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Actuación de enfermería ante las inmovilizaciones de yeso de las extremidades superiores

Actuación de enfermería ante las inmovilizaciones de yeso de las extremidades superiores

La inmovilización de las extremidades superiores (EESS), mediante colocación de yeso, es una práctica común de enfermería en las urgencias traumatológicas de adultos. En ocasiones será la enfermera la que lo realizará de manera autónoma y, en otras, formará parte del equipo multidisciplinar, siendo una persona de apoyo para el personal médico que realice la técnica.

Eva Carreras Salcedo

Soledad Fátima Vega Pozuelo

Inmaculada Herrera Torres

RESUMEN

Por la especificidad de este tipo de trabajo, el profesional enfermero puede tener múltiples dudas acerca cómo realizar la inmovilización.

En el presente artículo describiremos qué pasos deberá de seguir la enfermera, en urgencias traumatológicas de adultos, cuando la persona acude por este motivo. Para ello, se enumera el tipo de material necesario y se describen las características y diferencias sobre las inmovilizaciones con férula de yeso y yeso cerrado, cómo realizar los procedimientos anteriores, las  recomendaciones que debe de seguir el paciente y las posibles complicaciones posteriores a la colocación del yeso.

ABSTRACT

Upper extremities immobilization (EESS) fixed by plaster placement is a common best practice of nursing in adult trauma emergency. Sometimes, the nursing services will be the responsible to perform this immobilization on their own, but in some other cases, as part of a multidisciplinary team, the nurse will only support a team member who will be the responsible of the tackling this specific task.

Due to the complex specificity of this type of work, it may occur that sometimes the nurse may have multiple doubts about how to proceed with the immobilization.

This article, describes the steps that the nursing services should apply in an adult traumatology emergency, when a person comes to the hospital for this reason. To carry out this action there are many requirements should be fulfilled, such as: material, kind of fixations, gypsum splint and closed plaster, etc. and also how to perform it as well as the recommendations the patient should follow and the difficulties after the plaster placement.

PALABRAS CLAVE

Inmovilización de yeso, atención enfermera, extremidades superiores.

KEYWORDS

Gypsum immobilization, nursing care, upper extremities.

INTRODUCCIÓN

Un traumatismo es la principal causa de fracturas de huesos, aunque no es la única. La osteoporosis o la presencia de tumores pueden también dar lugar a fisuras o fracturas desplazadas. En estos casos, el tratamiento necesario pasará por la inmovilización de las extremidades mediante la colocación de yeso. Ésta es una práctica muy común de enfermería en las urgencias traumatológicas, tanto de adultos como en pediatría. En ocasiones, será la enfermera la que lo realizará de manera independiente y, en otras, formará equipo con el especialista médico, siendo una persona de apoyo para realizar adecuadamente la técnica. En ambos casos, el personal debe de estar plenamente cualificado.

El yeso blanco es un material moldeable que se presenta en bandas o rollos que se sumergen en el agua. Este material está endurecido por un almidón e impregnado con sulfato de calcio semihidratado, y sirve para inmovilizar las extremidades mientras un hueso roto se consolida. Además, sujetan el músculo de las extremidades afectadas para reducir el dolor y la inflamación.

Este es un trabajo muy específico, por lo que el profesional enfermero puede tener múltiples dudas acerca de cómo realizar la inmovilización correctamente.

MATERIAL Y MÉTODO

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos, guías clínicas y protocolos, así como en páginas web, excluyendo artículos de opinión y documentos poco fiables. Posteriormente, se ha sintetizado la información para su posterior uso.

MATERIAL NECESARIO

  • Venda tubular.
  • Venda de algodón.
  • Yeso blanco de diferente tamaño: de 5, 10 ó 15cm de ancho.
  • Esparadrapo.
  • Cubeta con agua fría o tibia.
  • Tijeras.
  • Venda de crepé.
  • Guantes.
  • Sábana.
  • Mesa.

TIPOS DE INMOVILIZACIONES: FÉRULA DE YESO Y YESO CERRADO.

Pese a que hay más materiales par inmovilizar las extremidades superiores, en el presente trabajo hablaremos de la férula de yeso y el yeso cerrado, ya que son los materiales más usados en las urgencias hospitalarias.

El uso de una férula o de un yeso cerrado dependerá del tipo de fractura que presente la persona afectada y vendrá determinada por un examen médico exhaustivo que puede incluir una radiografía para el control de la fractura.

Por lo general, se suelen utilizar las férulas de yeso para las fracturas de menor importancia, las que no están desplazadas o bien el desplazamiento es mínimo. En el caso de existir riesgo de inflamación, las férulas suelen presentar menos complicaciones que los yesos ya que este último no deja margen de movimiento, lo cual puede comprometer la circulación del miembro.

El yeso cerrado es más duro y compacto, y proporciona más protección durante el tiempo que tarda en consolidarse una fractura.

PROCEDIMIENTOS

(Figura 1)

FÉRULAS DE YESO

Antes de empezar la colocación de la férula de yeso tendremos en cuenta aspectos como la localización de la fractura y el grosor del miembro que vamos a enyesar. Si tenemos alguna duda, lo consultaremos con el especialista.

La inmovilización del miembro superior se hará desde la articulación más distal del hueso afectado hasta la más proximal.

La persona deberá de estar en una posición cómoda, y sentada, siempre que sea posible.

Empezaremos protegiendo a la persona y la ropa de la misma colocando una sábana debajo de la axila y por encima de sus rodillas para prevenir que se ensucie. Seguidamente, nos colocaremos unos guantes para protegernos nosotros mismos del material de yeso y colocaremos en una mesa el material que necesitamos, así como la cubeta con agua fría o tibia cerca de nosotros.

El yeso suele fraguarse antes con agua caliente pero no es recomendable ya que se necesita tiempo para poder moldearlo. Además, en contacto con el agua, se produce una reacción que libera calor. Si el agua está caliente podría provocar quemaduras en la extremidad. Será importante avisar sobre el efecto calor que provoca el yeso al aplicarlo.

Una vez preparada, empezaremos por proteger la piel de la persona, ya que el yeso puede provocar lesiones si se aplica directamente sobre la misma. Para ello colocaremos la venda tubular en el miembro a enyesar. Ésta venda deberá de ser un poco más larga que la férula ya que, al finalizar, la doblaremos hacia la férula.

Es importante escoger el tamaño correcto de la venda tubular ya que no conviene que provoque demasiada compresión, pero tampoco debe de permanecer holgada, provocando dobleces en su interior.

Luego vendaremos con la venda de algodón. Deberemos de tener especial atención con las prominencias óseas, encima de las cuales aplicaremos un poco más de venda.

Sobre el miembro sano mediremos la longitud de la férula y en una superficie plana iremos haciendo dobleces. En adultos usaremos de 12 a 15 capas y el tamaño que usaremos será, generalmente, el yeso de 15cm de ancho. En el caso de niños o miembros superiores muy delgados podremos usar de 5-10cm de ancho. Dependerá del grosor del miembro.

Cogeremos la venda de yeso por sus extremos y la sumergiremos en el agua tibia durante unos cinco segundos, que será el tiempo que tarde en desaparecer el aire del yeso. Al sacarla, estiraremos la férula y retiraremos el exceso de agua con dos dedos.

La colocaremos en el miembro correspondiente y la adaptaremos moldeándola con las manos planas, no con los dedos, ajustándola de la mejor manera posible. Si es necesario, cortaremos con las tijeras el yeso sobrante. La presión debe de ser firme, pero no demasiado fuerte.

Por último, vendaremos el miembro con una venda de crepé y lo fijaremos bien, sin hacer demasiada presión. El extremo final de la venda lo fijaremos con un esparadrapo.

YESO CERRADO

(Figura 2)

Para colocar un yeso cerrado deberemos realizar el mismo procedimiento para la colocación de la férula de yeso en cuanto a protección del paciente y de la piel.

Mojaremos el rollo entero de yeso en la cubeta con agua fría o tibia durante unos cinco segundos, o hasta que deje de salir el aire de la misma, mientras lo sujetamos con la mano. Retiraremos el exceso de agua con la palma de la mano.

Aplicaremos una vuelta, de distal a proximal, sobre el miembro afectado, superponiendo un tercio de cada vuelta sin torcerla. En cada vuelta deberemos de pasar la mano para unir las capas mediante el yeso que se expulsa e intentaremos mantener la posición anatómica del miembro superior. Así pues, si no hay contraindicaciones, se colocara la muñeca en ligera extensión. Le diremos a la persona que coloque la muñeca como su estuviera sujetando el manillar de una bicicleta. Es importante cumplir con los límites y grados para no provocar daño tisular.

Colocaremos la cantidad de yeso mínima necesaria para inmovilizar el miembro, dependiendo de la anatomía y de la actividad de la persona afectada. Procuraremos no llegar hasta el borde de la venda tubular con el yeso para que no roce sobre la piel sana, puesto que podría dañar el tejido.

Por ultimo, limpiaremos los restos de yeso que ha caído sobe el paciente.