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Cuidados principales ante motivos de consulta en urgencias para niños: fiebre, vómitos y diarrea

Cuidados principales ante motivos de consulta en urgencias para niños: fiebre, vómitos y diarrea

diferentes servicios del mismo en función de su estado de salud (urgencias, UCI, neonatología, hospitalización) o bien retornar a domicilio. Sin embargo, existe un gran número de pacientes que vuelven al hospital, en su mayoría, al servicio de urgencias.

María Garrido-Piosa

Ossama Nasser-Laaoula

Carlos Manuel Marín-Cañado

Diplomados y Másters en Enfermería

INTRODUCCIÓN

Los pacientes pediátricos que son atendidos en el hospital después de su nacimiento, pueden pasar por Una vez en el servicio de urgencia, el primer agente de salud que recibe al niño y a su familia es el enfermero/a, que se encuentra en el triage. Al igual que en el triage, en el resto de servicios es la enfermera la que pasa las 24 horas junto al paciente y su familia, por lo que la mayoría de información que reciben viene de dicho agente.

FIEBRE COMO MOTIVO DE CONSULTA

En el niño con fiebre, debemos valorar el riesgo de sepsis que presenta, valorando signos de riesgo como lo son la mala perfusión tisular (cutis reticular, cianosis) signos de afectación neurológica (niño inconsolable, fontanela abombada, nivel de conciencia alterado, decaimiento, no contacta con el medio, marcha inestable), signos meníngeos (rigidez de nuca), presencia de petequias….Además, en niños menores de tres meses, la evolución del shock séptico puede ser muy rápido.

  1. Actuación de Enfermería: ante un niño que acude a urgencias por fiebre, se tomarán medidas físicas para bajar la temperatura del paciente (desnudar al niño, mantenerle relajado haciendo que el ambiente térmico sea adecuado), controlando las constantes (temperatura, tensión arterial y frecuencia cardíaca) y valorando el estado general del niño (valorar signos de riesgo, la respuesta a los antitérmicos y tomar la temperatura cada 30 minutos). Se aplicará el tratamiento médico valorando la eficacia de los antitérmicos y se procederá a la sueroterapia. Así mismo, se realizarán pruebas complementarias: extracción de analítica (hemograma, bioquímica, PCR, coagulación y hemocultivo), muestra de orina, sueroterapia, radiografía y punción lumbar.
  2. Educación Sanitaria: Se enseñará a los padres a manejar la fiebre, para ello, en casa deben mantener al niño en ambiente relajado y con una temperatura ambiental suave; dejarle con poca ropa, no abrigarle. Deberán medir la temperatura (a ser posible en la axila) y administrar antitérmicos según la pauta médica. Deberán aplicar medidas físicas en caso necesario (paños húmedos o baños de agua tibia) y ofrecer líquidos abundantes.
  3. ¿Cuándo volver a urgencias? Se informará a los padres de la necesidad de volver a urgencias ni notan que el niño está más decaído, más irritable o con peor estado general; si aparecen manchitas en la piel que no desaparecen al tensar la piel o si la fiebre no responde al tratamiento. Se deberá además volver a urgencias si el niño comienza con cefalea, vómitos o rigidez de nuca.

VÓMITOS COMO MOTIVO DE CONSULTA

Ante un niño que llega al triage de urgencias por vómitos, lo que hay que valorar es el grado de deshidratación, por lo que observamos: el color, la avidez de agua, ojos con ojeras y/o hundidos, lengua seca, mucosas pegajosas y resecas. En el caso que el niño presente estos signos, se necesitará la valoración médica rápida para comenzar con la administración de tratamiento. Si además presenta pliegue cutáneo (se produce cuando tras pinzar la piel, ésta, por falta de agua, regresa a su posición lentamente) fontanela hundida o aliento cetósico, requerirá atención medica de manera urgente.

  1. Actuación de Enfermería: si el niño no tiene riesgo se iniciará la tolerancia oral de forma progresiva comenzando con pequeñas cantidades de comida cada 5 o 10 minutos. De presentar algún criterio de riesgo, se realizarán pruebas complementarias como analítica con pH, control de constantes vitales, control de diuresis y deposiciones…poniendo especial atención a la aparición de signos acompañantes a los vómitos sugerentes de una hipertensión intracraneal y abdomen agudo.
  2. Educación sanitaria: la dieta debe ser líquida hasta que se resulta el problema; es conveniente mantener unos 30 minutos de ayuno después del vómito antes de iniciar los líquidos orales. Ofrecer al niño pequeñas cantidades pero frecuentes de algún líquido electrolítico. Si existe buena tolerancia, proponer mayores cantidades de manera gradual. Vigilar la presencia de otros signos o síntomas asociados al vómito y acudir al pediatra para que el niño sea reevaluado.

DIARREA COMO MOTIVO DE CONSULTA

Al igual que ocurría en el caso anterior, lo primero que debe evaluarse en un niño que acude al triage de urgencias con diarrea, es el grado de deshidratación: sed, avidez de agua, ojos hundidos, mucosas pegajosas o secas…

  1. Actuación de Enfermería: Si el paciente no presenta criterios de riesgo se iniciará la tolerancia oral. Si presenta alguno, se realizarán pruebas complementarias: analítica con pH, canalización de via venosa con sueroterapia, control de constantes vitales, control de diuresis y deposiciones. Durante todo el proceso, se valorarán constantemente posibles signos de deshidratación
  2. Educación sanitaria: si el niño no vomita, no es necesario que realice ayuno. No es necesario que realice una dieta astringente, pero sí una alimentación suave. Ofrecer al niño pequeñas cantidades pero frecuentes de solución oral electrolítica, no darle de una vez más cantidad de la que suele ingerir en una toma. Vigilar la presencia de otros síntomas y acudir al pediatra para una nueva valoración.

BIBLIOGRAFÍA

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