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Uso de la cápsula endoscópica para el diagnóstico de enfermedades del intestino delgado

explican las siguientes cuestiones:

  1. Se le informa de que si toma hierro, éste oscurece las heces.
  2. Debe tomar una dieta blanda 2-3 días previos a la prueba.
  3. Se le informa del procedimiento completo y de que deberá firmar el consentimiento informado que se le facilitará el día señalado.
  4. El día anterior deberá hacer un ayuno previo de 8 horas.
  5. Debe acudir vestido con ropa holgada, preferiblemente de dos piezas, lo que facilitará la colocación de los electrodos en el abdomen. En el caso de ser un varón con abundante vello en el torso y abdomen, previo a la colocación de los electrodos, se le rasurará.

El día en que el paciente acude a la consulta, se le facilitará el consentimiento informado y se atenderán todas las dudas que pudiera tener. Una vez firmado, se le ofrecen una serie de consejos de forma escrita, que son las instrucciones que deberá seguir una vez abandone la consulta hasta su regreso al día siguiente a la hora acordada.

Estos consejos consisten en:

  1. Debe evitar actividades físicas que supongan sudar, doblarse o agacharse, lo que haría que se desprendieran los electrodos.
  2. No tomar alimentos ni líquidos antes de las cuatro horas tras la ingesta de la cápsula. Después puede beber agua.
  3. Tomará un vaso de agua cada hora hasta la retirada de los sensores.
  4. Desayuno sólo con líquidos claros, pudiendo tomar la medicación habitual.
  5. El almuerzo lo realizará tres horas después del desayuno, siendo ligero. Como ejemplo, podemos aconsejarle: tortilla, carnes blancas, pescado a la plancha o hervido, arroz, caldo e infusiones.
  6. A las cinco horas de la ingesta puede tomar un tentempié ligero.
  7. La cena se hará normal tras quitarse el receptor y los sensores.
  8. Deberá evitar exponerse a campos electromagnéticos (como equipos de resonancia electromagnética).

Tras asegurarnos de que tiene y comprende toda la información facilitada, además de haber firmado el consentimiento informado, se procede a la colocación de los electrodos en el abdomen y el cinturón que alojará el aparato registrador de las imágenes.

Se le facilitará un vaso con agua para que pueda ingerir la cápsula, y se comprobará que lo hace sin dificultad, no suponiéndole ningún efecto adverso inmediato.

El paciente podrá marcharse a su domicilio y sólo se lo podrá retirar, cuando pasadas unas ocho horas compruebe visualmente que el piloto de luz intermitente del registrador se apaga definitivamente. En ese momento, se lo podrá retirar todo y guardarlo en la bolsa que se le habrá facilitado para su custodia, acudiendo al día siguiente al Hospital a entregarlo, y para que las imágenes puedan ser estudiadas.

La expulsión de la cápsula suele ocurrir a las 48-72 horas, ya que se desplaza gracias a los movimientos peristálticos normales del intestino. Esta técnica no requiere insuflación de aire, permitiendo así visualizar el intestino sin que el paciente tenga dolor, molestias ni distensión abdominal.

La principal complicación de la cápsula endoscópica es su retención en el intestino delgado durante más de dos semanas. Habitualmente, la retención no produce síntomas pero, en caso de que ocurra, está indicada su extracción por vía endoscópica o quirúrgica.

Como contraindicaciones para la realización de esta prueba se encuentran los pacientes de los que se sospeche que padecen obstrucciones, estrechamientos o fístulas, en base al cuadro clínico, a exámenes previos al procedimiento o por su historial médico; en pacientes con problemas de ingestión, y finalmente, en pacientes con marcapasos u otros dispositivos electromagnéticos implantados, aunque siempre debe valorarse cada caso individualmente.

La cápsula endoscópica permite una endoscopia fisiológica, además de evaluar la mucosa del intestino en su estado basal, sin los problemas que produce la insuflación de aire o el trauma del paso del endoscopio. No genera incomodidad mientras está actuando, no necesita sedación, no limita excesivamente la actividad física del paciente, no requiere hospitalización, e incluso se puede usar en pacientes sin necesidad de suspender la anticoagulación.

La principal ventaja de la enteroscopia con respecto a la cápsula endoscópica, es que la primera, permite la obtención de biopsias para confirmar el diagnóstico, así como la posibilidad de aplicar hemostasia sobre la lesión hemorrágica (inyección de sustancias esclerosantes). El principal inconveniente es que además de ser un procedimiento invasivo, molesto y requerir sedación, con frecuencia no permite visualizar todo el intestino.

Desde el desarrollo de la cápsula hace unos años, se han diseñado estudios dirigidos a valorar la eficacia de esta exploración en la detección de lesiones gastrointestinales. Los primeros estudios clínicos publicados que comparan el papel de la cápsula endoscópica con la enteroscopia y el tránsito intestinal en la detección de lesiones en el intestino delgado indican una mayor eficacia de la cápsula en relación con los otros dos procedimientos utilizados en el estudio del intestino delgado.

Otro aspecto a tener en cuenta es la repercusión terapéutica que puedan tener en los pacientes los hallazgos obtenidos con la cápsula. La localización exacta de la lesión (a pesar de los avances tecnológicos de localización de la cápsula en el abdomen por medio de cuadrantes), el diagnóstico definitivo de las lesiones (imposibilidad en la toma de biopsias) y la realización de maniobras terapéuticas siguen siendo las principales desventajas de esta exploración.

BARRERAS DURANTE LA REALIZACIÓN DE LA PRUEBA:

Las barreras que se pueden encontrar durante la realización de la prueba se