Análisis de las preferencias y percepciones sobre el uso de Stevia en pacientes hospitalarios con y sin obesidad
Autor principal: José Eduardo Sánchez-Ortega
Vol. XVIII; nº 24; 1123
Analysis of preferences and perceptions regarding the use of stevia in hospitalized patients with and without obesity
Fecha de recepción: 20/11/2023
Fecha de aceptación: 22/12/2023
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 24 Segunda quincena de Diciembre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 24; 1123
Autores:
José Eduardo, Sánchez-Ortega1; Arcadio, Hernández-Nuño1; Hugo David, Rodríguez-Jiménez1; Víctor Manuel, Zamora-Gasga1*
1Universidad Vizcaya de las Américas, Campus Tepic. Licenciatura en Nutrición. Miñón No. 7 Col. Centro C.P. 63000 Tepic, Nayarit, México
Resumen
Introducción: El interés actual en edulcorantes, naturales y artificiales, ha crecido por sus efectos en la pérdida de peso y el control glucémico, intensificado por la creciente preocupación global por la obesidad. La Stevia, edulcorante natural, ha ganado prominencia. Objetivo: El estudio evaluó el uso de Stevia como edulcorante en pacientes con y sin obesidad en el Hospital Civil de Tepic «Dr. Antonio González Guevara». Metodología: Se realizó un estudio observacional y descriptivo con 54 participantes mayores de edad, hospitalizados en el servicio de medicina interna. Se aplicó un cuestionario sobre el consumo de Stevia con 14 preguntas de opción múltiple. Resultados: Resultados revelaron que el 56% de las mujeres encuestadas tenía obesidad, el 36% de Tepic. El 48% con educación preparatoria mostraba obesidad y el 84% padecía hipertensión arterial y obesidad. La relación entre obesidad y consumo de Stevia resalta como crucial en la gestión de la salud en poblaciones de riesgo. Sobre el conocimiento de Stevia, el 80% de los pacientes obesos no la conocía, y el 80% solo conocía Splenda. En consumo, el 100% de los pacientes con obesidad conocía Stevia en polvo, y el 60% de ambos grupos consumían 5 g de Stevia. El 60% de los pacientes con obesidad mencionó conocer beneficios en su salud, y el 40% informó conocer mejoras en el control de glucosa. Splenda Naturals fue la marca más consumida, preferida por el 33.33% de los pacientes obesos. Conclusión: El estudio destaca la falta de conocimiento sobre Stevia entre pacientes obesos, a pesar de beneficios informados. La preferencia por Splenda Naturals señala la necesidad de mejorar la educación sobre alternativas saludables, subrayando la importancia de información precisa en entornos hospitalarios.
Palabras clave: Preferencias, Percepciones, Stevia, Edulcorantes, Obesidad.
Abstract
Introduction: The current interest in sweeteners, both natural and artificial, has grown due to their effects on weight loss and glycemic control, heightened by the increasing global concern for obesity. Stevia, a natural sweetener, has gained prominence. Objective: The study assessed the use of Stevia as a sweetener in patients with and without obesity at the Civil Hospital of Tepic «Dr. Antonio González Guevara.» Methodology: An observational and descriptive study was conducted with 54 adult participants hospitalized in the internal medicine department. A questionnaire on Stevia consumption with 14 multiple-choice questions was administered. Results: The results revealed that 56% of the surveyed women had obesity, with 36% from Tepic. Among participants with a high school education, 48% showed obesity, and 84% suffered from both hypertension and obesity. The connection between obesity and Stevia consumption emerges as crucial in managing health in at-risk populations. Regarding Stevia knowledge, 80% of obese patients were unfamiliar, with 80% only recognizing Splenda. In terms of consumption, 100% of obese patients knew about Stevia powder, and 60% in both groups consumed 5g of Stevia. 60% of obese patients reported experiencing health benefits, with 40% noting improvements in glucose control. Splenda Naturals emerged as the most consumed brand, preferred by 33.33% of obese patients. Conclusion: The study emphasizes a lack of knowledge about Stevia among obese patients, despite reported benefits. The preference for Splenda Naturals underscores the need to enhance education on healthy alternatives, emphasizing the importance of accurate information in hospital environments.
Keywords: Preferences, Perceptions, Stevia, Sweeteners, Obesity.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Introducción
El sobrepeso y la obesidad representan el problema de salud pública más importante en México, afectando a personas desde la infancia hasta la edad adulta. Son el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, las dislipidemias, las enfermedades cardiovasculares, las afecciones osteoarticulares, la enfermedad renal y ciertos tipos de cáncer, incluyendo el de mama, próstata y colon, así como la apnea del sueño, entre otras (1)
El sobrepeso y la obesidad se definen como la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. La causa fundamental de estos problemas radica en un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas. A nivel mundial, ha aumentado el consumo de alimentos altos en calorías y ricos en grasas, mientras que la actividad física ha disminuido (2). La obesidad se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la salud pública, con un crecimiento notable en las últimas décadas, convirtiéndose en una epidemia global que afecta a países desarrollados y en desarrollo por igual (3)
En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2018-19) identificó la obesidad como una pandemia hace 20 años. Además, indicó que el 36.1% de los adultos encuestados padecen obesidad (4). En 2012, la encuesta ENSANUT mencionó que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población mayor de 20 años en el estado de Nayarit fue del 73.7% en hombres y del 72.1% en mujeres. También se informó que la prevalencia de obesidad fue del 31%, siendo más baja en hombres (27.8%) que en mujeres (36.5%), mientras que la prevalencia de sobrepeso fue similar en ambos sexos: 45.9% en hombres y 35.6% en mujeres (5). En cuanto al tratamiento nutricional para estos padecimientos, se recomienda una dieta moderadamente hipocalórica. La pérdida de peso recomendada es de 0.5-1 kg por semana, sostenida en el tiempo, y estas dietas suelen ser moderadamente ricas en proteínas para aumentar la saciedad del paciente. Este enfoque permite una pérdida de peso al moderar la ingesta de proteínas, lípidos y carbohidratos (6). Seguir una alimentación adecuada según las condiciones fisiopatológicas permitirá a los pacientes tener un control adecuado, corregir alteraciones metabólicas, prevenir complicaciones agudas y reducir el riesgo de enfermedades crónicas (7). Una alternativa para llevar a cabo estas dietas es reducir el consumo de azúcares y utilizar edulcorantes no calóricos, que ofrecen una buena opción para sustituir el sabor dulce sin aportar calorías adicionales de carbohidratos simples. Sin embargo, es importante destacar que su consumo debe ir acompañado de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, ya que no son una solución única para el control de peso (8). La Norma Oficial Mexicana NOM 015-SSA2-2010 considera a los edulcorantes naturales no calóricos como endulzantes potentes con un aporte energético mínimo y que no afectan los niveles de insulina o glucosa en el suero (9).
Los edulcorantes naturales no calóricos, como la Stevia y el fruto del monje, no tienen un índice glucémico (no alteran los niveles de glucosa en sangre ya que no son carbohidratos). Su extracción proviene de plantas y se consideran edulcorantes de alta intensidad, ya que su capacidad para endulzar los alimentos es mucho mayor que la sacarosa (10). El poder edulcorante de estos edulcorantes naturales es de 110 a 300 veces mayor que el de la sacarosa, y su potencial uso es muy versátil.
Numerosos estudios han demostrado los beneficios preventivos y correctivos del extracto de Stevia cuando se consume de forma continua, y no existen evidencias de efectos adversos (11). A nivel mundial, las investigaciones se han centrado en los extractos obtenidos de las hojas de la planta de Stevia, que se convierten en un polvo blanco que contiene glucósidos de esteviol. Estos glucósidos se utilizan como edulcorantes naturales, sin calorías y sin sacarosa, en una amplia gama de alimentos para consumo humano. En la planta de Stevia, los glucósidos de esteviol se acumulan principalmente en las hojas, seguidos de los tallos, las semillas y las raíces. El glucósido más abundante es el esteviósido, que es más dulce que la sacarosa (12). En un estudio sobre el uso de Stevia para el control de peso, se evaluaron los efectos de la Stevia en la ingesta de alimentos, la saciedad, los niveles de glucosa y de insulina en comparación con el aspartamo y la sacarosa. Durante tres días, 40 individuos (19 con peso normal y 12 obesos, de edades comprendidas entre los 18 y 50 años) recibieron una precarga de cada edulcorante (Stevia 290 kcal, Aspartamo 290 kcal, Sacarosa 493 kcal) 20 minutos antes de cada comida (desayuno, almuerzo y cena). Además, se midieron los niveles de glucosa en personas que recibieron las precargas. Se observó que las personas que consumieron Stevia consumieron la misma cantidad de alimentos que las que recibieron sacarosa, lo que resultó en la misma sensación de saciedad a pesar de la ingesta de menos calorías. También se observó una reducción en los niveles de glucosa e insulina después de las comidas en aquellos que consumieron Stevia, además de una pérdida de peso de 1 kg (13). Una de las soluciones que ofrecen los edulcorantes no calóricos en la dieta es la reducción de calorías en comparación con la sacarosa. Pueden ser un buen complemento para moderar el consumo de azúcar. Sin embargo, debido a su mayor poder edulcorante en comparación con el azúcar, los edulcorantes naturales pueden parecer insuficientemente dulces, lo que podría llevar a un aumento en su consumo (14). A pesar de los beneficios de la Stevia, se sabe poco sobre su potencial uso en pacientes hospitalizados. Por esta razón, el objetivo de este estudio fue evaluar el uso de la Stevia como edulcorante natural en pacientes con y sin obesidad en el Hospital Civil de Tepic «Dr. Antonio González Guevara».
Materiales y métodos
Se realizó un estudio observacional y descriptivo que incluyó a un total de 54 participantes mayores de edad con (n=25) y sin (n=29) obesidad. Estos pacientes estaban ingresados en el servicio de medicina interna del Hospital Civil Dr. Antonio González Guevara en la ciudad de Tepic, Nayarit, México. Las entrevistas se llevaron a cabo durante el horario de 8:00 a 14:00 horas, de lunes a viernes, en un período que abarcó desde el 12 de enero de 2023 hasta el 23 de febrero de 2023. Los participantes en el estudio eran residentes del estado de Nayarit y provenían de diferentes municipios, incluyendo Tepic, Santiago, Ruiz, Tuxpan, Compostela, San Blas, Ixtlán del Río, Ruiz y Acaponeta.
Técnica e instrumentos
A cada uno de los 54 participantes se les aplicó la encuesta mediante entrevistas con la asistencia de sus familiares, dado que se encontraban hospitalizados. Se empleó un cuestionario validado que constaba de 14 ítems; todas las preguntas eran de fácil comprensión para los pacientes, y las respuestas se presentaban en formato de opción múltiple. La entrevista se llevó a cabo utilizando un formato verificado obtenido de la tesis titulada ‘Diseño y validación de un instrumento sobre el consumo de Stevia rebaudiana bertoni como edulcorante en alimentos’ (15).
Análisis estadístico de los datos
Los datos de las variables categóricas se representaron como la frecuencia absoluta y el porcentaje. La prueba Chi-cuadrada (χ2) se utilizó para determinar la asociación entre variables categóricas. Para el análisis de los datos se utilizó el programa STATISTICA versión 12 (Statsoft, Inc 1984-2014, Tulsa, USA) con un nivel de confianza del 95%.
Resultados y discusión
En el marco de esta investigación, se analizó a fondo la relación entre la obesidad y diversas variables demográficas en una muestra de 54 participantes. Según los resultados presentados en la Tabla 1, se destacan algunos hallazgos relevantes. En términos de género, la prevalencia de obesidad fue notablemente más alta en mujeres, con un 56.00%, en comparación con los hombres, que registraron un 44.00%. Aunque esta diferencia no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.753), sugiere una tendencia que merece una atención más detenida. Respecto al lugar de residencia, el municipio de Tepic mostró una prevalencia del 36.00% en el grupo con obesidad, ligeramente superior al 31.03% en el grupo sin obesidad. En la categoría «otros» —que incluye varios municipios—, se observó una prevalencia más baja en el grupo con obesidad (20.00%) en comparación con el grupo sin obesidad (37.93%). La diferencia global no fue estadísticamente significativa (valor p = 0.176), pero resalta ciertas variaciones geográficas que podrían merecer un análisis más profundo. En relación con el nivel educativo, los participantes con educación preparatoria completa mostraron la mayor prevalencia de obesidad en el grupo con obesidad, con un 48.00%, mientras que en el grupo sin obesidad fue del 24.14%. Aunque esta diferencia no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.453), señala una posible asociación entre la obesidad y ciertos niveles educativos. Estos resultados, derivados de la Tabla 1, ofrecen una visión integral de la distribución de la obesidad en la muestra, subrayando tendencias significativas que podrían ser fundamentales para futuras investigaciones y estrategias de salud pública.
Por otro lado, se examinaron los diagnósticos de enfermedades crónico-degenerativas en una muestra de pacientes, categorizados según su condición de obesidad o no obesidad, como se presenta en la Tabla 2. En cuanto al diagnóstico de hipertensión, se observó que el 84.00% de los pacientes con obesidad afirmaron tener este diagnóstico, en comparación con el 62.07% de los pacientes sin obesidad. Esta diferencia mostró una tendencia significativa, aunque no alcanzó la significancia estadística convencional (valor p = 0.072). En relación con el diagnóstico de colesterol, los resultados destacan que el 64.00% de los pacientes con obesidad no reportaron este diagnóstico, mientras que, en el grupo sin obesidad, el 86.21% indicó no tener dicho diagnóstico. Por otro lado, el 36.00% de los pacientes con obesidad y el 13.79% de los pacientes sin obesidad afirmaron tener un diagnóstico de colesterol. Esta diferencia fue cercana a la significancia estadística (valor p = 0.057), subrayando una posible relación entre la obesidad y el diagnóstico de colesterol. En lo que respecta a la enfermedad renal crónica, se observó que el 40.00% de los pacientes con obesidad reportaron este diagnóstico, en comparación con el 51.72% de los pacientes sin obesidad. Sin embargo, esta diferencia no alcanzó la significancia estadística (valor p = 0.388). De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición publicada en al 2022 (ENSANUT 2022), el 38.3% de la población padece obesidad (16). Por otro lado en la encuesta ENSANUT de medio camino de 2016 menciona que el 25.5% de los adultos son diagnosticados con hipertensión arterial (17). Estos resultados proporcionan una visión detallada de la prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas en pacientes con y sin obesidad, destacando la posible asociación entre la obesidad y los diagnósticos de hipertensión y colesterol.
Además, se exploró el conocimiento de la población encuestada sobre edulcorantes, diferenciando entre aquellos con obesidad y sin obesidad, según se presenta en la Tabla 3. En relación con el conocimiento de Stevia, se destacó que el 80.00% de los participantes con obesidad afirmaron conocer este edulcorante, mientras que, en el grupo sin obesidad, este porcentaje fue ligeramente menor, con un 58.62%. Aunque la diferencia no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.916), la disparidad en los porcentajes resalta una variabilidad en el conocimiento de Stevia entre ambos grupos. En cuanto al conocimiento de Splenda, nuevamente se observó un patrón similar. El 80.00% de los participantes con obesidad indicaron conocer Splenda, en comparación con el 55.17% en el grupo sin obesidad. A pesar de que la diferencia no fue estadísticamente significativa (valor p = 0.536), sugiere que el conocimiento de Splenda podría ser más prevalente entre aquellos con obesidad. En el caso del conocimiento del Aspartame, la mayoría de los participantes, tanto con obesidad como sin obesidad, afirmaron no conocer este edulcorante. El 96.00% de los participantes con obesidad y el 96.55% en el grupo sin obesidad indicaron desconocer el Aspartame. Aunque hubo una pequeña diferencia en los porcentajes, esta no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.914). Estos resultados revelan que, en general, existe un conocimiento variable sobre los edulcorantes, siendo Stevia y Splenda más reconocidos por aquellos con obesidad. Sin embargo, es crucial señalar que la falta de conocimiento sobre algunos edulcorantes, como el Aspartame, fue común en ambos grupos. En un estudio realizado México para promover el uso correcto de edulcorantes, donde demuestra que el 91% de los pacientes encuestados utilizan edulcorantes para endulzar sus alimentos (18)
En el análisis detallado del consumo y las cantidades de Stevia utilizadas por los entrevistados, se observaron resultados significativos que proporcionan percepciones relevantes, como se presenta en la Tabla 4. En relación con la presentación de Stevia utilizada, se encontró que el 86.67% de los participantes con obesidad preferían la presentación en polvo, mientras que, en el grupo sin obesidad, el 100.00% optaba por esta misma presentación. Aunque la diferencia no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.228), la preferencia por la presentación en polvo fue evidente en ambos grupos. En cuanto a la cantidad de Stevia utilizada, no se observaron diferencias significativas entre los participantes con y sin obesidad. El 60.00% de ambos grupos consumía 5g de Stevia, siendo la cantidad más común. Se registraron pequeñas variaciones en otras cantidades, como 4gotas, 10g, 1g y 3 gotas, aunque estas diferencias no alcanzaron significancia estadística (valor p = 0.796). Al evaluar la frecuencia de consumo, se destacó que el 53.33% de los participantes con obesidad preferían consumir Stevia dos veces al día, mientras que, en el grupo sin obesidad, el 40.00% optaba por la misma frecuencia. Aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (valor p = 0.227), señala una tendencia interesante en las elecciones de consumo entre ambos grupos. Estos resultados resaltan la prevalencia del uso de Stevia en presentación en polvo y la consistencia en las cantidades y frecuencias de consumo entre los participantes con y sin obesidad, proporcionando una visión más completa de los hábitos relacionados con este edulcorante.
En el análisis de los efectos del consumo de Stevia, se observaron resultados que brindan información relevante sobre los beneficios y posibles efectos secundarios asociados, como se presenta en la Tabla 5. En relación con los beneficios percibidos en la salud, se destacó que el 60.00% de los participantes con obesidad informaron experimentar beneficios, mientras que, en el grupo sin obesidad, este porcentaje fue del 40.00%. Aunque la diferencia no alcanzó significancia estadística (valor p = 0.618), señala una tendencia interesante en los efectos positivos percibidos en ambos grupos. En cuanto a los efectos del consumo de Stevia, no se observaron diferencias significativas entre los participantes con y sin obesidad. La mayoría de los participantes, tanto con obesidad como sin ella, informaron que no experimentaron efectos secundarios (40.00% y 60.00%, respectivamente). Además, el 40.00% en ambos grupos mencionó el control de glucosa como un efecto positivo. Otros efectos secundarios, como control de glucosa y presión arterial, control de peso y síntomas específicos, fueron mencionados por un porcentaje menor de participantes, sin alcanzar significancia estadística (valor p = 0.475). En cuanto a los síntomas asociados al consumo de Stevia, la mayoría de los participantes, tanto con obesidad como sin ella, reportaron no experimentar ningún síntoma (66.67% y 70.00%, respectivamente). Otros síntomas, como náuseas, dolor de cabeza y vómitos, fueron mencionados por un porcentaje menor de participantes en ambos grupos, sin alcanzar significancia estadística (valor p = 0.584). En relación con posibles cambios en el tratamiento, no se observaron diferencias significativas entre los participantes con y sin obesidad. La mayoría de los participantes en ambos grupos indicaron no haber realizado cambios en su tratamiento médico (33.33% y 40.00%, respectivamente). Otros mencionaron el uso normal de medicamentos junto con Stevia, y una minoría mencionó haber disminuido la dosis de medicamentos, sin alcanzar significancia estadística (valor p = 0.533). Estos resultados proporcionan percepciones valiosas sobre los beneficios y efectos del consumo de Stevia, destacando la consistencia en las respuestas entre los participantes con y sin obesidad. En una muestra estudiada que incluyo a 332 adultos de tres poblaciones; jóvenes, adultos del hospital Ajusco y hospital Ángeles a quienes se les pregunto si la ingesta de edulcorantes no nutritivos se hace para evitar subir de peso y la respuesta fue positiva en 30%, 15% y 5%. Destacando la población de jóvenes la que busca con mayor frecuencia este beneficio(19)
En el análisis de las preferencias en cuanto a marcas y presentación sobre el consumo de Stevia, se destacaron resultados que ofrecen información valiosa sobre las elecciones de los participantes, como se muestra en la Tabla 6. En términos de la marca utilizada, no se observó independencia significativa entre los participantes con y sin obesidad (valor p = 0.453). Sin embargo, la marca más utilizada por los participantes con obesidad fue Splenda Naturals, con un 33.33%, seguida por Svetia con un 26.67%. En contraste, los participantes sin obesidad mostraron una preferencia más distribuida, con Splenda Naturals y Svetia cada uno con un 40.00%. Otras marcas, como Edulcorante Daily Líquido, Adivia Stevia, Zulka y Great Value Stevia, también fueron mencionadas por ambos grupos en proporciones más bajas. En cuanto a la presentación del producto, no se observó independencia significativa entre los participantes con y sin obesidad (valor p = 0.453). La mayoría de los participantes en ambos grupos prefirieron la presentación en polvo, con un 86.67% en el grupo con obesidad y un 100.00% en el grupo sin obesidad. La presentación líquida fue mencionada por un porcentaje menor de participantes con obesidad (13.33%). Estos resultados sugieren que, aunque las preferencias de marca son diversas, existe una preferencia común por la presentación en polvo en ambos grupos, lo que destaca la importancia de considerar las preferencias individuales al seleccionar edulcorantes para el consumo.
Conclusión
En conclusión, este estudio revela que, en el Hospital Civil de Tepic «Dr. Antonio González Guevara», la Stevia es utilizada principalmente en su presentación en polvo, especialmente por pacientes con obesidad. Aunque existe una falta de conocimiento generalizado sobre la Stevia, se observó que aquellos que la consumen perciben experimentar beneficios en su salud, como un mejor control de la glucosa. La preferencia por marcas, con Splenda Naturals como la más popular, destaca la importancia de considerar las preferencias individuales al recomendar edulcorantes. Estos resultados subrayan la necesidad de educación sobre edulcorantes, especialmente en pacientes con obesidad, y sugieren la importancia de proporcionar información precisa y personalizada en entornos hospitalarios para mejorar la gestión de la salud en estas poblaciones.
Referencias
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