excitatorios, como la sustancia P (cuyos niveles son de 2 a 3 veces más altos en el líquido cefalorraquídeo) y el glutamato” (6,7).

Varias pruebas de resonancia magnética de protones (H-NMR) han demostrado que hay cambios en los niveles de glutamato en el cerebro ante la provocación del dolor cuando se hace presión, estos iban acompañados de una variación en la respuesta del cerebro. Por lo que, se apoyando la hipótesis de que la actividad del glutamato puede estar involucrada en el manejo del dolor central. Sin embargo, existen dudas sobre estas conclusiones. El Glutamato tiene funciones de metabólicas y no sólo de neurotransmisión.

Como se mencionó anteriormente, parece ser que, en los pacientes con Fibromialgia, puede haber una alteración en el procesamiento del dolor debido a un aumento de los niveles de sustancia P y de Glutamato. Y a diferencia de estos 2, el ácido gamma-aminobutírico (GABA) que es conocido por su función inhibitoria tiene receptores que están ampliamente distribuidos en el cerebro y médula espinal (donde se lleva a cabo el procesamiento del dolor).

Los estudios han demostrado la importancia del GABA en la transmisión del dolor, ya que la disminución de este provoca una exacerbación de dolor, mientras que el bloqueo de su degradación produce el efecto contrario. Por lo tanto, esto hace creer que la disminución de este neurotransmisor en pacientes con FM provoca dolor.

Otros neurotransmisores inhibitorios como Serotonina y Norepinefrina también participan en la regulación del dolor y en la desregulación de la dopamina. “Hay niveles más altos de norepinefrina y niveles más bajos de dopamina, en mujeres con fibromialgia. Los niveles elevados de norepinefrina se asocian con peor estado de salud física y, quizás, el nivel de norepinefrina plasmático >694.69 pg/ml podría ser predictor de fibromialgia” (7).

“Se sabe también que hay disminución de la unión del receptor opioide μ en áreas del cerebro que procesan el dolor, con aumento de la actividad opioide endógena basal, que favorece la hiperalgesia inducida por opioides” (7).

La fibromialgia se caracteriza por una disfunción del eje hipotálamo-pituitario-adrenal que afecta las respuestas adaptativas, por niveles aumentados de la hormona liberadora de corticotropina, a la sobreproducción de la hormona adrenocorticótropa (ACTH) y disminución de los niveles de cortisol.

La disminución de la producción de melatonina en el transcurso de la noche puede provocar un sueño deficiente, un aumento de la fatiga durante el día y un aumento del dolor. Recientemente se descubrió que las personas con depresión mayor y fibromialgia tienen un metabolito de melatonina en la orina que está involucrado en la secreción de melatonina durante el día, llamado: orina 6-sulfoximelatonina, en comparación con sujetos sanos con hormona (aMT6). Esto muestra cómo la suspensión en la secreción de melatonina se entrelaza positivamente con los síntomas clínicos. Las alteraciones del sueño son comunes en la fibromialgia y afectan a más del 90 % de los pacientes: se han observado inhibición de ondas lentas e infiltración alfa durante el sueño, así como ritmos marcados de frecuencia alfa (7-12 Hz) en pacientes con fibromialgia durante el sueño NREM (7).

Cabe mencionar que las alteraciones endocrinas pueden estar ligadas a los pacientes que padecen esta enfermedad. Como el aumento de los niveles de Cortisol en estos pacientes, que se presenta como un inadecuado procesamiento del estrés o la Hormona de crecimiento que, además, de regular el crecimiento, participa en la reparación de daños de tejidos y músculos por lo que, sí el paciente presenta trastornos del sueño esto podría afectar en la reconstrucción del tejido muscular dañado y prolonga la transmisión de estímulos dolorosos.

Finalmente, se piensa que puede haber alguna causa genética ya que algunos de los genes estudiados, los familiares de primer grado tienen ocho veces más probabilidades de tener fibromialgia, y un mayor riesgo de otros trastornos funcionales. Estudio de gemelos muestra que los factores genéticos conducen a casi un 50% de riesgo de desarrollar fibromialgia. Además, es importante destacar la presencia de desencadenantes como entorno del paciente, como lesión física, enfermedad, accidente, estrés emocional (3,6,7).

Diagnóstico:

En el diagnóstico de la Fibromialgia se considera que tiene una alta morbilidad y prevalencia en la población adulta, además, el uso excesivo de recursos médicos, la falta de comprensión de la patogenia y la falta de parámetros bioquímicos específicos, imagenológicos o parámetros patológicos adecuados hace que diagnosticarla se complique en múltiples ocasiones. En este sentido, la insatisfacción del paciente y del profesional con su enfoque, y la falta de terapia, sugieren que la fibromialgia es ahora un problema de salud pública.

“Un comité de expertos liderados por Wolfe y patrocinados por el American College of Rheumatology (ACR), establecieron en 1990 unos criterios de clasificación que habitualmente se usan para el diagnóstico, con una sensibilidad del 88.4% y una especificidad del 81.1%” (8).

Los criterios de FM son fáciles de usar, pero todavía hay problemas sustanciales debido al sesgo médico, validez diagnóstica, y la importancia real de un diagnóstico. Además, para muchos médicos el diagnóstico de fibromialgia causa incertidumbre, pues no hay un algoritmo específico y quizá lo que más los desconcierta es el cómo «completar la evaluación» o qué estudio debe realizarse para «descartar todo lo demás», puesto que es larga la lista de patologías similares o comórbidas a la fibromialgia (9).

También se encontró que están utilizando indicadores de tipo ABC que consisten en la A) algesia, B) distribución del dolor bilateral, axial-simétrica, y C) angustia crónica, que encontraron que eran más específicos y menos sensibles, pero conduce a un mayor diagnóstico general eficacia que la original criterios.

“En EE. UU. el Analgesic, Anesthetic, and Addiction Clinical Trial Translations Innovations Opportunities and Networks (ACTTION), junto con la FDA y la American Pain Society (ACTTION-APS) inició la Pain Taxonomy (AAPT) para desarrollar un sistema de diagnóstico que sea clínicamente útil y consistente en los trastornos de dolor crónico” (10) este los clasifica en varias dimensiones que se verán a continuación:

  • Dimensión 1: Criterios de diagnóstico básicos.
  • Dolor en múltiples sitios, definido como ≥6 sitios de dolor de un total de 9 sitios posibles sitios.
  • Problemas de sueño de moderados a graves o fatiga
  • Dolor en múltiples sitios más fatiga o problemas de sueño de al menos 3 meses de antigüedad.
  • Dimensión 2: características comunes (discognición)
  • Dificultad para concentrarse, olvidos y pensamiento desorganizado o lento) es cada vez más reconocida como una característica importante de la FM, con disfunción en la memoria de trabajo y función ejecutiva.
  • Dimensión 3: Comorbilidades médicas y psiquiátricas comunes
  • Psiquiátricos: trastorno mayor del estado de ánimo (por ej., trastorno depresivo mayor y trastorno bipolar), trastornos de ansiedad (por ej., los trastornos de ansiedad generalizada, de pánico, de estrés postraumático; la fobia social y el trastorno obsesivo compulsivo) y trastorno por abuso de sustancias.
  • Comorbilidades: síndrome de Ehler Danlos, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, síndrome de Sjögren obesidad, síndrome del intestino irritable, el dolor pélvico crónico y la cistitis intersticial, enfermedades cefálicas y orofaciales crónicas, como el trastorno temporomandibular, los síntomas otológicos, las cefaleas crónicas y la migraña.

Tomado de: (10)

La evaluación más utilizada se basa en los criterios del American College of Rheumatology (ACR) 1990, los cuales implican:

  • Historia de dolor generalizado que se encuentra presente durante al menos tres meses.
  • Dolor en ambos lados del cuerpo por encima y por debajo de la cintura.
  • Dolor en 11 de los 18 puntos dolorosos a la palpación digital (ambos lados del cuerpo): occipucio, cervical, trapecios, supraespinosos, segunda costilla, epicóndilos laterales, glúteo, trocánter mayor, rodillas. Los puntos sensibles duelen sólo en el área donde se aplica, y no hay dolor referido (11).

Ver Figura 1. Puntos sensibles del cuerpo humano (al final del artículo).

Para realizar la valoración existe un instrumento conocido como un dolorímetro que se puede utilizar para aplicar exactamente 4 kg de presión a través de los puntos sensibles durante el examen.

Posteriormente la American College of Rheumatology (ACR) propuso en el año 2010 nuevos criterios que complementan los criterios establecidos en 1990, mediante el uso de dos nuevas escalas, la WPI (widespread pain index) que en español significa “índice de dolor generalizado” y el SSS (symptom severity score), que en español se traduce a gravedad de los síntomas, con en el fin de facilitar el diagnóstico en la práctica clínica y para ello requieren de las siguientes puntuaciones: (12)

  • WPI ≥7 y SSS ≥5 o WPI 3-6 y SSS ≥ 9.

WPI: El WPI se calcula resumiendo los informes de dolor del paciente en 19 regiones separadas del cuerpo.

SSS: La escala SS se evalúa calificando varios síntomas (p. ej., dolor, fatiga, despertar no reparador) en una escala de gravedad de 0 («sin problema») a 3 (problemas graves, generalizados, continuos y perturbadores de la vida) problema grave, generalizado, persistente y perturbador). puntaje. vida»). Fatiga, falta de alerta al despertar y síntomas cognitivos graduados según la gravedad de la semana anterior (13).

A lo anterior mencionado debe agregársele:  síntomas presentes en un nivel similar de ≥ 3 meses y ausencia de otro trastorno que explique el dolor. Adicional a esto, se logró establecer que la escala SSS permite la evaluación de la gravedad de los síntomas de fibromialgia y es considerada útil en la evaluación longitudinal de los pacientes con marcada variabilidad de los síntomas (14).

Ver Figura 2: Puntos sensibles del cuerpo, según los nuevos criterios (al final del artículo)

Entonces, es importante recalcar que para hacer el diagnóstico de la Fibromialgia no hay una regla de oro ni tampoco exámenes complementarios que orienten al diagnóstico, se utilizan más que todo para descartar otras patologías, y más bien son normales.  Por lo que el diagnóstico eminentemente se realiza con una buena historia clínica y con examen físico.

Estudios de laboratorio

No existe una prueba específica para confirmar el diagnóstico, pero muchas enfermedades en el diagnóstico diferencial pueden descartarse mediante un examen físico extenso y pruebas de laboratorio específicas. Aunque no es necesario para confirmar el diagnóstico de FM, por lo general suelen realizarse pruebas de laboratorio de rutina (si no se realizaron en los últimos 6 a 12 meses).

Algunas pruebas son: velocidad de sedimentación de eritrocitos (VES), niveles de proteína C reactiva (PCR), hemograma, metabolismo completo y pruebas de función tiroidea. Se pueden solicitar pruebas adicionales (p. ej., anticuerpos antinucleares, factor reumatoide, infección viral, niveles de vitamina D), imágenes y EEG, pero esto será según los síntomas (p. ej., duración del dolor y agudo o crónico), antecedentes y resultados del examen físico, electrocardiograma, pruebas genéticas, biopsia) si se sospechan clínicamente otras causas de dolor. Los rayos X, análisis de sangre, medicina nuclear, tomografía computarizada y la biopsia muscular son normales en los casos de fibromialgia (4, 11).

Ciregia et al. (12) investigaron la presencia de biomarcadores potenciales diagnósticos y/o pronósticos en la saliva que al parecer podrían ser eficaz para el manejo de pacientes con FM. Particularmente, el perfil salival de los pacientes con FM se comparó con los de sujetos sanos, y sujetos que sufren migraña (modelo de dolor crónico no inflamatorio) y pacientes afectados con artritis reumatoide (modelo de dolor crónico inflamatorio). Electroforesis en gel bidimensional (2-DE) 2-DEserotransferrina y alfa-enolasa se encontraron expresados de manera diferente en pacientes con FM. Los autores concluyeron que la identificación de biomarcadores salivales de la enfermedad podría ser útil para detectar grupos de FM y el tratamiento dirigido.

Tratamiento

Farmacológico

Aunque todavía no existe un tratamiento generalmente aceptado para la fibromialgia, los ensayos clínicos controlados han demostrado que algunos tratamientos, como la educación del paciente, la educación, la terapia y algunos medicamentos, son efectivos para reducir los síntomas. (5,6).

La fibromialgia puede ser difícil de tratar, y los resultados suelen ser mejores cuando se trata con una variedad de tratamientos que están familiarizados con la enfermedad y sus tratamientos, lo que llamamos atención multidisciplinaria.

Se debe considerar que muchas personas con fibromialgia van de médico a otro durante parte de su vida sin poder ser diagnosticados. La educación sanitaria, la información y la comunicación con otras poblaciones afectadas es una forma importante de tratamiento (5,6)

Un tratamiento individualizado frecuentemente se puede adaptar con éxito, a las necesidades individuales de cada paciente. Algunos pacientes con síntomas leves necesitan poco o ningún tratamiento una vez que entienden su condición y por qué está empeorando. Sin embargo, otros requieren un plan integral de atención que incluya medicamentos, ejercicio y capacitación técnica para controlar su afección (2).

Fernández et al (13) identificaron en su estudio de corte transversal, que los fármacos más utilizados por el médico especialista en manejo del dolor son: antidepresivos, un 96,3% seguido por los anticonvulsivos (88,9%) y analgésicos (84%).

Con respecto a los antidepresivos, el más utilizado es amitriptilina (52.1 %), luego le sigue la fluoxetina (48 %) y duloxetina (39.1 %). En el grupo de los antiepilépticos el más usado es la pregabalina (87.1 %), seguido de gabapentín (79.3 %) y carbamazepina (74.4 %). El analgésico más frecuentemente formulado es el acetaminofén más tramadol (57.7 %), seguido por acetaminofén más tizanidina (54.2 %) (13).

A pesar de que los anticonvulsivos tienen un alto porcentaje debido a su uso, no ha demostrado ser de gran ayuda en los pacientes con estas dolencias.

Ver Gráfico 1. Fármacos más utilizados en el tratamiento de la Fibromialgia (al final del artículo)

Los AINES o corticoides que son antiinflamatorios, no han demostrado ser efectivos para el dolor de la fibromialgia. Sin embargo, pueden servir para tratar los desencadenantes del dolor. Por lo tanto, son más útiles en personas con otras causas de dolor, como artritis (15)

No se recomienda utilizar los medicamentos narcóticos opiáceos para tratar esta afección. La razón es que la evidencia de la investigación demuestra que estos fármacos no son de utilidad para la mayoría de las personas con fibromialgia, y causarán mayor sensibilidad al dolor o harán que el dolor persista. Si se necesita utilizar un narcótico opioide durante poco tiempo para tratar la fibromialgia, puede emplearse tramado (15).

Se considera que el paciente con fibromialgia debe tener para su manejo un equipo multidisciplinario liderado por el médico fisiatra y también por el médico especialista en medicina del dolor.

No farmacológico

En el tratamiento no farmacológico se incluye todo lo que pueda ayudar al paciente, a mejorar su estado de ánimo esto incluye: yoga, musicoterapia, acupuntura, caminatas al aire libre, ejercicio que a pesar de que no es una contraindicación algunos pacientes toleran el ejercicio de bajo impacto, ya que tienen una adecuada flexibilidad e indican que una adecuada disminución del dolor, después de la rutina. También se puede recomendar terapia cognitivo conductual para que el paciente logre un adecuado manejo del estrés y ansiedad que se ve relacionada con el miedo a sufrir alteraciones graves de salud.

Diagnóstico diferencial

Algunos trastornos pueden simular FM. Se recomienda una evaluación clínica cuidadosa para identificar cualquier otra enfermedad que podría explicar los síntomas del paciente completamente o contribuir a la severidad de los síntomas (7,8,11).

  • Enfermedades reumáticas inflamatorias: Artritis reumatoide, artrosis, lupus eritematoso sistémico, polimialgia reumática).
  • Endocrinas: Hipotiroidismo, hiperparatiroidismo enfermedad de Addison y Cushing.
  • Neurológicas: Esclerosis múltiple, neuropatías.
  • Trastornos del sueño: Apnea obstructiva del sueño y síndrome de piernas inquietas.
  • Metabólicas: Osteomalacia.
  • Degenerativas: Artrosis, estenosis espinal.
  • Constitucionales: Hiperlaxitud articular, síndrome de Ehlers Danlos,
  • Psiquiátricas: Depresión.

Es necesario tener en cuenta que, la presencia de estos trastornos no excluye necesariamente un diagnóstico de FM.

  • Además, algunos medicamentos pueden contribuir al dolor: Estatinas, inhibidores de la aromatasa, bifosfonatos y opiáceos (hiperalgesia inducida por opioides).

Evolución de la enfermedad/ Morbilidad y mortalidad

“Aunque ha habido variabilidad entre los estudios realizados, el estudio más grande que ha examinado esto (UK Biobank), combinado en un metaanálisis, ha confirmado que los pacientes con color extendido crónico tienen un riesgo excesivo importante de muerte. Como se esperaba, la ideación suicida esperada y el riesgo de suicidio se asociaron principalmente con la depresión y la salud mental global, y fueron mucho mayores en los pacientes con FM que en aquellos con lumbalgia y los controles” (10).

A pesar de tener un carácter benigno porque no produce secuelas físicas (no destruye las articulaciones, no ocasiona lesiones irreversibles ni deformidades) ni influye en la supervivencia del paciente, el impacto que origina en la calidad de vida de quien la padece es muy variable de unas personas a otras pudiendo ser limitante. (13)

Conclusión

La fibromialgia es una enfermedad, sumamente difícil de diagnosticar por lo que se recomienda que médico tratante realice una lista de diagnósticos diferenciales, con el fin de que pueda ir excluyendo otros trastornos mediante las pruebas de laboratorio y gabinete. Ya que, como es una enfermedad que tiende a ser relacionada con otras enfermedades reumáticas o enfermedad mental, tiende a dificultarse identificarla con precisión.

Por lo que resulta importante, que los médicos estudien a fondos las generalidades de esta patología y puedan dar al paciente un diagnóstico certero de su padecimiento, ya que muchas veces el paciente acude a muchos médicos diferentes sin una respuesta satisfactoria, lo que hace más estresante para él mismo ya tiene suficiente dolor con su enfermedad

La fibromialgia es una enfermedad compleja que conlleva un gran gasto al sector salud un por lo que es considerada un problema de salud pública, además de que afecta severamente la calidad de vida de los pacientes, sobre todo por su difícil diagnóstico. Esta enfermedad puede ser incapacitante, por tal motivo es de suma importancia unir esfuerzos para educar al personal de la salud, iniciar abordajes multidisciplinarios para su adecuado manejo para que así de esta manera, la población general tenga más comprensión de la patología y así poder tomar medidas terapéuticas adecuadas y se pueda mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Ver anexo

Bibliografía

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