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Beneficios de la densitometría ósea en programas de prevención de osteoporosis

Beneficios de la densitometría ósea en programas de prevención de osteoporosis

Autora principal: Angie Fiorella Vindas González

Vol. XX; nº 03; 81

Benefits of bone densitometry in osteoporosis prevention programs

Fecha de recepción: 19/12/2024

Fecha de aceptación: 06/02/2025

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 03 Primera quincena de Febrero de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 03; 81

Autores:

Dra. Angie Fiorella Vindas González

Médico general, investigadora Independiente. Heredia, Costa Rica.

Orcid: 0009-0002-8967-5997.

Código Medico: 18193.

Dra. Marjorie Jara Rodríguez

Médico general, investigadora Independiente. Cartago, Costa Rica.

Orcid: 0000-0002-1586-6865.

Código Medico: 18387.

Dr. Daniel Recinos Villanueva

Médico general, investigador Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: 0009-0003-5947-2109.

Código Medico: 18115.

Dr. Antonio José Núñez Arias

Médico general, investigador Independiente. San José, Costa Rica.

Orcid: 0009-0006-9363-9787.

Código Medico: 18110.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.

Resumen:

La osteoporosis es una enfermedad ósea caracterizada por una disminución de la densidad mineral ósea y la deterioración de la microarquitectura ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas. La densitometría ósea, particularmente mediante la absorciometría de rayos X de energía dual (DXA), es la técnica más utilizada para evaluar la salud ósea y diagnosticar esta condición. A través de la medición de la densidad mineral ósea, esta técnica permite identificar de manera temprana la pérdida ósea, evaluar el riesgo de fracturas y monitorizar la efectividad de los tratamientos preventivos. Sin embargo, la precisión de los resultados de la densitometría puede verse afectada por varios factores, como el tamaño corporal, la hidratación de los tejidos y la presencia de implantes metálicos, lo que subraya la importancia de un equipo bien calibrado y personal especializado en su interpretación.

El acceso a la tecnología de densitometría ósea enfrenta barreras económicas debido al alto costo de los equipos y la necesidad de formación especializada. Esto limita su disponibilidad, especialmente en áreas con recursos limitados. A pesar de estos desafíos, avances como la espectroscopía ultrasónica portátil podrían ofrecer soluciones más accesibles y económicas. Además, la falta de estandarización en la formación de los profesionales de la salud y en los protocolos utilizados en los centros de diagnóstico puede afectar la calidad de los resultados.

Es fundamental mejorar la capacitación de los profesionales, garantizar el acceso equitativo a la tecnología y abordar las preocupaciones éticas relacionadas con la privacidad de los datos de los pacientes. Superar estas barreras permitirá que más personas se beneficien de diagnósticos y tratamientos adecuados, contribuyendo a la prevención y manejo eficaz de la osteoporosis.

Palabras clave: Osteoporosis, densitometría ósea, absorciometría de rayos X, densidad mineral ósea, fracturas, prevención.

Abstract:

Osteoporosis is a bone disease characterized by decreased bone mineral density and deterioration of bone microarchitecture, which increases the risk of fractures. Bone densitometry, particularly by dual-energy X-ray absorptiometry (DXA), is the most widely used technique to assess bone health and diagnose this condition. By measuring bone mineral density, this technique allows early identification of bone loss, assessment of fracture risk, and monitoring the effectiveness of preventive treatments. However, the accuracy of densitometry results can be affected by several factors, such as body size, tissue hydration, and the presence of metal implants, which underlines the importance of well-calibrated equipment and specialized personnel in its interpretation.

Access to bone densitometry technology faces economic barriers due to the high cost of the equipment and the need for specialized training. This limits its availability, especially in areas with limited resources. Despite these challenges, advances such as portable ultrasound spectroscopy could offer more accessible and affordable solutions. In addition, the lack of standardization in the training of health professionals and in the protocols used in diagnostic centers can affect the quality of results.

Improving the training of professionals, ensuring equitable access to technology, and addressing ethical concerns related to the privacy of patient data are essential. Overcoming these barriers will allow more people to benefit from appropriate diagnoses and treatments, contributing to the effective prevention and management of osteoporosis.

Keywords: Osteoporosis, bone densitometry, X-ray absorptiometry, bone mineral density, fractures, prevention.

Introducción:

La densitometría ósea desempeña un papel fundamental en los programas de prevención de la osteoporosis, ya que facilita la detección temprana y el manejo de esta enfermedad, caracterizada por una disminución de la densidad ósea y un aumento en el riesgo de fracturas. La osteoporosis es una condición prevalente, especialmente entre las mujeres posmenopáusicas y las personas con diabetes tipo 2, y tiene un impacto significativo en la calidad de vida y los sistemas de salud a nivel global. La prevención temprana a través de la densitometría ósea puede mitigar estos impactos, permitiendo la identificación de individuos en riesgo antes de que se produzca una pérdida ósea severa (1; 2)

Uno de los beneficios clave de la densitometría ósea es la identificación de factores de riesgo, como la edad y el índice de masa corporal, que son esenciales para predecir la osteoporosis en grupos de alto riesgo, tales como las mujeres posmenopáusicas con diabetes tipo 2 (1). La capacidad de detectar a estos individuos de manera temprana permite intervenir antes de que la enfermedad avance, lo que es crucial para la prevención de fracturas y otras complicaciones graves.

Además, el desarrollo de herramientas de autoevaluación y modelos de aprendizaje automático ha mejorado la capacidad de cribado temprano, permitiendo clasificar a los individuos en categorías de riesgo basadas en mediciones de densidad mineral ósea (1; 3). Estas herramientas avanzadas facilitan el diagnóstico y mejoran la precisión en la identificación de personas en riesgo, lo que contribuye a una detección más eficiente.

Existen también métodos no invasivos, como la densitometría óptica ósea y el análisis de imágenes óseas mediante rayos X y tomografía computarizada, que ofrecen soluciones de bajo costo y escalables para la detección temprana de la osteoporosis (3; 4). Estas tecnologías representan una opción viable, especialmente en regiones con recursos limitados, ya que no requieren procedimientos invasivos y son más accesibles económicamente.

La detección temprana a través de la densitometría ósea tiene importantes beneficios socioeconómicos. Permite reducir los costos del sistema de salud al disminuir la necesidad de tratamientos costosos y hospitalizaciones relacionadas con las fracturas, lo que contribuye a la disminución de los gastos médicos (5). Esta reducción de costos beneficia no solo a los sistemas de salud, sino también a los pacientes, quienes experimentan una menor carga económica debido a la prevención de complicaciones graves.

Al prevenir fracturas y las complicaciones asociadas, la intervención temprana mejora la calidad de vida de los pacientes y reduce la prevalencia de síntomas depresivos vinculados a la osteoporosis (2). La mejora en la salud física y emocional de los pacientes les permite mantener un estilo de vida más activo y satisfactorio.

A pesar de los beneficios evidentes de la densitometría ósea en la prevención de la osteoporosis, el acceso a tecnologías avanzadas de diagnóstico, como la absorciometría dual de rayos X, sigue siendo limitado en algunas regiones debido a restricciones económicas (5).

El objetivo de este artículo es analizar los beneficios de la densitometría ósea en los programas de prevención de la osteoporosis, enfocándose en su capacidad para detectar tempranamente la pérdida ósea, evaluar el riesgo de fracturas y personalizar intervenciones preventivas. Además, se explorarán las estrategias de prevención primaria y secundaria, así como las limitaciones y desafíos en su accesibilidad, con el fin de ofrecer recomendaciones para mejorar su integración en los programas de salud pública.

Metodología:

Este documento presenta un análisis bibliográfico descriptivo basado en una selección de 23 investigaciones que cumplen con los criterios de inclusión establecidos. Los estudios elegidos, publicados entre 2020 y 2025, están redactados en inglés o español. La recopilación de estos trabajos se realizó a través de diversas plataformas digitales, como Elsevier, PubMed y Google Scholar, e incluye artículos de revistas académicas, metaanálisis y revisiones sistemáticas. En la búsqueda se utilizaron términos clave específicos tales como: Osteoporosis, densitometría ósea, absorciometría de rayos X, densidad mineral ósea, fracturas, prevención.

Definición y factores de riesgo:

La osteoporosis es un trastorno esquelético sistémico caracterizado por una reducción en la densidad mineral ósea y el deterioro de la microarquitectura ósea, lo que conduce a una mayor fragilidad ósea y susceptibilidad a fracturas. Su diagnóstico se realiza mediante evaluación clínica o técnicas de imagen como la absorciometría de rayos X de energía dual y la tomografía computarizada, que evalúan la integridad y densidad ósea (6). Esta condición afecta a millones de personas, especialmente a aquellas mayores de cincuenta años, y puede causar una morbilidad significativa si no se trata adecuadamente (7). Las siguientes secciones exploran los factores de riesgo y los impactos socioeconómicos de la osteoporosis.

Entre los factores de riesgo de la osteoporosis se encuentran la edad y el género. La prevalencia de la osteoporosis aumenta con la edad, especialmente en las mujeres posmenopáusicas debido a los cambios hormonales que afectan la densidad ósea (7; 8). Además, la historia genética y familiar también juega un papel importante, ya que tener antecedentes familiares de osteoporosis puede predisponer a los individuos a desarrollar la condición, lo que indica un componente genético (9).

Los factores relacionados con el estilo de vida, como una vida sedentaria, una nutrición deficiente y el tabaquismo, también contribuyen al riesgo de desarrollar osteoporosis. Asimismo, ciertas condiciones médicas y medicamentos aumentan el riesgo. Enfermedades como el síndrome de Sjögren primario y la enfermedad renal crónica, así como el uso de medicamentos como los glucocorticoides, pueden incrementar el riesgo de osteoporosis (10; 9).

Los indicadores bioquímicos también son cruciales. Un índice de masa corporal bajo, la deficiencia de vitamina D y niveles anormales de la hormona paratiroidea y de la fosfatasa alcalina están asociados con un mayor riesgo de osteoporosis (8, 10).

El impacto social y económico de la osteoporosis es considerable. Los costos de atención médica aumentan debido a la necesidad de tratamiento y manejo de fracturas, que son comunes en las personas afectadas (7). Además, la calidad de vida se ve significativamente afectada, causando dolor, movilidad reducida y una mayor dependencia, particularmente en los adultos mayores (9). La carga económica se extiende más allá de los costos de atención médica, incluyendo la pérdida de productividad y la necesidad de cuidados a largo plazo en casos severos (7).

Densitometría ósea; técnica diagnóstica:

La densitometría ósea es una técnica diagnóstica utilizada para medir la densidad mineral ósea, lo cual es crucial para evaluar la salud ósea y diagnosticar condiciones como la osteoporosis. El método más ampliamente utilizado para este propósito es la absorciometría de rayos X de energía dual, considerada el estándar de oro debido a su precisión y fiabilidad. Esta técnica funciona utilizando dos haces de rayos X a diferentes niveles de energía para estimar la densidad ósea, proporcionando información detallada sobre la salud ósea. Las siguientes secciones profundizan en los fundamentos de esta técnica, su procedimiento y su precisión (11; 12)

La absorciometría de rayos X de energía dual mide la densidad mineral ósea al pasar dos haces de rayos X a través del hueso y calcular la absorción de cada haz por el hueso y el tejido blando. Es particularmente efectiva para evaluar la columna lumbar y la cadera, que son sitios comunes de fracturas osteoporóticas (11; 12).

Durante el procedimiento de absorciometría de rayos X de energía dual, el paciente se acuesta en una mesa mientras un brazo de escaneo pasa sobre su cuerpo, emitiendo haces de rayos X. Este procedimiento es no invasivo, rápido y conlleva una mínima exposición a la radiación, lo que lo hace adecuado para su uso repetido. Los resultados se presentan típicamente como puntuaciones T y Z, que comparan la densidad ósea del paciente con una población de referencia (11; 12).

La precisión de la absorciometría de rayos X de energía dual es crítica para monitorear los cambios en la densidad mineral ósea a lo largo del tiempo. El error de precisión se expresa como un coeficiente de variación o desviación estándar de la raíz cuadrada del promedio. El valor de cambio significativo mínimo se utiliza para determinar cambios significativos en la densidad mineral ósea, calculado multiplicando el error de precisión por 2.77. Los estudios han demostrado que la absorciometría de rayos X de energía dual proporciona mediciones estables y precisas, con valores de cambio significativo mínimo para la columna lumbar y el muslo bien dentro de los límites recomendados (13).

Si bien la absorciometría de rayos X de energía dual es el estándar para la densitometría ósea, están surgiendo métodos alternativos como la ultrasonografía cuantitativa. Esta técnica ofrece una opción portátil y de bajo costo sin radiación ionizante, lo que la hace atractiva en entornos donde la absorciometría de rayos X de energía dual es menos accesible (11).

Beneficios de la densitometría ósea en la prevención:

La identificación temprana de la pérdida ósea es fundamental para la prevención y manejo de la osteoporosis, una condición que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas. La absorciometría de rayos X de energía dual, conocida como DXA, es una técnica de imagen sofisticada que mide con precisión la densidad mineral ósea, esencial para evaluar la osteoporosis (14). Además, la densitometría ósea portátil, utilizando espectroscopía ultrasónica, ofrece una alternativa accesible y rentable para medir la densidad ósea, aumentando potencialmente la accesibilidad para un diagnóstico temprano (15).

La evaluación del riesgo de fractura es otra aplicación crucial de la DXA, considerada el estándar de oro para la medición de la densidad mineral ósea. Esta técnica proporciona datos críticos para evaluar el riesgo de fracturas, especialmente en poblaciones como los veteranos, que pueden tener una mayor susceptibilidad a problemas de salud ósea (16). Además, los dispositivos de ultrasonido portátiles han demostrado ser prometedores para distinguir entre individuos sanos y aquellos en riesgo, ofreciendo un método no invasivo y sin radiación para la evaluación del riesgo de fractura (11).

El monitoreo de la efectividad de los tratamientos preventivos es vital para el manejo continuo de la salud ósea. Las mediciones de radiodensidad derivadas de la tomografía computarizada han sido validadas como una herramienta cuantitativa para monitorear la curación ósea, indicando su potencial para rastrear la efectividad de los tratamientos destinados a mejorar la salud ósea (17). Evaluaciones regulares de precisión y la calibración del equipo de DXA aseguran un monitoreo consistente y confiable de los cambios en la densidad ósea a lo largo del tiempo (16).

La capacidad de medir y monitorear con precisión la densidad mineral ósea permite la personalización de las intervenciones preventivas, como cambios en la dieta, ejercicio o medicación, adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente según su perfil de salud ósea (11; 14). Sin embargo, aunque la densitometría ósea ofrece beneficios significativos, es necesario abordar desafíos como la calibración adecuada del equipo y la capacitación del operador para asegurar resultados precisos. Además, el desarrollo de tecnologías portátiles y menos invasivas, como la ultrasonografía cuantitativa, puede mejorar aún más la accesibilidad y efectividad de las evaluaciones de salud ósea (11; 14).

Densitometría ósea y estrategias de prevención:

La prevención primaria de la osteoporosis se centra en la educación y la promoción de hábitos de vida saludables. Los programas de salud pública deben enfatizar la importancia de la salud ósea, identificar los factores de riesgo de la osteoporosis y destacar los beneficios de las evaluaciones tempranas mediante densitometría (16). Fomentar un estilo de vida saludable, que incluya una nutrición adecuada y actividad física regular, es esencial. Los nutracéuticos, como los suplementos de calcio y vitamina D, pueden desempeñar un papel importante en el mantenimiento de la salud ósea y en la prevención de la pérdida ósea (18).

La prevención secundaria se enfoca en la intervención temprana, el uso de medicamentos y suplementos. Utilizar la densitometría ósea para la detección temprana de baja densidad ósea puede facilitar intervenciones oportunas, como modificaciones en el estilo de vida y tratamientos farmacológicos (16). Para las personas con alto riesgo de osteoporosis, se pueden prescribir medicamentos como los bisfosfonatos para prevenir una mayor pérdida ósea. Es crucial monitorear y manejar los efectos secundarios de los medicamentos, como los fármacos antiepilépticos, que pueden afectar negativamente la salud ósea (5).

El papel de los profesionales de la salud es fundamental en la implementación y el monitoreo de los programas de salud ósea. Estos profesionales son clave para interpretar los resultados de las densitometrías y adaptar las intervenciones a las necesidades individuales de cada paciente (1). Además, asegurar que los tecnólogos reciban una formación especializada en densitometría y que las instalaciones sigan protocolos estandarizados puede mejorar la calidad y consistencia de las evaluaciones de salud ósea (16).

A pesar de los beneficios significativos que ofrece la integración de la densitometría ósea en los programas de salud pública, es necesario abordar desafíos como el costo del equipo, la necesidad de formación especializada y la variabilidad en el acceso a los servicios de densitometría. Además, se requiere investigación continua para perfeccionar el uso de la densitometría en diversas poblaciones, incluidos los niños y aquellos que están bajo terapias médicas a largo plazo (5; 16).

Densitometría ósea en poblaciones de riesgo:

Las mujeres posmenopáusicas con diabetes tipo 2 presentan un mayor riesgo de osteoporosis. Investigaciones han demostrado que la edad avanzada y un índice de masa corporal bajo son predictores significativos de una disminución en la densidad mineral ósea en este grupo (1). Además, los biomarcadores séricos como la esclerostina y CTRP3 están vinculados a la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas diabéticas, donde niveles más altos de esclerostina y niveles más bajos de CTRP3 se asocian con un mayor riesgo de osteoporosis (19).

En cuanto a la densitometría ósea en veteranos, una encuesta nacional realizada por la Administración de Salud de Veteranos en Estados Unidos, reveló que muchos centros de DXA cumplen con los estándares mínimos para la evaluación de la densidad ósea. Sin embargo, es necesario mejorar la estandarización para asegurar una calidad consistente en todas las instalaciones (16).

Los modelos predictivos mejorados con datos genéticos para la densidad mineral ósea, que incorporan factores clínicos y datos genéticos, han mostrado ser prometedores para mejorar la evaluación del riesgo de osteoporosis. No obstante, estos modelos presentan un rendimiento variable en diferentes poblaciones étnicas y geográficas, lo que subraya la necesidad de contar con conjuntos de datos diversos para el entrenamiento de estos modelos (20).

Las mediciones antropométricas, como el índice de masa corporal, la relación cintura-cadera y la relación cintura-estatura, son útiles para evaluar el riesgo de osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. Estas medidas pueden complementar las evaluaciones tradicionales de densidad mineral ósea para mejorar el cribado y manejo en poblaciones diversas (21).

Limitaciones y consideraciones de la densitometría ósea:

Las limitaciones en la precisión y aplicabilidad de la densitometría ósea son aspectos cruciales que deben ser considerados para garantizar resultados fiables y consistentes. Las mediciones de la absorciometría de rayos X de energía dual pueden verse influenciadas por factores como el tamaño corporal, la hidratación de los tejidos y la presencia de implantes metálicos. Un estudio de caso ha demostrado que errores en el análisis pueden conducir a cambios significativos en los puntajes T, lo que resalta la necesidad de un mantenimiento adecuado del equipo y de profesionales capacitados (14). Además, la densitometría ósea es menos adecuada para ciertas poblaciones, como mujeres embarazadas y pacientes jóvenes, debido al uso de radiación ionizante. Tecnologías alternativas, como la espectrometría multi-espectral radiofrecuencia, ofrecen beneficios potenciales para estos grupos (22).

El costo y el acceso a la tecnología también representan desafíos importantes en la implementación de la densitometría ósea. Las técnicas convencionales son costosas y requieren una experiencia especializada, lo que puede limitar el acceso, especialmente en entornos con recursos limitados (23). Sin embargo, los avances tecnológicos están ofreciendo nuevas soluciones. Por ejemplo, el uso de la espectroscopía ultrasónica portátil está siendo explorado como una alternativa más accesible y rentable (15). Esta innovación podría ampliar la disponibilidad de evaluaciones de densidad ósea a poblaciones que de otro modo no tendrían acceso a estos servicios.

Además de los desafíos técnicos y financieros, las consideraciones éticas y de privacidad son fundamentales en el uso de la densitometría ósea. La estandarización y la formación adecuada del personal son esenciales para garantizar la calidad del cuidado. Una encuesta realizada en centros de absorciometría de rayos X de energía dual reveló una variabilidad en la formación y la estandarización, lo que puede impactar en la calidad de las evaluaciones y plantear preocupaciones éticas sobre la consistencia de las evaluaciones de los pacientes (16).

Conclusiones:

La densitometría ósea es una herramienta fundamental en la evaluación de la salud ósea y en la prevención de enfermedades como la osteoporosis. Sin embargo, la precisión de esta técnica puede verse afectada por diversos factores técnicos, como el tamaño corporal, la hidratación de los tejidos o la presencia de implantes metálicos, lo que puede alterar los resultados. Además, el alto costo de los equipos y la necesidad de personal especializado limitan el acceso a esta tecnología, especialmente en áreas con recursos limitados. El desarrollo de tecnologías alternativas, como la espectroscopía ultrasónica portátil, podría ofrecer soluciones más accesibles y económicas, lo que permitiría una mayor disponibilidad de diagnósticos para la población en general.

A pesar de los beneficios que ofrece la densitometría ósea, su implementación plantea desafíos éticos, particularmente en lo que respecta a la privacidad de los datos de los pacientes. Es crucial garantizar la protección de la información personal para mantener la confianza de los pacientes en los sistemas de salud. Además, la falta de estandarización en la formación de los profesionales de la salud y en los protocolos utilizados en los centros de diagnóstico puede generar variabilidad en los resultados, lo que podría comprometer la calidad de la atención. Para abordar estos problemas, es necesario establecer protocolos de formación más rigurosos y mejorar la estandarización en la práctica clínica.

Para aprovechar al máximo los beneficios de la densitometría ósea en los programas de salud pública, es esencial mejorar la capacitación de los profesionales de la salud y asegurar un acceso equitativo a la tecnología. La integración de esta herramienta en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis puede tener un impacto significativo en la salud pública, pero requiere superar las barreras económicas y geográficas que limitan su disponibilidad. La colaboración entre investigadores, profesionales de la salud y autoridades gubernamentales será fundamental para optimizar el uso de la densitometría ósea en diversos contextos, asegurando que un mayor número de personas pueda beneficiarse de evaluaciones adecuadas de la salud ósea.

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