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Actualización en torsión testicular: patología, diagnóstico y tratamiento de una emergencia médica

Actualización en torsión testicular: patología, diagnóstico y tratamiento de una emergencia médica

Autor principal: Dr. Pablo Roberto Durán Monge

Vol. XVIII; nº 11; 492

Update on testicular torsion: pathology, diagnosis and treatment of a medical emergency

Fecha de recepción: 14/05/2023

Fecha de aceptación: 02/06/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 11 Primera quincena de Junio de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 11; 492

Autores:

Dr. Pablo Roberto Durán Monge

Médico general.

Investigador independiente, San José, Costa Rica

Orcid: 0000-0002-6293-1287

Dra. Yai-leen Gutiérrez López

Médico general.

Investigador independiente, Guanacaste, Costa Rica

Orcid: 0000-0002-5898-6920

Dr. Luis Carlos Sánchez Larios

Médico general.

Investigador independiente, San José, Costa Rica

Orcid: 0009-0007-7519-0434

Dra. Eimy Zuñiga Gómez

Médico general.

Investigador independiente, San José, Costa Rica:

Orcid: 0009-0009-8774-6035

Resumen:

La torsión testicular es una situación médica de emergencia en la cual el cordón espermático que mantiene los testículos en su lugar en el escroto se tuerce, girando uno o ambos testículos. Es más común en jóvenes y adolescentes, aunque también puede ocurrir en cualquier edad. Si no se recibe atención médica rápidamente, puede provocar la pérdida del testículo afectado.

La torsión testicular se debe a menudo a una anomalía anatómica del cordón espermático que permite que el testículo se mueva libremente dentro del escroto, aunque también puede suceder tras un golpe en la zona genital o durante el sueño. Los síntomas que pueden indicar la torsión testicular incluyen dolor intenso en el escroto, inflamación y enrojecimiento del área afectada, náuseas o vómitos.

Para diagnosticar la torsión testicular, el médico realizará un examen físico y una ecografía testicular. La ecografía permitirá ver si el flujo sanguíneo hacia el testículo está dentro de lo normal, lo cual puede indicar si ha habido torsión.

El tratamiento de la torsión testicular consiste en una cirugía de emergencia para desenrollar el cordón espermático y restaurar el flujo sanguíneo al testículo afectado. Si se realiza la cirugía en las primeras seis horas después del inicio de los síntomas, existe una alta probabilidad de salvar el testículo. Si se retrasa la cirugía, el testículo podría perderse.

Palabras clave: Torsion testicular, Dolor testicular, Urgencia médica, Infertilidad masculina.

Abstract:

Testicular torsion is an emergency medical situation in which the spermatic cord that holds the testicles in place in the scrotum becomes twisted, twisting one or both testicles. It is more common in young people and adolescents, although it can also occur at any age. If prompt medical attention is not received, it can lead to the loss of the affected testicle.

Testicular torsion is often due to an anatomic abnormality of the spermatic cord that allows the testicle to move freely within the scrotum, although it can also occur after a blow to the genital area or during sleep. Symptoms that may indicate testicular torsion include severe pain in the scrotum, swelling and redness of the affected area, nausea, or vomiting.

To diagnose testicular torsion, your doctor will perform a physical exam and a testicular ultrasound. The ultrasound will allow you to see if the blood flow to the testicle is within normal limits, which can indicate if there has been torsion.

Testicular torsion treatment consists of emergency surgery to uncoil the spermatic cord and restore blood flow to the affected testicle. If surgery is done within the first six hours after the onset of symptoms, there is a high chance of saving the testicle. If surgery is delayed, the testicle could be lost.

Keywords: Testicular torsion, Testicular pain, Medical emergency, Male infertility.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

Introducción:

La torsión testicular es más común en varones adolescentes y hombres jóvenes, y ocurre cuando el cordón espermático se tuerce de manera espontánea, lo que restringe el flujo sanguíneo hacia el testículo. Esta condición es rara en recién nacidos y ocurre en aproximadamente 1 de cada 4000 hombres menores de 25 años. Los factores de riesgo incluyen testículos no descendidos, lesiones testiculares y torsiones previas.

Si un paciente presenta dolor agudo en el testículo o en la parte baja del abdomen, se debe considerar la posibilidad de torsión testicular. La puntuación TWIST (testicular workup for ischemia and suspected torsion) se utiliza para evaluar el riesgo de torsión testicular, y se basa en la presencia de hinchazón testicular, testículo duro, reflejo cremastérico ausente, náuseas y vómitos, y testículo alto. Una puntuación de 0 sugiere que la torsión testicular es poco probable, mientras que una puntuación de 6 o 7 indica un alto riesgo de torsión testicular. (1)

La torsión testicular es una condición poco común en el escroto agudo, que representa entre el 7% y el 30% de los casos. Es importante diferenciarla de otras posibles causas, como la torsión del apéndice testicular, que se caracteriza por un inicio gradual y dolor focal en la parte superior del testículo, la orquiepididimitis que puede presentar fiebre, dolor al orinar o análisis de orina positivo, y las hidroceles que no producen dolor ni cambios en el escroto. Otros diagnósticos a considerar incluyen hernias inguinales encarceladas, varicoceles, tumores testiculares, traumatismos y gangrena de Fournier. (1,2)

La torsión testicular es una emergencia médica que requiere tratamiento quirúrgico urgente. Las tasas de éxito en la recuperación del testículo oscilan entre el 90% y el 100% si se corrige dentro de las 6 horas desde su inicio, mientras que disminuyen al 10% después de 12 a 24 horas. Es importante considerar una consulta quirúrgica inmediata para pacientes con alto riesgo de torsión, sin esperar a la confirmación mediante ecografía en caso de no estar fácilmente disponible. Se recomienda la realización de orquidopexia bilateral para reducir el riesgo de torsión contralateral. (1,2)

El objetivo de esta revisión de literatura es presentar información detallada acerca de la fisiopatología, diagnóstico y tratamiento de la torsión testicular, basada en la evidencia científica disponible, con el fin de facilitar la comprensión de la enfermedad y proporcionar recursos para su tratamiento efectivo.

Metodología:

El presente articulo trata de una revisión bibliográfica de carácter descriptivo. Para la cual se utilizaron 16 artículos seleccionados con los siguientes criterios de inclusión: artículos  en  los  idiomas  inglés  y español, con fechas de publicación desde el año  2018  hasta el  año  2023, a excepción de uno que se consideró de suma importancia para realizar la investigación. Se llevó a cabo mediante búsqueda de publicaciones, artículos de revistas científicas, metaanálisis, y revisiones sistémicas, procedentes de diferentes fuentes digitales, entre las que se encuentran Elsevier, PubMed y Google Scholar. Se utilizaron revisiones con énfasis en las palabras claves relacionadas, como: Torsión testicular, Dolor testicular, Urgencia médica, Infertilidad masculina, Urgencia médica.

Epidemiología:

Se estima que la torsión testicular es responsable del 10% al 15% de los casos de dolor testicular agudo en hombres, y su incidencia es de 3,8 casos por cada 100.000 hombres menores de 18 años. Esta afección es la causa más frecuente de pérdida testicular en hombres jóvenes y se presenta con mayor frecuencia en el lado izquierdo en comparación con otros trastornos del canal inguinal. Se observa un patrón bimodal en la aparición de la torsión testicular, siendo el primer pico en el período perinatal antes de los tres años y el segundo pico en la adolescencia, que es el más común. Aunque se desconoce su causa exacta, la elongación testicular y los niveles elevados de testosterona en la adolescencia se consideran factores de predisposición. (3)

Tipos de torsión testicular:

La torsión intravaginal es la forma más común de torsión testicular, que ocurre cuando el cordón espermático se tuerce dentro de la cápsula vaginal del escroto. En condiciones normales, la cápsula se adhiere a la superficie posterior del epidídimo y el testículo y se mantiene en posición vertical. (4)

La fijación anormal puede ocurrir cuando la cápsula vaginal se adhiere más cerca del cordón espermático, lo que hace que los testículos se mantengan nivelados y en movimiento, aumentando así el riesgo de torsión. Esta anomalía de la fijación se conoce como «deformidad en campanilla» o «repicar de campana» y afecta al 12% de los hombres, además de las manifestaciones bilaterales normales, según estudios cadavéricos. Durante la torsión, el cordón espermático puede girar desde 180° hasta más de 720°, y cuanto mayor sea el grado de rotación, más rápidamente se establecerá la isquemia, lo que resultará en tasas más altas de orquiectomía y atrofia testicular. (4,5)

La torsión extravaginal, por otro lado, ocurre principalmente en recién nacidos y se caracteriza por la rotación del cordón espermático fuera de la membrana vaginal. Durante el descenso testicular, la membrana vaginal no está firmemente adherida, lo que permite que la membrana y el testículo giren sobre el pedículo vascular. Este tipo de torsión puede llevar a un gran número de orquiectomías y atrofias testiculares, incluso si se realiza un tratamiento quirúrgico de manera precoz. (4,5)

Fisiopatología:

La torsión testicular es una emergencia médica que ocurre cuando el cordón espermático, que sostiene el testículo, se tuerce, lo que interrumpe el flujo sanguíneo al testículo y provoca isquemia. La isquemia resulta de la obstrucción del flujo sanguíneo arterial al testículo debido a la torsión del cordón espermático, y su consecuente reducción del aporte de oxígeno y nutrientes. La torsión del cordón espermático también interrumpe el drenaje venoso del testículo, lo que causa un aumento de la presión venosa, lo que puede agravar la isquemia. Si no se trata rápidamente, la torsión testicular puede provocar daño testicular permanente y la pérdida del testículo afectado. (6)

La torsión testicular puede ocurrir en cualquier momento de la vida, pero es más común en la adolescencia. La mayoría de los casos ocurren en hombres entre las edades de 12 y 18 años, aunque también puede ocurrir en recién nacidos, lactantes y hombres mayores. La torsión testicular se produce con mayor frecuencia en el testículo derecho, lo que puede deberse a la anatomía particular de la vena espermática derecha, que es más larga y se une al sistema venoso renal en un ángulo más agudo que la vena espermática izquierda. (7)

La torsión testicular puede ser idiopática o secundaria. La torsión idiopática es aquella que ocurre sin causa aparente. La torsión secundaria se produce como resultado de otras afecciones, como una infección o inflamación del testículo o epidídimo, traumatismo, actividad física intensa, entre otras. (8)

Manifestaciones clínicas:

La torsión testicular es una emergencia médica que se presenta cuando el cordón espermático que sostiene el testículo se tuerce, lo que puede interrumpir el flujo sanguíneo al testículo y provocar isquemia. Si no se trata rápidamente, la torsión testicular puede causar daño testicular permanente e incluso la pérdida del testículo afectado. Las manifestaciones clínicas de la torsión testicular pueden incluir:

  • Dolor testicular agudo e intenso: El dolor testicular es el síntoma principal de la torsión testicular. El dolor se describe como súbito e intenso, y puede presentarse de manera constante o intermitente. El dolor puede comenzar de manera repentina o progresar durante varias horas. La intensidad del dolor puede variar desde leve hasta severo. (9,10)
  • Inflamación del escroto: La torsión testicular puede causar hinchazón del escroto, que puede ser dolorosa al tacto. La inflamación del escroto puede ser unilateral (afectando solo un lado) o bilateral (afectando ambos lados). (9,10)
  • Cambio en la posición del testículo: El testículo afectado puede estar en una posición anormal. En algunos casos, el testículo afectado puede parecer más elevado que el testículo sano. También puede sentirse más firme y sensible al tacto. (9,10)
  • Enrojecimiento del escroto: La torsión testicular puede provocar enrojecimiento del escroto, que puede ser unilateral o bilateral. (9,10)
  • Náuseas y vómitos: El dolor intenso asociado con la torsión testicular puede causar náuseas y vómitos. (9,10)
  • Fiebre: En algunos casos, la torsión testicular puede estar asociada con una infección, como la orquitis. La orquitis es una inflamación del testículo que puede causar fiebre, dolor testicular y otros síntomas. (9,10)

Es importante tener en cuenta que no todos los pacientes con torsión testicular presentan todos los síntomas clásicos. En algunos casos, los pacientes pueden presentar solo uno o algunos de los síntomas mencionados anteriormente. Además, en algunos casos, los síntomas pueden ser similares a otras afecciones, como la epididimitis o la hidrocele.

Diagnóstico:

El diagnóstico de afecciones escrotales generalmente se basa en el examen clínico, por lo que es fundamental realizar una anamnesis y exploración física detallada. Es importante investigar la presencia de cambios en el tamaño de los testículos y la aparición de masas en el escroto o la ingle. También es necesario realizar un diagnóstico diferencial para descartar otras patologías testiculares, como hidrocele, quiste epidídimo, quiste folicular o tumor testicular. (9)

En casos de duda sobre la torsión testicular, las pruebas de imagen pueden resultar útiles. La ecografía Doppler, con una sensibilidad del 88,9% y una especificidad del 98,8%, puede evaluar el tamaño, la forma, la ecogenicidad y la perfusión de ambos testículos. Aunque esta técnica es rápida y económica, depende del operador y puede producir resultados falsos negativos, especialmente en niños pequeños, debido a la dificultad para evaluar el flujo dentro y alrededor del testículo. (9)

Cuando la torsión testicular está en una fase más avanzada, el eco-Doppler con color de flujo bajo es la técnica diagnóstica más efectiva, pero podría ser demasiado tarde para salvar el testículo. Si el testículo ya ha sufrido un infarto, la ecografía mostrará una disminución del flujo sanguíneo, una reducción en el tamaño y una pérdida de las estructuras ecogénicas normales en comparación con el testículo no afectado. (9)

Otra técnica utilizada para evaluar el flujo sanguíneo es la gammagrafía con radionúclidos, que implica la inyección intravenosa de un isótopo radioactivo para obtener imágenes del flujo sanguíneo en el área escrotal. Los isótopos pueden diferenciar entre una epididimitis, que muestra un aumento del flujo sanguíneo cerca del área inflamada, y una torsión testicular, que muestra una disminución del flujo sanguíneo en el testículo afectado. Sin embargo, debido a la disponibilidad, velocidad y ausencia de radiación, la ecografía Doppler sigue siendo la primera opción para obtener imágenes en estos casos. (9)

Diagnósticos diferenciales:

La epididimitis es una condición en la que hay una infección bacteriana que se extiende desde la vejiga y la uretra hasta el epidídimo, siguiendo un camino retrógrado a través de los conductos deferentes. Esta condición puede estar relacionada con infecciones del tracto urinario o uretritis, y los síntomas, como dolor y hinchazón, pueden tener un inicio lento que va de días a horas. Durante el examen físico, se puede observar un escroto indurado, eritematoso y blando, aunque el edema también puede dificultar la evaluación. (11)

Para el diagnóstico, se pueden realizar pruebas como un análisis de orina o una evaluación de infecciones virales previas, cambios genitourinarios, como el reflujo vesicoureteral o uréter ectópico. El tratamiento para la epididimitis es de apoyo con AINES (antiinflamatorios no esteroides), y en algunos casos, es importante complementar con antibióticos. (11)

En los adolescentes sexualmente activos, es importante sospechar Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia, pero también Mycoplasma, que son más frecuentes en niños pequeños. Para establecer un tratamiento adecuado, se puede realizar un test y cultivo de secreciones uretrales y administrar la antibioterapia necesaria. (3,11)

Torsión de los apéndices testicular: es es una de las principales causas de dolor agudo en el escroto y, al igual que la epididimitis y la orquiepididimitis, suele subdiagnosticarse.

Los apéndices testiculares incluyen diversas estructuras remanentes embrionarias, como el equinococo de Morgagni o testículo, que suele adherirse a la túnica albugínea en el polo superior del testículo; el apéndice epididimario de Morgagni o equinococosis, presente en la cabeza del epidídimo; los órganos de Paradídimus o Giraldés, derivados de la parte inferior del conducto de Wolf y localizados en el cordón espermático; y los vas aberrans u órganos de Haller, remanentes del cuerpo de Wölf, que se encuentran en la cola del epidídimo. (3,11)

En la mayoría de los casos, el dolor agudo en el escroto debido a la torsión de estas estructuras se debe al apéndice testicular y al apéndice epididimario, siendo este último el responsable del 95% de los casos. (3,11)

Se puede confundir la torsión de los apéndices testiculares con una torsión testicular, ya que ambos pueden presentar inicio súbito con náuseas y vómitos, pero en la torsión de los apéndices se puede palpar y observar enrojecimiento en un punto preciso, conocido como «signo del punto azul». Con el tiempo, la inflamación se extiende a la capa escrotal y dificulta el diagnóstico, pero una ecografía puede ayudar a diagnosticarlo a tiempo. El tratamiento es con AINES y medidas de confort. (3,11)

La Púrpura de Henoch-Schönlein: es un síndrome que afecta la piel, las articulaciones y el sistema digestivo, y puede presentar dolor en el escroto y el cordón umbilical en un tercio de los pacientes, especialmente en niños menores de 7 años. Este dolor se puede confundir con la torsión testicular, pero el eco Doppler mostrará un flujo sanguíneo testicular normal. Además, se pueden presentar otros síntomas como púrpura en la piel, dolor articular y hematuria. El tratamiento suele ser de apoyo, aunque los corticosteroides pueden ser útiles en algunos casos. (3,11)

Lesiones traumáticas en el escroto: El diagnóstico de lesiones traumáticas en el escroto se realiza mediante una evaluación completa de la historia clínica del paciente y un examen físico que puede revelar signos de hinchazón y hematomas. Se puede utilizar una ecografía para evaluar la integridad de la túnica albugínea, la cual debe ser reparada en caso de lesión para prevenir el riesgo de daño al otro testículo debido a mecanismos autoinmunes después de la pubertad. Si se presenta un gran hematoma entre la túnica albugínea y la membrana vaginal, se requiere drenaje para evitar la isquemia testicular. Aunque es poco común en niños, se deben buscar signos que puedan indicar abuso sexual. (3,11)

Edema escrotal idiopático: Este trastorno afecta principalmente a niños de entre 5 y 8 años, y se caracteriza por hinchazón y enrojecimiento insidiosos que comienzan en el área perineal o inguinal y se extienden hacia el semiescroto. A menudo se presenta con picazón, pero no causa dolor. Aunque en muchos casos está asociado con dermatitis de contacto, picaduras de insectos y lesiones leves, siempre es importante descartar celulitis. La ecografía Doppler suele mostrar un flujo sanguíneo intratesticular normal, con un ligero aumento de la vascularización de la pared escrotal que se puede detectar mediante una señal llamada «señal en eco Doppler transversal». El tratamiento para el edema escrotal idiopático consiste en placebo, antihistamínicos o corticosteroides tópicos. En caso de sospecha de celulitis, se pueden administrar antibióticos. (3,11)

Varicocele: Se refiere a una dilatación del plexo pampiniforme en el cordón espermático, siendo más común en el lado izquierdo y, por lo general, sin síntomas. Sin embargo, algunos niños pueden experimentar dolor testicular, especialmente durante la actividad física. El diagnóstico generalmente se realiza mediante examen físico, al sentir la expansión del plexo nervioso llamado «bolsillo del gusano» al palpar el escroto, especialmente durante la maniobra de Valsalva. El tratamiento suele ser innecesario a menos que haya dolor testicular o atrofia, en cuyo caso se puede requerir una varicocelectomía. (3,11)

Hernia inguinoescrotal: Una hernia ocurre cuando un órgano o tejido sobresale a través de una abertura anormal en los músculos de la pared abdominal o de la fascia. Durante la semana 13 de la vida intrauterina, ocurre el proceso vaginal como extensión del peritoneo parietal. Los testículos descienden desde el abdomen hasta el escroto entre los 7 y 9 meses de vida intrauterina. Por lo general, la protuberancia vaginal desaparece después de que los testículos hayan descendido. Sin embargo, si la abertura vaginal permanece abierta, se puede desarrollar una hernia inguinoescrotal, en la que el asa intestinal o el mesenterio sobresale hacia el escroto. (3,11)

La hernia inguinal indirecta es la forma más frecuente de hernia en niños, mientras que la hernia inguinal directa ocurre debido a una debilidad en el suelo del canal inguinal que permite la protrusión del contenido abdominal y líquido a través del anillo interno en una dirección medial a los vasos epigástricos. Esta afección es más común en bebés prematuros, especialmente en el lado derecho. El diagnóstico se puede realizar fácilmente mediante radiografías abdominales y ultrasonidos, y es importante realizar un diagnóstico diferencial con la torsión testicular en caso de hernias incarceradas. (3,11)

Hidrocele: es una acumulación de líquido alrededor de los testículos y puede presentarse en dos tipos: comunicante y no comunicante. El hidrocele comunicante se debe a la persistencia del proceso peritoneal-vaginal, donde solo se permite el paso de líquido y no de asas intestinales. En cambio, el hidrocele no comunicante es causado por la persistencia del proceso anterior, que está parcialmente obstruido por el anillo interno y el resto no desaparece completamente, lo que resulta en la acumulación de líquido proveniente de la membrana mesotelial vaginal debido a la inflamación de los testículos y el epidídimo. El hidrocele comunicante es más común en niños, mientras que el no comunicante es más frecuente en adolescentes. (3.11)

Tratamiento:

Restaurar el flujo sanguíneo hacia el testículo es el objetivo principal en casos de torsión testicular, ya que es importante preservar la función y la morfología del testículo, así como la espermatogénesis. Por lo tanto, si hay sospecha de torsión testicular, se debe realizar una exploración quirúrgica inmediata sin retraso. (12,13)

La técnica de elección es la incisión en el rafe medio del escroto. El primer paso es realizar la detorsión testicular en el lado afectado y colocar compresas húmedas alrededor. Luego, se explora el testículo contralateral mediante la disección del músculo dartos, la incisión y la eversión de la túnica vaginal para una exploración adecuada del testículo y el epidídimo. Después, se fija el testículo sano a la pared escrotal con una sutura no reabsorbible sin suturar la túnica vaginal. Por último, se realiza la fijación del testículo que se torsionó. (12,13)

En caso de no haber evidencia de sangrado activo o isquemia testicular, se optará por realizar una orquiectomía. No obstante, si se presenta sangrado y no se observa necrosis, se llevará a cabo la fijación del testículo y se verificará el flujo mediante un Eco-Doppler. Si la cirugía no es una opción inmediata, se puede intentar una detorsión manual. Para ello, es necesario administrar analgesia, sedación o bloqueo del cordón espermático para relajar las fibras musculares cremástericas. En algunos casos, los testículos pueden sufrir una torsión de más de 360 grados, lo que requiere más de una rotación para que giren libremente. Es importante destacar que esta técnica no debe reemplazar la exploración quirúrgica y solo debe utilizarse para aliviar el dolor. (12,13)

Consecuencias:

La atrofia testicular: es una complicación frecuente de la torsión testicular que se caracteriza por una disminución en el volumen testicular en más del 50% o un volumen menor del 25% en comparación con los testículos contralaterales, según las mediciones de Prader o el ultrasonido. En los humanos, la atrofia testicular grave puede presentarse en un lapso de cuatro horas cuando el grado de torsión supera los 360 grados, lo que provoca la obstrucción completa de la arteria.

Sin embargo, cuando la torsión no llega a los 360 grados, la obstrucción arterial es consecuencia del edema y la obstrucción del flujo venoso. Normalmente, la atrofia testicular es poco común durante las primeras ocho horas, pero se vuelve más frecuente después de este periodo. La lesión testicular parece ser el resultado de la isquemia y reperfusión, lo que activa el sistema de xantina oxidasa en las células del parénquima o los leucocitos que se adhieren a las paredes de las vénulas reperfundidas. (3, 14)

Esterilidad: La torsión unilateral en ratas ha demostrado causar lesiones bilaterales y disminución de la fertilidad, según estudios realizados. Se han propuesto múltiples mecanismos para explicar estos resultados, incluyendo causas inmunitarias, displasia congénita y daño testicular debido al reflejo vasoconstrictor. Se ha sugerido que la torsión puede destruir la barrera hematotesticular, permitiendo la liberación de antígenos espermáticos de los testículos dañados, lo que induce la formación de anticuerpos que pueden afectar al testículo no torsionado. (15,16)

En un porcentaje de entre el 10% y 20% de los pacientes con torsión testicular se pueden encontrar anticuerpos antitesticulares, pero su presencia no está relacionada con la infertilidad ni con ninguna otra enfermedad endocrina o exocrina. (15,16)

Se ha propuesto que la displasia congénita en el testículo no afectado puede explicar la presencia de semen anormal en pacientes con torsión testicular unilateral. Los estudios muestran que en un 88% de los casos, la biopsia del testículo contralateral durante el tratamiento de la torsión muestra anormalidades como descamación del epitelio, atrofia de células germinales y del estroma, y malformación de espermatocitos. Se cree que la lesión torsional en el lado no afectado es causada por el reflejo de vasoconstricción, controlado por las descargas del nervio genitofemoral generadas por la isquemia. (15,16)

Conclusiones:

La torsión testicular es una emergencia médica que requiere atención inmediata para evitar la pérdida del testículo y problemas a largo plazo como la infertilidad. Los síntomas característicos de la torsión testicular incluyen dolor testicular intenso, hinchazón y enrojecimiento. La torsión testicular puede ocurrir en cualquier edad, pero es más común en hombres jóvenes y adolescentes.

El diagnóstico se basa en la historia clínica, el examen físico y los resultados de las pruebas de imagen como el ultrasonido. El tratamiento inmediato incluye la detorsión manual y la cirugía para reparar la torsión y evitar la pérdida del testículo.

La torsión testicular puede llevar a complicaciones como la atrofia testicular y la infertilidad. Además, la torsión unilateral puede causar lesiones bilaterales y disminuir la fertilidad debido a mecanismos como causas inmunitarias, displasia congénita y daño testicular debido al reflejo vasoconstrictor.

Existen varias opciones de tratamiento para reducir el daño causado por la torsión testicular, incluyendo el enfriamiento de los testículos, la inmunosupresión, la simpatectomía química, el uso de fármacos como verapamilo, tensioactivos, alopurinol, factores inhibidores plaquetarios, oxígeno hiperbárico, esteroides, ciclosporina, azatioprina, capsaicina, bromhidrato de 6-hidroxidopamina, monosulfato de guanidina y óxido nítrico.

Ver anexo

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