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Alternativas a la epidural en el proceso del parto natural

Alternativas a la epidural en el proceso del parto natural

Durante los últimos años el uso de la epidural para aliviar el dolor del parto ha sido una de las técnicas más utilizadas en la mayoría de las maternidades de España. No obstante, recientemente varios hospitales empiezan a ofertar alternativas diferentes a la epidural contra el dolor del parto. Diversas técnicas farmacológicas y no farmacológicas contribuyen a mejorar el bienestar físico y emocional de las parturientas. Son tratamientos alternativas a la tan idealizada epidural. Varios estudios han demostrado su alta eficacia como medidas complementarias para sobrellevar el dolor en el momento de dar a luz.

Alternativas a la epidural en el proceso del parto natural

AUTORES

Leire Erro Barbarin. Silvia Barbarin Sainz de Murieta. Andrea Barbarin Sainz de Murieta. Diplomadas Universitarias en Enfermería. Complejo Hospitalario de Navarra.

PALABRAS CLAVE: parto natural, analgesia, manejo del dolor, técnicas de alivio de dolor.

RESUMEN

Hoy en día existen diversas técnicas farmacológicas y no farmacológicas que ayudan a sobrellevar el dolor del parto, varias posibilidades para poder afrontar el estrés y el dolor. Actualmente la mayoría de las mujeres opta por utilizar la analgesia epidural como herramienta de alivio frente al dolor, ya sea por miedo, desconocimiento o falta de otras terapias alternativas en sus hospitales. La principal ventaja de la epidural radica en que consigue eliminar el dolor de forma completa pero como gran inconveniente puede incrementar discretamente la duración del periodo expulsivo y la necesidad de un parto instrumentalizado. Lo ideal sería no interferir en el proceso del parto excepto cuando sea necesario, ya que toda intervención conlleva alteraciones del proceso fisiológico normal.

INTRODUCCIÓN

La principal causa de dolor en un parto normal es el síndrome miedo-tensión-dolor. La primera misión del dolor gira en torno a la necesidad de que la mujer sepa que el parto ha comenzado, de forma que pueda retirarse a un lugar seguro mientras se desarrolla el proceso. La necesidad de un lugar seguro es crucial para el bienestar tanto de la madre como del niño, ya que ambos están inmovilizados y son vulnerables cuando acontece e inmediatamente después (Odent, 1994). La mayoría de las mujeres occidentales se trasladan a los centros hospitalarios para dar a luz y es por ello, que se ve aumentado el miedo, pudiendo obstaculizar el proceso del parto. En la mayoría de los casos es la mujer quien pide insistentemente la analgesia epidural al llegar al hospital por miedo al dolor o desconocimiento de tratamientos alternativos. Lo ideal sería no interferir en el proceso del parto excepto cuando sea necesario, ya que toda intervención conlleva alteraciones del proceso fisiológico normal.

En el parto, la analgesia epidural se utiliza como método de alivio de dolor de las contracciones. Técnica invasiva que consiste en la inyección de anestésicos locales para bloquear un grupo de nervios de una región del cuerpo. La medicación se administra mediante un catéter por fuera de la duramadre, en el espacio epidural a nivel de las vértebras lumbares, por el que se administran varias dosis o perfusión continúa de anestésico local. En un parto natural su administración se recomienda una vez que el parto se ha instaurado: contracciones rítmicas e intensas, 3-4 cm de dilatación y con el cuello del útero borrado al menos de la mitad. La finalidad principal de la epidural consiste en aliviar el dolor del parto en el proceso de dilatación, si el parto está muy avanzado puede no merecer la pena su administración (8-9 cm) ya que al tardar un poco en iniciar su efecto la mujer puede encontrarse ya en la fase expulsiva.

La analgesia epidural es un tratamiento farmacológico muy efectivo para el alivio del dolor, pero no se debe olvidar que su administración conlleva riesgos y a la posible aparición de efectos secundarios. Los efectos secundarios a su administración se pueden clasificar en tres grupos: relacionados con la técnica (hipotensión arterial, punción accidental de la duramadre, infección en la zona de punción y dolor en el lugar de punción tras el parto), relacionados con su interferencia en el proceso del parto (disminución de las contracciones, expulsivo más largo por la poca movilidad, malposición del bebé al disminuir la movilidad materna con aumento de partos instrumentales, alteración de la frecuencia cardíaca fetal relacionada directamente con la bajada de la tensión arterial de la madre, incremento de la posibilidad de sufrir fiebre intraparto y disminución del aporte natural de endorfinas al bebé con aumento de su percepción de dolor) y relacionados con la dificultad en el establecimiento de la lactancia materna (favorece el edema de mamas por aumento del aporte de sueroterapia endovenosa, falta de endorfinas en el calostro y algunos bebés pueden nacer muy adormilados por el efecto de los fármacos administrados a la madre con disminución de su necesidad de amamantar y disminuyendo a su vez la producción de leche materna por falta de succión).

Resulta de suma importancia informar claramente a la mujer tanto de las ventajas que ofrece la epidural como también de sus posibles inconvenientes, al igual que de la existencia de otros métodos alternativos para el alivio del dolor. Un número elevado de mujeres se inclinan por el uso de métodos no invasivos de alivio de dolor. Además, muchas mujeres reconocen que merece la pena sobrellevar el dolor del parto si ello es más saludable para el bebé. Prevenir posibles daños hacia los bebes pasa porque las mujeres asuman que el dolor es un componente necesario del parto.

Durante los últimos años el uso de la epidural para aliviar el dolor del parto ha sido una de las técnicas más utilizadas en la mayoría de las maternidades de España. No obstante, recientemente varios hospitales empiezan a ofertar alternativas diferentes a la epidural contra el dolor del parto. Diversas técnicas farmacológicas y no farmacológicas contribuyen a mejorar el bienestar físico y emocional de las parturientas. Son tratamientos alternativas a la tan idealizada epidural. Varios estudios han demostrado su alta eficacia como medidas complementarias para sobrellevar el dolor en el momento de dar a luz.

PARTO NATURAL

El parto natural es un proceso fisiológico y dinámico que anuncia el nacimiento de un bebe. Se considera que una mujer inicia el parto con la aparición de contracciones uterinas regulares, que van aumentando en intensidad y frecuencia, acompañadas de cambios fisiológicos en el cuello uterino. El proceso del parto natural se divide en varias fases. Cada fase tiene unas características diferentes y el ritmo y la duración de cada una varia de una mujer a otra, de un parto a otro.

  1. Periodo de Pródromos o preparto: Etapa previa al parto. Es un periodo que puede durar horas o días. Es muy diferente de una mujer a otra y en la misma mujer puede diferir mucho de un parto a otro, es decir, cada mujer puede experimentarlo de manera distinta en su aparición y