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El vendaje en Enfermería

El vendaje en Enfermería

El vendaje es el procedimiento o técnica consistente en envolver una parte del cuerpo que está lesionada por diversos motivos. Se usa normalmente para cubrir las lesiones cutáneas e inmovilizar las lesiones osteoarticulares.

El vendaje en Enfermería

Mari Carmen García García. Diplomada en Enfermería, Servicio Andaluz de Salud.

Resumen

Se ha realizado una revisión de la literatura científica en las bases de datos Scielo, Elsevier, Cochrane y Medline con los descriptores inmovilización, Enfermería, desarrollándose los principales tipos de vendaje y tipos de venda, la técnica así como las consideraciones a tener a cuenta.

El vendaje. Tipos de vendajes

El vendaje es el procedimiento o técnica consistente en envolver una parte del cuerpo que está lesionada por diversos motivos. Se usa normalmente para cubrir las lesiones cutáneas e inmovilizar las lesiones osteoarticulares. De las varias clasificaciones que existen respecto a los tipos de vendajes, elegimos la siguiente por considerar que es la más funcional y comprensible a efectos prácticos.

  • Vendaje contentivo: Usado para contener el material de una cura o un apósito.
  • Vendaje compresivo: Utilizado para ejercer una compresión progresiva a nivel de una extremidad, de la parte distal a la proximal, con el fin de favorecer el retorno venoso. También se usa para limitar el movimiento de alguna articulación en el caso de contusiones y esguinces de grado I, por ejemplo.
  • Vendaje suspensorio: Sostenedor del escroto o la mama.
  • Vendaje funcional: Técnica específica de vendaje que permite mantener cierta funcionalidad de la zona lesionada sin perjuicio de la misma.

Tipos de vendas

  • Venda de gasa orillada: Es la venda de gasa. Es la venda de uso más común, fabricada en algodón, está indicada principalmente para fijar apósitos. Su calidad y características vienen determinadas por la calidad y cantidad de hilos por cm. Cuadrado. Son delgadas, ligeras, blandas y porosas y de diferentes tamaños.
  • Venda algodonada: Se trata de venda de algodón fabricada de forma industrial en rollos de 7, 10 y 15 cm de ancho.
  • Venda elástica: Se distingue por su elasticidad. Se fabrica entretejiendo algodón y fibras sintéticas elásticas; es muy útil si se necesita aplicar presión. Es la indicada cuando el vendaje se aplica en las extremidades porque facilita el retorno venoso. Entre las vendas elásticas es muy utilizada la de crepe, ya que no ejerce una presión excesiva y se ajusta perfectamente a las distintas regiones a vendar.
  • Venda elástica adhesiva: Posee una cara con pegamento, lo que facilita su fijación. No debe aplicarse directamente sobre la piel si existen problemas alérgicos, de piel delicada o varices, colocando en estos casos otro vendaje de gasa o algodón bajo el elástico adhesivo.
  • Vendajes tubulares: Existen diferentes tipos según su utilización, el más utilizado es el de algodón extensible, tamaño de dedos hasta tronco. También existe el de algodón de malla (ideal para la cabeza). Generalmente son contentivos.
  • Venda impregnada en materiales: Después de su humidificación se solidifican y permiten realizar un vendaje rígido, como el enyesado. También existen diferentes marcas y tamaños de este modelo de vendaje.

Técnica de vendaje

En cuanto a la forma de aplicar la venda, exponemos aquí las técnicas de vendaje actualmente más utilizadas.

  • Vendaje circular: Cada vuelta rodea completamente a la anterior. Utilizado para fijar el extremo inicial y final de una inmovilización, para fijar un apósito y para iniciar y/o finalizar un vendaje. Es el que utilizamos para sujetar un apósito en cualquier parte del cuerpo o para controlar una hemorragia haciendo compresión.
  • Vendaje en espiral: Utilizado generalmente en las extremidades; en este caso cada vuelta de la venda cubre parcialmente dos tercios de la vuelta anterior y se sitúa algo oblicua al eje de la extremidad. Se debe iniciar el vendaje siempre de la parte más distal a la proximal.
  • Vendaje en 8 (o tortuga): Se utiliza en las articulaciones (tobillo, rodilla, muñeca y codo), ya que permite a estas tener cierta movilidad. Colocamos la articulación en posición funcional y efectuamos una vuelta circular en medio de la articulación y alternamos vueltas ascendentes y descendentes hasta formar figuras en ocho.
  • Vendaje en espiga: Es el más usado generalmente. Comenzaremos siempre por la parte más distal. La primera vuelta se realiza con una inclinación de 45º en dirección a la raíz del miembro, la segunda sobre ésta con una inclinación invertida (45º en dirección contraria a la anterior), dando algo más de tensión a la primera que a la segunda para mejorar el retorno venoso. La tercera como la primera, pero avanzando unos centímetros hacia la raíz del miembro, así, en un movimiento de vaivén, se completa el vendaje, que al terminar queda con un aspecto de “espiga”. Se acaba el vendaje en una zona alejada de la lesión y se sujeta con esparadrapo.
  • Vendaje de vuelta recurrente: Se usa en las puntas de los dedos, la cabeza y muñones. Después de fijar el vendaje con una vuelta circular se lleva el rollo hacia el extremo del dedo o muñon y se vuelve hacia atrás, se hace doblez y se vuelve a la parte distal. Al final, se fija con una vuelta circular.

La combinación de unos vendajes con otros y la práctica adquirida por el profesional, es lo que permite realizar el tipo de vendaje adecuado a cada lesión a la que nos enfrentemos.

Consideraciones previas al vendaje

  • Elección del tamaño de la venda, adecuado a la zona a vendar.
  • Inspección de la zona a vendar. Coloración, temperatura y sensibilidad de la piel. Piel limpia y seca, libre de lesiones que contraindiquen su oclusión.
  • Retirar anillos, pulseras y otros objetos de la zona lesionada.
  • Drenar, en la medida de lo posible y si las circunstancias lo permiten, la zona a vendar.

Consideraciones durante el procedimiento

  • Proteger las prominencias óseas.
  • Colocar la zona a vendar en posición anatómica.
  • Comenzar a vendar siempre de la zona distal a la proximal.
  • Evitar pliegues en la venda que puedan presionar en exceso e incluso dañar la piel del paciente.
  • Al comenzar a vendar, coger la venda de tal manera que la mano no dominante sujete el extremo de la venda y la dominante el rollo de venda, estando siempre éste encima del extremo.

Bibliografía

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