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Artrosis de cadera

Artrosis de cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad muy persistente, cursa con dolor, impotencial funcional, rigidez, y deformación. La población más afectada es la de edad avanzada, el síntoma que más refieren es dolor e incapacidad para mover la articulación.

Autores:

– Yolanda Alcarraz Valles. Graduada en Enfermería y en Fisioterapia. Lugar de trabajo: Hospital de Alcañiz.

– Isabel Andrés Balsa. Graduada en Enfermería. Master en urgencias, emergencias, y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

– Sandra Castillón Romeo. Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y cooperación internacional. Lugar de trabajo: Hospital Miguel Servet.

– Sandra Gros Polo. Graduada en Enfermería. Master en iniciación a la investigación en ciencias de la enfermería. Lugar de trabajo: Hospital Miguel Servet.

– Cristina Martín Pallás. Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital universitario Miguel Servet.

– Leticia Villuendas Bazán. Graduada en Enfermería. Master en urgencias, emergencias y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Royo Villanova.

Resumen:

El tratamiento más aconsejable es el fisioterapéutico, buscando siempre la mejora del paciente, paliando sus síntomas y adaptándose a las necesidades de éste, para que así sea un tratamiento individualizado en todos los sentidos.

Introducción:

La cadera es una articulación que se encuentra en el tren inferior del cuerpo. La articulación está formada por un hueso coxal o ilíaco y el fémur en su parte proximal. Hay dos articulaciones coxofemorales. Ambos huesos ilíacos articulan también con el sacro, que es un hueso plano. Todos ellos configuran el cinturón pélvico, que conforma la estructura de hueso, donde se alojan numerosas vísceras imprescindibles para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo.

La cavidad cotiloidea forma parte del coxis, es la parte que articula con la cabeza femoral.

Biomecánicamente, la cadera es una articulación de tipo enartrosis, al igual que el hombro, lo que le aporta una gran movilidad en todos los planos y ejes del espacio. La diferencia mayor con la articulación del hombro o escapulo-humeral, es que la cadera tiene mayor estabilidad, y por el contrario el hombro mayor movilidad.

Como hemos dicho, es una articulación que aporta una gran estabilidad a toda la extremidad inferior, lo que nos permite caminar o incluso mantenernos de pie con equilibrio y sin caernos.

Dicha articulación posee movimiento en todos los planos y ejes del espacio:

  • Plano Frontal/Eje transversal: Flexión y extensión
  • Plano Sagital/Eje anteroposterior: Abducción y aducción
  • Eje vertical: Rotación interna y externa

Existen movimientos combinados, puesto que en algunos de los casos no son posibles los movimientos puros, por ejemplo el de aducción. También es importante destacar que está íntimamente relacionada con la articulación de la rodilla, en la movilidad puesto que se complementan en muchos movimientos y también porque comparten musculatura y el hueso fémur.

La artrosis es una enfermedad muy prevalente en nuestra sociedad, multifactorial, que afecta sobretodo a las personas de edad avanzada, puesto que aparece por el uso y desgaste que se produce a lo largo de los años. Es una patología incapacitante, que puede llegar a afectar a todas las articulaciones del cuerpo humano. Pero más si éstas están sometidas a un exceso de sobreuso o desgaste, como lo es la cadera, por su función de estabilización y soporte del esqueleto.

Existen una serie de factores de riesgo que aceleran o favorecen su desencadenamiento: Predisposición genética, trabajos repetitivos o estresantes para el organismo, edad avanzada, exceso de peso, etc.

Los síntomas que aparecen con más frecuencia son: Rigidez, Dolor, Deformidad, e impotencia funcional.

La enfermedad se incrementa con la inactividad de la persona, y notan alivio con la actividad, al llevar unos minutos caminando. No podemos generalizar porque depende del paciente, su edad, y por supuesto la evolución de la enfermedad.

Diagnóstico:

Con el transcurso del tiempo la articulación de la cadera se va desgastando, a consecuencia de la edad, es muy frecuente que los pacientes refieran dolor, lo  que los lleva a acudir a los centros médicos.

Una buena entrevista individualizada medico-paciente, junto con las adecuadas pruebas radiográficas y complementarias, puede ser suficiente para un diagnóstico.

La prueba más concluyente es una radiografía, en la que se puedan apreciar hallazgos típicos de artrosis y así determinar la gravedad y aplicar el tratamiento.

Tratamiento:

El tratamiento va encaminado a mejorar la calidad de vida del paciente. La fisioterapia, junto con el tratamiento farmacológico para paliar el dolor e inflamación son los pilares fundamentales.

La cirugía también es una opción, muchas de los pacientes aunque empiecen con los otros tratamientos, casi siempre acaban terminando con una artroplastia de cadera, ya sea parcial o total. Y tras la cirugía tienen que seguir unos meses con la fisioterapia y la farmacoterapia.

Son cirugías muy agresivas para los ancianos que suelen ser los principales receptores de las artroplastias, puesto que pierden mucha sangre, y su estado general no es siempre el más favorable.

La fisioterapia es el tratamiento de elección frente al farmacológico, si es posible, por parte de los médicos. Se aborda tanto la musculatura (atrofias, acortamientos, puntos gatillo miofasciales, contracturas…), el hueso tratando el rango de movimiento, y aliviando el dolor. Por otro lado se trata también tanto el equilibrio, la sensibilidad, reeducación de la marcha etc.

Es importante comprobar tras la cirugía que ambas extremidades tengan la misma longitud o la diferencia no sea significativa puesto que en ocasiones se necesitan colocar calzas, para evitar problemas a raíz de la dismetría.

Conclusión:

La cadera es una articulación imprescindible en nuestro organismo, combatir los factores de riesgo evitables y realizar una buena prevención es necesario para disminuir en la medida de lo posible la cirugía. El tratamiento individualizado y centrado en los problemas del paciente es el mejor, porque será el más encaminado a mejorar su calidad de vida. Es importante que la ciencia investigue para seguir encontrando avances en todo tipo de enfermedades de éste tipo y así poder ayudar a todas las personas que sufren patologías tan prevalentes en nuestra sociedad.

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