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Pautas básicas de actuación ante una convulsión febril

Pautas básicas de actuación ante una convulsión febril

¿QUE ES UNA CONVULSIÓN FEBRIL?

Es una respuesta del cerebro ante la fiebre (>39ºc) que se produce en algunos niños sanos entre los 6 meses y 5 años de edad.  Esta respuesta cerebral (convulsión) ocurre casi siempre ocurren durante el primer día de fiebre.

Pautas básicas de actuación ante una convulsión febril

OBJETIVOS:

Plantear una serie de pautas protocolizadas, para así conocer bien que es una convulsión febril, los tipos de convulsiones existentes y facilitar la atención de ese niño por los padres.

Autores:

Arantza Mojica Blanco – Diplomada Enfermería

Noelia Múrez Mojica – Diplomada Enfermería

María del Pilar Tierra Burguillo – Diplomada Enfermería.

La sintomatología es muy característica: El niño pierde bruscamente la consciencia, el cuerpo puede ponerse rígido y comenzar con sacudidas, o quedarse completamente flácido. También es frecuente que la boca esté morada, cerrada con fuerza, como encajada y la mirada perdida. Suele durar poco tiempo, generalmente 5 minutos. Al final el niño tiende a dormirse.

Las principales causas de una convulsión febril se asocian a infecciones virales como el virus sincitial respiratorio, el virus de la rubéola, el rotavirus con cuadros de gastroenteritis y el Influenzavirus A. También se han asociado infecciones bacterianas como la otitis media y eventos post-vacunación, en especial con la vacuna DPT y la vacuna triple vírica SPR. Sin embargo, el mecanismo causal aún se desconoce del todo.

Se sabe que la fiebre es una fase concreta del desarrollo del cerebro, tiene una característica influenciada con la predisposición familiar y una predisposición genética ligada.

Las Crisis Febriles (CF) son el problema más común en la práctica neurológica pediátrica, con una prevalencia generalmente aceptada de alrededor del 4- 5% de todos los niños, con una incidencia anual de 460 / 100.000 niños en el grupo de 0 a 4 años, y una ligera mayor incidencia en  varones que en mujeres (1,5:1). Es pues, el trastorno convulsivo más frecuente en la infancia.

Existen dos tipos de convulsiones febriles dependiendo de la duración de la misma y de la repetición o ausencia de recidiva. (Tabla 1)

  • Convulsiones febriles simples: Una convulsión febril simple se presenta cuando en un niño se produce una convulsión generalizada, de menos de 15 minutos, y dentro de las 24 horas no se repite. Además, el niño no tuvo previamente una afectación neurológica y el episodio febril se origina fuera del sistema nervioso central. Los niños con convulsiones febriles simples no presentan el de riesgo de epilepsias , retraso en el desarrollo psicomotor o un trastorno neurológico preexistente más adelante a menos que haya antecedentes familiares positivos de epilepsia, una primera crisis febril antes de los 9 meses de edad. Se calcula que alrededor de 75 a 80 % de las convulsiones febriles son simples.
  • Convulsiones febriles complejas: Las convulsiones febriles complejas o atípicas es donde tiene cavida una convulsión de duración superior a 15 minutos o convulsiones repetidas dentro de las 24 horas del primer episodio. Después de una convulsión febril complicada, el riesgo de epilepsia de repetición más adelante en la vida es un poco más elevado. Si las convulsiones se repitieran se comenzaría un tratamiento farmacológico y se debería investigar la causa. Hay otras denominaciones para las convulsiones febriles complejas, como es: Convulsiones atípicas, Convulsiones en cadena o un término traducido de forma literal del inglés «convulsiones de racimo» o convulsiones en serie. .

Por otro lado si la convulsión no cesa se llama «status epilepticus« y es una emergencia médica, porque puede hacer peligrar la vida o dejar secuelas importantes.

Existen epilepsias poco frecuentes como el Síndrome de Dravet o la epilepsia en niñas Síndrome epiléptico en niñas con/sin retraso mental en el que la fiebre es un desencadenante importante de crisis, también existen las llamadas GEF++ (convulsiones febriles plus), sin embargo la mayoría de las convulsiones febriles son benignas.

¿QUÉ DEBE DE HACER ANTE UNA CONVULSION?

  • Coloque al niño tumbado de lado, sobre un costado (esto le permitirá respirar mejor) y lejos de objetos con los que pueda golpearse.
  • No intente NUNCA introducirle nada en la boca.
  • Si no le ha dado ninguna medicina para la fiebre en las últimas dos horas le puede poner un supositorio de paracetamol.
  • Se debe observar la respiración del niño durante la convulsión, una coloración azulada de la piel (cianosis) no es inusual. Incluso una reducción de frecuencia respiratoria por minuto no es poco frecuente y puede obtenerse de la observación, por lo general los mismos padres. Por lo tanto, es especialmente importante mantener la calma.
  • Es conveniente que el niño sea valorado por un médico que confirme el diagnostico. Acuda al centro se salud u hospital más cercano. El medico considerará oportuno que hacer con el niño. Si dejarlo ingresado por si repite o debido a la ansiedad de los padres y les explicará el proceso de actuación en caso de volver a repitiese la convulsión.

 ¿CUANDO DEBE CONSULTAR DE NUEVO UN SERVICIO DE URGENCIAS?

Se deberá de acudir a urgencias, si una vez valorado en el hospital después de la primera convulsión ocurren unas de estos tres principios:

  • Si se repite la convulsión. (CONVULSIÓN COMPLEJA)
  • Si su hijo está adormilado, decaído o por el contrario demasiado irritable.
  • Si se queja de dolor de cabeza intenso o vomita.

MOTIVOS DE INGRESO EN EL HOSPITAL

  • Mal estado general.
  • Lactante menor de 12 meses con sospecha de infección del S.N.C.
  • Crisis prolongada que no cede al tratamiento (más de 30 minutos), o varias recidivas dentro del mismo proceso febril.
  • Anomalía neurológica postcrítica.
  • En caso de duda, hospitalizar en Observación durante 12 horas.

TRATAMIENTO HOSPITALARIO:

 Fundamentalmente dirigido a controlar las convulsiones:

CRÍTICO: Diazepam rectal (Stesolid®) 5 mgrs. En niños menores de 2 años; 10 mgrs. En niños mayores de 2 años. En medio hospitalario puede utilizarse tras el diazepam rectal y si la crisis no cede, diazepam I.V.. 0,2-0,5 mg/kg hasta una dosis máxima de 10 mg. Si no cede, pasar a hidrato de cloral al 2% en enema a una dosis de 4-5 c.c./kg hasta una dosis máxima de 75c.c.. Si en 10-15 minutos no cede la crisis, puede utilizarse ácido valproico (Depakine®) i.v. a una dosis de 20 mg/kg a pasar en 5 minutos. El levetiracetam (Keppra®) posee una nueva formulación que permite el tratamiento por vía intravenosa, siendo una opción terapéutica idónea para su uso hospitalario. La conversión, bien desde la administración intravenosa a la administración oral o viceversa, puede hacerse directamente sin modificar la dosis. El perfil terapéutico de la formulación intravenosa de solución para infusión es idéntico al perfil de la formulación de los comprimidos ya existentes y, además, es bioequivalente a dicha presentación. La dosis recomendada debe diluirse, como mínimo, en 100 ml de diluyente compatible y administrarse como una infusión continua de 15 minutos.