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Administración segura de hemoderivados

Administración segura de hemoderivados

La administración de hemoderivados es una práctica frecuente en las unidades hospitalarias llevadas a cabo por el personal de enfermería.

  María Torralba Elia (Graduada en Enfermería)

    Sara Torralba Sánchez  (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Marta Villagrasa Alloza (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Raquel Valiente Castillo (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Jésica Sanz Rosa (Graduada en Enfermería)

RESUMEN

Este proceso puede tener consecuencias catastróficas en caso de que este procedimiento se realice de manera incorrecta. Pese a ser un procedimiento multidisciplinar, es el personal de enfermería el que tiene un papel fundamental a pie de cama.

Los efectos adversos de la transfusión de los hemoderivados requieren unos protocolos actualizados del procedimiento, con el fin de minimizar los errores derivados de esta acción y, de este modo, aumentar la calidad asistencial y la seguridad del paciente.

PALABRAS CLAVE

Transfusión sanguínea, personal de enfermería

KEY WORDS

Blood transfusión, nursing staff

INTRODUCCIÓN

Según la OMS una transfusión de sangre es la “transferencia de sangre o componentes sanguíneos de un sujeto (donante) a otro (receptor). Una transfusión de sangre puede salvar la vida del paciente, de ahí la necesidad de que los servicios de salud procuren mantener un suministro adecuado de sangre segura y garantizar que se utilice como corresponde”

Se trata de un procedimiento terapéutico que permite mejorar la calidad y expectativa de vida, así como salvar millones de vidas cada año.

Se basa en el aporte de los componentes sanguíneos a partir de donaciones altruistas. Según datos de la OMS, se realiza la donación de 112,5 millones de unidades de sangre al año, viniendo principalmente de países con alto nivel de ingresos.

Es por ello por lo que disponer de donantes de manera regular permite un suministro suficiente de componentes sanguíneos. Aquellos donantes que realizan donaciones periódicas y altruistas son los que tienen menor prevalencia de infecciones transmisibles por la sangre.

En la actualidad antes de iniciar la donación se realiza una exclusión de donantes y diversos estudios para la detección de virus, pese a ésto es una técnica que conlleva riesgos de morbimortalidad.

Los gastos asociados a la transfusión de sangre también son elevados, aunque la donación sea de manera altruista, las técnicas a realizar para la separación de los hemoderivados así como los análisis serológicos, conservación y distribución suponen un gasto importante.

Este procedimiento terapéutico debe realizarse únicamente cuando se encuentre justificado ya que se expone a los pacientes a un riesgo, en ocasiones, innecesario de infecciones, como el VIH y hepatitis, y reacciones tranfusionales graves.

Debido a la gravedad de los errores que se puedan cometer en la transfusión de hemoderivados, es necesario estandarizar el proceso, formar al personal de la unidad y prevenir los errores que puedan realizarse en cada una de las etapas de la transfusión, desde la extracción hasta la administración.  El error humano es la causa principal de los efectos adversos que sufren los receptores de los hemoderivados.

ADMINISTRACIÓN DE HEMODERIVADOS

  1. IDENTIFICACIÓN DEL PACIENTE

Comprobando su nombre y datos completos con la pulsera de identificación del receptor.

Se requiere especial atención en este paso cuando se realizan transfusiones simultáneas a varios pacientes.

  1. COMPROBACIÓN DEL PRODUCTO SANGUÍNEO.

Observar en primer lugar el aspecto e integridad de la bolsa que contiene el hemoderivado y la fecha de expiración del producto.

Verificar que no existen discrepancias entre los datos del receptor que se encuentran en el etiquetado de la bolsa del hemoderivado y el paciente al que vamos a transfundir.

Comprobar que el número del componente sanguíneo situado en la etiqueta del hemoderivado se corresponde con el dispensado por el banco de sangre del hospital.

En caso de transfusión de concentrado de hematíes, confirmación del grupo ABO y RH  de la bolsa y del receptor y la compatibilidad.

  1. EVALUAR EL ESTADO ACTUAL DEL PACIENTE

Se deben tomar las constantes vitales del paciente antes de iniciar el procedimiento, así como comprobar sus antecedentes transfusionales en caso de tenerlos.

Premedicar al paciente en caso de que así este prescrito para evitar posibles reacciones adversas.

Explicar el procedimiento a realizar antes de comenzar

  1. INICIAR LA TRANSUFIÓN

Lavado de manos y uso de guantes antes de realizar la conexión y desconexión del componente sanguíneo.

Si la transfusión se va a realizar a través de una vía periférica, se recomiendan venas distales o de mayor calibre con catéteres del nº 18 o 20.

En caso de un catéter venoso central implantable (reservorio), se realizará la punción con una aguja tipo huber y se conectara al sistema de infusión mediante una llave de tres vías. Esto mismo se realizará en caso de disponer de catéter tipo Hickman.

Se debe realizar un control más exhaustivo durante los primeros minutos tras iniciar la transfusión, para detectar posibles efectos adversos, así como verificar periódicamente que la transfusión trascurre con normalidad

Durante la transfusión, si se precisa administrar medicamentos se deberá llevar a cabo por otra vía venosa. Los hemocomponentes son compatibles con suero fisiológico, albumina al 5% por la misma vía venosa.

Nunca debe suministrarse simultáneamente Ringer lactato u otros productos que lleven calcio ya que se produce microagregación.

  1. TIEMPOS DE INFUSIÓN

Al iniciar la transfusión de cualquier hemoderivado debe comenzarse con un ritmo de infusión lento con el fin de detectar precozmente cualquier efecto adverso sufrido por el paciente.

Una bolsa de sangre, total o un concentrado de hematíes, debe transfundirse en un tiempo máximo de 4 horas, siendo la duración ideal de entre 60 y 180 minutos.

El tiempo de infusión de las plaquetas debería ser de 20-30 minutos, el mismo tiempo que se requiere para el plasma fresco congelado

  1. CUANDO FINALIZA LA TRANSFUSIÓN

Registro del procedimiento según protocolo y unidad de trabajo incluyendo en la historia clínica el número de hemocomponente transfundido, las horas de inicio y fin y si ha ocurrido algún incidente durante el proceso.

La bolsa del componente se desechará en el contendor apropiado, siempre con el uso de guantes.

  1. EN CASO DE EFECTO ADVERSO

  • Se debe suspender inmediatamente la transfusión del hemoderivado manteniendo permeable la vía venosa.
  • Acto seguido se debe poner en conocimiento del médico responsable.
  • Toma de constantes vitales y administración de medicación prescrita.
  • Debe revisarse que los datos del componente sanguíneo y el receptor son correctos y no se ha cometido un error en la identificación.
  • Dar aviso al servicio encargado de las transfusiones en el hospital.
  • Registro del evento acontecido.

Es obligatorio la notificación por parte del personal correspondiente de las reacciones transfusionales al Ministerio de Sanidad para su estudio y prevención.

Entre las complicaciones adversas agudas encontramos la reacción hemolítica aguda, reacción febril no hemolítica, reacción alérgica, lesión pulmonar aguda asociada a transfusión, aloinmunización con destrucción plaquetaria inmediata, contaminación bacteriana, sobrecarga circulatoria y reacciones hipotensivas

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