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Beneficios de la lactancia materna en la microbiota intestinal del recién nacido

Beneficios de la lactancia materna en la microbiota intestinal del recién nacido

Autora principal: Noelia Goás Gómez

Vol. XVII; nº 24; 941

Benefits of breastfeeding on the intestinal microbiota of the newborn

Fecha de recepción: 23/11/2022

Fecha de aceptación: 23/12/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 24 Segunda quincena de Diciembre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 24; 941

Autores:

Noelia Goás Gómez. Enfermera Obstétrico-Ginecológica (Matrona). Hospital Universitario Lucus Augusti. Lugo. España

Tania Castiñeira Veiga. Enfermera Obstétrico-Ginecológica (Matrona). Hospital Universitario Lucus Augusti. Lugo. España.

Eloy Díaz Villaverde. Enfermero Atención Primaria, Área Sanitaria de Lugo. España.

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud

(OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.

Han preservado las identidades de los pacientes.

RESUMEN

Objetivo:

Averiguar la influencia que tiene la alimentación con lactancia materna en la microbiota del recién nacido.

Método:

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de estudios analíticos observacionales, ensayos controlados aleatorios, metaanálisis y revisiones bibliográficas entre los años 2018 y  octubre 2022, acerca de la influencia que tiene en la microbiota de los niños la lactancia materna exclusiva, consultando las siguientes bases de datos: PubMed, Scielo, Medline, Cuiden, Cochrane Database of Systematic Reviews JBI.

Resultados:

Todas las publicaciones existentes hasta el momento coinciden en que la leche materna aporta al recién nacido bacterias que pasan a formar parte de su microbiota intestinal, y que podrían ser las responsables de una menor incidencia de enfermedades e infecciones observadas en los niños.

Conclusión:

La lactancia materna es la mejor alimentación que puede recibir un recién nacido, por todas las ventajas que tiene tanto a corto como a largo plazo. La evidencia científica muestra que la leche materna representa uno de los factores clave en el desarrollo de la microbiota intestinal infantil.

Palabras clave: lactancia materna, microbiota intestinal

SUMMARY

Objective:

Find out the influence that feeding with breastfeeding has on the microbiota of the newborn.

Method:

A bibliographical review of observational analytical studies, randomized controlled trials, meta-analyses and bibliographical reviews has been carried out between the years 2018 and October 2022, about the influence that exclusive breastfeeding has on the microbiota of children, consulting the following bases Data: PubMed, Scielo, Medline, Cuiden, Cochrane Database of Systematic Reviews JBI.

Results:

All existing publications to date agree that breast milk provides the newborn with bacteria that become part of its intestinal microbiota, and that could be responsible for the lower incidence of diseases and infections observed in children.

Conclusion:

Breastfeeding is the best food that a newborn can receive, due to all the advantages it has both in the short and long term. Scientific evidence shows that breast milk represents one of the key factors in the development of the infant intestinal microbiota.

Keywords: breastfeeding, intestinal microbiota

INTRODUCCIÓN

La leche humana es el estándar de la alimentación para el recién nacido debido a sus fuentes de factores biológicos y nutritivos que aportan una nutrición completa para el desarrollo y protección del lactante. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva los 6 primeros meses y hasta los dos años con la alimentación complementaria. La leche se va adaptando a los requerimientos nutricionales e inmunológicos del lactante a medida que éste crece y se desarrolla.1

En los últimos años se ha observado la existencia de una microbiota específica de la glándula mamaria, íntimamente ligada al ciclo embarazo-lactancia y plenamente adaptada a las necesidades del lactante durante sus primeros meses de vida. Todo parece indicar que estas bacterias desempeñan funciones relevantes, por lo que su presencia podría explicar algunos de los efectos beneficiosos de la lactancia.2

Tanto el calostro como la leche son una excelente fuente de bacterias comensales, mutualistas y potencialmente probióticas. De hecho, la leche humana es uno de los factores clave en la iniciación y el desarrollo de la microbiota intestinal del neonato ya que este fluido garantiza un aporte constante de bacterias durante todo el periodo de lactancia.

En promedio al día un lactante mayor ingiere alrededor de 800 ml de leche humana de la cual se recibe entre 105 y 107 bacterias benéficas, cuya principal función es incluir un mayor desarrollo inmune a través de ligandos microbianos, metabolismo y absorción de nutrientes, función de barrera intestinal y estimulación del eje intestino-cerebral o también en el desarrollo del lactante.1

La leche contiene diversas especies de los géneros como Staphylococcus Streptococcus, Propionibacterium, Enterococcus, Lactococcus, Lactobacillus, Pediococcus, Weisella o Leuconostoc. La leche humana también es una fuente de bifidobacterias viables para el intestino del lactante. Estas bacterias constituyen la micobiota natural de la glándula mamaria y, por ende, de la leche humana.

Los estudios recientes sugieren que pueden existir diversas fuentes de bacterias para la leche humana pero que, al menos una parte sustancial de las mismas, podrían proceder de la microbiota intestinal de la madre y accederían al epitelio de la glándula mamaria a través de una ruta interna: la ruta enteromamaria.2

La exposición del lactante a ese amplio espectro de filotipos bacterianos puede ejercer efectos beneficiosos frente a enfermedades gastrointestinales y respiratorias, y reducir el riesgo de desarrollar otras enfermedades como diabetes y obesidad.2,3

Cada vez se reconoce más la relación entre la microbiota intestinal y la salud humana. Ahora está bien establecido que una flora intestinal saludable es en gran parte responsable de la salud general del huésped.3

.La microbiota intestinal se adquiere tempranamente, ya en la vida intrauterina, pues se puede observar la presencia de una comunidad microbiana ya en el meconio. No obstante la verdadera y principal colonización intestinal ocurre en el momento del parto, donde el recién nacido se empapa y “contamina” con fluidos vaginales, fecales y urinarios, terminando posteriormente de consolidarse alrededor de los 2 a 3 años, para adquirir a esa edad una microbiota similar a la que tendrá en la etapa adulta, aunque siempre continuará modificándose.3,4

El tipo de parto, la administración de antibióticos perinatales, el entorno y la exposición nutricional, en especial, la lactancia materna, han demostrado relacionarse de forma importante con el microbioma intestinal predominante.5

Se ha observado que la concentración de lactobacilos, enterococos y bifidobacterias es significativamente más elevada en la microbiota de lactantes que en la de niños alimentados con fórmulas.2

La microbiota sirve para mantener un equilibrio inmunológico, lo que se conoce con el término homeostasis inmunológica. Desde el nacimiento, esa microbiota interactúa con el sistema inmune con el objetivo de que este madure, para ayudar a que se forme la capa de mucosa (una barrera frente a los patógenos), estimular la producción de células inmunitarias, evitar la entrada de antígenos… La microbiota recubre la mucosa intestinal y logra conseguir ese efecto de protección o barrera. Es un mecanismo de defensa, por lo que si se altera, disminuyen nuestras defensas. Esta función es extremadamente importante; por eso los primeros años de la vida se denominan ventana crítica. Es un momento en el que si no hay una microbiota correcta o si hay factores externos que la alteran, ese sistema inmune puede no madurar bien y ello, a su vez, derivar en disfunciones crónicas.6,7

OBJETIVO

Conocer la influencia que tiene la alimentación con lactancia materna en la microbiota intestinal del recién nacido.

MATERIAL Y MÉTODOS

Estudio: se ha realizado un estudio de revisión bibliográfica acerca de la influencia que tiene en la microbiota de los niños la alimentación con lactancia materna.

Búsqueda de información: se consultan las siguientes bases de datos: PubMed, Scielo, Medline, Cuiden, Cochrane Database of Systematic Reviews JBI. Se limita la búsqueda a artículos en español, inglés y portugués publicados entre los años 2018 y  octubre 2022.

Criterios de selección: ensayos aleatorios, estudios analíticos observacionales, metaanálisis y revisiones bibliográficas publicadas desde 2018 hasta octubre de 2022, que muestran La influencia del tipo de alimentación en la microbiota de los recién nacidos.

Variables de estudio: Se han utilizado los descriptores de salud (DeCS) siguientes: microbiota, lactancia materna.

Análisis de la información: Tras la revisión, lectura y análisis de los artículos encontrados, se procede a la realización de un grupo focal de discusión de toda la información obtenida para la formalización del presente texto. Para la consideración de cada una de las recomendaciones encontradas, se evaluaron por pares y, en caso de desacuerdo, resolvió un tercero. Como resultado de la misma se han incorporado los resultados de publicaciones que aporten algún nivel de evidencia.

RESULTADOS

Una revisión bibliográfica publicada en junio de 2022 muestra que la leche humana contiene una cantidad de bacterias dinámicas con propiedades y funciones extraordinarias que se transfieren activamente de madre a hijo a través de la lactancia. Se ha demostrado que la microbiota de la leche humana tiene un gran impacto en el sistema inmunológico del lactante, en el metabolismo de los nutrientes, la función de barrera intestinal y mejorando la maduración del tracto digestivo. Estos microorganismos ingresan a la leche humana principalmente por la ruta entero-mamaria.1

En 2021 se ha publicado una revisión y análisis bibliográfico acerca de ventajas nutricionales de la alimentación con lactancia materna sobre la microbiota intestinal del lactante. Concluye que la nutrición es clave para la modulación de la microbiota intestinal del recién nacido, por tanto, la lactancia materna es el factor principal para el inicio y el desarrollo de la microbiota intestinal del neonato, proporcionando cantidad suficiente de bacterias que serán beneficiosas para disminuir la probabilidad de que el recién nacido se infecte, ayudando en la participación de las funciones metabólicas, así como al desarrollo del sistema inmune del infante. Existe una ruta entero-mamaria endógena, en la que las bacterias del intestino de la madre pueden alcanzar la glándula mamaria para que, a través de la lactancia alcancen el intestino del recién nacido, por lo que, la microbiota del intestino materno puede afectar de manera directa a la microbiota del lactante. Se ha observado que, los niños amamantados a base de leche materna reducen su incidencia de padecer alergias, asma e incluso diarreas infecciosas en lactantes. Los niños alimentados con fórmulas lácteas poseen cambios en su microbiota asociados con obesidades, en contraposición a los niños amamantados con leche materna, ya que parece tener un efecto protector y la microbiota beneficia este efecto. Se ha comprobado que los recién nacidos alimentados con leche materna, suelen tener una mejor resistencia a la enfermedad durante su primer año.8

En 2020 se publicó una revisión bibliográfica acerca de cómo el tipo de alimentación (lactancia materna exclusiva, artificial o mixta) en los seis primeros meses de vida modula la microbiota intestinal, resaltando el papel que tienen los oligosacáridos de la leche humana; y la repercusión que esta tiene en la salud actual y futura del lactante. Saca como conclusión que los oligosacáridos de la leche humana al estimular selectivamente el crecimiento de poblaciones bacterianas beneficiosas (bifidobacterias) junto con la microbiota asociada a la lactancia materna modulan la microbiota intestinal, cuyo establecimiento en los primeros meses de vida es crucial, y puede repercutir en la protección frente a enfermedades actuales y futuras, y en el correcto desarrollo y composición del neonato. Por tanto, la lactancia materna es muy importante en la salud del niño. Se ha comprobado que la agregación de oligosacáridos de la leche humana sintéticos, como 2’FL y LNnT, y carbohidratos no digeribles a los preparados para lactantes puede suplir ciertos efectos de los oligosacáridos de la leche humana, pero no la totalidad de ellos. Además, la suplementación con bifidobacterias a las fórmulas no muestra ningún efecto sobre la microbiota intestinal.9

En 2019 se publicó un estudio analítico, transversal y descriptivo, con el objetivo principal determinar la asociación de la microbiota de leche materna y la microbiota intestinal de neonatos del Hospital Regional Honorio Delgado. Se obtuvieron muestras de leche, hisopado de pezón de 21 puérperas y de heces de 21 neonatos el primer y séptimo día después de su nacimiento; identificado tipo y UFC/mL bacteriano. Se determinó que si existe asociación entre la microbiota de la leche materna y la microbiota intestinal del neonato, identificados mediante los medios de cultivos caldo peptonado, caldo tioglicolato, Agar Mac Conkey, Agar Salmonella-Shiguella (SS), Agar de Man, Rogosa y Sharpe (MRS) y pruebas bioquímicas realizadas.10

Se ha publicado un estudio analítico observacional que se centra más concretamente en la influencia de la lactancia materna en el asma infantil, en el año 2019. Se ha sugerido que la lactancia materna protege contra el asma pediátrica, posiblemente como resultado de la modulación de la microbiota intestinal del lactante y su impacto en el desarrollo del sistema inmunitario. Se utilizaron datos informados por los padres obtenidos a través de una encuesta de 2310 niños de 5 a 15 años de escuelas seleccionadas al azar. Los hallazgos respaldan el efecto de la lactancia materna en la maduración de la inmunidad del niño y los beneficios para la salud contra la tos y la congestión en el pecho, como síntomas similares al asma, incluso en la edad escolar.11

En 2019 se publicó un estudio analítico que afirma que la leche materna contiene una comunidad compleja de bacterias que pueden ayudar a sembrar la microbiota intestinal del bebé. Se tomó como muestra a 393 díadas de madre e hijo. Se encontró que la microbiota de la leche a los 3-4 meses después del parto estaba dominada por Proteobacteria y Firmicutes inversamente correlacionados. La composición y diversidad de la microbiota de la leche se asoció con factores maternos (IMC, paridad y modo de parto), prácticas de lactancia y otros componentes de la leche de manera específica por sexo. El modelo causal identificó la lactancia como un determinante clave de la composición de la microbiota de la leche. Específicamente, proporcionar leche materna extraída se asoció consistentemente con múltiples parámetros de microbiota, incluido el enriquecimiento de patógenos potenciales y el agotamiento de bifidobacterias. En conjunto, estos resultados identifican características y determinantes de la composición de la microbiota de la leche humana, con implicaciones potenciales para la salud y el desarrollo infantil.12

CONCLUSIONES

Debido a los beneficios de la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de vida, y hasta los dos años con alimentación complementaria, es necesaria una correcta formación de los profesionales sanitarios y su promoción a las embarazadas y lactantes.

La evidencia científica muestra que la leche materna representa uno de los factores clave en el desarrollo de la microbiota intestinal infantil. Cuando la microbiota está equilibrada, el sistema inmune se encuentra en correcto estado. Por lo tanto, la lactancia materna ayudará a que los bebés empiecen a desarrollar un sistema inmunológico fuerte para estar protegidos frente a enfermedades como la diabetes, obesidad, o incluso frente a la aparición de alergias.

BIBLIOGRAFÍA

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  2. Fernández L, Rodríguez JM. Mastitis, el lado oscuro de la lactancia. Microbiota mamaria: de la fisiología a las mastitis. 2014.
  3. El calostro y la leche materna en el período neonatal. Sus beneficios siguen aumentando. Archivos Argentinos de Pediatria. 2018 Aug 1;116(4).
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  7. Stephany Gámez Valdez J, Lorenzo E, Emilie M, Brunck G, Cassani C. Cultura de la salud: interacciones entre lactancia, microbiota intestinal y obesidad [Internet]. Disponible en: https://biotecmov.ibt.unam.mx/numeros/30/PDFs/bm_30_4.pdf
  8. López F, Ramos D, Rocío G, Leal D, et al. Influencia de la lactancia materna en la microbiota intestinal del recién nacido. [Internet]. Disponible en: https://titula.universidadeuropea.es/bitstream/handle/20.500.12880/105/lopez_frias.pdf?sequence=1&isAllowed=y
  9. Aguado del Amo C. La alimentación del lactante como moduladora de su microbiota intestinal y salud: oligosacáridos de la leche humana [Internet]. 2019. Disponible en: http://147.96.70.122/Web/TFG/TFG/Memoria/CLARA%20AGUADO%20DEL%20AMO.pdf
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  12. Moossavi S, Sepehri S, Robertson B, Bode L, Goruk S, Field CJ, et al. Composition and Variation of the Human Milk Microbiota Are Influenced by Maternal and Early-Life Factors. Cell Host & Microbe. 2019 Feb;25(2):324-335.e4.